CAPITULO 11
MIRIEL TERMINABA las cuentas en su escritorio cuando Sung Li subió detrás de ella con un desayuno tardío de galletas de avena y mantequilla.
"Parece que tu pretendiente es mucho más ... talentoso de lo que él permite creer."
Miriel se tensó, pero mantuvo los ojos en sus libros de contabilidad. Se ponía nerviosa cuando Sung Li hablaba de sir Rand. Era obvio que ella detestaba al hombre y haría cualquier cosa para deshacerse de él. Pero Miriel no quería deshacerse de él aún, no antes de descubrir sus intenciones.
¿"Talentoso?"
"Él es bastante bueno con la espada."
Miriel tragó en seco . Sung Li tenía razón. ¿"Si ?" Ella se encogió de hombros, hundiendo la pluma en la tinta para escribir la última cifra en la página. " Tal vez sus habilidades mejoran porque Pagan ha estado entrenándose con él. Pagan un buen profesor."
"Esa clase de habilidades un hombre no las aprende en dos días," dijo Sung Li , poniendo la cesta con galletas de avena al costado de los libros de Miriel. "Uno nace con ellas."
"Entonces, por qué él ocultaría sus habilidades? “. Ella hizo la pregunta tan para ella como para Sung Li. "Por qué fingiría ser incompetente con la espada?"
¿"Por qué ?" Sung Li preguntó.
Ella frunció el ceño pensativamente. "La mejor arma es la que nadie sabe que posees."
"Exactamente. El factor sorpresa."
"Hmm." Miriel sopló la última entrada en el libro de contabilidad para secarla, luego cerró el libro, deslizándolo a un costado. ¿"Por qué estás tan interesada en su esgrima ? Buen esgrimista o no, sabes que yo podría sentarlo de culo en cualquier momento ."
¡"Bah! A veces eres muy presumida," le advirtió Sung Li , "como un patito que piensa puede volar solamente porque puede nadar."
Miriel partió una galleta de avena y untó una capa de mantequilla sobre ella. "Si , soy presumida," dijo ella, dando a Sung Li una sonrisa tímida , “ Y eso es porque tengo la mejor profesora del mundo."
"Hum." Sung Li nunca caía víctima de la adulación de Miriel. Era una anciana sabia que veía mas allá de todo, o de casi todo.
"Además," Miriel dijo, haciendo una pausa para mordisquear el borde de la galleta de avena, "yo pensaba que vos estarías contenta de que yo tenga un pretendiente bueno con la espada ."
La criada bajó sus cejas y declaró, "Aquellos que practican el engaño tienen algo que esconder ."
Miriel contempló a la anciana.
A veces sus palabras parecían muy profundas y misteriosas.
Otras veces sólo parecían una declaración de lo obvio.
Esa era una de esas veces. Miriel abrió la boca para discutir con ella, para decirle que, por supuesto , ellos tenían que esconder, pero lo pensó mejor y cerró la boca. Uno nunca discutía con Sung Li . A menos que uno estuviese dispuesto a tolerar una diatriba sobre la sabiduría de Oriente.
"Deberías ir al campo de entrenamiento ," dijo Sung Li . "Obsérvalo. Estúdialo."
Miriel tomó otro bocado, sobre todo para demorar la respuesta. Supuso que no habría nada de malo en mirar el combate de Rand ese día. En efecto, siempre era un placer observar a un guapo caballero manejando su espada. Jadeando. Sudando.
Pero Miriel sospechaba que Sung Li sabía más de lo que decía. Su comentario era menos una sugerencia, y más una orden. Y Miriel notó una advertencia cautelosa en su voz.
"Bien, xiansheng," concedió ella, "si insistes."
Finalmente , Miriel se alegró de haber tomado una hora de su día para observar de cerca el campo de práctica mientras Pagan hacía sudar a Rand . Sospechaba que la jovialidad y amistosidad de Rand con los hombres era un fingimiento al igual que inhabilidad para manejar una espada de los días anteriores . Pero él era muy buen esgrimista, casi tan bueno como ella. Miriel tuvo que admirar su talento.
Rand fingía gran interés en escuchar los consejos de Pagan , imitado a la perfección los movimientos que Rauve le enseñaba, y hasta escuchaba las recomendaciones de Deirdre en cuanto al modo de asir la espada.
Su esgrima mostraba una marcada mejoría, que Miriel sabía era absolutamente calculada. Después de todo, nada adulada mas a un hombre como la constante mejoría del aprendiz que estaba bajo su instrucción.
Miriel notó que Rand minimizaba intencionadamente su capacidad. Sin duda él era capaz de mayor fuerza y mayor velocidad. Sólo ocultaba esa capacidad porque no era necesario usarlos aquí.
Deirdre se paró a su lado . "Él mejora."
¿"Lo crees?" Miriel apretó los labios. "Helena me dijo que él lucha como una niña criada entre algodones.”
"Viniendo de Helena, eso es un elogio. Deberías haber visto como ella luchaba cuando era una niña. “
¿"Qué pasa?"
Nada podría mantener a Helena lejos del campo de entrenamiento por mucho tiempo, ni siquiera el compartir la cama con su marido la mañana después de su noche de bodas. Ella llegó corriendo y pasó un brazo alrededor de los hombros de sus hermanas.
Miriel suspiró. ¿"Crees que él alguna vez luchará suficientemente bien como para protegerme?"
Helena le sonrió astutamente. ¿"Te gusta ese hermoso muchacho, verdad?"
Miriel miró a través del campo otra vez, al punto donde Rand cruzaba espadas con Rauve. Rand era un hombre atractivo, pero aun así mentía como un canalla. Sus hombros eran anchos y poderosos. Su pecho era amplio, estrechándose debajo de su cintura. Cuando Rauve detuvo la lucha, la cara de Rand se iluminó con una sonrisa enorme.
El corazón de Miriel se aceleró mientras el deseo dentro de ella se despertaba incontrolablemente. Dios, Rand era más guapo de lo que debería permitírsele a cualquier hombre. De todos modos, ella trató de mantener un tono neutro cuando confesó con voz ronca, "Él es atractivo."
"Y muy amable ," dijo Deirdre.
"Sí." Él se esforzaba en ser amable y solidario con todos, ayudando a los criados y hablando pacientemente con su padre.
"Y generoso," añadió Helena.
"Hum. ¿" Generoso? Él le había dado a Miriel su moneda de plata. Pero probablemente había sido para comprar sus afectos. También se había ofrecido a escoltar a las damas de Mochrie esa mañana , y eso definitivamente no estaba motivado por la generosidad. ¿Qué el hombre no le ofrecería su escolta a un grupo de mujeres que se la pasaban adulándolo ?
"Valiente," Deirdre sugirió.
Miriel la miró . ¿"Valiente?"
¿"No oíste nada, Miri?" Los ojos de Deirdre brillaron con un placer repentino, y ella se enderezó para dar la noticia . "Tu pretendiente, sir Rand de Morbroch, esta misma mañana se enfrentó con ..... nadie más y nadie menos que .... la Sombra."
Miriel llevó una mano a su pecho. ¿"Qué?"
Helena no le creía. "No".
"Sí. Toda la fortaleza está hablando de eso ." Deirdre arrugó su frente. ¿"Nadie te lo dijo , Miri?"
Miriel apretó el escote de su túnica. ¿"Le ... hizo algún daño ?"
"Ah, no, no," Deirdre se apuró a asegurarle. "Conoces a la Sombra. Sólo unos rasguños y un poco de orgullo herido. Pero aquí está lo mas interesante." Ella se acercó para susurrarle a ambas. "La Sombra le dejó algo."
¿"Uno de sus cuchillos?" Miriel adivinó.
"No. Una moneda de plata. Un símbolo de la pelea digna que presentó Rand."
Helena sonrió con satisfacción. ¡"Bah! ¿Un símbolo?"
Miriel frunció el ceño. ¿"Un símbolo ? ¿Es eso lo que él dijo?"
Deirdre asintió con la cabeza. "Por lo visto tuvo una verdadera batalla con el forajido."
"Oh ... eso es lo que cuenta Rand ...," dijo Helena desconfiadamente.
"Dudo que él exagere," le discutió Deirdre. "Después de todo, había una docena de testigos."
¿"Un símbolo?" Miriel preguntó otra vez.
Helena se rió entre dientes. “Quizás fuese por su ineptitud mental que se atrevió a desafiar a la Sombra."
¿"Ineptitud?" Miriel arqueó una ceja.
Helena la ignoró , bromeando con Deirdre, " Tal vez deberíamos enviar a los niños al bosque de aquí en adelante para combatir al ladrón si es que es tan fácil ... "
¡"Hey l!" Deirdre le dio una palmada de regaño en el hombro y observó a Miriel.
Pero Miriel no estaba ofendida.
Estaba furiosa.
Rand había logrado hacer de un paseo superficial una hazaña de proporciones heroicas, y había usado esa oportunidad para ganarse la gloria y admiración de la gente de castillo y para congraciarse con los caballeros. Incluso su hermana mayor estaba convencida de que él era un héroe . ¿Cómo había hecho eso? Maldición ! Payaso engreído y mentiroso!
"No quise decir eso, Miri," se disculpó Helena. "No importa si él puede luchar o no. Vos siempre nos tendrás a nosotras para protegerte."
Deirdre frunció el ceño. "Lo que Helena quiere decir es que todo lo que importa es que lo ames. ¿ Lo amas, verdad?"
Miriel estrechó sus ojos enfocando en el hombre que sonreía victoriosamente en el campo. Ella le borraría esa sonrisa satisfecha de su bocota aunque tuviera que usar cada una de las armas de su arsenal. Sonriendo forzadamente , Miriel replicó , "Oh, sí. Lo amo muchísimo."
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Rand sintió los ojos de Miriel clavados en él cuando giró , esquivó y desvió unos golpes de Kenneth. Casi deseaba que la muchacha se marchase. La concentración se le hacía difícil .
Una parte de él anhelaba exhibir todas sus habilidades , pues la mayor parte de las mujeres que observaban su desempeño quedaban boquiabiertas de admiración. La mayor parte de las mujeres excepto las damas de Mochrie, Rand supuso, quienes habían sido testigos de su derrota a manos de la Sombra esa mañana .
Rand no había tenido intención contar nada sobre ese altercado. Pero las contusiones en sus brazos no podían ser fácilmente justificadas, sobre todo cuando Pagan las observó con una mirada acusatoria. Desconfiado como era Pagan , el hombre probablemente se preguntaba si Miriel le habría causado a Rand esas heridas, rechazando sus avances amorosos.
Entonces Rand había admitido con vergüenza lo que había sucedido, calculando que ellos iban a oír el ese cuento tarde o temprano de la boca de las Mochries .
Fue una sorpresa para él que en vez burlarse sobre su derrota, los hombres de Rivenloch se mostraron asombrados. Ellos le exigieron saber detalles sobre el enfrentamiento , golpe por golpe. Por lo visto, nadie había peleado durante tanto tiempo con la Sombra. Y cuando él les contó que el forajido le había dejado una moneda de plata para pagarle por la buena lucha presentada , ellos se quedaron completamente azorados.
Fue embarazoso para Rand. En verdad, él tenía la impresión que la moneda había sido un gesto de burla , no un tributo de respeto . Pero no iba a discutir con la gente de castillo que quería creer eso. ¿Si ellos querían convertirlo en un héroe , quién era él, para negarles ese gusto ?
Además, la historia le había servido para ganar respeto inmediato entre los caballeros, respeto que indudablemente le otorgaría un lugar prominente en la mesa de juego esa noche .
Por sobre la cabeza de Kenneth, Rand vio a Miriel otra vez en la cerca que rodeaba el campo . Ella agitaba su mano, tratando de captar su atención. Él se tambaleó hacia atrás, y Kenneth, pensando que él planeaba atacar, empujó el brazo de Rand con su escudo. Sin pensarlo , Rand respondió inmediatamente. Giró y avanzó con su espada, tocando el hombro de a Kenneth.
Kenneth retrocedió, agarrando su brazo herido, su cara pálida estaba por la sorpresa.
¡"Oh! Kenneth. ¿Estás bien?" Rand silenciosamente se insultó. Había estado tan preocupado por ese belleza sonriente parada en la cerca que había perdido completamente la cabeza. Maldición ! Podría haber dañado a Kenneth seriamente.
"Bi .. bien ."
"No sé qué pasó," dijo Rand, sólo mintiendo a medias.
Kenneth le sonrió débilmente . "Tienes un muy buen ataque de todos modos," dijo él como un estímulo.
Rand hizo una mueca . Kenneth no conocía ni la mitad de la fuerza de su ataque . Con una disculpa murmurada, Rand guardó su espada en la vaina y fue hacia la doncella que causaba esa distracción.
"Estás mejorando ," dijo Miriel, cuando él se acercó a la cerca.
Dios , ella era impresionantemente bella . Esa mañana llevaba puesto una túnica azul que hacía juego con sus ojos azules al. Su cabello estaba atado en una trenza prolija y tenía enhebrada por una cinta haciendo juego, una cinta que él tenía muchas ganas de desatar para que las ondas castañas rojizas cayeran sobre sus hombros.
Ella se subió a un peldaño en la parte inferior de la cerca entonces sus cabezas quedaron al mismo nivel. "Podrás superar a Pagan en muy poco tiempo," murmuró ella.
Rand se rió entre dientes, luego usó sus dientes para retirar de sus guantes de cuero. Podría superar a Pagan ahora mismo si quisiera. Él sacudió la cabeza con modestia afectada. "Quizás".
"No," ella insistió. "Incluso mis hermanas están impresionadas."
"Tus hermanas." Eso lo hizo reírse otra vez.
¿"Y vos?" Él se quitó el segundo guante.
Miriel tímidamente bajó sus ojos. "Yo siempre estuve impresionada."
Cuando ella levantó sus ojos otra vez, ellos se habían puesto oscuros por el deseo.
Rand forzó su voz a una firmeza que no sentía. "Pensé que vos desapruebas la lucha física y la violencia."
Ella se inclinó hacia adelante hasta que ella estuvo a centímetros de distancia, luego susurró , “Es que los enfrentamientos me impresionan."
“ Si ? "
Lentamente ella bajó su mirada hacia su boca, luego mordió su labio inferior tímidamente .
"Mi lady , estás jugando con fuego."
En la boca de Miriel se dibujó una sonrisa conocedora.
Era bueno que él llevase puesto la cota de malla, pues , de otra manera, su erección se habría mostrado a todos los testigos que los rodeaban. Dios, nunca había deseado besar a una mujer tan intensamente . Bésala , desnúdala , poséela sobre el pasto y...
¿"Vienes conmigo?" ella le dijo a secas.
Rand apenas encontró la fuerza para asentir con la cabeza.
Saltar por encima de la cerca era otro tema.
Rand pensó en lo que había hecho - o había intentado hacer- esa mañana con la Sombra y recordó se había ganado el afecto de los caballeros de Rivenloch. Esa noche jugaría en la mesa de apuesta y ahondaría su investigación. Mientras tanto, tenía mucho tiempo para involucrarse en actividades más provechosas y placenteras.
Miriel entrelazó sus dedos con los suyos. Ella tiene que ser una muchacha traviesa y disoluta sin duda, Rand decidió, pues ella estaba dispuesta a pasar por alto el hecho que él estaba sudado y sucio y probablemente apestaba a cuero y sudor.
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