lunes, 27 de abril de 2009

LA DONCELLA ASTUTA - SARAH MCKERRIGAN - CAPITULO 13

CAPITULO 13

EL FUEGO DE LA TARDE CHISPORROTEÓ Y CRUJIÓ en la chimenea . Miriel contempló las llamas, pasando un dedo perezoso alrededor del borde de su jarro. Más allá de ella, los criados lanzaban los huesos de la cena a los perros gruñidores, mientras que sobre las paredes, las sombras bailaban al ritmo de la suave melodía del laúd tocado por Boniface. Pero los pensamientos de Miriel estaban a kilómetros de distancia.
¿Y si se había equivocado respecto a Rand ? ¿Y si él realmente tuviera sentimientos hacia ella?
Si él hubiese inventado el cuento del encuentro con ella en el torneo para poder volver para cortejarla. Y si sus mentiras y engaños hubieran comenzado a tomar una vida propia?
Tal vez él se había enamorado de ella.
Eso era suficiente para confundir su mente.
Por lo general ella podía leer las intenciones de un hombre en un instante. Podía descubrir la falta de sinceridad en los ojos, oír la falsedad en su voz, descubrir el desvío más leve de la verdad sólo observando el modo en que un hombre se comportaba.
Pero Rand era un enigma. O Rand era excepcionalmente bueno en el arte de engañar , o él no la estaba engañando. Era imposible de decir. Desde el momento de ese beso apasionado en el palomar, ella había comenzado a dudar de su propio juicio.
No podía olvidar la mirada en su cara cuando ellos se habían separado, la mezcla extraña de deseo y vulnerabilidad en sus ojos, una expresión demasiado abierta y honesta, demasiado incierta, demasiado sincera, para ser cualquier cosa menos genuina. Una oportunidad había sido perdida con la interrupción de Rauve, y el dolor en la mirada de Rand era más que una simple desilusión.
Si él sentía lo que sus ojos revelaron en ese momento, si él realmente sentía afecto por ella, si el cortejo resultara ser verdadero, Miriel presintió que su mundo nunca sería el mismo. Y esa idea era al mismo tiempo aterradora y estimulante.
La melodía de Boniface de repente fue ahogada cuando un rugido de protesta que surgió de la mesa de juegos. Miriel miró . Uno de los dos hermanos Herdclay, que habían asistido a la boda de Helena, había ganado otra vez mas.
Miriel suspiró. Estaba contenta que ellos fuesen a marcharse al día siguiente . Los Herdclays tenía el repugnante hábito de vaciar sus jarros de cerveza cada vez que cualquiera de ellos ganaba una partida, lo que había sucedido con mucha frecuencia esa noche , y luego ese par de borrachos se ponía cada vez más grosero y desagradable a medida que la noche progresaba.
Al menos Rand era un participante cortés. Él jugaba al lado de su padre, y ni se regodeaba de sus triunfos, ni blasfemaba contra sus pérdidas. Los hombres Rivenloch parecían haberlo recibido muy bien , se reían con él, lo codeaban , y le daban consejos cuando él apostaba contra Lord Gellir.
Incluso sus hermanas parecían estar a gusto con sir Rand. Deirdre parecía creer que era un pretendiente esperanzador , aunque quizás por estar embarazada , su corazón se había puesto excesivamente sensible. Helena, aunque poco confidente en sus habilidades de guerrero, parecía considerarlo un hombre decente, digno de una amistad, y quizás de respeto .
Sólo Miriel tenía dudas, e incluso ellas iban disminuyendo cada vez que observaba a Rand esa noche , sus ojos risueños y su sonrisa brillante, su cabello rebelde y su boca tentadora.
¿Por qué no podía confiar en él?
Quizás porque él se parecía demasiado a ella.
Miriel guardaba secretos. Los secretos sobre sus capacidades y sus habilidades , secretos sobre lo que ella sabía , y sobre lo que hacía. Secretos sobre las enseñanzas de Sung Li . Secretos sobre asuntos muy serios del castillo. Y hasta mantenía en secreto la existencia de un túnel secreto de la fortaleza .
¿Qué secretos guardaba Rand ? ¿Sus secretos eran simplemente inocentes y leves desviaciones de la verdad o eran inventos totales pergeñados por un maestro de engaño?

Ella lo observó mientras él entregaba dos monedas de plata más a Lord Gellir. Rand encogió los hombros modestamente, aceptando su pérdida con gallardía , mientras los otros jugadores y observadores le palmeaban la espalda en señal de consuelo. Entonces, como si se sintiese convocado por su mirada fija, Rand giró su vista hacia Miriel, dándole un tierno guiño de ojo antes de volver al juego.
Virgen María! Hasta ese pequeño gesto le aceleró el pulso. Las imágenes del palomar volvieron a su mente.
Recordando su beso, sus labios hormiguearon. Recordando el calor de su aliento, sus oídos silbaron de deseo. Sus pechos, como si sintiesen otra vez el contacto suave de sus manos, se tensaron debajo de su vestido. Miriel se estremeció. En su bajo vientre, el deseo se tornó una bestia hambrienta.
Esperando borrar esos recuerdos , ella tomó un trago generoso de cerveza. Era imprudente dejar que el placer interfiriese con la razón.
Poniéndose en una actitud racional , ella contempló a Rand otra vez, esta vez con una mirada fría y objetiva.
Mentalmente hizo una lista de sus atributos . Rand era amable. Bondadoso. Respetuoso. Honorable. Generoso. Paciente. Sus modales en la mesa era corteses. Era un oyente comprensivo . Era cariñoso con los animales. Y con los niños.
Y con ella.
Miriel suspiró. ¿Cómo podía ser que él no fuese sincero? Era casi imposible de creer que una cara tan inocente y atractiva pudiera ocultar la personalidad de un estafador tan perverso.
Lo mismo podría decirse de Miriel.
Miriel no era malévola. O conspirativa . O cruel. Pero ella era una mentirosa con un estilo propio . A pesar de su sentido de disciplina, ella siempre había sabido que tenía la posibilidad de no ejercer la discreción. Lo que sin duda la convertiría en peligrosa .
¿Rand era peligroso? ¿Tenía poderes que podría usar para el mal? O él era, como ella quería creer con todo su corazón, un hombre puro en sus motivaciones?
Colocándose detrás de Miriel, tan silenciosa como un gato, Sung Li comentó , "Él apuesta tan hábilmente como pelea."
Miriel sonrió con satisfacción. "Él pierde casi todas las rondas."
¿"Si?"
Miriel miró con el ceño fruncido a Sung Li . Había sarcasmo en la voz de la anciana, o sólo estaba siendo misteriosa otra vez?
Sung Li añadió levantando las cejas, " O él sacrifica su dinero sólo para ganar algo más valioso?"
¿"Qué quieres decir ?"
"Él pierde a propósito."
Miriel no quería admitirlo, pero habiéndolo observando durante la última hora, jugando con los hombres de Rivenloch y los hermanos Herdclay, ella también había sospechado eso. En cada apuesta en la que Rand ganaba tres chelines, en la siguiente ronda, él perdería cuatro.
"Perdiendo unas monedas ," le explicó Sung Li , "él se está ganando la amistad de tu padre."
Sung Li tenía razón. Lord Gellir trataba a Rand con un afecto casi paternal, despeinando su cabello y acariciando su brazo. "Quizás él sólo quiere ser caritativo."
"Quizás vos estás siendo caritativa," le contestó Sung Li . "Tienes una debilidad por ese muchacho que te ciega."
"Él no es un muchacho. Y yo no estoy ciega."
"Hum."
Rand lanzó una mirada hacia ella otra vez, acompañadora con una sonrisa que mostró uno de sus hoyuelos adorables, y Miriel hizo un esfuerzo para no derretirse en ese instante .
Sung Li sacudió la cabeza con disgusto . "Cegado por una cara bonita."
"Él no es bonito. Él es..." Él era espléndido. Magnífico. Hermoso. Increíblemente guapo. Un ángel oscuro. Un dios Romano. Pero ella no le diría eso a Sung Li. "Es ... normal".
"Lo bastante normal como para ponerte en peligro."
Las mejillas de Miriel se ruborizaron . En efecto su aventura con Rand en el palomar se había vuelto peligrosa. Pero ella era una mujer de gran control . Rand podía ser capaz de conmover sus sentidos y tocar su corazón, pero cuando se acercaba a un peligro verdadero, Miriel era más que capaz de defenderse a sí misma.
Hubo un repentino grito de triunfo proveniente de la mesa de juego, acompañada por las quejas de los perdedores. Los Herdclays había logrado quedarse con una parte buena del dinero apostado , y ellos se regodeaban con su triunfo. Rand puso una mano en señal de consuelo sobre la manga de Lord Gellir, pero el padre de Miriel ya estaba perdido y amenazaba con dormirse en la mesa .
Miriel suspiró. Después que hiciera que uno de los criados llevase a Lord Gellir a acostarse , ella sumaría sus pérdidas. Dejaría para mañana la tarea de balancear las cuentas.
Sung Li estrechó sus ojos, escudriñando a los hermanos Herdclay. "Ellos parecen dos gallos jóvenes, festejando por haber ganado un pequeño pedazo de tierra ."
"No es pequeño pedazo de tierra Ellos parecen haber ganado cerca de veinte chelines de mi padre."
Sung Li frunció el ceño. "Me alegro de que esos bichos se marchen."
"Sí." Ella se permitió una sonrisa maliciosa. "Aunque ellos tendrían que cuidar muy bien su dinero en el camino. Ellos sería una tentación muy grande para la Sombra."
"Crees que la Sombra se arriesgaría a hacer otro robo tan pronto, ahora que tiene un héroe dispuesto a atraparlo ?"
¿"Un héroe? ¿ Hablas de Rand ?" Ella sonrió con satisfacción. "La Sombra se divirtió con sir Rand. El único que alguna vez desafió a la Sombra y le ganó."
Sung Li se calló entonces, y Miriel sólo pudo conjeturar sus pensamientos. Con su creencia en el karma, ella probablemente estaba deseando que los Herdclays encontrasen de alguna manera la desgracia, ya fuese en manos de la Sombra o de alguien más.

Miriel estaba de acuerdo. Ellos eran un par de hombres fastidiosos. El hecho que ellos se regodeasen abiertamente por haberle ganado la última moneda a un anciano enfermo cuya única alegría en la vida era el juego los hacía merecedores de cualquier tipo de mal que pudiera sucederle.
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El sol no todavía se había levantado pero Rand ya estaba colocado detrás de un roble musgoso cerca de la entrada a el bosque . Los Herdclays pronto pasarían por ese camino.
Tres muchachos de Rivenloch que estaban en la mesa de juego la noche anterior habían tenido la misma contextura física que la Sombra. Si uno de ellos fuese - en efecto - el forajido, él sabría que las ganancias de los hermanos Herdclay habían sido muy grandes. Y Él también sabría que ellos viajarían por ese bosque esa mañana .
Esta vez Rand planeaba seguir a los viajeros secretamente y a una cierta distancia. En primer lugar, Rand sospechaba que los hermanos no aceptarían su escolta, tomándolo como un insulto. Segundo, Rand sabía que dos hombres eran un objetivo mucho mas tentador que tres. Y tercero, aunque fuese reacio a admitirlo, necesitaba de todas las ventajas para combatir a la Sombra, incluso la ventaja del factor sorpresa.
La espera era la parte más difícil. Rand bostezó. Un búho descendió en picada por delante de su cabeza, lo bastante cerca como para despeinar su cabello.
Repentinamente Rand se congeló. Tal vez el búho se había asustado por el acercamiento de un forajido vestido de negro. Durante varios largos segundos , Rand oyó su propio pulso en sus oídos mientras intentaba escuchar cada crujido entre las hojas, cada susurro de las ramas. Pero ningún ladrón saltó de entre los árboles.
Fue una hora más tarde cuando el sol y los Herdclays finalmente hicieron su aparición . Los hermanos se movían ruidosamente por el camino, todavía jactándose por su éxito de la noche anterior . Sería fácil para seguirlos. Ellos estaban muy distraídos, escuchando el sonido de sus propias voces, y nunca lo oirían. En verdad, esos canallas charlatanes eran un blanco muy fácil, tanto que Rand casi se sintió tentado de robarlos él mismo.
Cuando ellos se acercaron al lugar donde él había encontrado a la Sombra anteriormente , Rand silenciosamente extrajo su espada y estudió los árboles, listo esta vez para atrapar al forajido . Pero la Sombra no atacó.
Tampoco atacó en la siguiente curva del camino. Ni en el claro del bosque . Ni en la espesura densa del follaje donde un ladrón podría esconderse fácilmente.
Rand había decidido que la Sombra debía haberse quedado dormido y que se estaba perdiendo la oportunidad de obtener una ganancia substancial , cuando oyó un gruñido indignado de uno de los hombres.
Rand avanzó , manteniéndose fuera de vista, hasta que vislumbró una figura negra entre los hermanos mas adelante en el camino.
La Sombra.
Su corazón se aceleró con la emoción de la persecución, pero Rand se forzó a ser paciente . S escondió detrás de un pino, observando detenidamente por entre las ramas, mientras el bandido enfrentaba a los Herdclays.

Rand ayer había pensado que la Sombra era impresionante, pero él era aún más asombroso el día de hoy. Los hermanos presentaron una resistencia admirable para defender sus ganancias, atacando coordinadamente con sus espadas al ladrón. Pero ellos no podían rivalizar a las maniobras rápidas de la Sombra, ni a su asombrosa capacidad de equilibrio , ni a sus movimientos extraños de ataque y defensa, ni al modo en que se colgaba de los árboles y saltaba por el aire.
Rand en ese momento entendió por qué las damas de Mochrie habían quedado tan excitadas con ese bandido. Y por qué la gente de Rivenloch no tenía ninguna prisa en capturar a ese ladrón. Él era realmente asombroso para la vista de cualquier ser humano común y corriente.
En verdad, tan concentrado estaba Rand , observando el intento vano de los hermanos para detener el ataque de la Sombra, que casi se perdió la posibilidad para atrapar al bandido.
En segundos, la Sombra lanzó a uno de los hermano contra los arbustos y dejó al otro boca abajo en el piso , ambos sin sufrir un solo rasguño. La Sombra metió la bolsita con monedas entre sus ropas.
Rand tenía que actuar ahora. Tomando una respiración silenciosa, afirmando el asimiento de su espada, Rand se dispuso a abordar al ladrón.
Cuando dobló las rodillas para saltar, un ruido seco parecido a la caída de un tronco al lado de él, distrajo su vista durante un instante. Pero ese instante fue todo.
En el momento en que Rand miraba un delgado cuchillo negro, algo golpeó su muñeca con fuerza, haciéndolo aflojar el asimiento de su espada. Rand logró agarrar el arma, pero un segundo impacto le dio en la parte trasera de sus piernas, y él se cayó de rodillas al suelo mientras una figura negra pasaba delante de sus ojos.
No se atrevió a atacar ciegamente con su espada. Pensaba capturar a la Sombra, pero no a matarlo . En cambio, él lanzó un puñetazo al aire con intención de golpear alguna parte del ladrón que estuviese a su alcance. Increíblemente, el puñetazo murió en el aire vacío.
El ladrón ágilmente se había levantado con un salto para agarrase a una rama alta, y levantaba sus piernas para esquivar el golpe de Rand. Ahora La Sombra se balanceaba hacia atrás, con la clara intención de patear a Rand.

Rand percibió la intención de su ataque a tiempo. Se lanzó hacia la derecha, dejando caer su espada, y rápidamente se dio vuelta para agarrar al ladrón por las piernas. Luego dio un fuerte tirón , logrando soltar el asimiento de la Sombra a la rama.
La Sombra se cayó , Rand todavía sujetaba firmemente sus piernas. Durante un segundo victorioso, Rand pensó que lo había hecho. Solo y sin ayuda había capturado al bandido mas famoso y elusivo de la región.
Pero ese maldito ladrón era tan deslizadizo como una trucha. A pesar del firme asimiento de Rand, la Sombra logró retorcerse , enroscarse y liberarse. Su insulto de despedida fue una patada rápida y directa al mentón de Rand.
Aunque el impacto fue repentino, sacudiendo la cabeza de Rand , no fue un golpe incapacitante . En verdad, Rand tuvo la impresión, tal como la gente de castillo había comentado, que La Sombra no quería herir seriamente a nadie.
Pero esto no significaba que él no fuese una amenaza.
Rand consiguió agarrar su espada caída y se dispuso a enfrentar al hombre otra vez.
Impávido por su casi captura, la Sombra saltó al camino con sus piernas dobladas y sus brazos levantados , listo para entrar en combate.
Rand, tironeado entre la necesidad de cumplir con su misión de la manera más oportuna posible y el impulso de respetar las reglas del código de caballería, optó por lo segundo . La Sombra estaba desarmada. Objetivamente , Rand no podía usar su espada contra alguien desarmado . Él dejó el arma a un lado y levantó sus puños.
"Ven aquí , mono trepador ," él lo provocó . "Lucha como un verdadero hombre."
¡"Atrápalo !" uno de los hermanos Herdclay gritó.
¡"Sí, hazlo pagar por esto !" el otro intervino.
Rand les dio una mirada breve. No era el código de caballería lo que les impedía ayudarlo , de eso estaba seguro. Era la falta de cojones y de coraje.
Miró nuevamente a la Sombra. Como si se estuviese divirtiendo , el forajido inclinó la cabeza y llamó a Rand con un movimiento de su dedo índice .
Rand estaba orgulloso por ser un combatiente ágil y rápido. Y aunque tuviera limitada experiencia en combates con la Sombra, ya había comenzado a entender el estilo de lucha del hombre. La Sombra era mañosa y veloz, usaba trucos inteligentes e infligía golpes con la exactitud de una flecha bien lanzada Y usaba los pies. Los pies. Era un modo curioso de pelear .
Pero Rand tenía la ventaja del tamaño y la fuerza de su cuerpo . Si sólo pudiera acertar un golpe poderoso, dejaría inconsciente al forajido por el tiempo suficiente para colocarle los grilletes .
Con eso en mente, Rand embistió y lanzó un puñetazo fuerte a la cabeza del hombre.
Pero donde su cabeza estaba en un segundo, no estaba al siguiente. Y Peor aun , cuando su puño voló por delante de la cabeza de la Sombra, el hombre de alguna manera agarró el brazo de Rand y lo empujó lejos, usando su propio ímpetu para desequilibrarlo.
Cuando Rand se quedó tambaleando, la Sombra saltó a sus pies para entrar en acción otra vez.
¡"Vamos, hombre!" uno de los Herdclays gritó. "Muéstrale de qué estás hecho."
¡"Devuelve a este demonio negro al infierno donde pertenece!"
Rand apretó sus dientes. Cuando hubiese acabado con la Sombra, se ocuparía de los hermanos cobardes .
Rand observó a su opositor, tratando de discernir el mejor acercamiento posible . Habiendo crecido siendo bastardo en una casa noble le había enseñado muchas habilidades más allá de aquellas aprendidas de los caballeros. Él sabía luchar con los puños, sabía usar ciertos trucos que ningún caballero honorable emplearía.
Con un gruñido amenazador , Rand se precipitó hacia delante , con la intención de aplastar al ladrón. Casi esperando que el hombre se apartase en el último instante , Rand extendió sus brazos ampliamente, como un pescador lanzando una extensa red.
Para su sorpresa, la Sombra no se apartó. En cambio, él recibió el impacto inicial del ataque de Rand, para luego hecharse a rodar sobre la tierra , arrastrando a Rand con él. El hombre plantó sus pies en el estómago de Rand cuando cayeron juntos, y Rand sintió sus piernas volar por el aire . A modo de defensa , él curvó su cuerpo como una pelota. Cuando golpeó contra la tierra, en vez de romperse el cuello, aterrizó en posición fetal y de costado.
Rand pensó que entonces la Sombra se escaparía por el bosque, como había hecho el día anterior . Quizás el forajido le lanzaría otra moneda de plata, agradeciendo un buen combate. Durante un absurdo instante , Rand se preguntó si podría retirarse de su trabajo como mercenario y ganarse la vida entrenando con la Sombra algunos días a la semana . Entonces sacó ese pensamiento de su cabeza y se levantó para evaluar la situación.
La Sombra había defendido su terreno más que huir . Y debía haber disfrutado esa escaramuza.
Pero para Rand, ese era un asunto serio . Su sustento económico dependía de su reputación. No podía permitirse fallar en esa misión. Demasiados Lords sabían de esa misión. Si tuviera éxito, podrían contratarlo para otros servicios. Pero si fallaba...
Quitó la idea de su mente. No podía permitirse fallar.
Parecía que la mayor habilidad de la Sombra era usar la propia fuerza de Rand a su favor . Entonces no le daría nada de su fuerza la proxima vez .De hecho , iba a provocar al forajido para que atacase primero .
Rand s concentró y lanzó unos puñetazos al aire , atrayendo a la Sombra mas cerca de él .
Cuando el ataque del ladrón finalmente vino, no fue con sus puños, sino con su maldito pie. Rand lanzó su cabeza hacia atrás a tiempo para esquivar el impacto del pie , pero la Sombra ya había sacado ventaja, avanzando sobre él, manteniéndolo de espaldas sobre el camino.
Rand bloqueó algunos golpes de su atacante, golpes que no fueron hechos con sus puños, sino con sus manos abiertas. Con curiosidad, ellas eran bastante poderosas.
Finalmente, el ladrón repitió su patada otra vez, y esa vez Rand estaba listo . Sacudió la cabeza fuera de la trayectoria , y usando ambas manos, agarró el pie de la Sombra, atrapándolo a mitad de la patada.
No podía levantar al forajido en ese punto, entonces mantuvo al hombre agarrado por su tobillo mientras usaba la otra mano para buscar los grilletes de su cinturón.
Pero la Sombra había pensando en otra estrategia. Cuando Rand se incorporó, la otra pierna del ladrón hizo un movimiento de tijera y, lo lanzó hacia atrás . Luego le dio un golpe sólido en la mandíbula al tiempo que se liberaba de su asimiento .
Rand, actuando por instinto , embistió hacia delante para lanzar un manotazo desesperado a su presa. La mano golpeó al ladrón desequilibrado su salto . Cuando la Sombra cayó, su rodilla golpeó el borde de una roca filosa.
Rand se estremeció empáticamente . Eso le causaría una contusión espantosa si no le había roto la rótula . Pero Rand no iba a perder la ventaja. Se zambulló hacia delante , tratando de agarrar al bandido herido en un abrazo de oso.
Pero las yemas de los dedos de Rand rozaron la tela negra, el ladrón, como si la herida no le doliese , saltó hacia una rama otra vez, para luego moverse de rama en rama hasta desaparecer en el bosque .
"Ah, perfecto!," uno de los hermanos se quejó.
"Lo dejaste escapar ," el otro le murmuró a Rand.
" No era tu dinero, después de todo."
En cuatro patas, a solo un pelo de atrapar a su presa, para perderla en un abrir y cerrar de ojo, Rand sentía su paciencia agotarse.
Estrechó ojos severamente hacia los hermanos, y gruñó, "sugiero que se marchen antes que les golpee esas cabezas vacías que tienen."
Los hechos le dieron la razón. Ellos eran cobardes. Con suma prisa , ellos giraron y corrieron por el camino.
Cuando ellos se habían ido, Rand se balanceó en sus talones. Pero como estaba a punto de levantarse , algo llamó su atención.
Una gota fresca de sangre brillante yacía sobre la roca donde el forajido había golpeado su rodilla.
Rand extendió la mano para tocarla con la yema del dedo, luego frotó esa sustancia entre su dedo índice y el pulgar.
La Sombra se había lastimado en su caída, a pesar de toda su actividad. Eso significaba que su identidad debería ser fácil de descubrir. Todo lo que Rand tenía que hacer era averiguan cuál de los hombres que habían estado en la mesa de juego actualmente estaba cojeando.

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