lunes, 13 de abril de 2009

EL CONDE VIRGEN - TORI PHILLIPS - CAPITULO 23

CAPITULO 23



Una hora después, la nueva pareja salía de Wolf Hall a caballo acompañado por un pequeño séquito. Andrew usaba su sombrero más llamativo , todo adornado con plumas verdes y blancas. La pequeña Mary, dispensada de las tediosas clases de la señorita Genevieve por ese día, desafiaba a todos a una carrera. El jefe de cazadores llevaba un premiado halcón en su brazo. “En caso que avistemos algo”, le explicó a Thomas y a Alicia. Audrey mantenía un vacilante equilibrio en una mansa yegua gris.
Kip, uno de los ayudantes de cocina encargado de servir el picnic preparado por Konrad, los seguía montado una mula somnolienta detrás de media docena de soldados. Lideraba un segundo grupo de animales, todos cargados con provisiones, tapetes, almohadones y otras comodidades variadas. Uno de los cazadores abría camino y tocaba el cuerno siempre que se aproximaban a una aldea, granja villa . Con la cabeza erguida y la lengua colgando , Taverstock y Georgie corrían al lado de los caballos. Pesada con la prole en su vientre, Vixen había preferido quedarse en casa.
Alicia volvió su cara hacia el sol. Era un día glorioso, con la tierra en su máximo esplendor del verano. En los campos, familias recolectaban heno y mijo. Gordas manzanas verdes pendían en los manzanos. Pájaros ocultos saludaban a la comitiva que recorría los senderos estrechos de los vastos dominios Cavendish. La brisa perfumada borró lo que quedaba de las preocupaciones conyugales de Alicia. Estaba extasiada con esa compañía alegre, principalmente con la de su joven y guapo marido cabalgando a su lado.
Tan pronto traspasaron las murallas de piedra de Wolf Hall, Thomas se había transformado... casi como si se hubiese quitado un manto oscuro y pesado. Su expresión seria dio lugar a un entusiasmo juvenil cuando le mostró a su esposa uno de sus lugares de retiro favoritos. Al mismo tiempo que se reía de las provocaciones, atizaba a su hermana menor , quien le retrucaba lo mejor que podía. Sonriente, le preguntaba a Alicia si estaba cómoda, si sentía hambre, sed o cansancio. Aunque no estuviese acostumbrada a andar a caballo, ella aseguraba estar sintiéndose muy bien, pero prometió a sí misma un largo baño de inmersión al final de ese día.
En cada sitio y cabaña humilde, los arrendatarios los esperaban para hacer cortesías al lord y la nueva lady. Alicia se asombró ante el amor genuino de la gente para con el lord , así como con la recepción cálida dedicada a ella. En cada parada, le ofrecían comida en un gesto de hospitalidad : pan con manteca en las casas más pobres, queso y masas rellenas con dulce de mora en las más prosperas. Y brindaban por la salud de la pareja con desbordantes jarras de cerveza. Ya con el estomago lleno, tal vez no hiciesen uso del picnic preparado por Konrad.
Las criaturas rodeaban el caballo de Alicia extendiéndole ramilletes de flores recogidas en el campo. La condesa pronto se vio con un ramo gigante de margaritas, campanillas, y fresias , y emocionada con las muchas pequeñas gentilezas que le dispensaban. El cortejo proseguía por las colinas y valles.
Mujeres de edad avanzada veían en la visita del conde una oportunidad para besarle la mano y ser recompensadas con un beso en la mejilla y una moneda de plata por parte del recién casado. Alicia no culpaba a las viejas. La belleza de Thomas atraía a mujeres de todas las edades, desde los seis a los sesenta años. Tenía mucha suerte de ser su esposa.

En una de las granjas, los niños le entregaron al conde un perrito delgado como un palito. Thomas saltó del caballo, arrojó las riendas al escudero y se agachó sobre el barro para examinar al cachorro . Mientras Georgie lo observaba , Tavie acompañaba la escena con cierto recelo.
Mary codeó a su cuñada, apuntando al terrier.
_Tom se va a comprar un problema si adopta un perro más.
Alicia asintió.
_ Esta vez, concuerdo con Tavie. Todavía me estoy acostumbrando a tener tres perros. Uno más sería para perder la cabeza,
El conde levantó al perrito y le examinó las patas, los dientes, y las articulaciones.
_ Parece que tenemos un lindo perrito aquí - declaró Thomas mirando a las tres niñas descalzas delante suyo.
La mayor hizo una reverencia.
_ Es suyo. .. y de mi lady .Insistimos , mi lord .
Thomas se inclinó hacia adelante .
_Dime , este perro ya tiene nombre?
Las niñas se miraron entre si. Entonces, la menor informó :
_Nosotras lo llamamos de Diablito...
El padre de las niñas tosió. Los soldados se rieron. Thomas logró mantener su expresión seria, pero Alicia se dio cuenta cuanto le costaba.
_Diablito es un buen nombre. Pienso que será un perfecto cazador cuando crezca.
Alicia miró a su cuñada.
- No puedo creerlo . él va a adoptarlo.
Thomas miró a su esposa, después a Tavie, después a las niñas da aldea.
_ Diablito todavía es muy pequeño para acompañar el cortejo. Pueden cuidarlo para mí hasta que crezca más un poco? Entonces, mi jefe de perros lo entrenará para participar de la caza.
Las niñas asintieron, muy serias. El padre parecía desolado. Era como si hubiese estado esperando librarse del animal Thomas se levantó , abrió su bolsa y le dio al agricultor una moneda de oro.
_Pienso que esto cubre los gastos de Diablito y también le alcanzará para comprarle algo a sus lindas hijas. Y no se olvide de su buena esposa, mi hombre . Acabo de descubrir que las mujeres adoran obtener regalos de su marido... - Le Sonrió a Alicia.
La condesa asintió, sonriente, sintiendo su corazón acelerarse.
El arrendatario movía la moneda dorada en su mano.
_Haré todo como ordena, mi lord - prometió.
El conde montó de nuevo en su garañón . Despidiéndose con un gesto , retomaron el viaje.
Cuando la granja quedó atrás , Alicia se inclinó en su montura.
_ Me alegra que no hayas traído Diablito a nuestra familia.
Thomas asintió. ,
_ Lo sé, nuestra cama ya está llena.
Ella se ruborizó al recordarlo que habían hecho mas temprano . Thomas le tomó la mano y la besó . Con la piel ardiendo , ella luchó por mantener la compostura.
_ Trataste muy bien a las niñas.
_ Son pobres criaturas - replicó él. _ Ellas parecen saludables en el verano, pero cuando el viento del norte sopla, sufren toses y fiebres. La más chica casi se murió el año pasado. Cuando crezcan un poco más, planeo colocarlas como criadas en Wolf Hall... con tu permiso, claro.
Tanta preocupación por esa humilde familia emocionó a Alicia de manera inesperada.
- Si, esa niñas van a enriquecer nuestro hogar con su dulzura.
Thomas levantó las cejas.
_ Es mucho más probable que enriquezcan los pensamientos de los muchachos lascivos. Tendremos que cuidarlas mucho . - Después de besarle la mano una vez más , Thomas aceptó el desafío de Mary para una carrera hasta la campiña que se extendía mas abajo.
Alicia frenó su caballo y observó a su marido disparando en su garañón gris por el campo tapizado con flores coloridas.
Qué padre maravilloso Thomas será... si consigo llevarlo a la cama sin esos malditos perros!

Al lado de sus caballos, Flash y Demon se escondían en el bosque a la vera de la campiña. Vieron al conde de Thornbury galopar detrás de una niña rubia en un caballo blanco.
_ Es un idiota congénito - llegó a la conclusión Demon.
Flash se encogió de hombros.
_Es a la mujer de él a quien queremos. - Protegiendo los ojos del sol, observaba a la muchacha alta que acompañaba a su marido con la mirada . - Hace una buena pareja con él. Es una cabeza más alta que vos, Demon. - le dio un golpe en el hombro de su socio.
El otro escupió en el suelo .
_Todavía no nació a mujer que yo no pueda domar.
Flash sonrió y analizó el problema. Había sido una gran suerte que hubiesen visto al conde y a la condesa saliendo de Wolf Hall esa mañana. Sería más fácil interceptarlos en el camino que tentar un secuestro dentro de las murallas sólidas del castillo. Estrechó su mirada. eran tres soldados para cada uno de ellos. Sólo un loco atacaría en esas condiciones.
Demon tiró de la manga de Flash.
_Dieron media vuelta y están venido para acá.
Flash no respondió. Inmóvil, vio el caballo de guerra del conde pasar por su escondrijo. Un perrito marrón y blanco que corría detrás de los caballeros se detuvo , olisqueó el aire y fue hacia el lugar en el que los bandidos se encontraban.
_No respires - susurró Flash.
El perro se aproximó , los ojos fijos en Flash. él retenía el aliento. Uno de los caballos se movió en la tierra blanda, distrayendo al animal En ese instante, los sonidos de una cuerno llenaron la campiña. El perrito levantó las orejas, ladró y corrió al encuentro de la comitiva. Demon se relajó junto a un árbol . Flash soltó el aliento y subió a su caballo.
_Monta, Demon. La caza continua.
_Cuánto tiempo mas? - protestó su compañero, subiendo a su caballo .
Rascándose el mentón , Flash observaba el cortejo camino abajo.
_ Hasta que la agarremos. - Le guiñó el ojo a su amigo. - Ella tendrá que apartarse del grupo para orinar , más tarde o mas temprano.
Demon respondió con una risotada.

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