martes, 22 de septiembre de 2009

LOCURA DE VERANO - CAPITULO 16 - TORI PHILLIPS

CAPITULO 16


- Qué Dios me proteja! Dónde diablos aprendiste a jugar este juego infernal, mi lord ?
Una hora había pasado. Los ángulos de los labios de Kat se curvaban con exasperación, mientras ella miraba los dos puntos que había logrado con el último lanzamiento. Por Dios ! Solamente vestía una prenda íntima, que estaba constituida por una camisita blanca, y las medias.
Brandon se recostó en el respaldo de la silla, y su sonrisa se ensanchó todavía más.
- En la corte, mi lady. Se trata de uno de los juegos preferidos del rey.
Sus ojos azules pasearon por las curvas del bello cuerpo delante suyo , y Kat, de pie, tuvo la impresión de que la desnudaban por completo. Sintió el corazón descompasado y la respiración alterarse, pero trató de mostrarse calma.
- Si ? Bajo la custodia de lady Ana Bolena?
- No , mi dulce Kat. Bajo la custodia de Cupido.
La boca de Katherine se puso seca de repente. Ese hombre era magnífico, su físico robusto y recubierto por músculos firmes se revelaba esplendoroso debajo de la poca ropa que él todavía vestía: el pantalón ajustado y la camisa amplia abierta casi hasta la cintura.
Humedeciendo los labios con la punta de la lengua, ella respiró profundamente antes de preguntar:
- Por qué hablas de Cupido? Estás enamorado?
- Lo estoy, si, mi lady. Parece que es la moda enamorarse en estos días . .
Aunque las palabras de Brandon fuesen un invitante susurro, no calmaron los nervios de Katherine. Ella necesitaba paciencia, necesitaba esperarlo que se declarase como el verdadero lord Cavendish. Y como si eso no bastase, sabía que disputaban mucho más que un simple juego de azar: Era su corazón lo que era el premio del juego.
Ansiosa, resolvió insistir:
- Crees que... sir Brandon está enamorado?
- Si. Vos enredaste el corazón de él en tu telaraña dorada.
Katherine sintió todo su cuerpo estremecerse de júbilo y excitación. bajando la mirada, estudió los dados traidores que estaban sobre la mesa. Después, apretando los lazos de la ropa interior a la altura del escote, murmuró :
- Crees que retribuyo el amor de sir Brandon?
El estiró las piernas largas, para después levantarse de la silla. Dio vuelta la mesa con dos o tres pasos, yendo a colocarse al lado de ella, que apenas se mantenía en pie. El calor de su cuerpo la envolvió, calentándole la sangre.
Con voz súbitamente ronca, Brandon afirmó :
- Vos demuestras todas las características de una mujer enamorada.
El corazón de Katherine saltó a su boca y las rodillas le temblaron . Oh, necesitaba dominarse! Estaba perdiendo el control sobre su propio cuerpo! Mirando por encima del hombro hasta que sus ojos encontraron los de él, ella desafió :
- Y vos realmente sabes cómo es una mujer enamorada?
- Dame un espejo, y te muestro una.
Brandon pasó los brazos alrededor de la cintura de ella, provocándole un escalofrío a lo largo de la espalda. Trayéndola junto de si, le apretó la espalda contra su pecho amplio. Katherine intentó reírse, pero apenas un sonido estrangulado escapó de sus labios. Temblorosa, Kat preguntó :
- Te estás refiriendo a mí?
- Exacto . En cuerpo y alma.
- Yo ...?
- Si. Locamente enamorada.
Las palabras de Brandon le llegaron en un caliente susurro contra el oído. Él le mordisqueó el lóbulo de la oreja, y Kat sintió un ardor brotar y crecer en lo más íntimo de su ser. Con las piernas flojas, se soltó entre los brazos de él, rindiéndose a los placeres de ese contacto erótico. Con los ojos cerrados, habló bajito:
- Creo que es la estación... dicen que el verano causa una cierta locura y que la diferencia entre un enamorado y un loco es muy tenue en esta época del año.
Brandon la hizo girar en el círculo de sus brazos, y Kat entonces vio el brillo del deseo centellar en los ojos azules.
- Si fuera así, necesitas descubrir el remedio para esa extraña afección, mi lady.
- Remedio? Vos conoces alguno ?
- El tratamiento comienza con un beso.
Cuando sus labios se tocaron, Katherine sintió una especie de shock electrizarle todo el cuerpo. Sus últimas defensas cayeron por tierra , impulsivamente , ella pasó los brazos alrededor del cuello de Brandon, arqueando el cuerpo contra el de él hasta unirlos en un abrazo muy apretado. El beso, ardiente, profundo y devorador , parecía derretirle el alma, alejando todas las dudas y los temores que la asaltaban. Prisionera de su propio deseo de ese contacto sediento y persuasivo, Kat se vio entrando en un avasallante torbellino de pasión.
La lengua de Brandon buscaba la suya con insinuantes y largas envestidas. Ella gimió y se aferró a su cuerpo fuerte. El beso se prolongó por unos segundos más , hasta que él la levantó en sus brazos para después depositarla con delicadeza sobre la cama.
Deshaciendo los lazos de su ropa interior, Brandon sonrió antes de susurrar:
- Creo que gané nuestra última apuesta. Y vos me debes esta prenda.
Katherine suspiró, mientras él la desvestía con indescriptible deleite. Brandon tenía las manos un poco frías, pero ellas dejaban un rastro de fuego por donde pasaban.
Al verla en su esplendorosa desnudez, él murmuró :
- Eres bella, Katherine. Tu cuerpo es perfecto.
Librándose de sus propias ropas, Brandon se acostó al lado de ella. Inexperta pero deseosa, Kat se deleitó al acariciar el cuerpo maravilloso de él . Con infinita ternura, él retribuyó las caricias pasando la mano sobre un pecho , apretando delicadamente el pezón rígido entre sus dedos, tomando la punta entre los labios para estimularlo con su lengua en un gesto de arrebatadora posesividad. Luego, dedicó la misma atención al otro pecho, haciendo que Katherine jadease de pasión y deseo.
Totalmente dominada por una fiebre que hasta entonces desconocía, ella lo abrazó con fuerza, pasándole la punta de un dedo a lo largo de la espalda plana en un sugestivo movimiento de vaivén. Brandon gimió en agonía. Ella prosiguió con las caricias, pasando la mano por el pecho ancho, por el abdomen liso, por los vellos rubios del pubis ... Kat se estremeció cuando su palma se encontró con el miembro erecto, rígido y pulsante. Después de un instante de vacilación, tomó el órgano entre los dedos y lo acarició con delicadeza.
Muy excitado , Brandon acostó su cuerpo sobre el de ella, cubriéndole las curvas suaves con sus contornos fuertes. Besándole el hombro, el cuello y la cara, él susurró con fuerte emoción:
- Vos me embriagas más que el vino preparado en verano.
Sus manos acariciaron la sinuosidad de la cintura y de la cadera, creando una senda de inconmensurable y delicioso placer . Katherine dejó preocuparse por los gemidos que le brotaban de la garganta.

Una dorada aura de pasión y amor recién descubiertos los envolvió, destruyendo todo y cualquier vestigio de control o inhibición que pudiesen haber experimentado en esos días de convivencia. Penetrándola impetuosamente, Brandon la liberó de todos los temores, transportándola a un mundo de nuevas sensaciones y placeres ocultos, haciéndola definitivamente una mujer.
El placer vino en una explosión de sucesivas convulsiones. Katherine experimentó un orgasmo por primera vez en su vida con una intensidad asombrosa, con un arrobo que parecía llevarla a los límites del infinito. Juntos, ella y Brandon formaron un sólo ser subyugado por el placer del éxtasis.
Un poco después, con los cuerpos todavía húmedos de sudor, Kat se dejó tomar entre los brazos de él disfrutando de la comodidad de una sensación de plenitud y de satisfacción sorprendentes. Nunca había sido tan feliz al lado de un hombre, hasta tenía ganas de llorar ante semejante alegría.
Acariciándole los largos cabellos, Brandon notó su súbita emoción.
- Qué pasa, querida? Te lastimé ?
- No , no... fue el placer lo que hizo que mis ojos se humedeciesen.
El suspiró largamente, feliz y satisfecho. Le tomó una de las manos en la sua, la besó con ternura y comentó :
- Estoy más tranquilo. Pensé que ibas a rehusar una partida más .
- Te estás refiriendo al juego de dados o al encuentro amoroso?
- Ambos. Quiero todas las apuestas y todos los premios que sea capaz de conquistar.
- Bajo una condición, mi lord .
- Vos te mereces todo lo que deseas, dulce Kat. Es sólo cuestión de pedir.
Ella pasó el dorso de la mano a lo largo de la cara de Brandon, rozó los labios en los de él y , mirando profundamente los ojos azules, dijo con determinación:
- Ahora que ya compartimos el mismo lecho, me gustaría saber el nombre que te fue dado, mi lord .
- Solamente falta una semana para eso, Kat querida.
- Dímelo ahora. Quiero escucharlo de tus propios labios. Antes de apoyar el rostro en el de ella para besarla una vez más , él murmuró :
- Brandon.

No hay comentarios: