sábado, 12 de septiembre de 2009

LOCURA DE VERANO - CAPITULO 2 - TORI PHILLIPS

CAPITULO 2



Localizar a Cavendish no fue tarea difícil, a pesar del laberinto de corredores y galerías en Hampton. Todos, en la corte, apostaban a la ruina de la vida amorosa del renombrado caballero. Cuanto más Fenton se aproximaba a él, más escuchaba historias susurradas detrás de abanicos y pañuelos perfumados.

El encontró a sir Brandon entretenido en una conversación con sir John Stafford, un gran compañero. Ambos estaban sentados debajo de los arcos del atrio del palacio.
Los dos nobles caballeros eran tan parecidos como hermanos de sangre. Ambos se elevada estatura, poseían cabellos rubios, hombros anchos, caderas delgadas y piernas musculosas, que hacían que las mujeres de Hampton, desde una condesa a una criada da , siempre estuviesen observándolos. Cuando ellos pasaban, los otros hombres enderezaban sus espaldas e hinchaban sus pechos.
Antes de abordarlos, Fenton se enderezó y levantó el mentón . Aunque los dos conversasen en voz baja, logró escuchar un poco de la discusión.
John Stafford aconsejaba a Brandon:
- Debes preparado, amigo. Aunque tu padre pueda ser disuadido de esta insistencia en tu casamiento, el rey no volverá atrás. Nada irrita más a nuestro soberano que la idea de que las cosas no se concreten de la manera que él las planeó. Usa la inteligencia. El odio de Henry significa muerte.
- Me parece que tienes razón . John. Debo pensar con calma.
En ese instante, Stafford notó que Fenton se aproximaba. Y fue espontáneo como siempre:
- Mira, ahí viene el adulador.
Reprimiendo el desdén ante esa comentario, Fenton se arqueó en una reverencia, saludando:
- Buen día, lord Stafford, lord Cavendish... o debo llamarte tío Brandon ya que, en breve, seremos parientes?
Una expresión tormentosa turbó el rostro de Brandon Cavendish, mientras él y Stafford retribuían la reverencia de Fenton meramente curvando la cabeza.
- Qué vientos te traen por aquí, Scantling? - indagó Brandon, muy seriamente.
Fenton dio un paso atrás, mientras Stafford comentaba:
- A juzgar por los olores que impregnan esos vientos, yo diría que ellos viene directamente de los aguantaderos de bandidos de Londres.
Imponiendo una sonrisa a sus labios temblorosos, Fenton retrucó :
- Señores, señores... Me veo obligado a refutar esos comentarios sin fundamentos. Principalmente porque tomé como mi obligación prevenirte, lord Cavendish, antes que partas de visita a la casa de mi tía.
- De qué estás hablando, Scantling? - gruñó Brandon, sus facciones crispadas por la impaciencia.
- De lady Katherine - dijo Fenton en voz baja, aproximándose. - Me parece que debo avisarte antes que...
Cavendish se levantó bruscamente y lo agarró por el hombro, sacudiéndolo como un trapo viejo. Sus dedos llegaron a dolerle contra los huesos que la extrema delgadez dejaba casi a flor de piel . Fenton se mordió el labio para contener un insulto, pues no quería provocar innecesariamente a un león en su cueva.
- Di lo que tengas que decir de una vez, hombre! - Brandon lo sacudió otra vez. - Ella tiene alguna enfermedad?
- No , no - respondió Fenton. - hasta donde yo sepa, lady Katherine es pura como la nieve. Me estaba refiriendo a la edad de ella.
- Esta conversación me está resultando un juego de palabras, y no estoy con de humor para bromas - retrucó Brandon, soltando los hombros de su interlocutor.
- Sé rápido y directo, antes que lleve a mano a la empuñadura de mi espada.
Fenton tragó en seco. Todo indicaba, que las nupcias forzadas habían estropeado el característico buen humor de Cavendish.
- Mi tía Katherine es... es un tanto mayor - él comenzó a decir vacilantemente. - En verdad , quedé muy sorprendido al saber que el rey
la había elegido para ser tu esposa. Y, más allá de su edad avanzada, ella nunca tuvo hijos... con ninguno de sus maridos.
- Qué edad tiene? - Brandon escupió las palabras.
- Ah, sabes como son las mujeres, sir Brandon!... Por coquetería o por maquinación siempre mienten respecto a la fecha de nacimiento para alcanzar sus objetivos. No tengo modo de precisar la edad exacta de mi tía, pero ella aparenta ser... bastante mayorcita.
Cavendish no respondió, apenas lanzó una mirada a los vitrales de la capilla del otro lado del atrio, que reflejaban la claridad del sol de la tarde. Lord Stafford aprovechó para intervenir en la conversación, dirigiendose a Fenton Scantling:
- Dijiste dos maridos? Qué sucedió con ellos?
- Realmente estoy pasmado! - Fenton disimuló su satisfacción con un aire de preocupación contenida. - Nadie les contó que mi tía ya había estado casada?
- Cuéntanos todo ahora - murmuró Brandon, cada vez más irritado.
- Bien, tía Kat se casó por primera vez con lord Thomas Lewknor. Dicen que el pobre se enfermó la noche de bodas y que pasó los siguientes dieciocho meses en cama. Bajo los cuidados, por supuesto, de mi buena tía. Finalmente, él murió... lanzando espuma por la boca.
Una mirada de horror turbó el semblante de Cavendish. Stafford entonces se adelantó :
- Y el segundo esposo?
- Fue sir Edward Fitzhugh.
- Yo lo conocí - comentó Brandon con brusquedad. - Era un peleador insoportable, tenía el carácter de un perro rabioso. Supe que golpeaba a los criados con frecuencia. Hasta siento pena por la mujer que se casó con él.
- Es verdad. - Fenton no se dejó impresionar con esa demostración de solidaridad. - Mi tío político parecía la encarnación del demonio, y no
fue por casualidad que mi tía se casó con él. Creo que hasta los ángeles perdían la paciencia con Fitzhugh, el Furioso. Dicen que él murió de un derrame súbito.
- Fue lo que oímos - confirmó Brandon.
- Bien, yo acababa de llegar a la corte en esa época, por eso no puedo opinar sobre el exacto motivo de su muerte - continuó Fenton, bajando la voz a un tono conspiratorio. - Fitzhugh ya estaba enterrado bajo las piedras de la capilla señorial cuando volví al castillo de Bodian.
- Entiendo. - Los ojos azules de Cavendish se nublaron. Fenton no sabía si aquello era una buena o mala señal. Aún así prosiguió:
- Sea como fuese, creí que era mi deber avisarte, mi lord . Después de todo , dos maridos tuvieron un final dudoso mientras se encontraban bajo el mismo techo que la tía Katherine.
- Hiciste bien en venir a hablar conmigo. - Brandon concentró su atención en Fenton. - Te debo un gran favor.
- Cuando el rey entienda tu preocupación por tener que casarte con mi tía, estoy seguro que va a cambiar de idea y te va a escoger una novia más. .. adecuada - ofreció su consuelo Fenton.
- Quién sabe lo que o nuestro soberano hará, a no ser Dios y lady Ana Bolena? - Brandon se curvó . - Gracias, mi lord .
- Que el Señor les de un buen día, caballeros.
Después de devolver la reverencia, Fenton se apartó y dejó a los dos caballeros con los pensamientos insidiosos que había plantado. Ahora necesitaba escribir una cariñosa cartita a su tía, advirtiéndole que un promiscuo caza fortunas estaba a camino a Bodian. Si sir Brandon no lograse hacer que el rey cambiase sus planes, lady Katherine Fitzhugh se encargaría de eso.
Brandon se quedó mirando la magra figura de Scantling desaparecer en medio de las columnas. Después, curvó los labios en un gesto de desprecio.
- Una vieja estéril que asesina maridos?! - exclamó John Stafford con un silbido. - Por Dios , Brandon! En qué te metiste esta vez?
- No sé, no... - Brandon se rascó el mentón . - Venga de quien venga, la información no es muy confiable.
- Oí decir que los acreedores de Scantling crecen día a día, principalmente después que el casamiento de su tía fue anunciado.
- Es verdad. Scantling tiene pocos recursos y gasta demasiado. Puede ser que el devoto sobrino haya venido a conversar conmigo con segundas intenciones.
- Te parece?

Absorto en sus pensamientos, Brandon no respondió. Si al menos hubiese una manera de conocer a la anciana viuda sin que ella supiese quien era él... Un buen soldado siempre analizaba el territorio antes de entrar en batalla.
John se rió y sugirió :
- Si yo fuese vos, iría hasta Sussex para ver esa dama con mis propios ojos. Si ella fuese una vieja o si estuviera revolviendo una poción venenosa en su calderón, entonces yo...
La risa de Cavendish interrumpió a John Stafford. Viejo y querido John! Brandon le dio una sonora palmada en la espalda .
- Acertaste, amigo! Partimos a Bodian cuando amanezca! Y llegaremos tiempo de cortejar a tu novia!
John abrió enormemente los ojos, mientras su rostro empalidecía.
-Cortejar a una viuda negra? Cómo es eso?
- Se trata de la llamada locura del solsticio de verano , John! Y tenemos mucho trabajo por delante ! Ven conmigo!

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