martes, 15 de septiembre de 2009

LOCURA DE VERANO - CAPITULO 5 - TORI PHILLIPS

CAPITULO 5


Miranda se lanzó de espalda sobre el voluminoso colchón de la cama con dosel que compartía con Katherine. Con una mezcla de rabia sorprendida y desesperación, exclamó :
- Fenton mintió!
Sentada en el diván junto a la ventana, Kat observaba las sombras púrpuras de los últimos rayos de sol desparramándose sobre el cantero de hierbas que el ama de llaves Sondra había plantado. Suspirando, pasó la punta del dedo por el broche de oro que tenía en el vestido y respondió:
- Eso no es ninguna novedad. Fenton es capaz de atragantarse con su propia lengua el día que diga una verdad .
- Sir Brandon no es un niño de pantalones cortos.
- Muy por el contrario, está en la flor de la edad.
Pero los pensamientos de Kat, se concentraban en el amigo que acompañaba al novio elegido por el rey. Sir John Stafford era un bello hombre! Y nunca nadie la había mirado con tanto interés. Recordar los ojos azules de él y la manera en que la habían obsequiado durante toda la cena hacía que ella sintiese llamas subiendo por sus muslos. Kat no sabía si debía estar orgullosa u ofendida. Como lady Katherine Fitzhugh, reprendería a sir John por la falta de modales; después de todo, iba a casarse con sir Brandon dentro de tres semanas. Sir Brandon Cavendish. si, él también era un bello representante de la especie masculina. Pero Katherine no lo había hallado muy agradable. Le había parecido un hombre demasiado soberbio y ceremonioso, de discurso muy florido. Ella desconfiaba de tantas reverencias: una lengua melosa podía ocultar un carácter terrible. Cerrando los ojos, Kat apoyó la cabeza en la pared fría a su espalda . No, muchas gracias ! Ya había tenido su cuota de ese tipo de marido, y quería que Edward Fitzhugh ardiese en el fuego del infierno.
Haciéndose pasar por la prima tímida de lady Katherine, se había impresionado con las atenciones que lord Stanfford le dedicaba. Qué mujer podría resistirse? Tan alto, tan guapo, con una voz tan insinuante... Kat suspiró otra vez. Lo peor era que él ni siquiera imaginaba que estaba destinando sus elogios y sus lisonjas a la mujer equivocada.
Una sonrisa apareció en sus labios. John Stafford era un hombre especial! Ella necesitaba estar bastante atenta al encanto que...
Una almohada aterrizó en su regazo, mientras Miranda se quejaba en voz más alta que lo habitual:
- Kat! No escuchaste ni una sola palabra de lo que te dije!
Katherine se forzó a volver a la realidad, enderezando la espalda y devolviendo la almohada a su prima.
- Cómo , Miranda?
- Mientras vos estabas perdida en tus devaneos, te pregunté, varias veces, qué vamos a hacer de aquí en adelante .
- Es una buena pregunta.
Miranda se sacó el tocado, sacudiendo sus cabellos. Después, con mucho cuidado, abrió el cierre de la cadena de oro y la retiró de su cuello. La joya resplandeció con la parca iluminación del cuarto.
- Creo que no tiene sentido que continuemos con esta farsa, Kat. Mañana debes confesar a nuestra farsa a estos dos amables caballeros, y rezar para que ellos vean el lado gracioso de lo que sucedió . Toma, aquí está tu regalo de compromiso.
Pensativamente, Katherine tomó la joya que su prima le extendía. Acabar con esa farsa, tan pronto? Pero todavía no sabía nada respecto a sir Brandon, a no ser que él poseía facciones agradables y que se comportaba como un enamorado empalagoso. Necesitaba más tiempo para conocer el verdadero carácter de su futuro marido. Unas pocas horitas entre la llegada y la cena no habían sido suficientes. En verdad , ni siquiera se acordaba de una sola cosa sensata que sir Brandon hubiese dicho.
Sir John, por otro lado, había elogiado la mesa bien puesta, la calidad de la cerveza, los buenos modales de los criados, los muebles y los tapices del salón, la limpieza dos establos, las proporciones de los campos arados y , lo que más importaba, también había exaltado la belleza de ella. .. o mejor dicho , de quien él juzgaba ser Miranda. Incluso parecía que sir John Stafford era el escogido del rey para cuidar del castillo y de ella misma!
- Despierta, Kat!
- Co ... cómo?
- En qué piensas ?
- Nada . Toma, quédate con el regalo de compromiso.
Katherine se levantó y le dio la joya a su prima con un gesto natural. Después tomó algunas velas del interior de un jarro que estaba sobre el aparador de la chimenea, encendió una por una y las distribuyó por la gran habitación. Una acogedora iluminación dorada disolvió las sombras de la noche por los rincones del aposento.
Miranda enrolló la cadena entre los dedos, examinó una vez más el extravagante pendiente y preguntó :
- Qué voy a hacer con esto?
- Sir Brandon te dio la joya a vos. Se llevaría un susto si la viese en mi cuello.
- Si, pero él sólo me dio el regalo porque piensa que soy lady Katherine. Es un collar tan lindo...
En un acto reflejo, Kat llevó la mano al broche de sir John. Había colocado el broche sobre su corazón, como él mismo había sugerido . Y, por un motivo que no sabía explicar, le encantaba la idea de tener en el pecho una joya que había pertenecido al elegante caballero.
Dándose vuelta hacia su prima, ella dijo:
- Si, es muy lindo, pero te queda mejor a vos que a mí . Quédate con él, Miranda, por lo menos mientras tanto.
- Pero...
- Nada de "peros". Ya tomé una decisión.
- En cuanto a qué?
- Nuestra pequeña farsa va a durar un tiempito más.
- Kat! Cómo puedes hacerle una cosa así a sir Brandon? El es el hombre más guapo, generoso y gentil que jamás haya pisado este castillo. Estoy segura que será un marido que cualquier mujer desearía. Y, sin embargo, vos te burlas de... sus buenas intenciones ?
Sorprendida, Katherine frunció las cejas. La dulce Miranda nunca le había levantado la voz a nadie, y ahora, además de hacer eso, usaba un tono reprensivo. Qué duende había robado la dulzura y el buen humor de su prima? O sería ese caballero vistiendo capa roja y sombrero azul? Qué clase de hechizo sir Brandon le habría lanzado a Miranda al rozar sus labios sobre los de ella cuando le había deseado buenas noches ? Al darse cuenta que su prima parecía había caído víctima de su primer amor, Kat reprimió la puntada de envidia que sentía. Podía ser que ella se hubiese enamorado de sir
Brandon, el hombre que le había sido destinado!
Ella se obligó a sonreír, diciendo:
- Paz, Miranda. No tengo en mente faltarle el respeto a lord Cavendish. Él puede ser todo lo que vos afirma, y más todavía , pero... No vamos tomar decisiones precipitadas, está bien? Faltan tres semanas para el día del solsticio de verano, lo que me da un tiempito para descubrir si Fenton mintió o no cuando afirmó que sir Brandon era dado a la bebida, y seducir a todas las mujeres que se le cruzan.
- Fenton es un interesado mal intencionado.
- Si, pero...
- Y tienes razón , Kat: esta joya me queda muy bien .
Con eso, Miranda volvió a colocarse la cadena de oro en el cuello,
poniéndose a admirarse en el espejo. Katherine entonces consideró mejor dejar el tema allí. Su prima estaba enamorada... o hechizada, y era su deber ayudarla a encontrar un novio. Si pudiese, Kat le entregaría a sir Brandon en una bandeja de oro.

- Que el diablo te lleve y no te suelte nunca más, John! Dónde carajo fue que aprendiste esos discursos melosos y tan empalagosos que causan nauseas?
Sin esperar la respuesta, Brandon se sirvió una copa más del jarro de vino que una de las criadas había llevado a los aposentos de ellos. Ambos habían sido acomodados en lo alto de la torre nordeste, que daba sobre el foso del castillo.
John se sentó en una gran silla delante de la chimenea, colocando una de las piernas sobre el brazo de madera tallada. Brandon tomó el vino de un trago, para después quejarse:
- Por poco no vomito con toda esa melaza saliendo de tu boca.
- Lady Katherine es un ángel descendido a la Tierra. Deberías haberle prestado más atención a ella que a su prima. Después de todo , es con lady Katherine que vas a casarte . Es mejor que tengas eso en mente. Y me des una copa de vino más, antes que te tomes lo poco que todavía queda.
Levantando una ceja, Brandon entregó la bebida a su amigo y comentó :
- Quieres decir entonces que mi prometida es de tu agrado?
- Y por qué no habría de serlo?
- Dime con sinceridad : es eso lo que honestamente piensas respecto ella? Un ángel descendido a la Tierra?
- Exactamente: la mujer más angelical que haya pisado esta Tierra.
- Será posible que John Stafford quiera enseñarme cosas sobre el amor? Justamente él, el hombre que se rehusa a entregar su corazón a una sola dama de la corte? El hombre que ha enamorado tres veces más el número de mujeres que yo he conquistado? Y el hombre que sedujo al ochenta por ciento de la población femenina de la corte?
- Estás hablando con conocimiento de causa, querido amigo. Después de todo, llegamos a compartir la misma amante una o dos veces, o me equivoco?
- Eso fue en mi juventud. Desde que los resultados de mis relaciones fueron a vivir a mi casa, he sido tan célibe como un monje.
- No lo creo!
- O casi. Pero no nos escapemos del tema: qué, exactamente, crees de mi prometida?
- Ya te lo dije , Brandon. Por qué no me crees?
- Bien...
- Por la Biblia lo juro ! Lady Katherine Fitzhugh está más allá de cualquier comentario banal. Ella es adorable... gentil... virtuosa... seductora.
- No vuelvas a las exageraciones, John.
- Y también es mucho más joven de lo que nos llevaron a creer. En verdad , deberíamos colgar a Scantling de los pies cuando regresemos a la corte. Él nos tomó por idiotas.
- Tengo que admitir que si. Él usa las palabras como puñales.
- Quien vea a lady Katherine nunca creería que ella haya estado casada, mucho menos dos veces casarse. Sos un tipo de suerte, Brandon, no hay como negarlo.
- Lo soy?
- Qué quieres decir ?
- Vamos a tener cautela, John. Lady Katherine es bonita, bien educada, es joven... No será también una bruja envenenadora?
- Vamos, por favor! Si no hubieses tomado tanto vino, yo te tomaría en serio y te desafiaría a duelo por el honor de esa dama.
- No pienses con los ojos del deseo, amigo, usa el cerebro. Como podemos tener certeza que la fachada que ella nos presentó hoy. corresponde a su verdadera naturaleza?
- No sabes de lo que estás hablando, Brandon.
- Óyeme, por favor. Tal vez lady Katherine haya planeado una forma de presentarse, mostrándose bondadosa e inocente con determinados propósitos, los cuales desconocemos. Tal vez ella haya colocado alguna poción en tu comida, lo que explicaría tu reacción . Después de todo , yo ya te he visto interesado en varias mujeres, pero nunca te vi tomar a ninguna de ellas en serio.
- Pues me parece que vos sos el hechizado... por la cerveza que tomaste en la cena y por el vino que tomas ahora. Mañana, cuando reveles tu verdadera identidad, todo estará bien.
- Cómo ?
- Estás fingiendo ser sordo o tonto, Brandon? Mañana, lo más temprano posible, vamos a implorar el perdón de esa digna dama por haber usado un truco tan malicioso para engañarla. Se acabó la farsa. Vos declaras quien sos y listo. Sería mucha crueldad continuar engañando a lady Katherine.
Brandon volvió a llenar su copa, pero esa vez apenas mojó los labios con el sabroso vino. John tenía razón en un sólo aspecto: a la mañana siguiente, su cabeza estaría enlentecida y obnubilada por el alcohol. Pero ponerse de rodillas delante de esa muchacha que apena conseguía articular dos frases consecutivas? Nunca! O , por lo menos, no antes de conocerla muy bien .
Que Fenton era un mentiroso no cabía ninguna duda , pero era posible que él hubiese dicho una o dos verdades en medio de su discurso. Y, si él tenía que casarse ,prefería que fuese con una joven insulsa que con una bruja envenenadora.
Ah, que el diablo se levase a Henry y su maldita manía de arreglar matrimonios!
De repente, la imagen de la bella prima de Katherine se entrometió entre las nubes sombrías de los pensamientos de él. Ah, Miranda! Esa, si, era una mujer para calentar el alma y el cuerpo de un hombre. Lady Katherine era una cerveza insulsa comparada con el sabor fuerte que irradiaba bajo las ropas impersonales que usaba Miranda. Por la mirada de ella, Brandon había percibido que la hermosa dama había recibido sus elogios con apenas disimulada excitación, cosa que encendía su lujuria. Ah, era una pena que Miranda no fuese la prometida destinada por el rey... Él jamás se cansaría de tenerla calentando su cama.
Levantándose, Brandon se desperezó lentamente y después afirmó :
- Mañana vos todavía serás sir Brandon, y yo haré mi mejor esfuerzo para hacer el papel de tu buen amigo, sir John Stafford.
- Pero... y las damas?
- Es en las damas en quienes estoy pensando a cada instante, John. Y no me sorprendería si ellas apareciesen esta noche en mis sueños.
- Estoy hablando serio. .
- Yo también. Anímate, John! Después de todo ,nadie saldrá perjudicado. A vos te encanta decirle tonterías a lady Katherine, quien, vaya a saber por qué, parece encantarle tu incoherente y meloso discurso. Y yo... Bien, yo seguiré de cerca de la adorable señorita Miranda.
- Ah, si ? Y representar una farsa doble delante de la esposa con quien todavía ni siquiera te casaste?
- No exageres , no es tan así. Pero te pido que trates de descubrir las verdades que se ocultan detrás de la sonrisa de Kat.
- Kat? Pero cómo te atreves...
- No me mires así , John. Durante la cena, noté que todas las criadas la llamaban por ese sobrenombre.
- Cuida el modo en que te diriges a Katherine, o tendré que tomar medidas para defenderla.
- Defender a mi prometida de mí ?
- Me entendiste muy bien , Brandon. No seas cínico.
- Oh, está bien. Guardaré tu consejo en mi libro llamado "Escuela para vivir la vida". Y estudiaré esa página todos los días, en nombre de nuestra gran amistad. Está bien así, John, el Terrible?
Medio tambaleantes, los dos se dirigieron hacia el gran lecho. Acomodándose con dificultad debajo de las mantas , John preguntó :
- Puedo saber por cuánto tiempo planeas continuar con esta impostura?
- No más que tres semanas. Quiero disfrutar plenamente de mis últimos momentos de libertad antes del casamiento. Después de todo , después de la ceremonia nupcial mi destino estará sellado: y con eso mi ruina.
- Duerme bien, Brandon. Y no me atormentes más hasta mañana, si no es pedir demasiado.

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