jueves, 24 de septiembre de 2009

LOCURA DE VERANO - CAPITULO 18 - TORI PHILLIPS

CAPITULO 18


El rostro de Brandon adquirió una expresión indescifrable, pero él no perdió tiempo en declarar:
- Vamos a ver que tiene el rey que decirnos.
Sus palabras, proferidas en un tono frío e impersonal, fueron como una daga clavándose en el corazón de Kat .Todo indicaba que él estaba disgustado con la súbita conmutación de la pena que el monarca le había impuesto.
Tres semanas atrás, Katherine habría recibido esa noticia con extremo júbilo. Pero ahora todo era diferente. De repente, se acordó que Sondra una vez le había dicho que uno no daba el debido valor a determinada cosa hasta perderla. Y, por un capricho del destino, la afirmación de su ama de llaves probaba ser correcta de la manera más dolorosa posible.
Cuando John los dejó para solicitarle a Montjoy la presencia del mensajero, Kat lanzó una mirada de reojo a la postura erecta de Brandon, y los labios estrechados de él. Le pareció que su prometido estaba a millares de kilómetros de allí.
Ninguno de los dos habló. Brandon cerró las manos, clavando las uñas en las palmas húmedas. Kat notó que los nudillos de los dedos de él se ponían blancos . Instintivamente levantó o mentón . No podía comportarse como una adolescente hechizada por el romanticismo de la primera pasión. Era una mujer madura, ya había enfrentado la adversidad en otras ocasiones, tendría que hacerlo nuevamente si fuese necesario . Y, por encima de cualquier otra cosa, necesitaba estar agradecía a Brandon Cavendish: él le había enseñado el significado del verdadero amor.
Algunos pasos detrás de John, Montjoy llevó al salón a un muchachito medio sucio de barro en el momento en que Miranda bajaba los últimos escalones de la escalera interna.
El mensajero se curvó en una reverencia, después anunció :
- Caballeros, damas, traigo una carta de sir Thomas More. - después de una pausa, miró a las cuatro personas delante suyo e indagó : - Quién es lady Katherine Fitzhugh?
Kat lanzó una mirada a Miranda, quien parecía haber entrado en trance al encontrarse con John. Ignorando el mensajero, John fue a colocarse al lado de su amada y le tomó la mano entre las suyas.
Sin vacilar, Kat extendió la mano al muchacho y dijo:
- Entrégame la carta. Yo hablo en nombre de lady Katherine.
El criado del rey tomó un pequeño pergamino de su bolsita de cuero. Con una reverencia más, se lo entregó a Kat.
Ella recibió el papel, consiguiendo retribuir la leve sonrisa del mensajero antes de afirmar:
- Debes estar cansado y con hambre después de un viaje tan largo. Montjoy va a acompañarte a la cocina, donde podrás alimentarte a voluntad . Después, él te mostrará donde descansar.
- Gracias, mi lady - agradeció el muchacho.
Cuando Montjoy desapareció con el mensajero, Katherine miró la carta que tenía en la mano. El final al feliz idilio que estaba viviendo estaba bajo ese lacre de cera.
- Ábrelo - murmuró Brandon.
Atónita, Kat miró al fondo de los fríos ojos azules. No se había dado cuenta que él se había parado a su lado.
- Yo... yo... mis manos están temblando.
- Déjame ayudarte.
- Pero...
Brandon tomó el pergamino, rompió el lacre real y leyó rápidamente el contenido de la carta. Una sonrisa ancha asomó en sus labios, seguido por una divertida carcajada. Él entonces declaró :
- Con esta broma, la verdad que no contaba!
Katherine apretó los dientes . Una broma? Era como él se refería al rompimiento del compromiso? Oh, Brandon estaba ofensivamente feliz y aliviado! Cómo se atrevía a apoderarse de su corazón para después lanzarlo al barro? Ella tuvo ganas de abofetearlo para ponerle fin a esa risa indecente que le hacía eco en el cerebro como una serie de campanadas fúnebres.
Conduciendo a Miranda al centro del salón, John preguntó :
- Qué pasa ?
Con dificultad Brandon contuvo la risa, para entonces anunciar:


- Sir Thomas More, el lord Canciller, nos informa que debemos recibir a Robin Hood, a lady Marian y a todo la banda de forajidos del bosque de Sherwood para la celebración del casamiento en la mañana del próximo sábado. Él también avisa que Robin espera recibir tratamiento real. Y sugiere que lady Katherine prepare una generosa cantidad de alimentos para satisfacer a todos.
La mente de Kat giró en un torbellino de alivio y excitación . Instintivamente, ella llevó la mano al broche de oro sujeto a su vestido.
- Cuidado con nuestra dama! - avisó John.
Brandon sostuvo a Katherine al percibir que las rodillas de ella falseaban. Guiándola hasta el diván debajo de la ventana, le murmuró al oído:
- Pensaba que podrías escapar de casarte conmigo tan fácilmente, mi querida?
Al sentarse , Kat se aferró a él, quien le pasó el brazo por la cintura. después de tomar con placer todo el vino de la copa que Miranda le había traído, ella dijo:
- Pensé, por una fracción de tiempo, que vos. .. que el rey... que vos estabas contente...
- Contento de escapar de nuestra boda ? - Brandon volvió a reír, acariciando el rostro de ella. - Nada de eso, mi lady. Es que me acostumbré a jugar juegos peligrosos con vos.
Katherine soltó un largo suspiro de desahogo, deleitándose con el calor de la mano que le acariciaba la cara.
Fue entonces que Miranda exclamó :
- Dios !
- Creo que fuimos descubiertos, querida Kat - Brandon fingió arrepentimiento.
- Si, eso parece - respondió ella, demasiado contenta como para preocuparse por quien había descubierto qué.
Miranda miró al uno y al otro, todavía pasmada.
- No tienes vergüenza, mi lord ? Sabes que ella es la verdadera lady Katherine y, aún así , continua a cortejándola delante de los ojos de lord Cavendish? Qué falta de pudor, sir John! Y vos, Kate, cómo puedes alentarlo a hacer eso? Esto es una vergüenza, un bochorno, un ultraje a la moral ......
Brandon levantó una ceja al comentar con su amigo:
-Se pone un tanto peligrosa cuando se enojada, no te parece, John? En el futuro deberás estar atento a no aborrecerla.
- Es verdad - comentó John, mirando a Miranda con adoración. - Eso es, si ella me acepta como marido.
Atónita, Miranda se quedó mirando a los dos caballeros. Sus ojos, de tan abiertos, parecían saltarse de las órbitas. Ella abrió la boca, pero no logró proferir una sola palabra.
Katherine le sonrió a su prima. Pobre Miranda! El shock podía mandarla de vuelta al dormitorio por un mes! Con mucha alegría, Kat vio que había llegado el momento de hacer ciertas aclaraciones.
- Es verdad, si, Miranda. Fuimos engañadas por estos dos canallas. Y, te juro, que solamente alenté a sir Brandon, pues él es quien me tiene en sus brazos.
Miranda volvió su mirada a John. Un susurro se escapó entre sus labios:
- Y vos sos...
El le besó la mano antes de afirmar:
- Soy sir John Anthony Joseph Stafford de Fenderwick, pero mis amigos simplemente me llaman John. Y te ruego que seas mi mejor y más querida amiga.
- Ayúdame, creo que me voy a desmayar... - murmuró Miranda.
John corrió a abrazarla rápidamente, mientras Brandon, reclamaba:
- Debe haber algo en el aire, John, que hace nuestras damas se desmayen.
- Cierto - respondió John, sentándose al lado de su amigo con Miranda entre sus brazos. - Y creo que ese mal se llama casamiento.
- Casamiento! - Kat se enderezó con un sobresalto.
- Casi me olvidaba! Qué quiso decir sir Thomas al afirmar que Robin Hood vendrá a la celebración de nuestras bodas?
- Vamos, mi linda! - Brandon se rió más un bocado, después explicó : - Sir Thomas se refiere a nada más y nada menos que a nuestro rey! Henry suele disfrazarse con ropas extrañas para hacerle bromas a sus súbditos.
- El rey vendrá a Bodian en menos de una semana? - ella quiso confirmar.
- Exactamente - le aseguró Brandon.
Katherine jadeó . Qué Dios la amparase! Cuántos criados el monarca traería para asistirlo? Ella tendría que proveer cuartos para todos? Y cuál aposento sería el más indicado para reservar para el rey, ya que él gustaba lujos?
Evitando pensar en todos los problemas que se le venían encima, ella preguntó :
- Pero, por qué él escogió disfrazarse de Robin Hood?
- Y por qué no? - Brandon se encogió de hombros. - El Gran Henry ya hizo eso una vez.
- Lady Marian será, sin duda, lady Ana Bolena - agregó John. - En cuanto al resto, no tengo idea de quien se hará pasar por quien.
- Pero no te preocupes, querida - Brandon tranquilizó a Kat, besándole la frente. - La carta dice que la co-mitiva se hospedará en casa de lady Ana Bolena en Hever, y no aquí. Además, el soberano es un hombre generoso y sabe que sus cortesanos crean mucho lío cuando llegan de sorpresa a determinado lugar. Estoy seguro que él traerá las provisiones necesarias y también, como siempre, un buen barril de su vino preferido.
- Es verdad - concordó John. -Me acuerdo una vez cuando el viejo Wolsey todavía estaba en el poder. El cardenal promovió un gran festín en el palacio de la corte en Hampton, que llegó a pertenecerle. Cuando los dulces estaban servidos, se oyeron golpes en la puerta. Se trataba de una docena de hombres encapuchados, de apariencia peligrosa, diciendo querían participar de la fiesta que el cardenal estaba dando.
- Y el cardenal Wolsey llamó a su guardia? - quiso saber Kat.
- No , pues sabía que se trataba del rey y algunos de sus amigos - Brandon se encargó de proseguir con el cuento.
- El nos invitó a entrar y e hizo traer otro banquete, que ya estaba listo en la cocina. Después, los "invitados" pidieron permiso para bailar con las damas presentes, lo que nos fue concedido. A medianoche el rey se sacó el disfraz, y todos fingieron sorpresa.
- Entonces ustedes estaban allá? - Kat arrugó la nariz.
- Claro, mi amor - confirmó Brandon. - John y yo parecíamos dos perversos asaltantes cortadores de gargantas, por lo que recuerdo, las damas se morían de miedo de bailar con nosotros .
- Si ? Pobrecitas! - ironizó Kat. - Pero acabaron bailando, o no ?
- Y qué otra salida tenían las pobres ? - Brandon se hizo el inocente.
- Y vos, mi lord ? - le preguntó Miranda a John, ya recuperada del susto. - Bailaste con muchas damas?
- No me acuerdo de ninguna otra dama después que te conocí, dulce Miranda - respondió John galantemente. - Ellas se convirtieron en meras sombras en mi memoria.
- John siempre tiene palabras bañadas en miel en la punta de la lengua - le susurró Brandon a; oído de Kat.
-Es cierto ! - ella se rió, entonces se acordó de la carta. - El rey vendrá aquí! Debo revisar la despensa inmediatamente. Philippe va a tener un ataque con la novedad. O será el día más feliz de su vida, o se suicidará tirándose al foso.
- Por el bien de nuestra cena, trata de convencer a tu cocinero que el foso es el lugar mas inmundo de Bodian - dijo Brandon.
Dándole un leve beso en los labios , Katherine se levantó y se volvió hacia su prima.
- Ven, Miranda, tenemos mucho trabajo por delante . El rey llegará dentro de seis días. Y Montjoy va a andar llorando por todos los rincones cuando se entere!
- Hasta la cena, mi lord - Miranda se despidió de John con inmensa reticencia.
- Será una espera infinita - respondió él, besándole la mano con inusitado fervor.
En la salida del salón, Katherine se divertía al observar la escena. Miranda parecía estar en un mundo de sueños. Seguramente iba a mantenerla despierta toda la noche con sus fantasías amorosas... eso es, si no fuese compartir su cama con cierto caballero.
Evitando pensar en sus propias fantasías, Katherine contuvo un suspiro. Era mejor traer a su prima de vuelta a la tierra, antes que John la levase a algún otro lugar menos conveniente.
- Miranda! Necesito tu ayuda en la cocina! Ahora! John se apresuró a soltar la mano de ella, pidiendo:
- Ve con lady Kat, mi amor. Nosotros conversaremos más tarde. Tengo mucho que decirte.
- Y yo absorberé cada una de tus palabra como una gota de rocío - respondió Miranda.
Katherine perdió a paciencia:
- Por el amor de Dios y la Virgen , Miranda! Pareciera que acabas de conocer a sir John Stafford!

Brandon vio Katherine tomar a su prima de la mano y bajar con ella los escalones que llevaban a la cocina en el piso inferior del castillo. Cuando ambas desaparecieron de sus vistas, el buen humor que lo dominaba se desvaneció.
- Bórrate esa sonrisa ridícula de la cara , John. Pareces el bobo de la corte.
- Qué pasa ? Por qué ese repentino humor podrido ? No estás feliz porque podemos volver a ser nosotros mismos de verdad ?
- Si, pero tienes que pensar con la cabeza y no con el corazón, mi amigo. El rey llegará en pocos días. Mientras tanto, Scantling ronda nuestras inmediaciones con intenciones homicidas. Debemos encontrarlo lo más pronto posible.
Preocupado, John frunció las cejas. Tocando el hombro de su amigo, concordó :
- Tienes razón . Por un instante, llegué a olvidarme de ese lunático.
- Vamos a reunir nuestros hombres en los establos y planear la búsqueda que daremos inicio mañana temprano. Pídele a algún vigía de Kat que se una a nosotros, ya que todos deben conocer las cercanías como la palma de su mano. Debemos hacer que juren no decir una sola palabra a nadie respecto a este tema. No quiero que nuestras damas sepan lo que está pasando, hasta que el problema haya sido resuelto y dado por cerrado. Este tema sólo les causaría miedo y preocupaciones.
- Todavía hay otro tema que va a molestar a tu prometida, Brandon. Si el rey trae toda la comitiva que suele acompañarlo...
- Te está refiriendo a lady Bardolph? Si, pensé en eso al leer a carta de sir Thomas. Pero qué problema la venida de ella puede causarme? Lo que pasó entre nosotros sucedió hace casi diez años.
- Tal vez ella le cuente la historia a Katherine, con la intención de irritarla.
Brandon maldijo y dijo:
- Kat estará conmigo, compañero. Y que el diablo se lleve a lady Bardolph a la profundidad de su infierno y no la suelte nunca mas !
- Bien, todavía hay tiempo de sobra para pienses en eso. Ahora hay otro tema que me preocupa.
- De qué estás hablando, John?
- Si insistes en acompañarme mañana, tal vez no estés vivo el día de tu casamiento.
- Le pido a Dios que tus temores no se hagan realidad , amigo, y que yo viva por lo menos hasta el día del solsticio de verano . Después de eso, poco me importa lo que lady Bardolph pueda decir y lo que Fenton pueda hacer.

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