CAPITULO 8
Katherine cerró la puerta del cuarto y se apoyó en ella. Sondra estaba sentada en la ventana, contenta como un gato estirada al sol. Cruzando los brazos sobre el pecho , Kat ladeó la cabeza y preguntó :
- Y entonces, Sondra? Qué novedad maravillosa es esa tienes para mí?
- Quieres oír la versión larga o la corta, lady Kat? Acomodándose al lado de la criada, Katherine dijo:
- Cuéntame primero la versión corta, después la larga.
- Lo que antes era pollo para ganso ahora es pollo para pato.
Mientras el ama de llaves se reía , Kat frunció el ceño en un gesto de perplejidad.
- No entiendo nada, Sondra. Habla claramente.
- Por supuesto, mi lady, iré directo al asunto. Ese que dice llamarse sir Brandon no es el verdadero lord, sino John Stafford; ese que dice llamarse sir John y que está coqueteando con vos no es otro mas que el verdadero sir Brandon Cavendish... el marido que le fue designado por el rey.
Katherine recostó la espalda contra el marco de la ventana. Su rostro hervía, sus manos estaban heladas. Sintió dificultad para respirar. No sabía si quería llorar o reír. Su mente parecía girar en un remolino sin fin. Cómo era posible que el más guapo caballero que jamás hubiese conocido fuese, de hecho , el hombre con quien casarse iba a dentro de dos semanas?
- Co ...cómo... cómo lo sabes ? Y por qué ... esta farsa?
- La respuesta a la segunda pregunta la tienes , mi lady. La farsa se debe al mismo motivo que te llevó a intercambiar identidades con la señorita Miranda, o se a, descubrir cómo era el hombre con quien debes casarte . Y la respuesta a la primera...
- Espera, espera, Sondra. Cuente todo , antes que me tire de esta ventana.
-Conoces al jefe de caza que sirve a lord Cavendish? El nombre de él es Jess.
Poniéndose a pensar en las docenas de hombres que se habían instalado en la barraca cerca de los establos, Kat arriesgó :
- Es uno de los más altos, no ?
- Exactamente. Y también uno de los más viriles, te lo puedo asegurar .
- Fue él quien te lo contó?
- Si, aunque no se haya dado cuenta de eso.
- Pero, cómo? Qué le hiciste a ese pobre hombre, Sondra?
-Lo que hice, y lo que él hizo , no es lo importante... a no ser para
nosotros dos . Pero, antes que hiciésemos lo que hicimos juntos, yo... yo llené el jarra de él con una poderosa dosis de nuestra mejor infusión.
- O sea, que entorpeciste su mente .
- Era tarde de noche, el hombre ya estaba un poco atontado por tanta cerveza y por tanto celibato.
- Oh, Sondra! No bromees con eso !
- Sea como fuere, vencí la timidez de él. Entonces algo grande y firme se elevó entre sus piernas a pesar de la cerveza que había tomado. Y para ser muy sincera, puedo asegurarte, que hasta ahora no puedo caminar con las piernas cerradas, mi lady.
Katherine consideró mejor cambiar de tema antes que intimidades más embarazosas saliesen a la luz.
- Entonces fue el cazador quien te contó que su amo escondía su verdadera identidad ?
- Si, bien después que... El hecho fue que, antes de dormirse, Jess murmuró que era el hombre más satisfecho de Bodian.
- Y?
- Dijo estar satisfecho por haberse acostado conmigo , al contrario de su amo quien , además de tener que dormir solo, no podía revelar su verdadero nombre.
- Pero Jess te explicó exactamente qué quería decir con esa afirmación?
Antes que la criada respondiese, Kat intentó poner un poco de orden en los pensamientos inconexos. Si John era de hecho Brandon, eso explicaría el extraña cambio de su humor de esa mañana. El hecho que faltase apenas una quincena para el día del solsticio de verano debía estar pesando en su consciencia. Si, tenía sentido. Y eso también explicaba los besos que John... No, que Brandon le había dado en el jardín. Qué canalla mentiroso! Cómo tenía el coraje de coquetear con ella, que se hacía pasar por la prima de su prometida? O solamente estaría divirtiéndose un poco con una dama inocente antes que de despedirse de su soltería?
Apartando esa idea desagradable, Katherine insistió :
- Jess se refirió a los dos lords con sus propios títulos?
- Si, mi lady. Yo... digamos ... lo estimulé un poco, para que toda la historia quedase bien aclarada.
- Dios del cielo, Sondra! Jess está en este momento está cabalgando con Lord Cavendish y Miranda. Seguramente, ya debe haberles confesado que reveló el secreto.
- No , no. Como te dije, la poción era una de las mejores, y él no se acuerda de lo que habló o de lo que hizo anoche. En verdad , Jess se quedó bastante sorprendido al despertar esta mañana sobre una parva de heno en el establo, conmigo en sus brazos.
- Bien, puedo imaginarme.
- El es un buen hombre, mi lady. Se disculpó por no recordar cómo yo había ido a parar allá, y me llenó de promisorias caricias antes de levantarnos. No tengo de que quejarme.
- Sondra, por favor!
- Vamos a lo que realmente importa, entonces: el problema continua siendo el mismo. Has pasado todo este tiempo coqueteando con tu prometido, pero él ha estado coqueteando con una dama que cree que no es su prometida .
Katherine se levantó , poniéndose a caminar inquietamente . Finalmente , estalló :
- Es un bandido manipulador! Y, una vez más , me tengo que casar con un hombre que no tiene corazón!
- No lo creo , mi lady.
Mirando a la criada, Kat se preguntó si esa astuta aprendiz de hechicera podía leer lo que sucedía en el alma de sir Brandon. Un poco más calmada, preguntó :
- Por qué dices eso ?
- Creo que lord Cavendish perdió el control sobre la situación y se enamoró de vos... No por lady Katherine Fitzhugh, lady de Bodian, y ni siquiera de su reservada prima, Miranda Paige. Él está enamorado vos, cualquier sea tu nombre o identidad.
Katherine se sentó nuevamente al lado de ella, tomándole una de las manos entre las suyas.
- Dime la verdad, Sondra: estás segura de eso?
- Si, mi lady. Es tan claro como que el sol que brilla allá afuera . Es sólo ver el modo en que un hombre mira a una mujer para saber si hay o no amor en el corazón de él. Y su prometido ha descubierto ahora que está atrapado entre lazos más fuertes que aquellos que sujetan a un conejo en una trampa. Él sabe que está enamorado de vos al mismo tiempo que cree que debe casarse con otra dama. Sir Brandon cayó en su propia trampa.
- Qué maravilloso, Sondra! M plan dio mucho más resultado de lo que esperaba!
Katherine se piso a reír , y el ama de llaves la acompañó en su alegría . Pero después de algunos instantes, Sondra se puso seria e indagó :
- Puedo darte un consejo?
- Vamos, sabes que si. Qué sugieres? Una poción de amor para que lord Cavendish revele su verdad ?
- Pensé en eso al principio, pero ahora creo tener una idea mejor.
- Cuál?
- Dejar que el dilema de sir Brandon siga su propio camino.
- Creo que entendí : continuo haciéndome pasar por Miranda Paige, mientras espero que sir Brandon dé el próximo paso.
- Exacto! Pero... y Miranda, mi lady? Nunca la había visto tan contenta!
- Es verdad. Déjame pensar... Vamos a hacer lo siguiente: no le contaremos a ella lo que descubriste. Si Miranda supiese que está siendo cortejada por un hombre razonablemente atractivo, inteligente sin compromiso , es capaz de intimidarse , y con eso, no aprovechar esta oportunidad de vivir un gran amor. Vamos a dejarla hacerse pasar por lady Katherine por un tiempito más y así tenderle una trampita a John Stafford hasta que él comience a cortejarla por sí mismo, y no en lugar de lord Cavendish.
- Es una buena idea.
- Sabes, tengo la impresión de que Stafford ya está enamorado de Miranda. Cuando llegue el día del solsticio de verano y a decir verdad , le proveeré una buen dote a ella. Lord Stafford no vacilará en pedirla en matrimonio, te lo apuesto.
- Y yo, mi lady? Y si yo acabo cazando a mi cazador?
- No te preocupes, vos también tendrás tu dote. Y un vestido nuevo para la ceremonia.
- Recuerda lo que te digo, mi lady: cuando llegue el momento, todo saldrá bien.
- Eso espero. Desde el fondo de mi corazón.
- Y hablando de vestidos de boda, lady. Kat, cómo quieres que sea el tuyo? No pretenderás subir al altar con ese viejo vestido azul, no ? Porque esta vez, te vas a casar por amor.
- Lo crees, Sondra? Crees que él realmente me ama?
- Si, mi lady. Dicen que el tercer casamiento es para siempre y que compensa todos los sufrimientos de los otros dos. Por eso, tu vestido será especial. Qué te parece esa tela blanca con encajes dorados que compraste en la feria de Whitsuntide para la próxima Navidad ? Es una tela muy bonita y puede ser engalanada con lazos dorados.
- No sé... Tal vez esa tela sea un poco pesada para esta época del año.
- A menos que uses pocas ropas debajo del vestido. Y tu prometido tendrá menos prendas que sacarte.
- Oh, Sondra!... Tendremos tela suficiente para confeccionar dos vestidos exactamente iguales?
- Claro que si . Puedo saber qué nueva farsa estás planeando ahora?
- Y tendremos también un tul grueso que pueda esconder mi cara si yo lo usase como velo ?
- Si, mi lady.
- Entonces esta será la travesura del día del casamiento Miranda y yo usaremos vestidos y velos iguales, para que nadie pueda distinguir quien es quien . Y sólo nos sacaremos los velos después que los votos matrimoniales hayan sido pronunciados.
- Aunque los nobles lords revelen la verdad ?
- Aún así . Miranda y yo haremos nuestros papeles hasta el final, y mi astuto, gentil y adorable lord Cavendish no sabrá con quien se casó hasta... Bien , ya te imaginas . Voy a mostrarle que puedo jugar este juego tan bien como él. Y encima salir victoriosa.
- Y Miranda?
- Ella nunca revelará nuestros disfraces, pues siempre fue y siempre será fiel a mí. Miranda va a continuar con esta farsa , lo quiera o no.
-Y lord Cavendish?
- Lord Cavendish? Esperemos que no se rinda muy pronto , pues tengo ganas de divertirme al verlo enredado en la trampa que él mismo creó.
Estirando las piernas por debajo de la mesa, Brandon intentaba concentrarse en el tablero de ajedrez delante suyo . Pero sus pensamientos estaban muy lejos de juego.
Tomó un trago de vino caliente. Tomando en cuenta las últimas doce horas, tenía que admitir que ese era uno de los peores días de su vida.
A pesar de sus honorables intenciones de actuar como un auténtico novio, las cosas habían salido mal desde el principio . Comenzando por la expresión amargada de la cara de la dulce Miranda, cuando él le había ofrecido el brazo a lady Katherine y la había conducido afuera del salón. Esa mirada de reprobación de Miranda lo iba a atormentar en la oscuridad de las noches de los próximos mil años. Y todo en nombre del honor. Pues al carajo con el honor ! Qué había ganado con el sacrificio que se había impuesto a Miranda y a sí mismo? Nada, absolutamente nada!
Brandon miró de soslayo a John y a Katherine, acomodados en el asiento debajo de la enorme ventana del gran salón. Afuera rugía una tormenta de verano, que lanzaba, inclementemente, rayo tras rayo sobre la indefensa superficie del suelo. Ruidosos truenos hacían eco en los campos extensos como disparos de cañones. La furia de la naturaleza pasaba completamente desapercibida para la pareja, entretenida en un inocente juego de cartas. Pero las risas de Katherine se hacían oír por encima del azote que las violentas gotas de lluvia daban a los vitrales de la ventana. A juzgar por el rubor en la cara de ella, John debía haberle dicho algún elogio al oído.
Esa mañana, cuando Brandon había ofrecido su ayuda para que ella montase el caballo, Katherine se había dado vuelta hacia John y le había extendido la mano para que él la ayudase a acomodarse sobre la montura. Durante el cansador paseo, ella había insistido en mantener su caballo al lado del de John, ignorando las varias veces en que él había intentado empujarla cerca de Brandon. Cuando desmontaron para admirar un campo cubierto de lúpulos maduros, había sido a John a quien ella le había pedido que la colocase en el suelo. Y John había vuelto a ayudarla a montar, a la aproximarse la hora del almuerzo. Brandon había sido ignorado como si fuese una criatura absolutamente invisible.
Y quién era Katherine, para mostrarse tan insistente en cuanto a la elección de su compañía? Una afectada y pálida muchacha que se sonreía como una tonta y que no debía tener el cerebro mas grande que el de una paloma. Cuando abría la boca, lo que no era muy frecuente, hablaba como una doncella infantil y no como una mujer que ya se había casado dos veces. No era de extrañar que ella contase con la ayuda de Miranda para casi todo! Sin la firme e inteligente prima para organizar la administración del castillo, Bodian y todas sus propiedades estarían en la ruina a esa altura. Cómo Katherine sobreviviría sin la ayuda de Miranda? Era imposible de imaginar.
- Es tu turno, mi lord , ya hace un cuarto de hora. - Kat tocó el pie de él con el suyo. - Estás dormido, o meramente estás intentando encontrar una forma de salvar tu obispo?
- Perdón, señorita. - Brandon se apuró a enderezarse en la silla. - Creo que mi cabeza estaba en la luna.
- Ah...
El evitó enfrentar los ojos verdes que brillaban en desafío del otro lado de la mesa. Sabía que, si contemplase esos dos ojos chispeantes, acabaría perdiéndose en ellos... y sus buenas intenciones desaparecerían con cenizas en el viento. Necesitaba mantener el control y el honor. Ser gentil, no más que eso, con Miranda.
Brandon lanzó una mirada más a la pareja junto a la ventana. Irritante Katherine! Había rechazado terminantemente la invitación , cuando él había sugerido que jugasen ajedrez después de la cena. Encima, por poco no se había mostrado ofendida con la propuesta. Había dejado en claro que prefería la compañía de John, el idiota alegre , que solamente había sacudido los hombros y había tratado de cumplir con los deseos de ella sin perder un sólo instante.
- Por Dios y la Virgen, sir John! - Katherine no se contuvo.
- Ya perdiste tres peones y un caballo . Un peón más no hará tanta diferencia.
Sin levantar a cabeza, Brandon la miró rápidamente, dejando escapar un suspiro. Miranda estaba más atractiva que nunca, sus cabellos bañados por el brillo de las velas. Apretando los dientes, él movió su obispo una casillero en línea diagonal.
- Pero ... cómo es posible?! - Kat no escondía su sorpresa. - Dejaste tu reina completamente desprotegida para mi ataque!
- Yo...
- Pensándolo bien, no permitiré que deshagas la jugada, sir John. Quiero ganar esta partida.
El suspiró de nuevo. Ya había perdido el juego de cualquier manera. Que Miranda se quedase con su reina, su obispo y su corazón. Era un hombre condenado.
- Tengo la mente en otros asuntos - murmuró Brandon a modo de disculpa , llevando sus ojos a donde la verdadera Miranda se encontraba .
- Oh... - Kat acompañó la mirada de él. - Los vientos están soplando en otra dirección , por lo que veo . mi prima te agrada, sir John? Crees que ella será una buena esposa para sir Brandon?
- Creo que ella lo hará... - Brandon se interrumpió para tomar un trago de vino, después concluyó en un tono suspicaz: - ... un hombre rico.
-Si ? - Los labios de Katherine se curvaron en una sonrisa pícara. - Pensé que lord Cavendish era el heredero de una gran propiedad en el norte.
- Lo es - retrucó Brandon, en un impulso. - Pero la fortuna nunca es demasiado.
- Crees que a mi prima lo hará un hombre feliz? - insistió Kat, sirviendo a ambos una copa más de vino.
- No soy adivino, señorita - él escogió la sinceridad. - No tengo la menor idea sobre de cómo este matrimonio resultará. Sólo el tiempo lo dirá .
- Con permiso - dijo Katherine, quitando la toca que sujetaba sus cabellos. - Es tu turno de jugar, no ?
Cerrando los puños debajo de la mesa, Brandon clavó las uñas en las palmas de las manos. Prefería que ella mantuviese sus bellos cabellos sujetos como se esperaba de una solterona. Entonces, sus dedos no ansiarían poder enterrarse en el cabello que reflejaba la luz dorada de la iluminación.
Irritado, él se levantó bruscamente, empujando la silla hacia atrás.
- Discúlpame, señorita Miranda. Debo atender un llamado de la naturaleza.
- Pero no te demores, por favor, sir John. Tu estrategia podría escaparse de tu mente.
- Nunca temas algo así, señorita. Mi mente jamás se refresca. Es más, hasta sería más probable que entrase en ebullición.
Diciendo eso, Brandon se retiró del salón con largos pasos. Aún así , pudo oír la risa de su oponente hasta adentrarse en el largo corredor. Perdido en su pensamientos, no reparó que Montjoy se aproximaba hasta chocarse con él. El viejo criado se desequilibró pero no cayó al piso porque Brandon lo sujetó a tiempo.
- Perdón, Montjoy - se disculpó . - Estaba distraído.
- Esta pasaje es muy oscuro , mi lord - respondió el escuálido criado.
- Eso no es excusa para mi falta de atención .Se lastimó ?
- Mis articulaciones nunca estuvieron realmente bien, mi lord , y mucho menos en una noche cruel como esta. Es la cruz que debo cargar.
Brandon se cubrió la boca con la mano para ocultar una sonrisa. Los criados del castillo llamaban al pobre hombre el Melancólico Montjoy* (*Nota de traducción: Montjoy significa literalmente Monte de alegría) y, desgraciadamente, el apodo le cabía perfectamente . Cuando se convirtiese en el lord de Bodian, Brandon se ocuparía de que el taciturno administrador tuviese un retiro digno.
- Hay alguna tarea de la que pueda encargarme para ahorrarle pasos y dolor en sus articulaciones, Montjoy?
- No soy merecedor de tanta atención , mi lord . Sin embargo, si no le fuese muy inconveniente, podría informarle a mi lady que sir Fenton Scantling acaba de llegar?
- Scantling? Aquí? Ahora?
- Conoce a lord Scantling?
- Si, de la corte. Dónde está él ?
- En una de las antesalas, mi lord . Está muy sucio con barros y otros detritos del camino y...
En ese instante, el foco da conversación entre los dos hombres apareció en lo alto de la escalinata de acceso al salón principal del castillo. Mientras Scantling bajaba los sinuo-sos escalones, la larga capa que usaba, empapado por la lluvia, iba dejando una serie de pequeños charcos por donde él pasaba.
- Ah! Ahí estás, viejo amargo ! - Scantling se encaminó hacia Montjoy. -Por qué mierda me dejaste esperando en esa sala mas fría que la teta de una bruja!
- Pensaba avisarle a su tía que...
- Yo le diré a mi tía lo que ella necesita saber. Y vos atenderás mis necesidades ahora mismo: un baño caliente, ropas secas, un cena decente y ...
Parándose entre los dos, Brandon encaró a su futuro sobrino. La lluvia había aplastado la boina de Fenton , dándole al muchacho la desagradable apariencia de una rata mojada.
- Se conoce a un buen amo por la manera en que él trata a sus criados, Scantling - dijo Brandon con desdén, para después volverse a Montjoy: - Prepare el cuarto del caballero, pues él se irá allá después de hablar algunas palabritas con su tía.
- Estás traspasando los límites, mi lord - se irritó Fenton, sin contar con que Brandon fuese a agarrarlo por el brazo y estamparlo contra la pared . - Mi ... mi tía sabe de tus modales rudos, casi groseros?
- Debería arrancar tu lengua mentirosa y lanzarla a los perros, gusano vividor ! Por qué me dijiste que tu tía era una vieja bruja? - Brandon se apartó un poco, permitiendo que Fenton tuviese visión del salón iluminado al final del corredor. - Mira por vos mismo, cretino! Esa bella mujer te parece vieja o bruja?
- No , parece una insinuante libertina, con todo ese cabello suelto alrededor de su rostro y cayendo en sus hombros - provocó Scantling, estrechando los ojos.
A punto de defender a su prometida de la calumnia lanzada por Fenton, Brandon se detuvo súbitamente . Entonces miró nuevamente al salón. Katherine y John todavía jugaban a las cartas; aunque ella estaba un poco más inclinada en dirección de Stafford, sus cabellos estaban perfectamente recogidos en una trenza alrededor de la cabeza. Por otro lado, Miranda permanecía sentada a la mesa con el tablero de ajedrez y, con los ojos cerrados, pasaba sus dedos perezosamente por entre sus largos cabellos castaños.
- No puedo imaginar por qué tía Kat está usando un vestido de Miranda - continuó Scantling con una sonrisa sonsa. - Tal vez esté queriendo hacerte creer que es una pobre viuda. Oye mi consejo, mi lord : mi tía es una mujer maliciosa y astuta.
- Tu tía está muy bien con el vestido de su prima - retrucó Brandon, los labios secos y una vena pulsando peligrosamente en la sien. - El vestido le cae a la perfección, Y fui yo quien le pidió que lo usase para mí.
- Entonces me parece que estás como un tonto enamorado, mi lord - desdeñó Fenton. - Y no puedes reconocer la verdadera naturaleza de mi tía.
- Es la primera vez que dices una verdad , Scantling, Voy a desenmascarar esa naturaleza antes del casamiento. - Brandon miró a Miranda... o mejor dicho , a Katherine. - Te doy mi palabra.
- Vas a llevar a una gata salvaje a tu cama? - se burló Fenton nuevamente.
- Cuidado con tu lengua, Scantling, pues los perros andan hambrientos. - Agarrándolo por el cuello, Brandon volvió a apoyarlo contra la pared . - Ahora ve a tu cuarto, pues tu cara de rata me lastima los ojos. Yo le avisaré a mi lady de tu llegada, apuesto a que ella se pondrá muy contenta con la noticia.
El entonces soltó a Fenton, quien trató de desaparecer de allí como si Brandon portase una enfermedad altamente contagiosa. Sin una palabra más al caballero o a Montjoy, el sobrino de Katherine disparó por la escalinata rumbo a sus aposentos. Tod Wormsley, su criado corrió detrás de él con un gran bolso debajo de cada brazo.
Al darse cuenta que Montjoy tenía intención de encaminarse a la cocina, Brandon lo detuvo:
- Quiero hablar una palabra con usted .
- Si ... si, mi lord ?
- Montjoy, sé que usted es un hombre honesto.
- Dios es testigo de eso, mi lord .
-Estoy seguro que para usted la falsedad y la mentira, para usted, son enemigos mortales. O no?
- Si ... si... mi lord .
Brandon pasó el brazo alrededor de los caídos hombros del viejo , incitándolo:
- Dígame la verdad, Montjoy, ya que Dios está en el cielo como testigo de su honestidad : su ama es esa que usa un sencillo vestido verde, sin e tocado sujetándole los cabellos... La dama que me está ganando en el juego de ajedrez ... Es ella lady Katherine Fitzhugh?
- Si, mi lord . Desea algo más ?
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