CAPITULO 20
Un caballero alto, rubio, se destacó del grupo de visitantes y fue rumbo a la cuesta de la colina. A pesar de los sentimientos ambivalentes provocados por la llegada de su familia a Bodian, Brandon dio una sonrisa amplia al ver a su hermano menor cabalgando en su dirección .
- Buen día, Brandon! - gritó Guy Cavendish. - Vinimos a ser testigos de un hecho inédito sobre la faz de la Tierra: vos en el altar... como el novio!
- Oh, Dios no me hagas esto ... - murmuró Brandon para sí mismo.
Cuando el enorme caballo gris de Guy se apostó al lado de Windchaser, el muchacho extendió la mano y apretó el brazo de su hermano con indisimulable afecto, preguntando:
- Cómo supiste que estábamos aquí? Mamá quería darte una sorpresa.
Brandon se vio obligado a sonreír nuevamente antes de afirmar:
- Créeme o no, nunca estuve más sorprendido en toda a vida, hermanito . Hace cuanto tiempo que están en camino?
- Desde la llegada de la carta del rey, comunicándonos tu casamiento. comenzamos a preparar el equipaje ese mismo día y... acá estamos , con tiempo de sobra hasta la celebración!
John se unió a los hermanos, dando un buena y sonora palmada en la espalda de Guy.
- Cómo estás , Arcángel? Sos bienvenido a la locura que impera en estas tierras actualmente!
Guy arrugó la nariz al ser llamado por su apodo, haciendo que su hermano se riese ante su expresión contrariada. Apenas once meses más joven que Brandon, él poseía las facciones tan delicadas y perfectas, que los amigos e incluso ciertas damas no vacilaban en definirlo como un auténtico ángel. Ahora no tenía modo de librarse de ese detestable apodo.
- Veo que esa locura estuvo metiéndose hasta con tu propio semblante, John el Llorón - contestó Guy, apretando la mano del amigo. - Me parece que estás más malvado y protestón que nunca.
- Pues anda sabiendo que tienes toda la razón, hermanito - intervino Brandon, levantando una ceja en dirección a Stafford. - John se robó el corazón de una dama.
- Y qué hay de nuevo en eso? - provocó Guy.
- La novedad es que esta vez la pasión va para largo - aclaró Brandon. - Nuestro amigo aquí presente pretende atarse con los lazos legales del matrimonio.
- Es verdad ? - Guy estalló en una carcajada cuando John asintió con la cabeza. - Entonces realmente no hay otra explicación: existe una cierta locura rondando las tierras del sur. No sé cual de las dos bodas me asombra más, la de Brandon o la de Stafford.
Girando sus caballos, los tres bajaron la loma en dirección a los carruajes. Antes de acercarse a los vehículos, Guy bajó el tono de voz y advirtió a su hermano:
- Tienes que estar preparado, Brandon. Mamá trajo a los niños.
Brandon sintió su corazón martillarle las costillas. Sin ver a LaBelle y a Francis desde Pascua, tres meses atrás, ansiaba mucho poder abrazarlos otra vez. Por otro lado, no le había contado a Katherine a respecto a sus hijos, lo que lo dejaba un tanto receloso. Oh, parecía que esa tarde sería un poco tormentosa en el castillo de Bodian...
Una niña bonita y vivaz, con rubias trenzas, saltó de uno de los carruajes y extendió los brazos en dirección a él.
- Papá ! Déjame cabalgar con vos! Oh, pobre Windy, sus pelos están todos erizados! Papá , aquí!
Brandon sonrió mientras guiaba su caballo junto al carruaje. Curvándose, tomó a su hija de nueve años en brazos y la colocó en la montura. Los besos de mariposa de Belle le cubrieron las mejillas. Ella exhalaba un delicioso perfume de sol y lavanda.
- Cómo creciste, Belle! Un poco mas y no tendré fuerzas para cargarte!
- Eso parece! - Belle se acomodó sobre la montura, inclinándose para acariciar el cuello del garañón. - Hola, Windy! Estás contento de verme?
El bello caballo empinó las orejas, como si reconociese la voz de la niña. Levantando la mirada encima de la cabeza de su hija, Brandon se encontró con los ojos azules de su madre. La saludó cariñosamente:
- Sé bienvenida, mamá. Veo que viniste a presenciar mi ahorcamiento.
Lady Alicia Cavendish le devolvió una sonrisa. conociendo a su hijo como a sí misma, comentó :
- Estás con una buena apariencia, Brandon, pero me parece que poco cómodo. Eso es señal que todavía no hablaste a tu prometida respecto a los niños?
El se inclinó sobre el interior del carruaje, besando el rostro de su madre con reverencia. Lady Alicia tenía casi cincuenta años de edad, pero su espíritu parecía más joven que el de una mujer recién salida de la adolescencia.
Brandon murmuró :
- Las cosas han andado medio... complicadas últimamente.
- Bonjour, mon beau-frère! - Lady Celeste Cavendish, la irrefrenable esposa francesa de Guy, levantó el rostro hacia él. - No me gano un beso yo también? O será que estoy demasiado gorda para tu gusto?
- Tu opulencia promete amor y buena suerte a mi hermano - retrucó Brandon, los ojos brillando a su graciosa y menuda cuñada. - Pero no sé si debo besar a una mujer casada... y embarazada !
- Canalla! - respondió Celeste. - Apuesto a que ya hiciste eso varias veces, no, querido ?
- Me conoces demasiado bien - dijo él, besándola respetuosamente. -Me sorprende saber que Guy te dejó hacer una viaje tan largo . Para cuándo es el bebé?
- Ah, Guy nunca podría sujetarme! - Celeste respondió . - Y el bebé no debe llegar antes del otoño.... Además, planeo bailar hasta la madrugada en las celebraciones de tu casamiento, beau-frère. Yn el pequeño Francis aquí ya aceptó ser mi acompañante.
Diciendo eso, Celeste pasó el brazo alrededor de los hombros de un serio niño de nueve años de edad, también rubio y de ojos azules. haciendo una leve reverencia en el exiguo espacio del carruaje, él respondió:
- Avec plaisir. - Francis miró a Brandon, después explicó : - Será un placer.
- Muy bien - Brandon lo felicitó . -Me alegra ver que tu acento francés está mejorando mucho.
- Estoy feliz de verte nuevamente, sir - respondió o muchacho, satisfecho con la aprobación de Brandon.
El tenía unas ganas desesperadas de llamar a Francis "mi hijo", pero, a pesar de la semejanza física que había heredado de los Cavendish, el muchachito no tenía la menor idea sobre ese parentesco. Todo lo que Francis sabía era que había sido mandado por sus padres a los cuidados de Brandon, para estudiar las funciones y habilidades de un paje; después, cuando fuese mayor, aprendería los deberes de un caballero al servir como escudero de él. Brandon no contuvo un suspiro. Tal vez Katherine lograse lo que lady Alicia y Celeste no habían podido lograr en los últimos quince meses: hacer de Francis un niño feliz, completamente cómodo y relajado en su propio hogar.
- A vos también te gustaría cabalgar a Windchaser? - preguntó Brandon a su hijo.
- Francis está demasiado grande y pesado - objetó Belle. - A Windy no le va a gustar eso.
Belle no había aceptado muy bien la llegada de Francis a Wolf Hall. Desde entonces, venía confundiendo al niño con sus actitudes contradictorias: en un momento, lo trataba con cuidados y atenciones como si lo adorase; y al momento siguiente, criticaba todo y cualquier cosa que él hiciese como si lo odiase.
Brandon dio un leve pellizco a la mejilla de ella, contemporizando:
- Windchaser tiene un lomo ancho y fuerte, puede cargar el peso de Francis sin el menor problema. Y si vos estuvieses realmente preocupada por mi pobre caballo, ya habrías vuelto al carruaje.
- Está bien - concordó Belle suspirando. - Puede venir con nosotros , Francis. Pero ten cuidado de no patear Windy.
Extendiendo la mano hacia el muchacho, Brandon lo levantó y lo acomodó detrás de si. Después, comentó :
- Vos también creciste un montón, Francis.
- él le ha dado bastante trabajo al zapatero de nuestra aldea desde la primavera - dijo lady Alicia, sonriéndole a su nieto.
- Son zapatos nuevos para tu casamiento, sir - agregó Francis, orgulloso, levantando los pies para que Brandon viese su nuevo par zapatos.
- Los pies de él parecen dos canoas ! - ironizó Belle, arrojando sus trenzas a la espalda . - Y yo tengo un vestido nuevo, sabías?
- Y de qué color es ese vestido? - indagó Brandon, feliz con la compañía de sus hijos.
- Azul, para combinar con mis ojos! - Belle le lanzó una mirada sobre el hombro, después prosiguió:
- No sé por qué tienes que casarse , papá . Qué vas a hacer con una esposa?
Guy y John, así como algunos soldados de los Cavendish, comenzaron a reírse ante la inocente pregunta. Después de lanzar una mirada reprobadora en dirección a su hermano, Brandon intentó explicar:
- Lady Katherine será una mamá para vos, mi querida.
- Y para qué preciso una madre? - insistió Belle. - Ya tengo a la abuela y a la tía Celeste para que me estén diciendo a cada instante qué hacer y cómo debo comportarme. No quiero una dama más para darme órdenes!
Sir Thomas entró en escena finalmente. llevando su caballo junto a Windchaser, el viejo lord reprendió a su nieta:
- Tu padre va a casarse porque yo así lo decidí.
- Ah... - La niña se quedó pensativa por algunos instantes, después respondió: - Si vos lo queres así, abuelo, entonces creo que está bien.
- Pareces estar muy bien, Brandon - le dijo sir Thomas a su hijo, examinándolo de las botas al yelmo. - Cómo ha sido el cortejo ? Es por causa del cortejo que usas traje de combate?
- Buen día, papá . - Brandon inclinó la cabeza en una reverencia al lord .
Sir Thomas parecía fuerte y bien dispuesto como siempre, a pesar de su edad avanzada. Lady Alicia acostumbraba a decir que su marido sólo moriría feliz si se cayese sin vida sobre la montura durante la caza de algún animal feroz en la profundidad de un bosque. Brandon creía que ella tenía razón : era imposible imaginar a sir Thomas Cavendish agonizando como cualquier viejo en su lecho de muerte.
En voz alta, él comentó :
- Estábamos preparándonos para cazar cuando oímos tu cuerno.
- Cazar ? - Sir Thomas frunció las cejas canosas. - Nada como una buena caza por la mañana. hace bien a la sangre. Pero qué animal planean capturar con esas vestimentas de guerra?
- Un perro rabioso - respondió John.
- Un jabalí salvaje - dijo Brandon, al mismo tiempo.
- Creo que están esperando encontrar los dos animales , por lo visto - observó sir Thomas, mirando a uno y al otro. - Si se tratase de un oso, entonces diría que es una buena idea. Pero , hay osos por estos lugares?
- Thomas! - lo reprendió lady Alicia. - Vamos a conocer a la prometida de nuestro hijo primero, antes que vos arrastres a los muchachos al bosque y sólo vuelvas al finalizar el día.
- Por supuesto, querida. - Sir Thomas enroscó una punta del bigote gr, entonces se volvió hacia los hombres esparcidos entre los carruajes: - No se queden ahí sentados haciendo nada ! Vamos a Bodian!
Tirando as riendas de Windchaser, Brandon fue rumbo a la loma en vez de unirse al grupo en camino. Era más aconsejable tomar el atajo y llegar al castillo antes que los visitantes para avisarle a Katherine... y presentarles a los niños.
Mientras trotaban , una flecha fue disparada por entre los árboles. Con un agudo grito de dolor, Francis se cayó del caballo.
Para Brandon fue como si todo se hubiese congelado a su alrededor. Pero a continuación los eventos se sucedieron a una velocidad inimaginable : él detuvo a Windchaser, desmontó y, llevando Belle consigo, se lanzó al suelo .
- Papá ! Me estás lastimando! - protestó la niña, intentando librarse del peso de él.
- Quédate quietita! Alguien está disparando flechas contra nosotros.
Una segunda flecha pasó silbando a centímetros encima de la cabeza de Brandon. Dándose vuelta hacia su hijo, vio que Francis estaba fuera de su alcance, caído en el pasto con los ojos cerrados.
Era Scantling, no cabía duda! Y la herida que el maldito le había provocado a su hijo hizo que la sangre de Brandon ardiese en sus venas. Iba a matar a ese criminal , ah, con qué placer lo haría! Iba a matarlo con sus propias manos, arrancarle hasta la última gota da sangre de vida! Pero ahora necesitaba proteger a los niños de la saña de ese asesino .
Levantando un poco la cabeza, lanzó su grito de guerra. Después, murmuró al oído de su hija:
- Tenemos que socorrer a Francis. Cuando yo me mueva, vos harás lo mismo por debajo mi cuerpo, está bien?
- Si, Papá ! Francis murió?
- Creo que no, Belle. Pero debemos ayudarlo .Lista? Ahora!
Con un brazo alrededor del cuerpo de la nena, se levantó centímetros por encima del suelo y se arrastró hasta Francis. Belle hizo su parte como había sido instruída y, una fracción de segundo después, una tercera flecha se clavó en el lugar que habían acabado de dejar. Pedazo de hijo de puta! Scantling tenía una puntería perfecta.
Protegiendo a sus hijos con su cuerpo, Brandon gritó otra vez pidiendo socorro.
Sus llamados tuvieron como respuesta una fuerte y tormentosa llamado a las armas. Él no recordaba la última vez que había oído el bramido de su padre en el campo de batalla, pero la voz del conde de Thornbury le llegó al oído como un aliento. Guy y John se aproximaron a él en instantes.
Poniéndose de pie con un movimiento ligero, Brandon señaló a un grupo de árboles, gritando:
- En el bosque, a la derecha! Y tengan cuidado, pues el desgraciado es muy bueno en el manejo del arco!
Los dos se internaron en el laberinto formado por los gruesos troncos de los árboles centenarios, seguidos por sir Thomas y la fuerza constituida por la combinación de soldados.
Brandon se arrodilló al lado de su hijo. La flecha se había clavado en el brazo de Francis, el punta de hierro saliendo por el lado opuesto al que había entrado. Cuando él tocó la flecha, el niño gimió y abrió los ojos.
- No te muevas, Francis. Te duele mucho?
- Si... Pero puedo aguantar, sir.
- Voy a quebrar la flecha y a retirarla, está bien?
- Está...
Brandon se sacó los guantes , colocándolos entre los dientes de Francis.
- Muerde esto, va a ayudarte a soportar el dolor. Belle, cierra los ojos.
Pero, valientemente, la niña tomó la mano sana de Francis entre las suyas u dijo:
- Si él puede aguantar el dolor, entonces yo aguanto ver. Aprieta mis manos con fuerza, Francis.
Brandon sujetó el eje de la flecha con dedos firmes.
- Listos? - le preguntó a los niños.
- Si - respondió Belle por los dos.
Apretando los dientes, él rompió la flecha y, con rapidez y agilidad, arrancó el resto del brazo de Francis. Imitando los movimientos determinados de su padre, Belle se apresuró a cubrir la hemorragia de la herida con la falda de su vestido.
- Rasga un pedazo de tela, papá , la sangre está escurriendo por mi mano! - Volviéndose a su medio hermano, ella agregó : - No te atrevas a morir ahora, Francis. Vos me debes una moneda, y la quiero de vuelta... más tarde, está bien?
El sol se reflejaba en la daga de Brandon mientras él cortaba varios pedazos de la prenda de la niña. Amarró una tira alrededor del brazo de Francis, haciendo una fuerte atadura; con el resto de la tela, limpió la sangre que ensuciaba a los dos niños.
Mark se aproximó en su caballo, trayendo a Windchaser por las riendas. Saltó rápidamente del caballo y se arrodilló junto a Francis, pasando la mano por la frente del muchacho antes de preguntar:
- Oh, Jesús, está muy mal herido?
Francis le dio una guiño de ojo a su amigo, y después explicó :
- No te hagas pis encima, fue sólo un arañazo, Mark.
Después de decir eso, el niño se desmayó.
Belle se mordió el labio . Mirando a su padre, indagó con un hilo de voz:
- él se murió?
- No , Belle - la tranquilizó Brandon, tomando a su hijo en los brazos con delicadeza. - Francis perdió mucho sangre, por eso se desmayó. Vamos a llevarlo al carruaje . Mark, coloca a Belle sobre Windchaser y condúcelos de vuelta al camino. Esta niña fue muy valiente hoy.
Belle mostró una sonrisa orgullosa, y Mark la acomodó sobre la gran montura del garañón. Con Francis en brazos, Brandon caminó con largos pasos de vuelta al lugar donde se encontraban los carruajes. Había sido culpa suya. Que su hijo lo perdonase, pues era a él, Brandon, a quien esa flecha había sido destinada. Oh, no podía imaginar como se sentiría si hubiese perdido a ese niño!
Lady Alicia dejó escapar una exclamación de horror al ver a su hijo y a su nieto. Brandon acomodó a Francis en el asiento del carruaje, mientras Celeste cubría al niño con una manta y le decía palabras de aliento en francés. Mark levantó a Belle da montura de Windchaser, entregándola a la tía.
- Qué sucedió ? - logró preguntar lady Alicia finalmente. - Quién hizo esa cosa terrible?
- Un hombre que me juró la muerte, mamá - respondió Brandon, con la garganta seca y áspera, agarrando las riendas de su garañón. - Y ahora yo voy a darle su merecido!
- Nuestros hombres ya están en el bosque - dijo lady Alicia, sujetando el brazo de él. - Y nosotros vamos a precisar de vos cuando lleguemos a Bodian. El castillo queda lejos de aquí?
- No . - Brandon sacudió a cabeza. - Queda en un valle del otro lado de la colina, a menos de un kilómetro de distancia.
- Sube al carruaje, Brandon, y quédate con tu hija - aconsejó su madre. - Ustedes dos están blancos como fantasmas.
- Pero, mamá, debo ir...
- Para que ese asesino te hiera mortalmente? No, ya basta de violencia por hoy. . Sube al carruaje y llévanos al castillo. No seas terco justamente ahora, Brandon.
El quiso protestar, pero la mirada firme de su madre lo obligó a tragarse las palabras. Dándose vuelta hacia Belle, vio que ella estaba realmente pálida y aterrorizada, aunque estuviese sentada con la espalda erecta al lado de Francis. Con un suspiro resignado, subió al carruaje y se acomodó al lado de Celeste; después, extendió los brazos a su hija.
- Ven con papá , querida. Debes ayudarnos a cuidar del bienestar de Francis.
Belle corrió al regazo de su padre. Anidándola contra su pecho , Brandon le dijo a Mark:
- Ve volando al encuentro de lady Katherine... Sabes a quién me estoy refiriendo, verdad?
El escudero asintió con a cabeza, metiendo el pie en el estribo de su caballo. Brandon continuó :
- Dile exactamente lo que sucedió . Nosotros estaremos yendo para allá.
- Si, mi lord .
Mark disparó colina arriba, los cascos de su caballo dejando una senda de polvo y pasto arrancados por el camino.
Brandon se apoyó en el lateral del carruaje y le sonrió levemente a su madre.
- Deberías estar orgullosa de los niños, mamá. Nunca vi dos muchachos tan valientes.
Lady Alicia le tocó el brazo con cariño, antes de retrucar:
- Yo siempre estuve muy orgullosa de todos mis niños.
La mañana se había iniciado a un ritmo agradable para Katherine. Ella se había ocupado de colocar por los cuartos del castillo vasos con flores silvestres para perfumar el ambiente, arreglar con Philippe los platos a ser servidos durante el banquete de casamiento, hacer las últimas pruebas de los vestidos de ella y Miranda.
Aquella dulce tranquilidad fue súbitamente quebrada por el retorno de Mark, a quien sólo le había faltado entrar a caballo al salón principal de Bodian. Jadeando, el escudero le contó que Brandon había sufrido un ataque en las inmediaciones del castillo y que la familia de él había llegado para la celebración de las bodas, trayendo un miembro herido en una de los carruajes de la comitiva.
Agarrando el broche de oro prendido a su vestido, Kat preguntó :
- Quién está herido? Brandon?
Mark sacudió a cabeza.
- No , mi lady. Es el paje de él, Francis Bardolph, que viajaba con el conde y la condesa.
Sondra soltó la aguja, preguntando:
- El muchacho está muy lastimado?
- Una flecha le atravesó el brazo. - Mark apartó una mecha de cabellos castaños de su frente. - Mi lord retiró la flecha, pero la herida sangró mucho. Y Francis sólo tiene nueve años , señorita Sondra.
- Oh, pobre pequeñito! - exclamó Miranda, cruzando las manos sobre el pecho .
- Sondra, prepara una infusión para lavar la herida del muchacho - pidió Katherine . - Vamos a acomodarlo en los aposentos al lado de los míos.
- Puedes tranquilizarte, todo estará listo en segundos - respondió el ama de llaves , cerrando su caja de costura.
- Miranda, dile a Montjoy, de la manera más amena posible, que tenemos visitas imprevistas - continuó Kat, pensando en las cuartos de la inesperada comitiva. - No quiero que nuestro administrador tenga una crisis depresiva justamente ahora.
Haciendo un gesto afirmativo con la cabeza, su prima levantó las faldas y corrió por el corredor, llamando a Montjoy y a las criadas.
Nerviosa, Kat se frotó las manos.
- Cuánto tiempo tardarán en llegar, Mark? Oh, me dijiste la verdad, no ? Mi lord está bien, verdad?
El escudero pasó la mano por sus largos rulos antes de responder:
- Ellos deben estar llegando, mi lady. Venían por el camino, mientras yo tomé el atajo por sobre a colina. Y mi lord está sano y salvo, aunque está furioso por el atentado sufrido por Francis. Él juró venganza, mi lady. Yo nunca lo vi tan desesperado.
- Oh, pobre Brandon!
- Mi lady, yo... Bie ... oh... hay ... una cosa más ..... que debería contarle, pero... eh no sé ....muy bien como.
El tono evasivo del escudero hizo que el corazón de Katherine se acelerase. A juzgar por la expresión de él, la novedad no debía ser buena.
Kat colocó su mano sobre su hombro, alentándolo:
- Vamos, Mark, habla . De qué se trata?
- Es que... hay ... Sé que mi lord planeaba contárselo con sus propias palabras, pero el tiempo pasó tan rápidamente desde que llegamos aquí eh...
-Tengo los nervios a punto de estallar, Mark! Habla de una vez por todas!
- Hay una niña en la comitiva. Su nombre es LaBelle Cavendish, mi lady. ella también tiene nueve años ... de edad y es... eh ... la hija natural de sir Brandon.
- Oh!
Brandon tenía una hija! Katherine se dejó caer en el sofá bajo la ventana con un ruido seco. Mark corrió arrodillarse al lado de ella.
- Mi lady?
Ela se obligó a mantener el control, tragando en seco.
- Hiciste bien en contarme eso, Mark.
- De verdad, mi lady? Sé que no es asunto mío, pero... Pero cuando ustedla viese, iba a notar de inmediato la semejanza. Pensé que debería estar preparada para eso.
- Hiciste bien, Mark. Te estoy agradecida.
- Sir Brandon traía a los dos niños en su caballo cuando fue atacado. La flecha que alcanzó Francis estaba destinada a él.
- Oh, mi Dios!... bien, Gracias por decirme la verdad. Eso va a ayudarme a entender... más tarde pensaré en esto . Creo que...
Un grito en el patio la interrumpió. Levantándose de un salto para mirar por la ventana, Katherine vio dos carruajes cruzar los portones.
Sujetando las faldas, corrió en dirección a la escalinata de acceso al castillo, lo que hizo que Mark corriese detrás suyo . Ella podía entender que Brandon tuviese sus motivos para no revelarle la existencia de su hija, pero ... ese asunto podía esperar. Ahora lo más importante era cuidar del joven paje herido e intentar aliviar un poco la angustia que debía estar atormentando el corazón de su prometido. Sus propios sentimientos quedarían para más tarde.
Cuando Kat llegó al patio, el ya había retirado a Francis del carruaje. La criatura yacía como muerta en sus brazos firmes. Y la expresión que Brandon tenía en la cara era impresionantemente desalentadora.
- Mark ya te contó? - él preguntó.
- Si, Mark me dijo varias cosas - respondió ella, tocándole la manga de la camisa. - Lleva al muchachito arriba, al dormitorio al lado del mío. Estaré allá cuando haya saludado a tu madre.
- Kat, yo...
- Conversaremos después, Brandon. Por el momento, debemos cuidar de tu paje.
El llevó al niño junto a su pecho, murmurando:
- Francis también es mi hijo.
Katherine se paralizó . Sin mirarla , Brandon continuó subiendo la escalinata rumbo al interior del castillo.
Qué Dios la ayudase! Cuántos hijos más ese hombre le estaría escondiendo?
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