jueves, 29 de enero de 2009

LA APUESTA - CAPITULO 22

CAPITULO 22


La vieja Maggie corrió como pudo hacia el fondo de la cabaña. Volvió en seguida con una daga, que depositó en la mano de Birdi, y unas agujas de hueso, que le entregó a Beth.
- Ayúdame a dar vuelta la mesa, rápido!
Birdi obedeció de. Comenzaban a acomodarse detrás de la madera cuando la puerta se abrió de una patada y oyeron el grito de un hombre:
- La hechicera! Atrápenla!
Birdi empuñó la daga delante de sí, pero tuvo su muñeca inmovilizada por una mano callosa que la apretó hasta que ella soltó el arma. Gritando su desesperación, Birdi se vio arrastrada hacia afuera de la cabaña por el capitán de los Macarthur. No habían dado tres pasos en medio del caos, cuando él soltó un gruñido y arqueó su cuerpo. Beth había logrado clavarle las agujas en la espalda del hombre. Tambaleando, él lanzó un golpe con el brazo izquierdo, en la tentativa de golpearla, pero Birdi lo empujó hacia el lado opuesto, tirándolo al suelo. En el instante siguiente, él la soltaba y rodaba sobre la tierra .
- Corre , Birdi! - oyó a Beth gritar.
En medio de una lucha feroz, Angus giró su rostro justo a tiempo de ver a Birdi pegada a la pared de la cabaña, sus ojos claros en estado shock ante hombre muerto a sus pies .
- Corre! - él gritó también, al mismo tiempo en peleaba con la espada, asestándole un golpe a más a Macarthur. Antes que su oponente reuniese fuerzas para atacar de nuevo, otro hombre se aproximó a Angus, para ser inmediatamente alcanzado en el pecho con un golpe rápido y fatal. A la derecha, Duncan hacía lo mismo con otro enemigo. Fue en ese momento que un tropel resonó sobre el puente, encima de ellos. El grito de guerra de los MacKay llenó el aire. Ian! Gracias a Dios!
Con un extraño movimiento, Macarthur asestó un nuevo golpe con la mano izquierda, y Angus lo esquivó una vez más. Aun con un brazo menos , Macarthur manejaba el arma con sorprendente destreza.
Pero no lo suficiente para vencerlo. sujetando la espada con ambas manos, Angus la levantó y le dio un golpe violento. Macarthur se defendió, tambaleando. De repente, algo extraño se movió dentro del campo de visión de Angus, al mismo tiempo que Beth soltaba un grito. Temiendo que otro Macarthur hubiese atrapado a Birdi, él giró su rostro por un segundo, a tiempo de ver , horrorizado, que un lobo la arrastraba por el brazo hacia atrás de la cabaña.
Angus abrió la boca para gritar, pero algo lo golpeó. Miró hacia abajo , sorprendido. Algo caliente brotaba de su cuerpo . Levantó la cabeza. La sonrisa triunfante de Macarthur se unió a su frustración de no poder salir a salvar a su amada. Pero no iba a morir bajo la espada de ese canalla.
Dominado por una furia incontrolable, los brazos de Angus se levantaron una vez más y descendió su pesada espada sobre la cabeza del hombre. Al sentirla vibrar, como tantas otras veces, por el choque con el cráneo del enemigo, soltó el arma y cayó de rodillas, sus manos aferraron su pecho . Ignorando la sangre que corría entre sus dedos, Angus sólo tuvo ojos para ver a Birdi siendo arrastrada por un lobo salvaje.
- Birdi! - Angus susurró. Y no vio más nada.
Escondida en medio de la densa vegetación detrás de la cabaña, con la enorme cabeza del Lobo apoyada en su pecho , Birdi rezó por la seguridad de Angus y de todos aquellos a quienes había aprendido a amar.
Los Macarthur habían venido por ella, y ahora gente inocente estaba muriendo y gritando por socorro. No se perdonaría jamás por eso .
El Lobo se puso a aullar. En seguida, comenzó a empujarla por la falda, y sólo entonces Birdi se dio cuenta de que los sonidos de la batalla habían cesado. En medio de un silencio mortal, alguien la llamó por su nombre.
Limpiándose las lágrimas con una mano y sujetando al Lobo con la otra, ella enderezó su cuerpo. Quién seria? Alguno de los Macarthur?
- Birdi!
Esa vez la voz no le dejó dudas. Duncan! Pero, dónde estaba Angus?
Tanteando la pared , Birdi dio rodeó la cabaña, con Lobo a su lado.
Beth fue la primera en verla... y de gritar al ver al animal.
- No se muevan! Todos quédense donde están. Él no va a lastimarme - Birdi les avisó, antes que alguien lo hiriese, como Angus había hecho la primera vez.
El Lobo gruñó y ella lo calmó, acariciándole la cabeza.
- Todo está bien, todos son amigos. - Birdi levantó la cabeza, cuando una respiración jadeante, muy cerca de ella, llamó su atención .
- Angus?
- Duncan.
- Dónde está Angus?
__ Allí
Birdi intentó ver pero su miopía y su nerviosismo se lo impedía.
- Llévenme hacia él, por favor! Lobo, quédate aquí.
Por que no sentía las manifestaciones del don ? Qué habría sucedido? Angus estaría desmayado?
Las preguntas le martillaban la cabeza cuando Duncan, finalmente, se aproximó, con los ojos fijos en el Lobo, y la condujo llevándola por la mano hasta Angus.
- Oh, Angus, no...
Al oír la desesperación en la voz de Birdi, Angus abrió los ojos levemente .
- Sáquenla de aquí - Angus logró decir con una voz débil.
- Angus... - titubeó Beth. - Tal vez ella te pueda ayudar.
- Mierda! Sáquenla de aquí ! - repitió él. Nadie sabía qué sucedía después de una sanación, solamente Ian. Sólo él podría impedirle actuar. - Ian!
- Ian corrió a los últimos hombres de Macarthur - le informó Duncan, inclinándose sobre él. - Deja que Birdi te ayude. Ella te ama .
- Por eso mismo debes... sacarla de aquí.
La oscuridad descendió sobre Angus y, en ese exacto instante, deseó poder decirle a Birdi cuanto la amaba, o al menos mirar sus bellos ojos una vez más antes de morir.
Birdi sintió un estremecimiento y un intenso calor brotar de las plantas de sus pés. El don ! Angus la necesitaba .
Con el corazón acelerado, Birdi le pidió a Duncan y a Beth que se apartase. Empujó al Lobo, quien se había apostado a su lado como un centinela, y plantó sus manos y sus pies firmemente sobre la tierra .
- Sólo por vos, mi amado Angus, yo daría mi propia vida. - Birdi se inclinó sobre él, aproximando sus labios a su oído. - Confía en mí.
Colocó ambas manos sobre la herida abierta y cerró los ojos.
- Gran Madre, soy Birdi, tu hija. una vez más te imploro... Socorre a este hombre a quien amo! Por favor! Te lo imploro, Grande Diosa!
Por interminables minutos, el cántico no pareció tener efecto. Mucho tiempo pasó hasta que Birdi sintió un hormigueo en sus pies y un calor subir por sus piernas. Lágrimas de agradecimiento rodaron por su cara pálida . En poco tiempo , Angus estaría curado.
Ya no temblaba más. Abrió los ojos y miró el rostro de su amado por última vez. Consciente de lo que vería a continuación, ella pronunció la plegaria
- Yo , Birdi, tomo para mí esta herida, para que este hombre que amo pueda vivir.
Una extraña calma la invadió . El bebé también padecería, pero ese hecho ya no le parecía un castigo, sino una bendición.
Nadie merecía sufrir más de lo que ella ya había sufrido en esa vida. Mucho menos su hijo.
Un dolor lacerante pareció partirla al medio, y Birdi cayó en seguida, entre gritos de terror. Unos brazos fuertes la sostuvieron y , en un último relampagueo de consciencia, ella supo que era Duncan.
- Dile a Angus que lo amo...
-
Reticentemente, Angus soltó la mano de Birdi, para que Duncan y uno de los remadores la cargasen escaleras arriba. Cuando entraron al enorme salón de Blackstone, vio a Beth lavándose las manos con agua caliente. Ella hizo un gesto con la cabeza en dirección a la mesa, mientras que a lo lejos el Lobo aullaba en agonía, como si él también estuviese herido.
- Colócala aquí. Ven, Maggie.
Santo Dios, cómo había sucedido todo eso? Al retornar milagrosamente de la oscuridad, Angus se había encontrado con Duncan a los gritos, Birdi desmayada en sus brazos con el vientre abierto por una herida mortal. Ahora Beth desenvolvía rollos y rollos de lino blanco .
Con las lágrimas rodando por su rostro sucio de tierra y sangre, Angus volvió a sujetar las manos frías de Birdi.
- Vas a ayudarla, verdad ? - él pidió, casi sin voz.
- Voy a hacer todo lo que pueda, Angus - le prometió Beth, comenzando a secar el borde de la horrible herida. - Maggie, necesito de toda la ayuda que puedas darme : hierbas, plegarias, o lo que sea !
La vieja , aparentemente tan azorada como todos a su alrededor , pasó a entonar un cántico.
Después de algún tiempo en el que Beth se sobresaltaba con cada aullido del Lobo, Angus se irritó;
- Alguien puede hacer que esa bestia se calle la boca , si es necesario tráiganlo para acá, pero que se calle!
- Todavía no podía creer que un lobo salvaje pudiese ser la mascota de Birdi. Y pensar que el animal los había seguido hasta allí...
Inmediatamente , Duncan ordenó a sus hombres que lo bajasen de la barcaza .
- Intenten alimentarlo. Ofrézcanle una gallina o cualquier cosa! - Se dio vuelta hacia su esposa: - Qué puedo hacer?
- No dejes que paren de hervir agua. Y más posible que Birdi se muera de una infección que por la pérdida de sangre.
Era lo que Angus temía. La sangre parecía haberse detenido, pero el aspecto de Birdi era atemorizante.
Terminada la limpieza del corte, Beth tomó una hilo de seda y una aguja.
- Sujétenla firmemente .
Angus pasó un brazo por los hombros frágiles y apoyó su frente sobre la de ella. Duncan se movió para sujetarla por las piernas.
Al ver que Birdi ni siquiera se movía con los primeros puntos, Angus entró en pánico. Jamás sabría decir como sobrevivió a la angustia de tener a la mujer amada entre a vida y la muerte, sin poder hacer nada, salvo murmurar todas las plegarias que conocía.
Después de casi una hora, Birdi había recibido cerca de treinta puntos , un unguento había sido colocado y la herida estaba cubierta por finas tiras de lino este-rilizo.
- Ahora, todo lo que podemos hacer es rezar - murmuró Beth, exhausta.
- Muchas gracias, mi lady - susurró Angus, tomando la mano inerte de Birdi. - Dios , haz que ella se recupere.
Era él quien debería estar allí, quien debería estar pasando por esa agonía. Por qué Birdi no había permitido que el destino siguiese su curso? Ahora, tal vez , nunca sabría ;a respuesta . Apenas podía sentir el pulso de ella entre los dedos.
Si Birdi sobrevivía, la llevaría de vuelta al valle, como ella le había implorado tantas y se quedaría a su lado.

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