Birdi apoyó el hombro dolorido en el respaldar alto de la silla, mirando el fuego que crepitaba en la sala envuelta en sombras. Empujó la manta sobre su cuerpo y observó a Angus tensamente , mientras él disponía el pescado y el pan delante de ellos. Hacia una hora, cuando había despertado, él le había contado que estaban en Inveraray, en la casa de un hombre llamado Argyll.
- Estás enojado conmigo? - ella preguntó, incapaz de soportar esa tensión y suspenso por más tiempo.
- No. Sólo decepcionado porque no confiaste en mí. Después de todo , le salvaste la vida a lan, por qué tendría que estar enojado ?
Birdi suspiró aliviada.
- Gracias por haber cuidado de mí... nuevamente.
Angus había pasado tres días y tres noches a su lado, mientras , como las otras veces, Birdi ardía de fiebre y deliraba. No le habían dado mayores detalles al duque, limitándose a decir que ella había sido herida en un ataque de bandoleros. El corte profundo en el hombro venía cicatrizando con una rapidez impresionante. Pronto sería una marca más en su cuerpo gracias al don de Birdi .
- De nada - Angus respondió taciturno, entregándole una jarra con vino saborizado con miel, que había calentado en la chimenea . - Pero no quiero más secretos entre nosotros , Birdi. Debes contarme toda la verdad. Y vas a prometerme que no harás nada más que pueda ponerte en riesgo.
- No soy yo quien busca el dolor o la muerte, Angus.
Cuando el don se manifestaba , no había nada que ella pudiese hacer.
- No voy a decir que comprendo lo que te sucede. Sólo sé que haces eso de corazón. El problema es que mucha gente puede no aceptar bien ese poder que tienes para ...
- Curar? - completó Birdi.
- Eso mismo.
No era ninguna sorpresa. Los Macarthur le temían, por qué no iban a temerle los otros?
- Y ahora?
Angus se arrodilló al lado de ella y le tomó la mano. Birdi suspiró. Le gustaba cuando él hacía eso. Se sentía segura.
- Voy a llevarte al castillo de Blackstone.
Ella sintió un aprieto en el pecho .
- Pero ... por qué ?
- Con mi gente , estarás a salvo. Nunca más vas a estar sola.
Birdi tragó el nudo de su garganta. Angus no hablaba de quedarse junto a ella. .. Sólo se sentía en la obligación de protegerla.
Tan triste como el día en que había sido obligada a dejar al pequeño Angus con Kelsea, Birdi retorció sus manos sobre su regazo .
- No comprendes, Angus? Tu clan me va a rechazar, exactamente como el clan de los Macarthur!
El sujetó su rostro.
- No, Birdi, eso no va a pasar . Porque yo voy a enseñarte todo lo que debes saber para convertirte en una mas del clan .
- Pero, lo de mis ojos?
- Qué pasa con tus ojos? - Angus frunció la frente .
- Las personas saben lo que soy con sólo ver el color de mis ojos.
Él sonrió .
- Tus ojos son únicos, Birdi. Confieso que mi corazón casi se paró cuando los vi por primera vez.
Ella sacudió la cabeza , incrédula y feliz al mismo tiempo.
- Pregúntale a lan, entonces. Confías en él o no ? lan te va a confirmar lo que te estoy diciendo.
Birdi estudió ese rostro tan querido, sus ojos tan azules y gentiles. Aún así , no creyó en lo que Angus decía.
- Qué necesito aprender?
- Esa es mi muchacha. - él le besó la punta de la nariz luego se levantó, pensativamente. - Primero, debes aprender a actuar como una dama. Pues estaremos en la casa de un duque... Después puedo enseñarte algunas plegarias.
Angus hablaba y gesticulaba animado delante de ella, pero Birdi sabía que no debía engañarse con ese entusiasmo. La única mujer que él amaba era la tal María.
Sentado a la izquierda del conde Argyll, delante de la inmensa chimenea encendida, lan sorbió el whisky. Divertido, observó al hijo del duque con una espada de madera, atormentando a los guardias y un par de perros grises que lo contemplaban resignados.
Cerca de allí, las mujeres bordaban. Mientras trabajaba, una de ellas levantó sus brillantes ojos verdes en dirección a él. lan parpadeó , y ella bajó la cabeza, disimulando una sonrisa. Ah, las vírgenes... adorables para ser contempladas, mas imposibles de ser tocadas.
- La mujer de MacDougall es muy callada ,verdad ? - comentó Argyll. - Y qué nombre extraño... Birdi.
- Es el apellido - mintió lan. - Y , si, ella es un poco... tímida. Cuando se sienta mejor, va a salir del cuarto.
A pesar del evidente malestar de Angus, lan los había presentado como marido e mujer.
- A qué clan pertenece ella ?
Y ahora? Argyll mostraba interés en saber que alianza de clanes se había formado con ese matrimonio.
lan fingió bostezar, como si el asunto fuese de poca relevancia.
- Parece que el padre de ella era... el jefe de un pequeño clan en la Baja Escocia. Murió hace algún tiempo. Por eso Birdi no tenía dote. El vestido fue un regalo de los MacDougall. Creo que nuestro amigo se casó más por cuestión del corazón. Pero no se puede culparlo... Basta con mirar a la joven lady MacDougall.
- Sin duda - Argyll concordó inmediatamente . - Es una mujer mu bella. Pero no hay que ser tonto como su amigo. Recuerde mis palabras: la belleza no pone el pan la mesa de todos los día... ni ayuda incrementar o defender las propiedades.
- Cuando me llegué el momento, seguiré su consejo - aseguró lan, aliviado porque, aparentemente, había zafado del interrogatorio. Indisponerse con el duque sería un desastre para todos.
Macarthur soltó una palabrota . Sus mejores espadachines estaban muertos?
- No es posible! - Macarthur estalló, delante del hombre que él había enviado para descubrir el motivo de la demora en traer a la hechicera de vuelta.
- Lo siento mucho , mi lord. - El mensajero lanzó una mirada rá-pida a Mary Macarthur quien, embarazada, lloraba copiosamente al lado de la chimenea. - Fueron decapitados - agregó el mensajero en voz baja. - Yo los enterré y traje los caballos y sus espadas para las respectivas familias.
Macarthur ni siquiera prestó atención a los detalles.
- Y en cuanto a MacDougall y la hechicera?
- Sé que fueron hacia algún lugar por el oeste, mi lord. Encontré a Fegan y a Robbie a una hora de Cairndow.
Sin duda, ellos iban hacia el castillo de Blackstone, en Drasmoor.
- Apronta las armas. Quiero a cualquier hombre de mas de quince años armado y listo para cabalgar al amanecer.
Antes de la próxima luna llena, tendría la cabeza de Angus MacDougall en la punta de su espada.
Tan pronto el cielo más allá de la ventana comenzó a teñirse de rosa, Angus se desperezó debajo de la manta que había extendido en el piso y abrió los ojos. Birdi continuaba acostada en un costado de la enorme cama que lady Argyll había preparado para los dos, su rostro estaba sereno como el de una criatura. Eso era dormir con la consciencia tranquila, Angus reflexionó. Pero él no estaba tan tranquilo , qué haría con Birdalane Shame?
Ella había aprendido a rezar el Credo; no muy bien , pero al menos sabía los puntos más importantes. Pero todavía se resistía a la idea de que un Dios, masculino , y no la Diosa Tierra, había creado el mundo. Hacer que creyese en la Inmaculada Concepción y en la Resurrección de Cristo no había sido muy difícil, ya que poseía creencias similares en su propia religión . Pero hacerla comprender la crucificación de Jesús había sido una verdadera pesadilla. Birdi no concebía la idea de que un Padre Todo poderoso pudiese haber permitido que su hijo muriese de esa forma. Habían pasado la mitad de la noche discutiendo el asunto, hasta que Angus se había dado por vencido.
Lo peor era que el Duque de Argyll creía que estaban casados, información que, con certeza, llegaría a los oídos del padre John. Sin duda, él armaría un escándalo y los obligaría a casarse en la Iglesia.
Era mejor decirle adiós al castillo Donaliegh, a la apuesta y al trabajo con Duncan. Y todo porque se había dejado hechizar por esa ninfa que había visto saliendo de las aguas del lago.
Maldición ... Como la deseaba! Bastaba mirarla. Birdi no era solamente impresionantemente bella, sino graciosa, irreverente... y sensual, lo había comprobado en el breve momento de pasión que habían compartido. Angus todavía podía acordarse del sabor y la textura de su piel.
- Buen día - él murmuró, cuando los ojos de ella iluminaron todavía más la mañana.
- Buen día. - Birdi se levantó sobre un codo, exponiendo su hombro desnudo, la sabana sensualmente tapando sus pechos . - Dormiste bien?
- Dormí y punto .
- Estoy hambrienta. Habrá alguien allá abajo?
Angus se levantó para llenar una pequeña tina de agua.
- Voy a ver si consigo unas galletas de avena.
- Ah! - ella le mostró una sonrisa, exponiendo dos hoyuelos. Saltó de la cama, sujetando la sábana sobre su pecho , pero sin importarle exponer su espalda desnuda.
Angus soltó un gemido. Decididamente, Birdi sería su perdición. Ajena al efecto que causaba en Angus, Birdi se sentó , observándolo mientras él se lavaba y se afeitaba.
- Por qué haces eso ? - ella preguntó, mirando la hoja afilada con extrañeza.
- Dicen que las mujeres prefieren a los hombres afeitados.
Ella consideró esa afirmación por un instante.
- Y si ... un hombre afeitado parece más limpio. - Ella se levantó y pasó los dedos por la cara de él. - Y más suave también.
Angus necesitó controlarse para no arrojarla sobre la cama.
- Exigente, como toda dama...
- Yo soy una dama ? - Sus ojos claros brillaron.
- Claro que si.
- Entonces somos casados?
- En cierta forma.
- Y qué voy a ser cuando encontremos un pozo sagrado y deshagamos nuestra unión?
- Todavía serás una dama. Lady Shame, en vez de lady MacDougall.
- No! - Birdi corrió hasta la ventana. - No voy ser Shame*. (Nota de traducción: shame en inglés significa vergüenza)
Angus soltó la toalla con que se secaba, y frunció el ceño . Caminó hasta ella y la hizo girar tomándola por los hombros.
- Qué está diciendo, Birdi? Shame no es el nombre de tu clan?
- Yo no tengo familia, Angus. Mucho menos un clan
El la miró confundido.
- Pero cuando te pregunté el nombre de tu clan, vos dijiste "Shame".
- Fue el nombre que mi madre me dio . - Las pestañas de ella parecían todavía más largas, al estar humedecidas por las lágrimas. - “ Eres hija de la vergüenza, Birdalane. De mi vergüenza! Por eso tu apellido es Shame. Shame, vergüenza"... - ella repitió, con la voz embargada.
Fue como si Birdi le clavase una daga en el pecho de Angus. Ella secó con la punta de los dedos sus lágrimas, que ahora corrían libremente.
Pobre Birdalane. Su madre ni siquiera había tenido la decencia de darle un nombre digno. Si la mujer estuviese viva, él no la dejaría así por mucho tiempo, Angus pensó asqueado.
En el salón del castillo de Blackstone, Duncan MacDougall miró las tierras de las cuales era propietario y sonrió .
- Por qué estás sonriendo? Levantó la cabeza y se encontró con Elizabeth apoyada en su hombro. Lady Beth, para el resto do clan. Soy un hombre de suerte, él pensó . Ella era maravillosa en todos los sentidos.
- Acabo de recibir una carta de una prima mía , Kelsei Lindsey Fraiser.
-Si ? Y qué cuenta ella?
Sabiendo que su esposa no dominaba el idioma francés, idioma en el cual la carta había sido escrita, Duncan se puso a traducirla:
“Querida primo, te escribo para contarte de una increíble mujer llamada Birdalane. Es una larga historia, pero basta decir que el jefe de armas de tu marido, Angus MacDougall, está perdidamente enamorado de Birdi, y ella de él. Pero las circunstancias no son nada favorables para que ese amor florezca . Birdi es, por definirla en una sólo palabra, extraordinaria; tanto por fuera como por dentro. El problema es que ella no es una de nosotros. Al menos no alguien que haya nacido en la nobleza. Birdi me hizo un enorme favor... un favor que jamás podré retribuirle en esta vida. Es la persona mas bondadosa y generosa que hay en este mundo , y por eso es merecedora del fiel Angus. Te pido, por lo tanto, que la recibas con los brazos y el corazón abiertos.
Tu querida prima, Kelsea Lindsey Fraiser
Beth se sentó en la silla enfrente de la de su marido.
-Esto si que es una sorpresa . El plan funcionó y Angus finalmente encontró a alguien...
- Si , pero por lo visto las cosas no están funcionando muy bien , o Kelsea no habría escrito esta carta.
- Seguramente las cosas no están funcionando porque vos pusiste a Angus entre la espada y la pared , haciéndolo entrar en esa apuesta y haciéndolo sentirse en la obligación de encontrar una esposa que sea una lady apropiada para Donaliegh!
- Puede ser. A Angus le gusta honrar su propia palabra. - Duncan suspiró. - Sabes bien como lo quiero . Me Preocupaba que él estuviese tan solo.
- Si pero Angus también es muy orgulloso - completó Elizabeth.
- Es cierto. Insistí con la idea de que Angus encontrase a una verdadera dama porque, con tal de poseer Donaliegh, él sería capaz de casarse con la primera mujer que se le cruzase por el camino . El hombre muere por esas tierras.
Beth sonrió y se levantó , alisando el vestido en su estomago redondeado .
- Es Mejor que prepare un cuarto, entonces. - Beth apoyó las manos en su cintura. - Ya no puedo moverme como antes.
Duncan se levantó y enlazó a su esposa por la espalda .
- Ya te dije lo linda que estás ?
Ella se ruborizó , como siempre sucedía cuando él le decía algún elogio.
- Mentiroso. - Beth lo besó y se apartó , llevando consigo un heredero más.
Dios, la amo , pensó Duncan conmovido. Ahora apostaría a que Angus estaba viviendo ese mismo sentimiento.
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