miércoles, 21 de enero de 2009

LA APUESTA - SANDY BLAIR - CAPITULO 13

Capítulo 13


El corazón de Angus latía descompasadamente, su mente y su cuerpo estaban totalmente consumidos por el deseo que sentía por Birdi. La empujó con firmeza , contra su cuerpo , alineando su curvas suaves con la rigidez de su propio anatomía. Esa mujer había sido hecha para él; se moldeaban perfectamente para formar un solo cuerpo. Sus secretos, su compasión, sus debilidades, sus carencias ... todo de Birdilane Shame le encantaba.
Exploró su boca con abandono sensual . Cuando ella gimió, sintió cada centímetro de su ser arder en respuesta a su pasión . Birdi arqueó su cuerpo, presionándose contra él , y Angus se puso sobre ella, apoyándose en sus antebrazos. Instintivamente, Birdi movió sus caderas, y el calor y la sensualidad que causó ese movimiento lo dejó sin aliento.
Hundiendo una mano en sus cabellos sueltos, al mismo tiempo en que acariciaba su cara suave con la punta de sus dedos. Angus pasó su boca por el cuello esbelto, lamiendo la piel tibia. Para incrementar su excitación , se dio cuenta que ella se estremecía , su respiración se aceleraba con cada una de sus caricias toque y sus corazones comenzaban a latir al unísono.
Birdi se pegó más a su cuerpo . Comprendía ella lo que él podía hacerle?
Sus labios hallaron las deliciosas protuberancias debajo de la tela de la túnica . Angus recordaba sus pezones rosados... Los mismos que ahora parecían implorar por el calor de su boca.
Deslizó su mano derecha por la cintura delgada hasta encontrar un pecho, y, con un gemido, lo envolvió con su boca. Birdi lo guiaba tironeando de sus cabellos.
En ese instante, una golpe débil sonó a la distancia. Ignorándolo Angus volvió su atención al otro pecho. Lo succionó por encima de la tela, y Birdi soltó una exclamación ahogada, arqueando más cuerpo.
Angus continuó acariciándola, y ella lo enlazó con las piernas, presionando su cuerpo caliente contra el de él.
Birdi jadeaba ahora, ansiosa por algo que no entendía bien.
Pero Angus entendía. Claro, que entendía, que deseaba y que necesitaba.
Angus se incorporó para librarla de la túnica. La necesitaba desnuda.
- MacDougall, le traje la sopa! - una voz sonó desde afuera .
Angus levantó la cabeza, jadeante.
Carajo! Qué tenía el destino en contra de él? Estaba pronto hacer realidad un sueño de días... Y de consumar una unión que necesitaba romper a cualquier costo!
Maldiciéndose a sí mismo y al resto del mundo, Angus bajó la túnica y salió de encima de ella, sintiendo que corazón y las bolas le latían en la garganta . Nuevos golpes sonaron en la puerta, y él dejó escapar un suspiro de frustración.
- Parece que Fraiser está dispuesto a nos alimentar de cualquier manera!.
Gracias a Dios y a Fraiser. Ese hombre jamás sabría que lo había salvado de meterse en un problema aún peor ... y también había salvado la virtud de Birdi.
Con la cara rosada y la mirada confusa, ella le acarició el pecho .
- No quiero comer ahora.
Estuvo tentado de preguntarle qué ella quería en ese momento pero Angus se obligó a contenerse . De lo contrario, realizaría todos los deseos de ella, uno por uno, sin importar el acuerdo, ni la apuesta por Donaliegh. Cada vez que Birdi lo miraba de esa manera, sentía algo más allá de la pasión , más allá de la lujuria.
- Te entiendo... más de lo que te imaginas. Pero es mejor que dejemos que el hombre entre, antes que derribe la puerta.
Decididamente, no podrían dormir juntos en esa cama esa noche . Era mejor que él durmiese en el piso .
Birdi se levantó apoyándose sobre un codo lentamente. Miró su alrededor , confundida, y Angus se vio asumiendo la culpa.
- Estás bien?
- Medio atontada, creo.
- Los golpes sonaron de nuevo.
- Conviene que abra la puerta .
Consciente de su propia excitación, Angus agarró un almohadón y se tapó la ingle.
Fraiser, pronto golpeó nuevamente, y lo saludó con una sonrisa.
- Buenas noches! Los habría dejado dormir, pero es mejor que coman esta tarta de pescado mientras está caliente. - él se rió. - Mi Kelsea puede ser bonita, pero tiene la mejor mano para la cocina de toda Escocia .
Colocó en la mesa una cesta conteniendo un par de tartas , un pan negro y un pote de miel. Con la otra mano, colocó una jarra de cerveza.
- Si se quedan con hambre después de esto, pueden llamarme. Tengo más comida allá en la casa. - Se dio vuelta hacia Birdi: - Como está, muchacha?
Ella ensayó una sonrisa. En verdad , se sentía pésimo. Más allá del agotamiento después de la sanación de Kelsea, sentía que la piel le ardía en los lugares donde Angus la había tocado con sus manos y su boca, y sentía una contracciones en la entrepierna que no comprendía bien.
- Un poco mejor, gracias.
- Qué bien . Mi hija está muy preocupada por vos . Birdi se limitó a asentir con un gesto de su cabeza. Tenía ganas de gritarle que la alegría de su hija era la angustia de ella, pero no podía. Jamás dejaría que supiesen lo que sanar le causaba a ella.
Si todos supieran que tienes el poder de cura, la había alertado su madre cierta vez, sería una carga que vos sola no podrías cargar. Debes soportar el don en silencio y en soledad Es tu cruz.
Suspirando, incapaz de preguntar sobre el pequeño Angus. Sabía que, si lo hiciese la frágil muralla que la protegía de sus propios sentimientos se rompería, dando libertad al dolor y las emociones que llevaba dentro de sí.
Fraiser observó el fuego débil y colocó más turba. Luego se dio vuelta con una sonrisa.
- Me voy a retirar ahora. Pero, si precisasen algo, estaré a su disposición.
Cuando él partió, Birdi contuvo el aliento , preguntándose qué haría Angus a continuación. Iba a tomarla en sus brazos nuevamente?
En vez de eso, él empujó una silla, señalándole la otra silla.
Birdi se sentó, preguntándose por qué de Angus parecía tan contrariado.
En silencio, él tomó dos jarras, se sentó del otro lado de a mesa, puso la comida delante de Birdi y comenzó a comer. Todo sin tocarla, sin decir una palabra. Confundida, ella buscó tocarle la mano, pero él la retiró.
Un dolor profunda le llenó el pecho . Más fuerte de lo que jamás había sentido . Sin apetito, tragó el nudo de su garganta y posó sus manos sobre su regazo. Qué había hecho o dicho para que Angus quisiese tanto poner distancia ahora?
Sintiéndose repentinamente sin aire y temiendo ponerse a llorar , Birdi arrastró la silla y se levantó. Sin pensar que él miraba, extendió sus manos y buscó la salida.
Angus frunció el ceño .
- A dónde vas?

Angus se puso de pie . Abrió la puerta, esperando encontrarse con Birdi afuera . Pero no encontró nadie . Salió dando pasos largos, mirando a ambos lados del camino. Nada. todo lo que veía eran algunas sombras de la luna.
Dónde se había metido ella? Se estremeció por el frío que venía del lago y recordó la poca ropa que Birdi vestía y maldijo abundantemente . Ella no conocía nadie por allí, a no ser Kelsea y su padre. Era eso! Había ido ver al pequeño Angus!
Atravesó el camino en dirección a la cabaña dos Fraiser. El humo clara saliendo de la chimenea y la luz débil filtrándose por las ventanas cerradas lo tranquilizaron. Golpeó la puerta.
- MacDougall... Entre! - Fraiser sonrió . - Estábamos conversando sobre usted.
Sintiéndose un perfecto idiota por preocuparse sin ningún motivo, Angus cruzó la sala y recorrió el ambiente con los ojos. Al encontrarse sólo con Kelsea y el bebé al lado de la chimenea, sintió su corazón hundirse dentro de su pecho . Se dijo a sí mismo que debía permanecer calmo, que Birdi todavía debía estar cerca, pero se dio cuenta que sus manos comenzaban a sudar. - Birdi pasó por aquí ? El hombre frunció el ceño .
- No. No a veo desde que fui llevar la comida. Por qué?
- Mil disculpas por haberlos incomodarlos...
Sin decir nada más, se retiró y fue a la taberna . No se imaginaba por qué ella iría hasta allá, pero era el único lugar con el cual podría estar más familiarizada. Encaró la primera y la segunda puerta y se paró. El lugar todavía estaba lleno de hombres discutiendo y gritando. Y ninguna señal de Birdi. Soltando un palabrota, se abrió camino con los hombros, ignorando las protestas , con la esperanza de que ella hubiese encontrado refugio en los fondos, donde la oscuridad era todavía mayor.
Nada.
No tenía más lugares donde buscarla, y los comentarios escabrosas sobre lo que los Gunn venían haciendo en los alrededores en nada aliviaron su ansiedad.
Se dio vuelta hacia la salida y se encontró frente a frente con Ian MacKay , un viejo amigo y caballero que no veía desde que habían luchado juntos en Burgundy.
Ian lo sujetó con fuerza sus hombros.

- MacDougall, su viejo camarada de batallas! Qué diablos estás haciendo aquí en el sur?
Angus sonrió . Ian parecía no haber envejecido un sólo día. Continuaba fuerte y joven como un toro.
- Buscando a mi esposa. Parece que a perdí. Ian lanzó una carcajada, y varias cabezas se dieron vuelta para mirarlos y escucharlos.
- Me enteré que estabas buscando una...
Santo Dios, sería posible que todos en el reino chismorreasen sobre su vida privada?
- Y vos ? Qué es de tu vida? La última cosa que oí por allí es que continuas robándote los corazones - y otras cosas- de las vírgenes en las alcobas del castillo de Edimburgo.
- Y por qué no? - Ian se rió. -Pero Albany se cansó de que le robe las muchachas más bonitas y me mandó en esta maldita misión.
- Qué misión?
Ian arrojó un brazo por sobre los hombros de su amigo y se inclinó para cuchichear:
- No podemos hablar aquí.
Angus asintió discretamente. Cuestiones de política e intrigas eran cosas típicas de Ian. Cuanto más sucia la historia, mejor. Y cuanto menos se dijese en público, más seguro para todos sería.
Cuando Ian intentó guiarlo a un rincón más reservado, Angus no se movió de su lugar.
- Discúlpame , amigo, pero ahora no puedo. Debo encontrar a Birdi.
Birdi, se llama ? Yo voy con vos , por nada del mundo quiero perderme de conocer a la feliz afortunada que se casó con vos

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