sábado, 15 de mayo de 2010

ESCUELA DE ENCANTOS - CAPITULO 10 - SUSAN WIGGS

CAPITULO 10

Debo ir a donde la flota de estrellas está anclada y los jóvenes capitanes de esas estrellas brillan .

Herman Jaines Elroy Flecker, El Patriota Moribundo


_ Sabes qué es lo curioso? _ preguntó Ryan, sentado a la mesa de su cabina, mientras observaba a Journey servir el vino con habilidad.
_ Tu gusto por las corbatas colorinches ? _ arriesgó su amigo, mirando con cierta desaprobación la corbata de lazo floreada que Ryan se había puesto para la cena.
El lo ignoró, prosiguiendo:
_ Cuando estaba en la escuela, no lograba recordarme de ninguna declinación en latín , ni las tablas de multiplicar. Pero , en este barco, puedo mantener en mente cada hecho y casa número con una asombrosa claridad. Por qué crees que es así ?
_ Tal vez porque las declinaciones del latín no sirvan para nada para lidiar con estibadores deshonestos.
Ryan se acordaba claramente de las interminables horas de las clases aburridas en Albion.
_Por qué no puedo aprender algo solamente para incrementar mi conocimiento?
_Estás comenzando a hablar como tu padre.
Ryan sintió un escalofrío recorrer su espalda . Era verdad. Se acordaba de todas esas ocasiones humillantes en que había estado parado delante de Jared Calhoun, inquieto por dentro mientras su padre disertaba prolongadamente sobre el precio del tabaco en Richmond.
Si vives con la cabeza en las estrellas, como vas a mantener los pies firmemente plantados en el suelo ?, Su padre solía preguntarle en un tono severo de desaprovación.
_ No sería necesario tener los pies plantados en el suelo , si fuese al mar _ murmuró Ryan.
_ Qué dijiste ?
El negó con la cabeza.
_ Nada.

Journey colocó la tapa en la botella de cristal. El capitán anterior del Cisne de Plata había sido un hombre de excelente gusto y terribles prácticas comerciales. Cuando Abel Easterbrook había descubierto la extensión de los fraudes del hombre, había mandado a detenerlo. Habiendo dejando en el barco buena parte de sus ganancias ilícitas. Ryan había heredado alojamientos mas que confortables.
Embutido en la pared de la cabina, imperceptible por detrás de un falso panel , había un cofre de acero. Además del mismo Abel, solamente Ryan conocía la combinación de la cerradura . Cuando vendiese la carga en Río de Janeiro, recibiría el pago en libras esterlinas. Todo iba a ser guardado en el cofre, que no debería ser abierto hasta que Abel lo hiciese, cuando el Cisne de Plata regresase.
_ Me acuerdo _ dijo Journey, sacudiendo la cabeza. _ Cuando éramos chicos, solíamos subir a nuestro observatorio en las noches claras y hacer de cuenta que estábamos navegando por los océanos, guiándonos por las estrellas.
Ryan sonrió , acordándose de la casita en el árbol, tirado en el piso con las manos apoyadas debajo la cabeza, mirando el cielo. La brisa solía agitar las hojas del árbol, pero para los oídos de niño era el sonido del inmenso y profundo océano Atlántico golpeando el casco de su barco. El destino siempre había sido algo pergeñado en la imaginación de los dos. Journey y él habían construido su propio destino a partir de los sueños de la infancia, La vida perfecta era vivir en una isla, con todo lo que un niño puede querer: árboles de frutas, lagunas con agua cristalinas para nadar, otras lagunas repletas de peces para poder pescar. Nada de tareas escolares , nada de preceptores severos, o un padre desaprobador, y ni siquiera una madre sobreprotectora.
_ Algún día llegaremos a ese lugar con el que solíamos soñar? _ Ryan preguntó .
Journey tenía una expresión pensativa y distante en la cara .
_ Todavía estamos buscándolo , capitán Todavía estamos buscándolo .
Un golpe suave sonó en la puerta, y Lily entró en la cabina, seguida por Fayette. Ryan las saludó con el caballerismo sureño que le había sido inculcado hasta los huesos: una reverencia galante, una sonrisa encantadora, un gesto en dirección a la mesa.
Entonces, vio a la señorita Isadora Peabody parada con una expresión insegura en el pasillo . Una oleada de exasperación lo invadió . Si ella se sentía incómoda , era por sus propia culpa. Después de todo , ella había usado su influencia con Abel para asegurarse un puesto a bordo del barco. Y él estaba determinado a usar su posición como capitán para hacerla arrepentirse de ese acto.
_ Sos un miembro de la tripulación _ le dijo . _Es mejor que vayas a comer en el comedor con los hombres. _ Ryan comenzó a cerrar la puerta.
_Oh, Ryan, por Dios , no seas así ! _ exclamó su madre, sujetando la puerta antes que él la golpease. _ La señorita Peabody es mi invitada. No voy a dejarla comer con marineros.
_ No me importa _ murmuró Isadora. _ Si el capitán ordena que vaya a comer a otro lugar, debo obedecer.
_ Pero yo soy la madre del capitán _ declaró Lily, apartando a Ryan a un lado. _ Entra, querida, y todos celebraremos nuestra última noche antes de la partida.

Isadora no miró a Ryan mientras se adentraba en la espaciosa cabina.
El , por su parte, no tuvo el coraje de echarla. El cabello penosamente arreglado, el anticuado vestido negro, el modo en que ella apretaba los ojos por detrás de los lentes gruesos .., todo eso lo hizo sentir una especie de... una especie de qué? Enojo, si , y algo tal vez muy cercano a la compasión.
Intentaba descubrir por qué sus pensamientos insistían en volver a ella . Siempre había sido un hombre que atraía a mujeres bonitas, y la señorita Peabody definidamente no era bonita. Apreciaba el encanto femenino, y ella no era precisamente encantadora. Le gustaba una conversación fresca y relajada, y esa mujer no era ni una cosa ni la otra.
Entonces, por qué no se le salía de la cabeza?
Tal vez fuese por los secretos que ella guardaba en las profundidades de esos ojos castaños. Sin poder evitarlo , sintió intriga por saber cuales eran esos pensamientos , esperanzas y sueños.
Obviamente, no quería oír respecto a la pasión oculta y equivocada por Chad Easterbrook, pero otras cosas respecto a Isadora... quién era , qué quería, qué amaba y qué odiaba, qué podía sorprenderla, qué la divertía, qué la enfurecía...
Inmediatamente, apartó esos pensamientos. La única razón para querer conocer la intimidad de esa mujer era para poder controlarla, mantenerla en línea y lejos de sus asuntos.
La Trató con burlona cortesía.
_Nuestra primera noche a bordo del Cisne _ declaró.
_ Debemos hacer un brindis .
_ YO no tomo alcohol _ la voz de ella sonó rápida y nerviosa.
_ Entonces, te aseguro que serviremos solamente bebidas santas _ respondió él. Una mirada de advertencia de su madre le impidió proseguir.
_Tienen jugo de frutas? _ indagó Isadora.
_No, no hay jugo de frutas _ respondió Ryan, todavía sin poder contener el tono burlón. _ Recuerda , querida , esto es un viaje comercial, no un crucero de placer.
Journey y él condujeron a las damas a sus lugares en torno a la mesa estrecha. Una vez que el viaje se hubiese iniciado, comidas formales como la cena de esa noche serían raras y , por lo tanto, Ryan pretendía disfrutarla, aún con la presencia de la exasperante señorita Peabody.
Mientras Journey servía más vino de la botella de cristal, Fayette
encontró su mirada.
_ Creo que es mejor que vaya al comedor con los marineros _declaró ella, mirándolo con censura. _ No me siento a gusto con un degustador de vinos finos de nariz empinada.
Journey plantó las manos en las caderas.
_Mujer, me conoce desde pequeño. No se quede mirándome como si tuviese alguna enfermedad.
_ Tal vez la tengas, muchacho _ dijo Fayette en un tono que Ryan conocía desde su infancia. _ Estás muy arrogante .
Ese momento podría haber quedado impregnado de tensión, pero Journey soltó una risa divertida.
_ No, Señora, soy como cualquier otro hombre.
La criada apretó los labios.
_Arrogante.
_Todos los hombres lo son, Fayette _ dijo Lily. _ Hasta el último de ellos.
Ryan sabía que, cuando la noticias de la liberación de Journey habían llegado a Albion, algunos de los trabajadores de las plantaciones habían amenazado con rebelarse. La mera idea de que uno de ellos estuviese viviendo como hombre libre los inspiraba . Lily, habiendo acabado de quedar viuda en esa ocasión y a punto de partir para una temporada en Inglaterra, había tenido que postergar el viaje para calmar los ánimos y mejorar las condiciones de vida de los esclavos.
Isadora Peabody seguía la conversación y su rostro se empalidecía . Lily le cubrió la mano con la suya sobre la mesa.
_Tendrás que disculparnos , mi querida. Somos una familia y no deberíamos estar discutiendo de esta manera delante de una invitada.
_Oh, yo no soy una invitada. Soy un "miembro ocioso" de la tripulación _ declaró la señorita Peabody.
Por alguna razón, todos se rieron , y la tensión se disipó mientras Fayette llamaba a Journey aun lado y ambos subieron a cubierta .
_ El es tu asistente _ le recordó Lily a su hijo. _ No crees que deberías quedarse ?
_ Déjalos ir, mamá . Hay cosas que ellos quieren hablar a solas .
_ Ellos no se han visto hace largo tiempo. Qué puede tener Fayette que decirle ?
Ryan soltó un suspiro, sintiendo el peso de la mirada de la señorita Peabody.
_Mamá, siempre me consideré como un hermano de sangre de Journey, pero nunca viví en su piel. En cambio, Fayette, si . _ Ryan se compadecía del hombre que había sido su único amigo estable desde la infancia. Se Compadecía de Delilah, la esposa a quien Journey extrañaba tanto que a veces lloraba secretamente de noche, ahogando los sollozos, apretando los dientes. Pero cuando amanecía, él siempre enfrentaba el día con fuerzas renovadas, seriamente comprometido con el objetivo que tenían .
Si ese viaje salía bien, Journey se reuniría con Delilah y sus hijas en menos de un año. Esa era la única cosa que importaba en la vida de Ryan.
Doutor y Timothy Datty llegaron con la cena en una grande bandeja. La última comida antes del inicio de un viaje era siempre abundante .., carne asada con batatas, pan recién hecho y todavía caliente, cazuela de verduras y un buen vino tinto. La conversación giró en torno al momento en que zarparían del puerto de Boston, de la larga temporada que Lily había pasado en Europa, del fabuloso Río de Janeiro y de la tía que Ryan nunca había conocido . Para hablar más específicamente, él y su madre conversaban, mientras Isadora escuchaba con atención. La tía Rose se había casado con un próspero plantador de café, y ahora, estando viuda , vivía en una mansión tan grandiosa como un castillo medieval . Ella y Lily no se veían hacía mas de veinte años.
Después de la cena, Lily se disculpó para retirarse a su cabina a dormir. Ryan acompañó a su madre y a Isadora hasta el corredor.
Lily hizo una pausa delante de la puerta de la cabina.
_ Todavía es temprano. Ryan, por qué no llevas a la señorita Isadora a dar una vuelta por la cubierta?
Por poco él no maldijo entre dientes .
_ Una vuelta por la cubierta? _ Ryan repitió. _ Como ya te dije, no estamos en un crucero .
Isadora parpadeó rápidamente y balbuceó:
_ Yo ... creo que... _ ellas apretaba las manos nerviosamente _ Capitán Calhoun, estoy a su servicio, y sé muy bien que no tiene obligación de escoltarme por el barco.
_ Y vos no estás obligada a aceptar mi escolta. _Ryan sentía la exasperación volviendo. Notó la mirada de advertencia de su madre. _ Pero no hay ley en tierra firme o en mar que prohiba un paseo nocturno.
Ella lanzó una mirada en dirección a la escalerilla, las ganas de subir a cubierta era evidente. Esa mujer era más fácil de descifrar que una adivinanza infantil .
_No, no la hay .
Lily murmuró un buenas noches y entró en su cabina. Resignado, Ryan le ofreció el brazo a Isadora.
_Vamos?
Ella asintió con la cabeza , pero no aceptó el brazo, marchando adelante por la escalerilla que llevaba a la cubierta. La enaguas y las botas causaban ruido en el silencio de la noche. Isadora vaciló en la mitad de la escalera. Estaba demasiado oscuro para ver cual era el problema, pero de repente, Ryan oyó el sonido de algo rasgándose y una exclamación mortificada.
_ Estás bien ? _ preguntó.
_Parece que pisé el borde de mi enagua. Creo que ... oh ... que... oh, cielos!
Isadora se cayó hacia atrás , chocando con Ryan, quien , en la posición en que estaba, impidió la caída, pero fue arrojado contra la pared . Los pulmones se vaciaron de aire y , por un momento, no pudo respirar. En un acto reflejo, él había abrazado por la cintura cuando ambos habían chocado. Continuó sujetándola, sorprendido con la verdadera coraza formada por el corset de ella. Dios Santo , cómo esa mujer lograba respirar?
_Oh, por Dios ! _ exclamó Isadora, en un susurro mortificado. _ Te aplasté contra la pared .
_ Estoy bien _ le aseguró él, soltándola cuando tuvo certeza que ella había recobrado el equilibrio.
Isadora se tambaleó levemente, pero pronto se agarró a la baranda.
_Lo lamento profundamente, capitán Calhoun.
Ella era tan insegura, tan vulnerable. Y esa era la oportunidad perfecta para para Ryan descargase su rabia, para decirle que era absolutamente inadecuada para las tareas a bordo y ordenarle que dejase el barco. La señorita Peabody no estaba en condiciones de discutir en ese momento .
Pero cuando vio el modo en que ella bajaba la cabeza en derrotada, se acordó de ella en el jardín aquel día, una planta común y corriente entre las flores resplandecientes de Beacon Hill. La solterona secretamente enamorada de un heredero que, a pesar de carecer de inteligencia, debía ser codiciado por buena parte de las jóvenes de la alta sociedad. Y en ese instante Ryan se dio cuenta que, con una sola palabra, podía amargar y aplastar para siempre a Isadora.
_ Recuerda que debes levantar el borde de las faldas para sacarlas de tu camino _ él sugirió, un tanto bruscamente . _ Y , a partir de mañana, usa menos enaguas. Ah, y no te olvides de aflojar esa coraza de tu pecho .
_Cómo ?
_ La coraza. Ese maldito corset.
Viendo que ella continuaba subiendo , Ryan se mantuvo alerta, listo para atajarla en caso que se volviese a caer. Pero no fue el caso. Cuando ambos salieron a cubierta, una noche clara y brillante los saludó . La agradable brisa marítima le sopló suavemente en la cara .
_Todo está listo para que zarpemos mañana _ dijo el corpulento Gerald Craven, su cabeza calva brillando bajo las estrellas mientras se aproximaba a la escalera que conducía al comedor. _ Resolví el problema del acondicionamiento de la carga.
_Excelente, Señor Craven.
_Por lo que sé, la carga y el lastre mal distribuidos pueden causar un problema de estabilidad en el barco _ comentó Isadora después que el contramaestre bajó de la cubierta.
Ryan estaba sorprendido que ella supiese algo respecto al lastre.
_ Estuviste leyendo .
_Charles Dana. El explica por qué es tan peligroso dejar almacenar mal la carga . En mares revueltos, cualquier cosa dejada en la cubierta puede soltarse y causar daño al barco.., o lastimar a alguien de la tripulación. En la bodega , la carga suelta puede deslizarse de un lado al otro y puede desequilibrar el barco .
Cuando Isadora hablaba de la cosas que leía en los libros, se liberaba de parte de su timidez. Mientras ella se sujetaba a la baranda, Ryan pudo notar la fuerza de las manos sobre la madera , la línea recta dos hombros mientras miraba el puerto oscuro. Era evidente que quería hacer ese viaje, lo quería desesperadamente. No era necesario preguntar la razón. El sabía. Bastaba con pensar en los padres y los hermanos de Isadora y la manera en que la familia Peabody se comportaba para entender la situación de esa muchacha .
Sólo que le gustaría que ella hubiese buscado otro barco para escaparse de su realidad insoportable .

Isadora bajó los anteojos sobre su nariz e levantó la mirada al cielo.
_ Me encantan las constelaciones en otoño _ ella dijo. _ Será que el frío las pone tan claras?
_ Tal vez. Por qué usas los anteojos si siempre necesitas mirar por encima de ellos para ver? _ preguntó Ryan, sin importarle estar diciendo una impertinencia.
_Mi madre siempre temió que mi vista se hubiese debilitado de tanto leer y , por lo tanto, insistió en que los usase. Pero para ser franca, me parece que veo mejor sin los anteojos.
Ryan mordió la lengua para evitar decir algo ofensivo respecto a su madre .
_ Sólo estamos esperando la marea _ él comentó, cambiando de tema.
_Pensé que los hombres nunca iban a terminar de transportar la carga.
Creo que nunca en mi vida he visto tanto hielo junto .
_ Es oro blanco. Nuestro éxito depende de que consigamos llevarlo lo mas rápidamente posible al puerto de Río. Si el consignatario queda satisfecho y logro negociar una buena carga para traer de vuelta, este viaje dejará muy complacido al señor Easterbrook .
_ Siento curiosidad . _ Isadora se dio vuelta para mirarlo. _ Pareces estar tan ambicioso, tan determinado a ganar una fortuna con este viaje .
_ Seguramente , eso no hiere tu sensibilidad yanqui _ retrucó él. Ese viaje tenía razones mucho más complejas, y sabía exactamente lo que haría con las ganancias que dejase .
_ Oh , no. Pero debes que admitir que es infrecuente que un caballero sureño se convierta en un capitán de un barco yanqui.
Ryan todavía estaba irritado con la manera en que ella había conseguido un puesto en el barco, pero, al mismo tiempo, se sentía curioso.
_Permíteme decirte algo bastante personal?
_Puedo impedirlo?
_ No.
_ Entonces, prosigue .
_ Señorita Peabody, creo que los dos somos las ovejas negras de nuestras familias. Yo , porque me niego a acrecentar mi fortuna con el sudor de esclavos, y vos porque... _ Droga. Acabara colocando a si mismo en una situación delicada ahora.
_Porque soy la solterona fea en una familia de personas bonitas y sociables _ completó ella. _ Tienes toda la razón , capitán Calhoun _ ella agregó, comenzando a apartarse.
El le sujetó el brazo.
_ No pongas palabras en mi boca. No fue lo que quise decir.
Isadora observó la mano en su brazo por tanto tiempo que lo hizo poner incómodo y él la soltó .
_ Entiendo, Y qué quisiste decir ?
_ Simplemente que... Oh, demonios . Siempre sos tan sensible ?
_ Si . Es uno de mis grandes defectos. _ Isadora miró en dirección a la proa. Podían ver las siluetas de Journey y Fayette cerca del puente de comando, las cabezas inclinadas, parecían absortos en su conversación .
_ Están hablando de casa _ le explicó Ryan. _ Fayette puede contarle cosas que... que nadie más podría saber.
_ Por qué él querría oír noticias de un lugar donde todavía rige la esclavitud?
Ryan vaciló y , luego, concluyó que no había ningún mal en contarle .
_Porque Journey dejó una parte de su vida allá .
_ Qué quieres decir?
_Su esposa y sus hijas. Ellas pertenecen a nuestros vecinos, los Beaumont.
Isadora abrió ampliamente los ojos, pareciendo perpleja y consternada.
_ Dios ... _ ella murmuró. _ entonces, a libertad para él es un exilio.
_Fue una decisión muy difícil de tomar. _ Ryan se acordó de como había estado insomne noche tras noche, angustiado mientras el día de su partida a Harvard se $iba aproximando. _ Si yo le daba la libertad, él nunca más podría ver a su familia nuevamente. Pero si hubiese permanecido esclavo, viviría como la sombra de un hombre, atado a mí por el resto de sus días y sus hijos después de él.
La señorita Isadora Dudley Peabody se deshizo en lágrimas.
Desconcertado, Ryan metió la mano en el bolsillo y encontró un pañuelo limpio.
_Por lo que veo, tienes sentimientos fuertes en relación a la cuestión de la esclavitud, verdad ?
_ Exactamente. O creí que los tenía , pero hasta este momento nunca había entendido verdaderamente lo que esclavitud significa. Tomaste la decisión correcta. _ ella secó las lágrimas y arrugó el pañuelo en su mano. _ Lo lavaré para vos _ ella prometió
El casi sonrió, pero se contuvo . No precisaba de la aprobación de nadie, mucho menos de la admiración de esa engreída mujer de Boston. Vivían en mundos completamente diferentes. Solamente er la proximidad de la vida a bordo, causada por las circunstancias, lo que causaba esa ilusión de intimidad.
_ Creo que es mejor me retire a mi cabina _ dijo Isadora. _ Sé que no lograré dormir, pero me prometí a mí misma que lo intentaría.
Se apartó , caminando en dirección a la escalera. Los pies, confinados en las pequeñas botas de tacón , se movían inseguros por la cubierta. Las botas, decidió Ryan, tendrían que ser eliminadas. Así como ese disfraz de matrona de Beacon Hill. Las voluminosas faldas negras y enaguas, el maldito corset ;finalmente, todos los elementos de la rigidez conservadora que no se ajustaban a la vida en un barco mercante. El cabello también era un problema, ya que ella insistía en sujetar una parte en lo alto de la cabeza, dejando sueltos esos bucles gruesos sobre su frente. por lo tanto, el cabello tendría que cambiar también, Ryan decidió , junto con ese vestido y las botas de tacón .
Sonrió ante la imagen que conjuró en su mente . Lograr que la intelectual señorita Peabody andase por la cubierta como un marinero raso sería un gran desafío, sin duda.
Y a Ryan Calhoun siempre le habían gustado los desafíos.

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