domingo, 16 de mayo de 2010

ESCUELA DE ENCANTOS - CAPITULO 13 - SUSAN WIGGS

CAPITULO 13


Puedo ver que la Dama tiene un carácter dominante, pero yo no me dejaré dominar.
Jane Welsh Carlyle




_ Hay algo que pueda hacer por ustedes? - preguntó Isadora al día siguiente, entreabriendo la puerta que daba a la cabina de Lily. Dio un paso atrás mientras el fuerte olor ácido que impregnaba el lugar la alcanzaba. Lily y Fayette estaban acostadas en sus camas, inmóviles, los ojos perdidos en el vacío, los rostros , muy pálidos.
Sin esperar una respuesta, ella tomó el delantal colgado en un gancho en la pared y comenzó a trabajar. Durante los últimos años da vida de tía Button, había asumido la responsabilidad de cuidar de ella, y la experiencia de ocuparse de otro ser humano había sido gratificante. De buen grado, aceptó la tarea.
Vació los orinales que estaban debajo de las camas y arregló las mantas. Muniéndose de un fuentón con agua y pedazos de tela, bañó a las mujeres de la mejor manera posible, las ayudó a ponerse camisones limpios y retiró los usados para lavarlos. Trabajó con ganas , agradecida por tener algo que hacer. Si estuviese desocupada estallaría de rabia por culpa de Ryan Calhoun. Al menos, la actividad le permitía descargar parte de la inquietud que sentía.

Sujetando la cesta con ropas y sabanas delante suyo, se encaminó al comedor, Doutor la observó entrar.
_Oh, Hola , Señorita, en qué puedo ayudarla?
_ Me gustaría una tina de agua caliente y una barra de jabón para lavar esto, por favor.
El cocinero se quedó pensativo por un momento y , luego, sacudió la cabeza .
_Voy a poner una olla en el fuego... Pero es agua de mar. No usamos agua potable para lavar ropas.
_ Entiendo.
Poco después, Isadora estaba arrodillada delante de la tina en la cubierta principal, las mangas del vestido arremangadas mientras frotaba vigorosamente las prendas. Nunca había lavado ropa en su vida, y la tarea resultó ser más ardua de lo que le había parecido . El agua se desbordaba mojándole la ropa . Estornudaba y los ojos le ardían por el jabón. Como de costumbre, el cabello no se quedaba sujeto en lo alto de la cabeza, y dos gruesos rulos de la frente, largas mechas se soltaban, metiéndose en el agua de la tina. Cuando terminó, estaba casi tan mojada como las ropas.
Aún así , para su sorpresa, no estaba preocupada por su apariencia. En Boston, alguien siempre había estado corrigiendo su postura, acomodando su cabello, arreglando los pliegues de su vestido. A los hombres del Cisne de Plata no parecían importarles mucho con que se vestía o como tenía el cabello. Aunque una verdadera dama no debería sentirse de ese manera, le resultaba bastante agradable disfrutar actitud mas relajada.
Ryan Calhoun se aproximó por la cubierta, vistiendo un traje formal, pues ese día habían mantenido contacto con una fragata británica. El insistía en que un capitán debía parecer próspero para ser considerado un buen mercader . Isadora sospechaba que él simplemente le gustaba de vestirse de esa manera porque era vanidoso.
De cualquier modo, se había ganado el día... Había Negociado algodón de Ipswich por lana de Glasgow... Y había obtenido una excelente ganancia. Para la risa de los hombres, había dicho que le ofrecería la tripulación gratis a los británicos .
Isadora lo estudió furtivamente, ese hombre que parecía determinado a hacerla arrepentirse de haber emprendido ese viaje. Una corbata de seda blanca le adornaba el cuello en contraste con el azul intenso del saco corto. El pantalón impecable estaba metido en botas lustrosas.
Era criminal , pensó Isadora con resentimiento . Si , era criminal que un hombre pareciese tan espléndido en medio del océano. Solamente Ryan Calhoun podía usar colores tan vibrantes y hacerlos parecer completamente adecuados. Qué egocéntrico y vanidoso era, ostentando su apariencia perfecta, mientras ella estaba hecha un desastre .
El permaneció observándola hasta que Isadora no pudo contener más su exasperación:
_ No tienes nada mejor que hacer? Tal vez alguien tenga un reloj de bolsillo, libros, o otros objetos que deban ser lanzados al mar.
Ryan se rió. La enfureció que ese hombre tuviese una risa tan encantadora. Le gustaría que su risa sonase tan irritada como él realmente era.
_ Estoy intrigado, señorita Peabody. Ese no es el vestido de Fayette?
_ Lo es . Ella y tu madre todavía están indispuestas. Decidí cuidarlas a las dos.
_Por qué?
_ Para tener algo de que ocuparme y poder olvidarme de las ganas que tengo de estrangularte - replicó ella entre dientes , frotando las ropas todavía más vigorosamente.
_Ah. Todavía estás enojada por lo de los anteojos? Perfecto. Piensa en eso la próxima vez que decidas hacer un informe mis errores y defectos a bordo del barco.
_ No deberías haber lanzado mis anteojos al mar.
Por nada en el mundo, Isadora admitiría que no los extrañaba para nada . Usarlos había sido un gran incomodidad . Nunca le habían servido adecuadamente. En verdad, sólo la habían molestado. Siempre había tenido que encontrar un modo de espiar por encima o por debajo de los lentes. Sin ellos, podía ver mucho mejor.
Un hecho que se negaba a informar al exasperante capitán.
_Hay una cosa que debes aprender respecto a mí , señorita Peabody. Soy un hombre impulsivo. Casi nunca pienso antes de actuar.
_ Una cualidad impresionante, estoy segura. -Isadora ni siquiera sabía cómo explicarle que la actitud de él había sido muy ofensiva. Le hubiesen servido o no, los anteojos le pertenecían . Habían sido algo personal, tal vez una parte tan inherente a sí misma como el cabello o los ojos . Se sentía desnuda sin ellos. Los anteojos habían sido como un símbolo de su identidad, y el capitán se los había sacado .
Una voz indeseable en su interior le dijo que usaba los anteojos para esconderse . Trató de tapar esa voz . No le cabía a Ryan Calhoun sacarla de su escondrijo y desarmar su disfraz .
Isadora retorció la ropa y la colocó el cesto al lado en el piso de la cubierta. Tomando la tina, fue hacia la baranda vaciarla. El peso de la tina la desequilibró y , apenas había dado unos pocos pasos, se inclinó accidentalmente hacia adelante . La tina se giró de repente, el agua sucia cayendo en una pequeño chaparrón que empapó a Ryan Calhoun de la cabeza a los pies.
La corbata de seda blanco . El impecable saco azul. El pantalón y por supuesto , las botas lustradas.
Isadora dio un paso atrás, abriendo enormemente los ojos en estado de aturdimiento. Entonces , fue invadida por un gratificante sentido de justicia.
_Oh, se me escapó ... - ella dijo.
Esperaba verlo reaccionando con furia, pero él la sorprendió. En vez de ponerse furioso, inclinó a cabeza hacia atrás y soltó una sonora carcajada.
Qué manera peculiar de lidiar con una situación humillante, pensó Isadora, intrigada. Estudió su cara bronceado, por donde se escurrían gotas de agua, los cabellos largos, los dientes blancos y los vibrantes ojos azules. Era admirable que no hubiese vacilado en reírse de sí mismo.
_Touché, señorita Peabody. Touché!
_ El placer fue mío, no lo dudes -declaró ella. Sintió unas ganas inexplicables de reírse de él. Pero, con determinación, mantuvo la expresión inalterada, los labios apretados en una línea severa.
Lo observó alejándose por la cubierta, silbando, el agua todavía escurriéndose de las botas. Los marineros que estaban de servicio en la cubierta también lo observaron, codeándose entre ellos y susurrando .
Su padre le había advertido que un viaje en barco sería sinónimo de días de tedio.
Por primera vez en la vida, su padre había estado equivocado.





Una cierta mañana, al nacer el sol, después del relevamiento de los hombres en cubierta, Ryan caminaba a lo largo de la cubierta cuando se encontró con Luigi Conti agachado con Isadora.
A pesar de vivir en una cabina estrecha con el mínimo de comodidades, ella se aferraba a su estilo de moda riguroso : vestido gris o negro, un sombrero para protegerse del sol y ese peinado de vieja . Por su parte, el viento persistente le volaba el sombrero de la cabeza y le soltaba los cabellos, haciéndolos alborotar al sol, hasta que la exposición producía reflejos dorados en ellos .
Entre Luigi e Isadora había un montón de cuerdas, algunas atadas ejemplificando los diferentes nudos marinero.
_Este se llama nudo derecho - explicó o italiano que confeccionaba las velas, haciendo una demostración.
A continuación , fue el turno de Isadora de intentarlo , ella se puso radiante cuando lo logró .
_ Y este de aquí ? - preguntó ella.
_ Bien, tenemos el nudo de cerdo, el nudo tonto, y el nudo sirena . Estos otros dos de aquí, que son o el llamado vuelta de marinero y son un poco más complicados. Pero estoy seguro que podrá aprender la correcta intercalación de las sogas de los cabos, si lo deseas.
Admirado con el interés de su pasajera, Ryan se aproximó .
_ Una lección sobre nudos de marinero?
Luigi sonrió, retorciendo su bigote.
_ La dama aprende fácilmente .
Viéndola levantarse , Ryan fue dominado por uno de sus famosos impulsos e le extendió el brazo.
_ Estaba a punto de verificar las coordinadas matinales y creí que te gustaría unirte a mí.
Se dijo a sí mismo que la había invitado a modo de una pequeña recompensa. Isadora había estado desempeñando la pesada tarea de cuidar a su madre y Fayette. Merecía un poco de su atención.
Ella lo observó con desconfianza. Nos días anteriores, habían estudiado un al otro con cauteloso interese. Ryan nunca podía estar seguro de lo que ella haría a continuación , esa hija de la elite de Boston a quien había tenido que recibir a bordo para ocuparse de las traducciones. Aunque la tripulación había adoptado el ritmo previsible de vida la bordo, había una diferencia sutil e indefinible en la conducta de los marineros.
Desconociendo las convenciones y formalidades sociales, esos hombres rústicos, hijos del dios Neptuno, la aceptaban sin cuestionar el abismo que existía en ellos e Isadora . Ryan había esperado que se comportasen de manera diferente en presencia de ella, que mantuviesen una distancia , pero, en vez de eso, ellos parecían haber decidido iniciarla en el estilo de vida sencillo de ellos.
Un día, Isadora podía estar sentada en un cajón de madera con Luigi, remendando velas con una grande aguja curvada. Al día siguiente, podía ser encontrada riéndose mientras Gerald Craven, el contramaestre, le enseñaba a tocar una música en un acordeón portugués. En la cocina, ella le había enseñado a Doutor cómo hacer algunos postres. Cierta vez, Ryan había salido de la cabina de navegación y la había encontrado sujetando la mano de Chips en su regazo. Se había irritado instantáneamente , pero sólo hasta que se había dado cuenta de que ella había estado extrayendo una astilla de la mano del carpintero. Isadora los había hecho sus amigos. Esa joven y determinada mujer de Beacon Hill, proveniente de un lugar de ostentación donde las personas no dejarían que un muchacho como Timothy Datty ni siquiera les lustrase sus botas, súbita e inesperadamente había adquirido un papel diferente a bordo del Cisne de Plata.
Ella quería estaba interesada en los innumerables tatuajes de Gerald Craven y lo que cada uno significaba. También Le preguntaba por los hijos, sabiendo que habían contraído sarampión poco antes que el Cisne hubiese partido. Conversaba animadamente con Chips, en general un hombre reticente que se contentaba con su solitario trabajo con la madera.
Doutor la dejaba secar las medias en su cocina, un privilegio que no le concedía ni siquiera al capitán. Y hasta el mismo William Click, el taciturno segundo inmediato, parecía complacido con sentarse al lado de ella de noche en la cubierta, fumando su cigarro y oyendo mientras Isadora leía uno de los muchos libros que había llevado .
_ Cómo están mi madre y Fayette hoy? - preguntó Ryan, mientras ambos se encaminaban a la sala de navegación.
_ La mejora fue pequeña, me temo . Logré hacer que comiesen un poco de caldo de gallina, pero todavía están reticentes en dejar la cama.
_Para algunas personas, el malestar de mar sólo se pasa cuando vuelven a pisar tierra firme - comentó él y , luego, la estudió , notando el modo en que las largas mechas se habían soltado de las hebillas. - No te mareas con el balanceo del barco. Cuál es tu secreto, señorita Peabody?
_ Aprendí a ser bastante cuidadosa con lo que como.
Ryan estrechó los ojos, observándola. Las mejillas de su cara estaban menos redondeadas? Notaba sombras oscuras debajo de los ojos?
_ Acabarás enfermándote de debilidad .
Isadora soltó una risa suave; parecía reírse más prontamente en el mar que en tierra.
_ Yo diría que estoy muy lejos de enfrentar esa calamidad, capitán. En verdad, me estoy sintiendo mucho más saludable a bordo de este barco. No estornudé más desde que partimos de Boston.

Era verdad, se dio cuenta Ryan, sorprendido. Los ojos lagrimeantes, la nariz enrojecida , los estornudos interminables ... No había visto nada más de aquello desde que habían zarpado.

Ralph Izard estaba en la proa y se dio vuelta para saludarlos cuando se aproximaron.
_ Creo que podemos levantar el ancla, capitán -él dijo . - El mar se calmó bastante desde anoche.
_ Bajamos el ancla? - indagó Isadora con el ceño fruncido.
_ No. Se trata de una ancla auxiliar - le explicó Izard. - Usamos una ancla de ese tipo, que llamamos ancla flotante, lanzándola para mantenernos a proa en dirección do mar. Yo estaba a punto de recogerla.
_ Yo podría hacer eso? - preguntó ella, su cara iluminándose.
Izard lanzó una mirada a Ryan, quien se encogió de hombros.
_Ten cuidado con los dedos. No queremos que queden atrapados en los cabos.
El Señor Izard le hizo una demostración de como accionar la manivela del guinche del ancla para comenzar a recogerla. Arremangándose , Isadora siguió las instrucciones, pasando a mover o aparato.
Lentamente, la cuerda gruesa y mojada comenzó a emerger del agua.
_Mantenla estable ahora, y la cuerda se enrollará sola - la instruyó Izard. - Quieres que te de una mano ?
_ No es necesario - le aseguró Isadora, el esfuerzo que hacía se evidenciaba en su voz . - Puedo hacerlo sola.
Era una figura extraña de marinero : las distintas capas de faldas y las botas con taco ciertamente representaban un estorbo. Una gran ola elevó en proa.
_ Ten cuidado - dijo Ryan. - Chips caminó levantando algunas de las tablas del piso para reparaciones y ...
_Oh! - El maldito taco de una de las botas de ella se enganchó en el espacio entre dos tablones un poco sueltos. Lo que vino a continuación sucedió tan rápidamente que Ryan no tuvo posibilidad de impedirlo . Isadora se desequilibró soltó la manivela. El cabo giró violentamente en el guinche del ancla, enrollando juntos soga y los cabellos de Isadora . Un segundo después, Isadora estaba de bruces en el piso . Una buena parte de sus cabellos largos apresados en el guinche, y su cara muy pálida . -
_ Señorita Peabody! - Ryan rápidamente se puso de rodillas. - Estás lastimada?
_No, pero ... la cuerda me está tirando el cuero cabelludo. Podrías soltarme?
_ Por supuesto que debes estar lastimada - replicó él, haciendo algunas tentativas de soltarla. - Fuiste arrastrada de los cabellos. Basta de hacerte la valiente y admite que te duele hasta las uñas .
Ella se mordió el labio inferior.
_ Si , me duele .
Cada vez que Ryan intentaba accionar el guinche con la ayuda de Izard, el movimiento tiraba todavía más de los cabellos de ella. Frustrado, mandó a llamar a Journey, quien se presentó prontamente.
_Buen trabajo, muchacha - dijo él, realmente muy impresionado. - hasta hoy nunca habíamos visto a nadie quedar enganchado en el guinche del ancla.
_Me gustaría de levantarme ahora - dijo Isadora, su cara contraida de dolor .
Los miembros de la tripulación que se hallaban en la cubierta se aproximaron para ver cual era el problema, incluyendo a Luigi y a Chips. William llegó un poco después, y todos se reunieron en tomo al guinche del ancla para observar a la mujer de largos cabellos enrollados junto con la cuerda gruesa.
Las mejillas de Isadora Peabody se había enrojecido .
_Si no les importa , me gustaría poder levantarme de aquí - dijo otra vez.
_Tienen alguna idea de como lograrlo ? - le preguntó Ryan a los hombres.
_ Podríamos cortar la cuerda.
_Es tan gruesa como el brazo de un hombre. Eso llevaría todo el día . Sin mencionar que no sería nada bueno destruir el guinche del ancla.
_ Y si desmontásemos la parte lateral del guinche y soltásemos el cabello y la cuerda que pasan por allí ?
_ Acabo de reparar ese guinche - objetó Chips. - Me llevó medio día. El hombre que lo toque tendrá que vérselas conmigo.
_ Desenrollen la cuerda al revés .
_ Ya lo intenté . El movimiento enreda el cabello . Acabaría perdiendo todo el cuero cabelludo.

Ryan y Journey intercambiaron miradas , la mirada del amigo negro fue hacia el cuchillo afilado que el capitán usaba en el cinto. Ambos habían tenido la misma idea.
_ Señorita Peabody. - Ryan se apoyó sobre una rodilla. - Cierra los ojos.
_ Qué vas a hacer finalmente ? - La voz de ella se elevó , temblando con desconfianza.
_ Sacarte de este problema . Ahora, cierra los ojos.

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