martes, 18 de mayo de 2010

ESCUELA DE ENCANTOS - CAPITULO 15 - SUSAN WIGGS

CAPITULO 15

El valor de la mujer está subiendo en el mercado.
Lydia Mary Child, Carta (1856)


Ryan miró el pequeño espejo con total concentración mientras deslizaba la hoja de la navaja por su rostro. El barco se balanceó , haciéndolo ladearse hacia un lado. Sintió el corte sutil de la navaja en el mentón y maldijo.
Eso era poco en comparación a lo que se merecía, concluyó. Las palabras de Isadora Peabody todavía lo atormentaban : por qué la crueldad es algo que te sale tan fácilmente ?
El había querido negar la acusación, pero la verdad era que la falta de consideración parecía de hecho ser algo que le salía con naturalidad. Siempre había sido de esa manera en lo que se refería a las mujeres. Siempre estaba dispuesto a disfrutar los encantos físicos de ellas, pero la relación nunca iba más allá de eso. En el minuto en que comenzaba a gustarle demasiado alguna, se obligaba a apartarla con palabras descuidadas e hirientes. Isadora, sin duda, era a primera a quien realmente había atacado.
_Toma, capitán _ dijo Journey, lanzándole una toalla.
Ryan la presionó contra su mentón.
_ Como mi asistente, sos vos quien debería estar haciendo esto.
_ Estoy ocupado _ respondió su amigo distraídamente .
Ryan esperó que la sangre parase manar y volvió a pasar espuma de jabón por su cara para terminar de afeitarse.
_Verificaste las lecturas matinales?
_ Si . Estoy verificando cual es nuestra posición ahora.
Journey miraba intensamente los papeles en la mesa delante suyo. Tenía talento para los cálculos de navegación, haciéndolos con notable rapidez. Le dedicaba a la tarea su total atención, pero, aún así , tocaba con la mano izquierda la bolsita de cuero colgando de un cordón en su cuello. La bolsita reposaba junto a su corazón. Tocarla era un hábito inconsciente. Delilah, la esposa que se había visto obligado a abandonar , le había dado esa bolsita. En su interior, había una mecha del cabello de ella.
Ryan sintió una oleada de impaciencia y ansiedad. No era correcto , no era ni justo ni natural que una familia estuviese separada de esa manera. Se acordaba de la mañana en que había partido con Journey rumbo al norte. Se habían detenido en Bonterre, la plantación vecina donde Delilah vivía.

Ryan había esperado en el carruaje, mientras Journey iba a los alojamientos de los esclavos. Una sonrisa angustiada había aparecido en su cara cuando Delilah había salido corriendo de uno de los pesebres, una criatura en sus brazos y el fino vestido de algodón moldeándole el vientre voluminoso de un nuevo embarazo . Colocando a Ruthie en el suelo , había abrazado a su marido por el cuello y , luego, se había puesto en punta de pies para besarlo solemnemente. En seguida, había dicho algo que Ryan jamás olvidaría, algo que no debería haber oído. Pero las palabras de ella habían quedado grabadas en su corazón para siempre:
_Querido _ le había dicho a Journey _, la vida no tiene sentido cuando vos no estás cerca.
Ryan se esforzó a apartar el dolor de ese recuerdo. Terminando de afeitarse, se secó la cara y salió de la cabina, subiendo a cubierta, dejando a su amigo con sus cálculos de navegación.
Un día agradable lo saludó . Con una rápida mirada , evaluó las señales del viento y del mar; ese era su talento . Las olas se elevaban bajo un viento fuerte que soplaba del oeste. Cubrirían una grande distancia ese día.
_Buen día, capitán. _ Ralph Izard se hallaba en la cubierta, verificando como había quedado la instalación del nuevo bote salvavidas que Ryan había decidido agregar al barco como medida de seguridad. _ Buenos vientos, no?
_Eso parece. _ Ryan comentó . _ Todo está en orden?
_ Si , aunque creo que hemos traído poco lastre a bordo. Y tal vez demasiadas provisiones .
Ryan no se preocupó por el comentario sobre el lastre. Solamente sería un problema en mares más pesados y , aún así , su habilidosa tripulación sabría lidiar con una fuerte tormenta. Cagar lastre no traía ganancias , prefería cargar la bodega con carga lucrativa. Afortunadamente, los inmensos bloques de hielo de Vermont ejercían tal función.
_Pagaré lo que sea necesario por las provisiones _dijo . Muchos capitanes cortaban gastos proveyendo comida de calidad inferior y en pequeñas cantidades a sus marineros. Por su parte, Ryan sabía muy bien que no debía poner la lealtad de ellos a prueba haciéndolos viajar con el estomago vacío . _ Un marinero bien alimentado es un marinero feliz.
_Como quiera, capitán. Ciertamente, no va a oír reclamos de una tripulación que tenga la panza llena _ concordó Izard, con una pequeña sonrisa.
Ryan prosiguió por la cubierta, aunque pensó en Ralph Izard por un momento. Le gustaba el hombre. Desempeñaba varias funciones además de la de primero inmediato y era excelente en lo que hacía.
Y solamente él sabía lo que nadie jamás había adivinado .
El primer viaje de Ryan, ese que había roto el record , había sido , en cierta forma, un embuste.
No había sido su habilidad como capitán lo que había llevado al Cisne al puerto de destino con tanta eficacia, sino una combinación de buen clima, vientos favorables y suerte de principiante. Izard estaba al tanto de eso. Nunca había hablado al respecto, aunque ese hecho siempre estuviese en el aire entre ambos... tácito pero , aún así , innegable.
Ryan caminó por la cubierta, subiendo hasta la proa donde una imagen sorprendente lo saludó .
Isadora Peabody se inclinaba sobre un par de sillas, acomodando una manta verde oliva sobre su madre y Fayette. Las dos mujeres parecían débiles y cansadas, todavóa sufriendo del mal de mar . Aún así , finalmente, después que él había intentado durante días persuadirlas de dejar sus lechos , las dos habían aparecido en cubierta.
Isadora parecía diferente ese día. Los cabellos castaños, cuyo largo había quedado ahora a la altura de los hombros, estaban sujetos relajadamente con una cinta, algunos bucles escapándose y enmarcando su rostro. El sol, cada vez más fuerte mientras viajaban rumbo sur, le había dado un tono dorado a algunas mechas. A pesar de la seriedad de su vestido marrón parecía menos voluminoso. Tal vez ella hubiese escuchado su consejo y había dejado de usar algunas de esas enaguas.
El sabía que no debía preguntarle al respecto.
Se aproximó más , saludándolas:
_ Buen día, Señoras.
Isadora enderezó la espalda , la expresión serena en su cara se endureció, dando lugar a una máscara de indiferencia.
Ryan frunció el ceño , irritado. Quiso l preguntarle si le gustaría seguir atada al guincho por los cabellos. Era lo menos que esa ingrata se merecía.
_ Hola , querido _ le dijo a madre,
El se inclinó y le besó la mejilla .
_ Es bueno verlas ustedes dos aquí arriba , tomando un poco de aire.
_ Isadora nos convenció. Ya que no podíamos sentirnos peor de lo que estabamos , aceptamos sentarnos un poco en la cubierta.
_Voy a ver si el té de ustedes ya está listo _ se ofreció Isadora y se apartó en dirección a la escalera.
Cuando ella pasó, Ryan notó la fragancia del jabón que usaba, algo suave que recordaba a hierbas. Sólo se dio cuenta de que la estaba acompañando con la vista cuando oyó la voz de su madre preguntándole :
_ Entonces, qué fue exactamente que le hiciste a esa pobre muchacha?
_ Por qué crees que le hice algo? Ella te contó ...
_ Isadora no dijo nada. No creo que sea el tipo de dama que anda contando todo lo que le sucede. Fayette soltó una pequeña risa.
_ La jovencita no precisó decir nada. Bastó con verla aparecer usando zapatos sin tacos y con los cabellos cortados por la mitad, y nosotras dedujimos que vos tenías algo que ver con eso.
Ryan se sentó en una cajón de madera cerca de las sillas de ambas.
_Ella es totalmente inexperta en viajes marítimos. Se tropezaba con todo en el barco por esas botas con taquito y sus cabellos se quedaron enganchados en la cuerda del guinche. _Soltó un largo suspiro de exasperación. _ Acabamos teniendo un pequeño... desentendimiento.
Lily sacudió a cabeza.
_Oh, Ryan.
Algo dentro de él se retobó ante se tono de voz. Lo había oído durante toda su vida . "Oh, Ryan... servía para hacer una introducción a una montaña de defectos y decepciones.
Algunas cosas nunca cambiaban. Su madre iba a continuar diciéndole "Oh, Ryan" en ese tono hasta que fuese un anciano .
_Vos mejor que nadie conoce mis imperfecciones, madre. Te parece que la señorita Peabody está en un crucero de placer ?
Lily lo estudió seriamente, con una expresión afectuosa pero cansada.
_ Podría serlo.
_ Un crucero de placer ? _ replicó él, incrédulo. _ No sé si lo notaste , pero diversión es algo que parece estar prohibido en Boston.
_De acuerdo con el diario de a bordo, estamos a una gran distancia de Boston _ declaró Isadora, volviendo a la cubierta con una bandeja de madera.
Ryan se levantó del borde del cajón , irritado con el hecho de haber oído su comentario.
_ Y a qué distancia estamos de la diversión ? _ indagó, sin poder resistir.
_Si quieres saberlo, todo estaba bastante divertido aquí _respondió Isadora _ hasta hace unos minutos atrás. _ Le entregó una jarro humeante de porcelana a Lily y otro a Fayette. _ Le agregué un poco de limón y miel al té de ustedes. Si están dispuestas, podrán intentar comer pan más tarde.
Ryan la observó con una mirada chispeante, pero, en vez de sentirse enojado, se preguntó cómo sería Isadora debajo esas verdaderas armaduras de vestidos que usaba. Su altura notable se debía a piernas largas y bien torneadas? Los pechos serían redondeados y firmes? Pezones rosados o oscuros ? Piel suave ? Carajo! Había estado demasiado tiempo en el mar! Estaba teniendo fantasías eróticas con... Isadora!
_ Espero que hallen la mañana.., divertida, Señoras _ dijo Ryan , exagerando su acento sureño y la reverencia que les hizo . _ En cuanto
a mí, el deber me llama.

Algunos días después, Ryan notó que alguien reparaba un tramo de cuerda que se había soltado. Tomando el trenzado de las cuerdas, observó la precisión de los nudos.
_Terminaré con eso ahora _ le informó Isadora.
Sin decir nada, él le entregó el trecho de cuerda. Esa mujer era como una alergia persistente. No desaparecía. A cada lugar que iba , se chocaba con ella.
_Luigi me enseñó como repararlas _ explicó Isadora, a pesar de no haber sido cuestionada al respecto.
_Es una habilidad muy útil _ admitió Ryan. Lo que no admitía era que había notado la creciente camaradería entre ella y los miembros de la tripulación. Todos parecían atraídos por Isadora Peabody, si no encantados por esa mujer, al menos lo suficientemente interesados en compartir algo con ella ... Una habilidad, historias de mar, experiencias . No sabía la razón de aquello, pero era lo que sucedía. Probablemente porque era tan irresponsable e inmaduro como su madre afirmaba.
Después de algunos momentos, volvió a hablar:
_ Gracias por estar cuidando de mi madre y Fayette. Por primera vez después de días, Isadora lo miró directamente. Poseía ojos bonitos, notó Ryan, ahora que no precisaba apretarlos, ni intentar ver por encima de las lentes gruesas de unos anteojos innecesarios. Eran ojos grandes y expresivos, el color viraba entre un castaño claro y un verde intenso.
No se podía acordar de la última vez que había admirado los ojos de una mujer...
_ Es un placer cuidar de ambas.
Ella era ese tipo de persona, se dio cuenta Ryan. Una persona que comprendía las necesidades humanas y sentía satisfacción en atenderlas. Alguien que sería una madre maravillosa.
Frunció el ceño ante ese pensamiento inesperado. Isadora estaba enamorada del frívolo Chad Easterbrook, a quien le importaba un carajo el tipo de madre que ella sería. Es más, ese tonto ni tenía idea del tipo de persona que Isadora era .
_ Capitán Calhoun?
_ Ya que decidí dirigirme a vos por tu primer nombre, creo que deberías llamarme Ryan.
_ No habrá diferencia. Porque lo que estaba a punto de decir quedó en claro que no nos entendemos. _ Ella apretó la cuerda trenzada con fuerza. _ Manipulé mi entrada a tu barco y me niego a arrepentirme de ese hecho. Vos, por tu parte , te has obsesionado conmigo desde que zarpamos y tampoco te arrepientes.
_ Cuando pones las cosas de esa manera...
_ Creo que sería mejor para todos vos y yo simplemente nos mantuviésemos alejados , no te parece ?
Por alguna razón, Ryan escogió ese exacto momento para acordarse de la manera en que la había tocado en el comedor. Ella le había parecido tan vulnerable y solitaria que no había podido contenerse. Le había Tocado los hombros con gentileza, después había deslizado las manos por sus brazos, y ese contacto suave le había agradado . Le había Tocado la cara... Esa misma cara que ahora lo observaba impasiblemente .... Y había tenido terror de que ella pudiese llorar.
No, esa mujer no era del tipo que lloraba porque si . Eso había quedado muy en claro.
_ Entonces, crees que deberíamos mantenernos alejados .
_Tanto como sea posible, considerando que estamos confinados a este barco.
_Entiendo. _ Ryan sabía que Isadora tenía razón. Si , estaba absolutamente en lo correcto . Y odiaba darse cuenta cuanto. _Aceptaré ese pedido, pero bajo una condición.
_ Y cuál sería, cap... Ryan?
_Que vos te mantengas a salvo. Que no andes por el barco con calzado inadecuado , que no te expongas a situaciones de riesgo y cosas así.
_ No estoy acostumbrada a seguir órdenes.
_ Si , lo estás. Seguiste cada orden y regla de la sociedad de Beacon Hil durante toda tu vida.
Isadora contuvo el aliento como si la hubiese abofeteado.
_Entiendes lo que quiero decir? _ ella replicó , con la intención de retomar el trabajo con las cuerdas. _ Debemos comenzar nuestra campaña de indiferencia mutua inmediatamente.
El sonrió burlonamente , ocultando una sensación de pérdida que no había esperado experimentar.
_ Como quieras.

Pero mientras los días pasaban, Ryan halló imposible no notarla. En verdad, su atención era atraída invariablemente hacia ella. La vio sentada en la parte del frente de la cubierta con Timothy Datty, repitiendo pacientemente sonidos y palabras con el muchacho para ayudarlo a superar la tartamudez . Al final de la mañana, ella y Doutor se hallaban unto a un trecho da baranda, las líneas de pescar lanzadas al mar esperando la llegado de los peces. A veces, Isadora ayudaba a Luigi en la confección de velas, insistiendo para que él le diese lecciones, para mejorar su pronunciación del italiano.
Esos rudos marineros descubrieron pronto que no había tarea que ella no estuviese dispuesta a hacer. En una agradable mañana de miércoles , Ryan levantó la vista y la vio equilibrándose en una verga, mientras ayudaba Gerald a sujetar una vela suelta.
Con el corazón acelerado en el pecho , él hizo sonar la armónica y ordenó:
_ Baje de ahí, señorita Peabody!
_ Estoy ocupada.
_ Es una orden.!
_ Me diste la orden de que te ignorase , por lo tanto, es lo que haré.
Y Ryan Calhoun, cuya paciencia estaba a punto de estallar , soltó una serie de insultos en voz alta.
Isadora miró a través de las velas a Gerald.
_ Escuchaste algo? O fue solamente una ráfaga fuerte de viento?
Ryan se dio por vencido. Al haberla apartado de si, manteniéndola a una distancia segura, la había lanzado en dirección a los demás . A juzgar por el comportamiento de ella en Boston, se había formado la idea que era una chica solitaria, que no buscaba compañía cuando disponía de un buen libro a mano. Ahora, a Isadora le gustaba de estar rodeada de personas .Le gustaba de hablar y escuchar . Y , tomando en cuenta la reacción de la tripulación, era muy buena en aquello.
Hasta el mismo William Click, el taciturno y reticente segundo inmediato, se mostraba expansivo con ella. Le había enseñado como accionar los molinetes para extraer agua del mar y , a veces, ambos se arrodillaban lado a lado en medio de la cubierta, lavando ropa. Y Ralph Izard, en general muy reservado respecto a de su vida personal, solía dejarla quedarse en el timón mientras estaba cerca y compartía recuerdos de su infancia en la ciudad de Nueva York.
Día a día, Isadora se hacía mas amiga de todos, una confidente, una compañera de viaje. Estaba comenzando a conocer la tripulación de una manera que Ryan, como capitán, jamás podría. Por imposición de su papel, no podía conversar con Timothy Datty respecto a la granja que el muchacho había dejado en Rhode Island, o con Gerald Craven sobre su viaje reciente a Nueva Orleans. tenía que mantenerse separado de la tripulación, pero Isadora, por su parte, parecía estar floreciendo en medio del grupo de marineros .



En noches tranquilas después de la cena, él la veía confraternizando con los hombres en la cubierta principal. Con buen humor y relajada , Isadora se quejaba de su poca habilidad para el baile y , entonces , los hombres se determinaron a enseñarle a bailar . Al principio, Ryan intentó no prestar atención, pero últimamente ella parecía hablar más alto y reírse con más frecuencia que antes. Se estaba haciendo difícil ignorarla.
Chips le había hecho una flauta. No pasó mucho tiempo para que Isadora se uniese al grupo improvisado de músicos que consistía en Journey con su tambor, Luigi con su gaita y Gerald con el acordeón . La música que hacían era tan alegre que hasta Lily y Fayette subían a cubierta para sentarse bajo las mantas y seguir el ritmo con los pies, intentando olvidarse de su persistente indisposición.
Al menos, el hecho que su madre se hallase en cubierta le daba a Ryan un pretexto para acercarse a la fiesta una noche. Saludó a las damas, y Lily le sujetó la mano.
_ Cuándo voy a superar el mal de mar? _ ella le preguntó .
_ Ya deberías haberlo superado a esta altura.
_ Lo estoy intentando, querido. Ambas lo estamos intentando . Isadora nos lleva té y pan y , a veces, hasta logra hacernos comer un poco de carne y alguna fruta. Ella es un ángel, ni mas ni menos, un ángel.
Ryan lanzó una mirada furtiva en dirección al "ángel ".
Ella mantenía la flauta junto a sus labios, los ojos castaños verdosos brillando mientras acompañaba a los demás en una contagiosa melodía. Uno de los pies calzados en confortables zapatos golpeteaba el piso de madera , al ritmo de la música. El sol que ahora se iba poniendo se reflejaba en las mechas sueltas de sus cabellos. Pero la mirada de Ryan estaba mas atraída por los labios de ella. Llenos y húmedos rodeando la punta de la flauta y curvándose ligeramente por encima como en una sonrisa.
Observó esos labios y la manera en que los dedos se movían sobre los orificios de la flauta, produciendo música. Inesperadamente, pensamientos eróticos poblaron su mente, un calor súbito le recorrió las venas... del miembro . Se imaginó, con sorprendente nitidez, esos labios suaves y sonrientes encontrando la punta de su ...
Ryan desvió la mirada, intentando ordenar sus pensamientos y controlar las reacciones de su cuerpo. Cuando se dio cuenta de que no podía contener la oleada de lujuria que lo dominaba, murmuró algo sobre una tarea que lo estaba esperando y se alejó . Maldición!
Tenía fantasías sexuales con Isadora Peabody!!

No hay comentarios: