jueves, 13 de mayo de 2010

ESCUELA DE ENCANTOS - CAPITULO 7 - SUSAN WIGGS

CAPITULO 7

Primero pondere, después atrévase.
Helmuth.von Moltke



_Puedo ayudarla, Señora? - preguntó un muchacho a Isadora.
Ella se dio vuelta en el muelle para observarlo.
_Ese es el Cisne de Plata, verdad ? _ ella indagó.
El muchachito , de cerca de quince años.., asintió torpemente con la cabeza.
_ Si . _ Se sacó rápidamente el sombrero de marinero. _Tim... Timothy Datty, a su disposición .
_ Estoy buscando al capitán Calhoun.
_El ... él está a bordo, pero ...
_ Perfecto. Esperaba que estuviese. _ Isadora caminó en dirección a la plancha de embarque, abriéndose camino en el muelle , donde estibadores de pechos bronceados descargaban grandes cajones. Ella intentó no mirar, pero no pudo evitarlo.
En contraste con los sacos formales de los caballeros de salones, los hombres del puerto usaban pantalones largos, camisas abiertas y pañuelos amarrados en el cuello. Palabras rudas, dichas con una variedad de acentos extranjeros llenaban el aire. Ella no podía comprender el significado de la mayor parte de lo que era dicho, pero estaba segura que tampoco quería saberlo.
_Señorita. _ Timothy Datty caminaba a su lado. _ El ca ...capitán no.. no está...
_ No necesitas dejar de hacer lo que estaba haciendo para acompañarme . Conozco el camino.
El se calló , sacudiendo las manos en el aire. Había algo simpático en ese muchacho. Isadora sintió una especie de empatía con su tartamudez. Clases de dicción, aprender a respirar correctamente y lectura en voz alta podrían ayudarlo, pero no lo sugirió por temor a avergonzarlo. Además, estaba apurada por ver a Ryan Calhoun.
Se preguntó si él quedaría sorprendido al verla. Con una oleada de expectativa , se acordó del modo en que él se había retirado después de la conversación de ambos. Había atravesado el jardín , pareciendo tan confiado y digno como un príncipe, y le había como una reverencia, llevando su mano a los labios. Hasta Lydia Haven había desviado su atención de Chad para notar ese gesto galante.
Isadora hallaba la osadía y la irreverencia de Ryan Calhoun bastante fascinantes. Mientras ella se resignaba a obedecer las reglas de sus padres y de la sociedad, el Señor Calhoun ignoraba las convenciones sociales y seguía su propio camino, tal vez esa forma de ser lo hiciese entender la sensatez del plan de ella.
Uno de los estibadores comenzó a cantar una canción de doble sentido en portugués, la voz fuerte de barítono haciendo eco . Las partes del cuerpo femenino sonaban tanto más poéticas en portugués, observó Isadora, esforzándose al máximo en no ruborizarse. Se encaminó a la cubierta principal del Cisne de Plata y , luego, lanzó una mirada a.... Consultó su memoria por un instante. Si, el puente de comando, que quedaba hacia la proa.
Se había quedado despierta hasta tarde la noche anterior, estudiando una infinidad de términos náuticos. Durante la conversación de ambos en el jardín de la mansión, el capitán Calhoun casi había agotado su conocimiento al respeto y ahora se había preparado para más eventuales preguntas. No era una estrategia de las más loables, sino una desesperada.
Notando que no parecía haber nadie en el puente de comando en ese momento, resolvió no subir allá, sino bajar por la escalerilla que llevaba a la cabina personal del capitán, donde probablemente estaría Calhoun. Miró a su alrededor. La cubierta principal también estaba desierta, cajas y barriles habían sido quitados de allí, aunque muy pocos indicios de la orgía todavía permanecían ... plumas de gallina esparcidas por los tablones, una botella rota, restos cigarros .
Cuando estaba a punto de bajar la escalera, oyó a Timothy Datty gritándole algo desde el muelle , pero con la canción del estibador y el barullo de los hombres , no lo pudo entender. Y por qué ese muchachito no paraba de saltar y agitar sus brazos?
Isadora apartó su temor y bajó la escalerilla, siguiendo por el pasillo estrecho que conducía a las cabinas. La que parecía ser mas grande debía ser la del capitán. Tenía la puerta entreabierta. Desde su interior, pudo oír un ruido ahogado.
Respiró profundamente para contener la ansiedad y golpeó la puerta.
_ Capitán Calhoun, está ahí adentro?
_ Ca .. Casi . _ La voz de él sonó jadeante y soltó un gemido.
Estaba enfermo! Por Dios, ese hombre podía estar muriéndose allí dentro. Isadora abrió la puerta y entró.
_ Estoy aquí, capitán. Necesita ayuda?
_ Oh ... oh, la puta que lo ... . _ Las palabras rudas salieron de una alcoba encortinada.
_ Qué carajo está pasando? _ preguntó una voz femenina, también por detrás de las cortinas.
Isadora se detuvo abruptamente, congelándose como una liebre cazada. Oh Dios , él estaba con una mujer. En flagrante delito. Bueno, delito no, en flagrante pecado . Debía ser por eso que Timothy había intentado avisarle. Isadora se ordenó a sí misma a salir de allí inmediatamente , pero estaba demasiado horrorizada como para obedecer a su sentido común.
Una mano y , luego, una cara, aparecieron por entre las cortinas. Isadora reconoció a la mujer como la misma de la noche de la orgía ...
_ Lo siento mucho _ ella logró susurrar.
_ Oh, querida , no tanto como yo, créeme ... estaba a punto de ... oh.. . _ murmuró la mujer con voz ronca. dejó a cama, poniéndose un par de zapatos que estaba en el piso y cerrándose el frente del vestido mientras iba hacia la puerta. _ No vuelvas a llamarme hasta que no tengas tiempo para mí , capitán _ ella dijo por encima de su hombro antes de retirarse.
Isadora sabía que también debía marcharse, pero el horror la inmovilizaba. Miró para todos lados excepto la cama, intentando distraerse con los detalles de lo que había a su alrededor, pero todo parecía un borrón. No podía concentrarse en nada .
_ Sos como una alergia persistente ... muy persistente ... _ declaró Ryan Calhoun, saliendo de la cama y cerrando la cortina bruscamente. _ Un especie de erupción muy molesta que no se va con nada ... . _ Saltando en un pie , agarró una bota .
Isadora contuvo la respiración. Ver a un hombre con la camisa abierta, los cordones de los pantalones desatados y los cabellos despeinados , era una experiencia nueva. Hasta se olvidó de sentirse insultada.
El se puso rápidamente la segunda bota y frunció el ceño .
_ Señorita Peabody, le concedí la gentileza de visitarla personalmente para decirle por qué no puedo llevarla en este viaje . Entonces , por qué demonios está aquí ?
_ Porque preciso de usted _ admitió ella, soltando el aire que había estado conteniendo. Mortificada, Isadora carraspeó e intentó recomponerse. _ Quiero decir, tenía la esperanza de que se diese cuenta que sería muy sensato aceptar mis servicios como traductora para que no tuviese que recurrir al Señor Easterbrook.
_ No habrá hecho eso?!!.
_ No me dejó otra alternativa. _ Isadora sacó una carta del bolsillo y se la entregó a él. _ Su negativa me llevó a resolver el asunto por cuenta propia.
Casi furiosamente, Ryan rompió el lacre de cera de la carta. Colocando el papel en dirección a la luz de la lampara, comenzó a leerlo.
Intentando no parecer nerviosa, Isadora miró a su alrededor. La cabina le recordaba a la oficina de un mercader y a una sala de estar en miniatura. Bancos ladeaban una mesa estrecha y , en el centro, había una bandeja con botellas de cristal, decoradas con filetes plateados. También había un pequeño escritorio con algunos papeles y libros de contabilidad. Un baúl de madera maciza con una gran candado se hallaba cerca de uno de los bancos . Por el vidrio de las escotillas se filtraba la claridad del día.
Aunque débil , la luz que se proyectaba sobre Ryan Calhoun destacaba su postura relajada, sus ropas arrugadas y el ceño que se fruncía más y más con cada palabra que leía.
Y aún con el ceño fruncido, Isadora no pudo dejar de notar que ese era un hombre poco común. Algunos hasta podrían describirlo como atractivo en el sentido clásico, cabellos ondulados estilo griego , pómulos sobresalientes y frente alta, con un aire aristocrático. Estudiándolo, se le ocurrió que la mujer con quien había estado en la cama había tenido toda la razón en sentirse resentida por la interrupción.
_ Entonces, no te quedaste tranquila hasta no pudo convenciste a Abel _ declaró Ryan, volviendo a mirarla ferozmente . _ Sos muy zorra.
_ No me gustan las implicaciones detrás de esa palabra . Yo solamente le presenté mi punto de vista, y él concordó. _Ella hizo una plegaria silenciosa para que el capitán jamás descubriese que su oferta incluía espiarlo. _ El Señor Easterbrook es un hombre de negocios muy exitoso, como ya debes saber. Se quedó más que satisfecho de darme su aprobación para que asuma este cargo.
_ Y qué piensa el hijo de él , señorita Peabody? _ Una incontenible crueldad se evidenciaba en la voz de Ryan. _ Qué piensa Chad sobre este asunto? Se vos podes pensar, algo que no estoy seguro que él
pueda hacer.
Isadora desvió la mirada.
_ Fue decisión de Abel _ dijo, finalmente. _ No tengo la menor idea de lo que Chad pueda pensar al respecto.
_ Y cómo vas a poder soportar estar lejos del galante Chad por tanto tiempo? No pensaste en eso?
Isadora apretó los labios. Nadie debería saber respecto a su enamoramiento secreta por Chad. Nadie. Cómo ese hombre rudo e insolente lo había adivinado ?
Ryan arrugó el papel de la carta.
_ No acepto esto.
El primer instinto de ella fue el de escapar. No esta vez, se dijo a sí misma. Enderezó los hombros, reuniendo coraje y determinación.
_ Me temo que no tengas alternativa.
El lanzó el papel arrugado en un pequeño cesto al lado del escritorio.
_ Aunque sea la última cosa que haga en mi vida, te probaré que no fuiste hecha para la vida en el mar, Isadora Peabody. _ Yendo a la puerta
, la sujetó abierta en un gesto galante y burlón. - Vete a dormir con esa idea esta noche.

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