domingo, 30 de mayo de 2010

ESCUELA DE ENCANTOS - CAPITULO 32 - SUSAN WIGGS

PARTE IV

El Cisne


Entonces, repentinamente, el patito feo levantó las alas. Ellas cortaron el aire con mucho más fuerza de lo que antes, y los vigorosos impulsos lo llevaron lejos. Antes que se diese cuenta de lo que estaba sucediendo, se descubrió en un grande jardín, donde las margaritas florecían. Las lilas llenaba el aire con su dulce perfume, y arbustos altos y verdes se curvaban sobre un río sinuoso. Oh, ese lugar era perfecto!
Pero qué veía allí, reflejándose en el límpido río? Contempló su propia imagen, y ya no era más el reflejo de un pájaro sucio y gris, un pájaro feo y ofensivo a la vista de los demás.
Era un cisne!
Hans Christian Andersen,
El patito feo (1843)


CAPITULO 32

Boston, abril de 1852


Un bote a remo se alejó suavemente Cisne, sus ocupantes alegres, su conversación animada atravesando las aguas del puerto. Ryan se detuvo junto a la baranda y lo observó partir. Había enviado a Izard y a Click al puerto con instrucciones de reportar su llegada a las autoridades portuarias. También tenían instrucciones secretas para alquilar una embarcación holandesa para un viaje rápido y clandestino a Canadá. La transacción iba a escasear los recursos económicos de Ryan, a pesar del viaje lucrativo que había hecho , pero no le importaba. Su objetivo era llevar a Journey y a su familia a un lugar seguro, un lugar donde pudiesen vivir en libertad.
Em cuestión de minutos, otro barco se aproximó al Cisne. Informado sobre la llegada del barco, Abel Easterbrook había enviado a sus asistentes para un informe preliminar. Observandolos desde lo alto de la baranda, él reconoció con desagrado que un tercer hombre estaba en el barco con los dos funcionarios de la compañía. Chad Easterbrook.
Miró a su alrededor para ver donde se encontraba Isadora . No la vio en la cubierta principal. Seguramente , estaría en su propia cabina, acabando de organizar sus pertenencias para volver a su casa. Se preguntó cuál sería la reacción de ella cuando viese a Chad. El mariconcito todavía sería el objeto de la devoción de ella? Estaría arrepentida de toda su aventura?
Todos tenían órdenes de mantener a Delilah y a las niñas escondidas a bordo. La Ley de esclavos Fugitivos estaba en pleno vigor, no podían correr riesgos innecesarios. A esa altura, Beaumont ya habría notificado a las autoridades y les había provisto una descripción completa de la esposa e hijas de Journey.
Con un aire altivo, el hijo de Abel subió a bordo y se aproximó por la cubierta. Como era previsible, casi tropezó con un montón de cuerdas. Recobrando la compostura, declaró:
_ Sea bienvenido, capitán Calhoun. No lo esperábamos tan pronto. Tiene los papeles de la carga?
_ Todo está en orden. _ Ryan lo condujo a la cabina de comando y le presentó los registros de las transacciones comerciales que había hecho en Río de Janeiro. Viendo los números nítidos y organizados de Isadora, sintió una puntada de ternura y gratitud. Ella había sido alguien de valor inestimable para la compañía, algo que él jamás habría previsto cuando habían zarpado de Boston.
Chad miró de reojo algunos papeles. Era evidente que no comprendía todos los números, pero uno de los asistentes que lo habían acompañado se puso los anteojos y soltó un silbido.
_ Muy bien , capitán! _ exclamó, impresionado.
_Su viaje fue un gran éxito, por lo que veo.
Casi a disgusto, Chad le extendió un elegante sobre.
_ Habrá una fiesta con baile en mi casa esta noche. Mi padre desea que asista.
Ryan sonrió , tomando la invitación.
_ Nolo decepcionaré, entonces.
Chad aclaró la garganta.
_ Mi padre enviará un carruaje para buscarlo en el puerto. Hay algo más que resolver? _ preguntó a los funcionarios de Abel.
_ No hoy _ respondió el segundo asistente. _mañana arreglaremos para que el barco sea llevado a un amarradero y comenzaremos a bajar a carga.
Ryan mantuvo una sonrisa cordial en la cara mientras los tres hombres se preparaban para dejar el barco. Era un alivio que la visita preliminar hubiese sido breve. mientras Chad colocaba un pie en la escalera, el gato del barco surgió detrás de un barril y caminó perezosamente por la cubierta. Ryan le lanzó una mirada y , luego, sus ojos se abrieron ampliamente con incredulidad al notar que a pequeña y risueña Celeste había subido de algún modo a la cubierta detrás del gato.


Todos se quedaron congelados excepto la niña que se reía mientras perseguía al animal.
_ Una pasajera no autorizada, capitán? _ le preguntó Chad, estrechando la mirada.
_ No, en lo absoluto _ respondió Ryan, con aparente calma. _ descubrirá que todo está en el más perfecto orden. Sabiendo lo humanitario que es su padre , adoptamos una criatura huérfana.
Lo más casualmente que pudo, Doutor tomó a la niña en sus brazos, cantándole algo mientras bajaba la escalera que llevaba al comedor.
_ Una huérfana , dice ?
Ryan mantuvo la mirada de Chad con toda a firmeza.
_ Si, es exactamente lo que digo.
El hijo de Abel se marchó, dejándolo sin saber si había creído o no en la explicación. A juzgar por la manera en que su corazón se había acelerado en el pecho , Ryan imaginaba que la mentira debía haber sido obvia. Pero, conforme el día avanzase, probablemente el mariconcito se olvidaría del incidente y , si el clima no empeoraba , él planeaba partir para Canadá al amanecer del día siguiente. Soltó un largo suspiro, sintiendo el ritmo de su corazón volver a la normalidad.
_ Esos eran los asistentes del señor Easterbrook? _preguntó Isadora, aproximandose .
_ si. Chad estaba con ellos.
_ Cielos, Chad?
_ En persona . Por qué no subiste a la cubierta para saludarlo?
Ella pareció desanimada.
_ Yo no sabía que él vendría. Estaba en otra cabina, ayudando a Delilah y a las niños a arreglar sus cosas.
Ryan la estudió , intentando descifrar las emociones por detrás de la expresión de desánimo. Ya parecía diferente, volviéndose sombría como el tiempo tempestuoso formándose en el oeste. Extrañaba a la otra Isadora, la que se había lanzado al viaje con un sentido de aventura, esa que solía subir al cubierta descalza y sonriente para ocuparse de tareas o bailar como una niña.
Ryan le extendió la invitación.
_Abel estará ofreciendo una recepción esta noche. Una fiesta con baile .
Isadora continuó manteniendo su expresión seria e indescifrable.
_ Crees que debo ir? _ le preguntó .
Ryan se puso furioso con el hecho que Chad ni siquiera hubiese pensado en mencionar el nombre de ella cuando le había entregado el sobre.
_ Por supuesto que si. Estoy seguro que tu familia estará allá.
_ Entonces, deberé ir. Estarás allá, verdad ?
_ Llegaré más tarde. Tengo que dejar todas las cosas preparadas para la seguridad de Journey y Delilah.
_Será Canadá para ellos, entonces.
Ryan asintió con la cabeza , pero no hizo más comentarios, no queriendo preocuparla con el plan arriesgado que sabía tenía que llevar adelante.
_ Jamás podrán volver _ dijo ella, con un suspiro.
_ No, a menos que a esclavitud sea abolida.
_ No hasta que sea abolida, quieres decir.
_ Las cosas se están poniendo peores, no mejores. Desde que el Congreso aprobó la Ley de esclavos Fugitivos, todos sospechan de todos. Es vecino contra vecino hoy en día .
Isadora le tocó la mano levemente.
_ Vas a extrañarlo, verdad?
Tanto cuanto extrañaría mi brazo derecho si lo perdiese, pensó Ryan, pero no dijo eso en voz alta.
Um trueno sonó al oeste. Una amenazadora formación de nubes iba avanzando. Una tormenta. Exactamente lo que no necesitaba.
_ Es mejor que bajes y te preparares para la fiesta de Easterbrook. Yo mismo te llevaré en bote hasta el puerto después.
Ryan cometió el error de mirarla a los ojos y verla vacilando por un momento. Mierda, esa mujer jugaba con su corazón, lo hacía querer cargarla en sus brazos, llevarla a algún lugar privado y hacerle el amor , tener un hijo y pasar el resto de su vida amándola.
_Ryan, me gustaría que ...
_ Ve _ la interrumpió él, en un tono brusco que la hizo arrugar la cara. _ Ve y prepárate para la fiesta.
_ Si , capitán _ replicó ella. _ haré eso.
Hubo una nueva explosión de un trueno en el cielo , mientras se alejaba. Ryan se obligó a permanecer en su lugar, pero su corazón no la dejaba ir. Necesitaba a Isadora. Dios , solamente una vez más . Necesitaba tenerla una vez más .



Isadora se acomodó en la pequeña bañera en la cabina estrecha que había sido su alojamiento durante tantas semanas. Se esforzó para intentar contener un creciente temor. Estaba de vuelta a Boston, en casa nuevamente...
Se lavó con jabón de rosas y agua fresca. Ahora que habían llegado al puerto, no precisaban ahorrar. Usó una buena cantidad de agua cristalina, mientras sus pensamientos inquietantes continuaban en un torbellino.
No debía sentirse desconcertada con la idea de estar de vuelta. Beacon Hill era el lugar al que pertenecía. Debería estar ansiosa por volver a su casa a ver su familia, su cuarto y sus libros, ansiosa por volver a la vida que siempre había tenido .
Pero cómo podría adaptarse de nuevo a su antiguo mundo? El hecho de tener que encarar a su familia y a Chad la asustaban . La idea de volver al lugar donde la vida había sido tan cruel era impensable.
Con el corazón pesado, abrió el baúl y tomó uno de los familiares vestidos negros que hacia tanto tiempo que no se ponía . Se puso el corset y las enaguas, sintiéndose más y más oprimida con cada capa de ropa que colocaba.
La ropa parecía colgar de su cuerpo desoladamente. Antes su favorito, el vestido negro ahora parecía cubrir su cuerpo como una bolsa de papas. Ya no tenía buena caída , los pliegues impecables solían hacerlo parecer tan elegante.
Soltando un suspiro exasperado, tomó un cepillo e intentó acomodar los cabellos. Pero, en vez de eso, se halló devaneando. Sus devaneos la transportaron al día en que Ryan le había cortado el cabello y ella se había puesto furiosa. Entonces , él le había tocado la mejilla y , de algún modo, todo se había solucionado.
Aunque no tuviese un espejo, podía sentir los rulos aclarados por el sol rebelándose. Dónde estarían sus peinetas? No las había usado hacia mucho tiempo .
Oyendo un golpe en la puerta, le dijo a la persona que entrase, apenas levantando la cabeza cuando Ryan se detuvo en la entrada de la cabina.
_ Isadora.
Dios, nadie decía su nombre de esa manera, pensó ella, con ese tono bajo, íntimo, acompañado del cautivante acento sureño.
_ Si ?
_ Deberías estar arreglándote para una fiesta, no para un funeral.
Ella pasó la mano levemente por la tela gruesa y negra de la falda.
_ Este es mi mejor vestido.
_ No me estaba refiriendo al vestido, querida, si bien que, ahora que lo mencionas, es demasiado sobrio. Estaba hablando de la expresión en tu rostro. Estás apesadumbrada , como si alguien hubiese muerto.
Ella logró esbozar una sonrisa .
_ Yo estaba pensando en como la vida es de simple a bordo de un barco. Todos sabemos los nuestros roles. Sería tanto más fácil si pudiese quedarme aquí.
Viendolo sonreír , ella intentó parecer indignada, pero, por alguna razón, cuando Ryan se reía de ella, tenía ganas de acompañarlo. El le extendió la mano.
_ Ven aquí.
_ Estoy aquí. Esta cabina es demasiado pequeña para que esté en otro lugar.
Ryan volvió a reirse y le tomó la mano.
_ Quise decir que vengas conmigo. Quiero mostrarte algo.
Isadora lo siguió por el corredor hasta la cabina de él.
_ Si hay más papeles que verificar, me gustaría que me lo hubieses dicho antes _ ella habló, un tanto exasperadamente .
_ Isadora.
Ella sintió una serie de escalofríos por la espalda por el modo en que Ryan pronunció su nombre.
_ Si ?
_ Esto nada tiene que ver con papeles.
_ Y de qué se trata... entonces ? _ Isadora solamente tuvo que mirarlo los intensos ojos azules para saber. Lo Supo sin la menor duda y su corazón se aceleró, su respiración quedando suspendida.
_ De esto _ respondió Ryan, cerrando la puerta de la cabina detrás de ambos y tomándola en sus brazos.

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