jueves, 27 de mayo de 2010

ESCUELA DEENCANTOS - CAPITULO 27 - SUSAN WIGGS

PARTE III

El pájaro de invierno


El invierno se hizo más frío.., tan terriblemente frío que el patito tenía que nadar continuamente en el agua para no congelarse. Pero, noche tras de noche, el área de agua en el que nadaba se hacía cada vez chico por el avance del hielo . Pronto ese área también se congeló de tal manera que el patito tuvo que debatirse continuamente para impedir que el hielo se cerrase alrededor de el . Finalmente, demasiado cansado para moverse, congeló rápidamente fundiéndose con el hielo.
Hans Christian Andersen,
El patito feo


CAPITULO 27

La mía no es el alma de un cobarde.
Emily Bronte



Ryan contempló demoradamente a mayor fortuna que jamas había visto en su vida. Bajo el sol fuerte que se filtraba por las escotillas de su cabina en el Cisne de Plata, brillaban pilas y pilas de libras esterlinas.
En una determinada época, ese habría sido un momento de triunfo. Había obtenido una ganancia mucho mayor que la que Easterbrook había previsto. Gracias a un viaje rápido con la ayuda de vientos favorables, había ganado bonificaciones y premios con los cuales la mayoría dos capitanes siempre soñaba.
Pero no lograba alegrarse con su éxito . No sentía ánimo ni siquiera para mandar a izar las velas, no podía hacer nada excepto pensar en Isadora.
Arrugó la cara , acordándose del episodio en el bosque tropical. Realmente se había comportado como un canalla . bajo el pretexto de protegerla, la había seguido a la laguna. Bajo el pretexto de iniciarla en un nuevo placer, le había enseñado a fumar el cigarro de hierbas. Y bajo ningún pretexto , se había aprovechado vergonzosamente de la confianza de ella, de su ingenuidad y ... que Dios lo ayudase ... de su estado de relajación , cuando había estado tan vulnerable e indefensa.
Sin importar que Isadora hubiese deseado eso, era una dama recatada de Boston que merecía todo el respeto.
Sin importar que le hubiese pedido eso, era una inocente que desconocía las consecuencias de sus actos.
Admitía que ella había disfrutado lo que habían hecho, pero también habría sido necesario ser una estatua de piedra para no sentir el placer que habían encontrado, el placer potenciado por el cigarro y por el escenario que podría haber sido el paraíso.
Lo peor de todo, después de haberse aprovechado de una mujer ingenua, había sucedido lo impensable. Se había enamorado...
Bebiendo un trago de limonada, puesto que cualquier otra bebida haría que su cabeza comenzase a latir después que había bebido mucho la noche anterior . Frunció el ceño ante los papeles delante suyo.
Cómo podía ser tan idiota ? Como había podido perder su corazón allí, en esa ocasión, con una mujer como Isadora? Su futuro era incierto como una nube en el horizonte, no podía arrastrarla por ese camino . Y todavía tenía que enfrentar su mayor desafío.,. Y tal vez tuviese que violar cada principio del comercio marítimo para superarlo.
Tenía que comprar la libertad de la esposa y de las hijas de Journey. Tal vez se viese obligado a cometer un acto que podría llevarlo a la horca. Todo dependería de lo que sucediese en Virginia.
_ Vamos _ dijo Journey, apareciendo en la puerta de la cabina. _ Estás demasiado sombrío para un hombre sentado delante de todo ese dinero.
Ryan sintió una dolorosa puntada de afecto mientras miraba a su amigo de la infancia.
_ Si ? _ Tomando una lapicera, hundió la pluma en la tinta. _ Bien, la contabilidad está en orden. Debo colocar el dinero en el cofre. Una vez que lo cierre, solamente Abel Easterbrook podrá abrirlo.
Firmó su nombre en el formulario pertinente y comenzó a colocar el dinero en la caja que guardaría en el cofre.
_ Es mucho dinero _ comentó Journey.
_ Sin duda. _ Ryan sacudió la cabeza , sabiendo que el dinero significaba solamente una cosa para o amigo: reunirse con su familia.
_ Pero Delilah y mis hijas...
_ Van a navegar hasta el puerto de Boston con nosotros . _ Ryan sacó algo de consuelo en la expresión esperanzada que vio en la cara de su amigo.. Podía haber perdido el corazón y la posibilidad de no ser nada más que un recuerdo para Isadora Peabody, pero reuniría a Journey con su familia sin importar lo que le costase.
Aunque fuese su propia vida.

_ El ca ..capitán me mandó aquí pa .. para pedirle que traduzca esto _ anunció Timothy Datty, pasándole unos papeles a Isadora.
Sentada en una silla en la cubierta principal, ella escribía una carta. El Cisne de Plata había partido de Río de Janeiro había dieciséis días atrás , y ella había estado intentando evitar Ryan durante todo ese tiempo. El parecía aceptar eso con un mezcla de vergüenza y alivio.
Había sentido temor de que ella empezase a seguirlo por todos los rincones del barco como una tonta enamorada. Podía ver eso con claridad ahora, aunque esa realidad la amargase. El debería haber sabido que ella sería incapaz de hacer algo así. Su naturaleza práctica había vuelto a imponerse . La experiencia extraordinaria en el bosque tropical no había pasado de ser .. algo maravilloso, idílico. Un evento tan perfecto que no podría, ni debería, ser repetido. Había sido como encontrar un trebol de cuatro hojas o ver un cometa en el cielo: un fenómeno que sólo sucedía una vez en la vida. Debería considerarse suertuda por haber vivido ese momento al menos una vez, pues, sin duda, la mayoría de las personas nunca llegaba a conocer semejante felicidad. Desear más sería un despropósito .
Dejando de lado la carta que había estado escribiendo, le sonrió afablemente a Timothy. No era culpa del muchacho que el capitán fuese un cretino.
_ Gracias por traerme esto _ le dijo .
_ No hay de... de que. _ cuando usaba las técnicas de respiración que le había enseñado , Timothy rara vez tartamudeaba. Ahora estaba parado junto a la baranda, sonriendo y observándola de una manera curiosa.
_Hay algo más que necesites ? _ le preguntó .
_Hum... No. Solamente... le gustó Río de Janeiro?
_Me encantó .
_ Me parecía que si,
_ Y qué te hizo pensar eso ?
_ La Señorita parece... diferente, solamente eso.
Isadora sonrió , sabiendo que era una sonrisa triste y que estaba al borde de las lágrimas.
_Oh, creo que estoy diferente, si _ dijo, la mirada perdido en la vastedad del océano. _ Muy diferente.
El finalmente se apartó e Isadora bajó los ojos a sus manos. Cuando había dejado de comerse las uñas? Había sufrido una drástica transformación en ese viaje, y los cambios se manifestaban de maneras curiosas. Sentía cierta admiración mirando sus manos con uñas parejas y prolijas, la piel dorada por el sol. Aún así , mezclándose con esa admiración había confusión y , a veces, el deseo de retraerse a su cueva , de esconderse del mundo como había hecho en Beacon Hill.
Dejó la carta en su regazo. No tenía idea de lo que había estado escribiendo o a quien estaba destinada la carta. Dios ; su mente divagaba continuamente . No parecía lograr concentrarse en nada específico por mucho tiempo.
Excepto en Ryan. A pesar de su decisión de ser práctica, podía pasar horas pensando en él sin desviarse una vez de otro asunto. Era terrible, sin duda, esa triste obsesión que la dominaba. En un nivel puramente racional, entendía la razón de la presencia constante de él en sus pensamientos. Había sido el primer hombre que había despertado su sensualidad , que le había enseñado l placeres físicos con los cuales ni siquiera había soñado . El problema era que, sin poder evitarlo , ansiaba volver a experimentar ese éxtasis .
Afortunadamente, poseía un poderosa reserva de sentido común. Su determinación iba a protegerla e impedirle hacer el papel de tonta por causa de un canallesco capitán de barco que probablemente apenas podía esperar para borrarla de su vida. Antes, su determinación le había dado fuerzas para ignorar las convenciones y viajar a bordo de un barco mercante. Le había dado fuerzas para enfrentar los peligros de la vida en el mar. Sin duda, podría luchar contra esa atracción inapropiada que sentía por Ryan Calhoun.
Aunque, unos minutos después, cuando lo vio aproximarse por la cubierta, como si lo hubiese convocado con el pensamiento , sentía su fuerza de voluntad debilitarse .
Sintiendo un súbito calor e inquietud, protegió los ojos del sol y levantó la cabeza para observarlo.
_Buen día, capitán Calhoun _ dijo ella, con una sonrisa cordial,
_Buen día. _ Ryan hizo una reverencia, burlándose de la formalidad con un guiño de ojo . Señaló los papeles que había mandado Timothy a entregar. _ Gracias por haber aceptado estas traducciones. Creí que ya habíamos resuelto el asunto de la papelería cuando dejamos Río, pero parece que la burocracia no tiene fin .
_ No me molesta cumplir con mi deber. _ Isadora enderezó los papeles que sujetaba .
Ryan no pareció apurado para alejarse. En vez de eso, con una expresión indescifrable en la cara , se sentó en una silla al lado en la cubierta.
_Estás disfrutando el viaje de vuelta a casa?
_ Hasta ahora, si.
_Precisaré que la consigna de embarque del Cisne sea copiado otra vez _ explicó él, entregándole el documento. _ Haremos una parada breve en un puerto de Virginia.
_Pararemos en Virginia ?
_ Algo muy breve . _ El maxilar de Ryan se puso rígido .
_ Los hombres saben eso?
_ Cualquiera que se insubordine , será reemplazado .
La antigua Isadora se habría estremecido con ese tono ríspido. Pero ahora sabía cómo enfrentar la rabia de un hombre, sabía que él no la mataría.
_ Virginia no estaba en los planos originales del viaje _ ella observó,
_ Vos Solamente debes hacer tu trabajo y no hacer comentarios.
_ Si , Señor capitán. _ No queriendo dejarse intimidar, ella juntó el documento a los demás papeles que tenía en su regazo.
Permanecieron en un silencio tenso por algún tiempo. Entonces , él señaló la carta que ella había dejado de lado.
_Escribiéndole a Chad otra vez?
Isadora se exasperó con su tono de sarcasmo.
_ Yo ...
_ Es obvio _ la interrumpió Ryan, su voz baja y seca. _ Prometiste que le contarías sobre todas tus aventuras a bordo.
_Si recuerdo bien , le prometí escribir regularmente ...
_ Le contaste de la aventura en la cascada?
El hecho de oír esas palabras creaba un torbellino de emociones en Isadora. Había sido el día más hermoso de su vida. Pero Ryan Calhoun parecía determinado a mofarse de lo que habían compartido.
_ Y ? Le escribiste sobre esa aventura ?
_Cómo te atreves?
_Cómo me atrevo a qué? A hacerte hablar sobre ese día?
_ No hagas parecer que la culpa es mía. Vos me has estado evitado. Y no es necesario hablar respecto a eso . Ya pasó.
_ es exactamente lo que pienso _ respondió Ryan, pero, de repente, su voz bajó a un susurro: _ Pero cuanto más tiempo pasa, más pienso en ese día .
Ela volvió a acomodar v los papeles en su regazo.
_ No veo razón para hablar más sobre ese día. Dijiste que fue un error. Y tenías razón.
_ Fue un error para vos también?
La pregunta directa la hizo vacilar sobre qué decir. Podría revelar sus sentimientos? Debería correr ese riesgo? No. Y la peor parte peor que no tenía idea de lo que sus sentimientos significaban. Sus emociones vivían en un torbellino, alternandose entre ansiedad, deseo, ternura y melancolía. Nunca sabía, cuando abría la boca para hablar, si iba a reír o llorar. De cualquier modo, Ryan no iba a hallar sus emociones bienvenidas, así como Chad Easterbrook nunca las había hallado. Entonces , por qué contarle? Por qué someterse a semejante sufrimiento?
En vez de haberse fortalecido al dolor, todas los incontables rechazos del pasado sólo la habían hecho más vulnerable. Por lo tanto, hizo la única cosa que pudo. Le dio explicación práctica.
_ Esa hierba que nos mareó y nos llevó a cometer una gran tontería.
_ Entonces, no sientes nada ahora?
_ Solamente me siento una tonta. _ Isadora sabía que estaba mintiendo. Incluso sobria, se sentía embargada por la pasión cada vez que pensaba en él . Pero la vida le había enseñado sus duras lecciones. Un hombre guapo y encantador sólo la dejaría con el corazón roto. Tenía que obligarse a si misma a ser más fuerte que sus deseos. _ Estoy segura que vos te sientes de la misma manera _ agregó.
Inesperadamente, Ryan le tocó la mejilla . Levemente. La punta de los dedos rozándole la piel , dejando una sendero de fuego.
_ No tienes ni idea de lo que me pasa .
Algo en la expresión de Ryan la asustó . Algo taciturno, algo intenso. Cuando creía que conocía a ese hombre, él le mostraba una nueva faceta. Apartó la cara, eludiendo ese contacto desconcertante
_ Entonces, tal vez puedas explicarme lo que quieres decir. El pasó la mano por su cabellos rojizos en un gesto de frustración.
_ No puedo darte nada.
_Nunca te pedí nada.
El sonrió, la expresión era de tristeza.
_Oh, querida, si pides, si.
_ No entiendo.
_Vos esperas todo. La luna. Las estrellas. El sol. Pero elegiste al hombre equivocado. Cometiste el error de creer que tengo algo para ofrecer.
Isadora se rió, sorprendida con el hecho de que un tono tan amargo pudiese salir él.
_Qué astucia de tu parte, capitán sábelo todo. A lo largo de los años, caballeros me dieron toda clase de excusa posible para explicar su reticencia a cortejarme. Escuché excusas relacionadas con tías abuelas muertas, caballos con cólicos , ruedas de carruajes rotas y hasta un caso de sarampión. Pero esta es la primera vez que oigo una excusa tan rebuscada como la suya.
Isadora se oyó hablando sin parar, pero temió que, si no lo hiciese, acabaría vacilando. Y lloraría. Y hasta podría dejar escapar la verdad,
_Puedo afirmar, con toda franqueza, que vos el único en declararte inadecuado en base a cualidades personales... o la falta de ellas. Te felicito . Bastante original.
Ryan se levantó.
_Dios, yo no soy como los otros. Sabes muy bien que no.
Isadora se obligó a sacudir la mano en el aire en un gesto de indiferencia.
_Realmente no importa. Oí decir que caballeros tienen encuentros amorosos fugaces todo el tiempo . Vos no sos diferente. Sin duda, tus costumbres no es algo que debamos perder tiempo discutiendo cuando hay tanto trabajo para hacer. _ Determinadamente ella bajó la mirada y comenzó a examinar los papeles en su regazo. No podía ver una sola palabra.., todas se confundían en un borrón de lágrimas contenidas.
Ryan se aproximó a la baranda, el viento soplándole los cabellos. Isadora esperó que él se apartase, pero no lo hizo. Simplemente se quedó allí. Ella fingió estar leyendo los papeles.
Finalmente, él rompió el silencio:
_ Sobre ese día, todavía falta decir algo. En caso que descubras que estás... Esperando un hijo mío, arreglaré las cosas entre nosotros, lo prometo. _Finalmente, él dejó la baranda y se alejó.
Isadora soltó bruscamente los papeles en su regazo. Un bebé. La mera idea la llenaba al mismo tiempo de terror y excitación. Pero en medio de su duda había una profunda tristeza.
Ryan no comprendía? Nada más volvería a ser como antes otra vez.






Journey miró fijamente el jarro en la mano de Ryan.
_ Eso no te ayudará, sabes?
Ryan se apoyó en el timón. No necesitaba maniobrarlo, pues estaba fijo en su lugar. Con los actuales vientos estables, llegarían a tierra en tiempo record .
_ Qué te hace pensar que estoy buscando ayuda?
Journey soltó una risa.
_Esa es tu tercer jarro de rum desde que Isadora subió a la cubierta.
_ Si ? No sabía. Cuándo subió ?
Riéndose todavía más , Journey le sacó el jarro de las manos.
_Oh, quedaste mismo cautivado, verdad ? _ Bebió el rum con un trago exagerado. _ Entonces, qué vas a hacer al respeto?
Ryan cruzó los brazos y bajó la mirada, frunciendo el ceño en dirección a mitad de la cubierta, los hombres le daban clases de baile a Isadora. Ya le habían enseñado bailes populares antes; esa noche le enseñaban los bailes más formales de los grandes salones.
Mientras Luigi y Chips tocaban una vals improvisada , Ralph Izard la conducía en los pasos. Los demás aplaudían alegremente al ritmo de la música, o bebían de sus jarros mientras observaban.
Los pies descalzos de Isadora se movían con creciente confianza sobre el piso de tablones de la cubierta. Usaba una falda y una blusa sencilla y tenía uno de los pañuelos coloridos de Gerald amarrado en la cabeza. Tenía las mejillas coloradas bajo los últimos vestigios de luz del sol poniente , su risa cristalina haciendo eco en medio de la música.
Observándola, Ryan sentía una poderosa oleada de deseo, curiosamente acompañada de una gran ternura. Ella se había transformando delante de sus ojos , pasando de una sesuda e introvertida solterona que desconfiaba del mundo a una joven sonriente y llena de vida . Esa transformación lo fascinaba .
_ Dónde crees que Izard aprendió ese baile ? _ preguntó Journey.
Ryan mantuvo la mirada en la pareja que bailaba un poco mas abajo.
_ Es hijo de un ricachón de la construcción naval en Nueva York. Tuvo la educación privilegiada de un caballero, pero acabó teniendo una pelea con su familia y partió al mar. _ Se quedó aliviado porque Journey no le preguntó cual había sido la razón de la pelea . Su actual primero inmediato había ultrajado a su familia conservadora tomando como esposa a una africana.
El balsa terminó, e Isadora estaba sonriente y jadeante como una debutante, refrescándose con un abanico que Doutor le había hecho con plumas de gallina.
_ Por qué dejaste de cortejarla? _ indagó Journey. Ryan le lanzó una mirada perpleja . Había creído haber mantenido su insensato y breve romance con Isadora en secreto. Creía también que la locura de haberse enamorado de ella hubiese pasado desapercibido para su amigo.
_ Para comenzar, jamás debería haberla cortejado. _ Ryan Soltó un largo suspiro, mientras observaba a Isadora y los marineros formando filas de un elegante baile rural . _ En verdad, no llegué a cortejarla, ni a planear nada. _ Se dio vuelta hacia su amigo con una expresión de impotencia. _ solamente... sucedió.
Una amplia sonrisa iluminó la cara de Journey.
_ Es así como funciona el amor . Solamente... sucede _ él agregó, burlando la perplejidad de él.
_ Oh, estás siendo de grande ayuda! Para tu conocimiento, estoy intentando olvidarla.
_ Y piensas que lo conseguirás, sos más estúpido de lo que imaginaba.
_ Tengo que olvidarla. Dentro de unas semanas, ella estará de vuelta con su familia y yo , zarpando en otro viaje. Mírala ahora. Los muchachos casaderos de Boston pronto estarán peleándose entre ellos para cortejarla. _ Admitir aquello sólo aumentaba la frustración que consumía a Ryan.
_ Tal vez _ concordó Journey. _ Pero el hombre al que ella quiere sos vos.
_Ella no tiene ni idea de lo que quiere. Por la manera en que la familia la crió ...creo que ni siquiera sabe qué es el amor romántico.
_ Entonces, muéstraselo . Enséñale.
_ Para qué ? Qué ganaría?
_ Eso la haría creer.
Ryan lo estudió con atención. Su amigo siempre había poseído una sabiduría profunda en la que confiaba.
_ Creer en qué?
Journey tocó la bolsita de cuero colgado al cuello, el talismán que le había dado su esposa.
_Que alguien puede amarla. Cómo Isadora podría saber eso? Además de esa fallecida tía abuela de quien habla de vez en cuando, nadie nunca la amó.
_ Eso sería una locura.
_Una locura más grande sería que ustedes dos estuviesen con esas caras de limón amargo por el resto del viaje?
Sin esperar una respuesta, Journey tomó el jarro y bajó de la cabina de comando.
Ryan se quedó solo, observando el progreso de las clases de baile e intentando disuadirse a si mismo de lo que estaba a punto de hacer. Por que debería tomarse el trabajo de instruir a Isadora Peabody en lecciones de amor? Por qué debería asumir la responsabilidad de demostrarle a esa mujer difícil, fascinante, inteligente e imprevisible como era el verdadero amor? Sería mejor dejarla pensar que el amor era un lecho de rosas. No era su función mostrarle que el amor también tenía su lado sombrío, sus momentos de un miedo tan grande y apabullante que todo el mundo parecía quedar en suspenso, dependiendo de como ese amor evolucionase.
Eso había sido que lo que había tomado a Ryan de sorpresa. La agonía del amor. La alegría seguida rápidamente de un miedo apabullante.
En una determinada ocasión, su padre le había dado un frasco con pólvora que habían estado usando para explotar algunos terrenos distantes, con el propósito de nivelarlos. Ryan había sido instruido a transportar ese frágil recipiente de vidrio, temiendo por su propia vida en caso que se le cayese.
Se acordaba de esa sensación ahora, ese mezcla de euforia y terror. Euforia por haber sido escogido para una misión de tamaña importancia, acompañada constantemente por el terror de las consecuencias de un fracaso.
Miró la cubierta , a Isadora y sintió lo mismo , sólo que todavía más intensamente.
Maldiciendo entre dientes , bajó de la cabina y avanzó por la cubierta principal, ignorando un ligero mareo producido por el rum con sus pasos bruscos. Las clases de baila habían conducido a un minué , tocado de manera tan insufrible por Luigi e Chips que apenas se reconocía. Con burlona solemnidad, el Señor Izard e Isadora ejecutaban los pasos. la cara de ella transmitía tanta alegría que Ryan sintió su corazón elevarse, el lado sombrío olvidado por ahora.
En ese momento, fue dominado por súbita percepción. Quería que ella fuese feliz. Estaba sorprendido de darse cuenta de cuanto deseaba aquello. Otra consecuencia insana del hecho de amarla. Quería la felicidad de Isadora más que ..la suya propia. Era peculiar, casi bizarro, ser dominado por sentimientos tan poderosos. No quería que ella sintiese miedo, dolor o incertidumbre. Era exactamente como Journey le había dado a entender. El amor no era egoísta. Era el mejor y más generoso sentimiento que un hombre podía tener.
Se sentía curiosamente liberado mientras caminaba por la amplia cubierta. Las cabezas se volvieron en su dirección, algunas cejas se arquearon . Aunque se hubiese establecido como un capitán de pocas formalidades, rara vez se reunía con la tripulación durante su diversión nocturna.
Como si hubiese acabado de entrar en un formal salón de baile, le dio una palmadita al hombro de Izard.
_Puedo interrumpir?
_ Si , Señor. _ El primero inmediato le entregó la mano de su compañera.
Los músicos continuaron con la ejecución deplorable del minué , mientras Ryan le sonreía a una Isadora de expresión cautelosa.
_ De ahora en adelante, quiero que reserves el minué para mí _ le dijo , exagerando su acento sureño . La apretó contra su cuerpo , sintiendo las caderas junto a las suyas, un gesto que Izard no se había atrevido a intentar. Rápida en aprender eso, como todas las otras cosas, Isadora acompañó sus pasos y no tardó para que ambos dominasen la técnica de ese baile.
Ella levantó la vista para mirarlo, visiblemente satisfecha con la novedad de tener un compañero más alto para conducirla. La expresión en ese rostro adorable le dijo a Ryan todo lo que precisaba saber. La suya era una causa noble.
Esa noche, inició un patrón de conducta destinado a agradarla, a hacerla olvidarse que algún día ya había sido la solterona torpe y socialmente inepta de Beacon Hill. Se puso como objetivo probarle que era digna de toda consideración, prepararla para el retorno al mundo de Boston, para que lo enfrentase con confianza, no con timidez. Quería que demandase cortesía por parte de los hombres, no indiferencia o desprecio. Quería que siempre manifestase su opinión, no que se reprimiese.
Le prestó sus libros favoritos. Un día, cuando la temperatura estaba especialmente agradable, subió al mástil principal y le cantó una balada, mientras los miembros de la tripulación lo acompañaron en el estribillo . Cuando ella comentó que no podía soportar la idea de que las gallinas del barco fuesen sacrificadas por el cocinero, Ryan le ordenó que las dejase viva.
La felicidad de Isadora floreció en esas semanas del viaje rumbo al norte. Y si algunas veces su sonrisa parecía confusa o intrigada, a Ryan no le importó. Ni intentó explicar lo que estaba haciendo . Esa era la sorprendente verdad de su amor por ella. No le importaba dar.

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