martes, 25 de mayo de 2010

ESCUELA DE ENCANTOS - CAPITULO 24 - SUSAN WIGGS

CAPITULO 24



Isadora despertó con una sonrisa en los labios y la certeza de que había dormido hasta muy tarde. A juzgar por el brillo intenso del sol que adentraba por la ventana, ya debía ser casi mediodía.
Su sonrisa se acentuó . Sabía que debería sentirse culpable, pues nadie en la distante Beacon Hill, ni probablemente en toda la ciudad de Boston, dormía hasta tan tarde. excepto si estuviese enferma. Aún así , tenía la excusa de haber bailado con un hombre en un guapo a medianoche.
Un delicioso estremecimiento le recorrió el cuerpo, el recuerdo de esos momentos mágicos le calentaron las mejillas. Levantándose , vertió agua fresca del jarro de encima de la cómoda en le fuentón de porcelana y se lavó la cara, pero esos pensamientos no le dejaban su mente.
Dios... Ella... Isadora Dudley Peabody... había besado a un hombre la noche anterior.
Y no había sido un hombre cualquiera. Ni un simple beso.
Había sido besada por Ryan Calhoun... la persona más interesante e carismática que jamas hubiese conocido . La única persona que había intentado ser su amiga. Pero estaría intentando ser más que eso?
Isadora negó la posibilidad en ese mismo instante, su naturaleza práctica se impuso. El la había buscado la noche anterior, la había llevado a un rincón agradable y la había sacado a bailar solamente porque habían estado en un baile de disfraces. Una fiesta donde nada parecía ser lo que era.
De cierta manera, los momentos con Ryan habían sido hasta menos reales que un sueño. La noche anterior era algo aparte del resto de su vida. Acordarse del beso era como intentar volver a un sueño maravilloso después de haber despertado con la claridad del día. Podía acordarse de lo que había sucedido , pero no podía volver a capturar su magia. Cada vez que llegaba cerca de revivir la sensación producida por esos labios cálidos posándose sobre los suyos, de la lengua ávida explorando la suavidad de su boca, se veía perdida en una neblina de vergüenza y de deseo que la dejaba acalorada y confundida.
_ No debo pensar en eso _ se dijo a sí misma, con severidad, mientras intentaba sujetar los cabellos en un rodete . Las mechas cortas no se quedaban en su lugar y necesitó más hebillas. Se unió a sus compañeros fieles: el corset y un vestido marrón oscuro , frunciendo el ceño porque ña tela siempre impecable parecía opaca y pesada de repente.
No importa , se dijo a sí misma. Nunca has sido vanidosa. Nunca había tenido razón para serlo . Y no iba a empezar ahora, con los cabellos cortados improvisadamente y la cara cansado después de haberse dormido tarde la noche anterior y haber pasado demasiado tiempo soñando.
Cuando dejó el cuarto, se sentía tan torpe e vacilante como lo había estado en cualquier fiesta de Boston.

Apenas se había se sentado en la mesa lo vio entrando con un aire somnoliento en la sala, los cabellos rojizos desaliñados y la barba sin afeitar ._Oh _ él murmuró, su tono grave. _ Ya te levantaste .
Ella no dijo nada en respuesta.
_ Un muchacho encantador_ declaró Lily, un tanto irónicamente, entrando en la sala con Rose a su lado. Dos criados se aproximaron en seguida para servir el café y colocar sobre la mesa bandejas con dulces, jarras de jugo y frutas .
Ryan soltó un murmullo malhumorado.
Isadora apenas podía creer que el deslumbrante gaucho que había sido tan romántico la noche anterior era ese mismo hombre. El agregó varias cucharadas de azúcar a su café con leche y comió dulces y frutas frescas con apetito , mientras que ella prefirió poca azúcar y se descubrió hambre. El calor y la humedad de los trópicos habían reducido su apetito drásticamente. Pero había el clima caluroso le traía el beneficio de salvarla de sus incómodos estornudos.
Mientras comían, Lily miraba ansiosamente en dirección a la puerta. Cada vez que un criado entraba, se ponía tensa y , luego, se relajaba.
_Ella no va a volver, madre _ dijo Ryan con convicción.
_Fayette fue a algún lugar? _ indagó Isadora.
Lily apretó los labios como si quisiese contener un sollozo, sus ojos nublados con lagrimas. Rose sacudió la cabeza .
_Anoche, ella huyó con Edison Carnero.
El mentón de Lily tembló, pero contuvo las lágrimas y miró directamente a Isadora mientras hablaba:
_Pensé que era una broma, pero me temo que Fayette haya resuelto buscar su libertad anoche.
_ Es probable que ellos hayan buscado acogida en uno de los quilombos, a donde los fugitivos van _ explicó Rose. - Son escondrijos muy rudimentarios, pero es donde generalmente los esclavos se refugian.
_ No es el fin del mundo, mamá. _ Ryan bebió su café con leche y, luego, con más compasión, agregó: _ Edison será bueno con ella.
_Ella es mi criada personal. Siempre lo fue . Qué haré?
_ Te arreglarás, mamá, como de costumbre.


_ Estoy preocupada por Fayette. Ella no tiene idea de como es la vida.
_Ella era una esclava, mamá. Y vos era una ama de esclavos. Así era la vida para Fayette. Habiendo huido con Edison, ella se liberó de ustedes. No lo entiendes?
Lily empalideció visiblemente.
_Cómo te atreves?
_ Alguien de esta familia debe atreverse. Vos lograste llevar su vida sin nunca haber pronunciado la palabra esclavo. Sin ni siquiera haber pensado en esa palabra. Criados, como vos los llama. Damas de compañía. Trabajadores rurales. Lavanderas. Pero son esclavos. Propiedad. Vos los poseías, eras dueñas de sus cuerpo y sus almas.
_ Qué te pasa , hijo? Cuándo te volviste tan duro?
_Duro es el golpe del azote de un amo a un esclavo, madre.
Lágrimas llenaron los ojos de Lily.
_Mi criada nunca sintió el roce de un azote. Yo quería mucho a Fayette.
_ Entonces, déjala ir, es la única manera de manifestar tu afecto.
Las lágrimas rodaron libremente, luego, bañando las mejillas de ella y sus hombros temblaron.
_ Estoy tan asustada. Todo está cambiando tan rápidamente.
_ Los cambios son necesarios. _ Ryan encontró un pañuelo y se lo entregó a su madre, quien secó los ojos meticulosamente.
Isadora estaba perpleja y contenta al mismo tiempo.
_ Sé que extrañará a Fayette, Lily. Todos la extrañaremos. Pero es mejor así.
Lily sorbió su café con nerviosismo.
_ Un pensamiento noble, pero ingenuo. Fayette estaba mejor conmigo. Ella afirmó estar enamorada de Edison, pero el amor no llena un estomago vacío, ni te hace vivir fuera de la realidad . Los quilombos son lugares horribles. Una de las criadas me dijo que un fugitivo corre el riesgo de ser capturado por las autoridades.
_Pueden capturarla? _ preguntó Isadora ansiosamente. La Ley de esclavos Fugitivos, esa abominación legislativa, estaba en vigor en Boston hacia varios meses. La ley había creado terror entre las personas de origen africano de la ciudad, libres o no. La tensión separaba a las familias, hacía que vecinos desconfiasen unos de los otros. Se preguntó si Brasil tendría una ley semejante.
_ No existe extradición a los Estados Unidos _ contó Ryan, recostándose en su silla.
_ Pero ella podía ser forzada a trabajar aquí. _ La voz de Lily sonó cargada de preocupación y amargura. _ Fayette corre más peligro como una mujer libre que lo que corría como mi criada. _ Ella se levantó de repente, demasiado agitada para permanecer sentada a la mesa. _ Hay una epidemia de fiebre amarilla en la ciudad. Y si se enferma? O pasa hambre? O si es herida por criminales ? Y si la usan para...
_ Puedes ayudarlas libertándola. Legalmente. Voy a hacer que los papeles sean preparados para que los firmes _ dijo Ryan. _ Si le das una carta de liberación, ella no será considerara una fugitiva. Fayette no es una criatura. Ni es tuya. Nunca lo fue. Es un ser humano que nació en la esclavitud pero tiene voluntad propia. Por lo tanto, si es su elección quedarse con Carnero, sólo te cabe permitirlo . _ El se levantó y la besó con gentileza en la mejilla . _ Fayette sabía de los riesgos y , aún así , escogió la libertad.
Fue hacia la puerta.
_Tengo que ir a la ciudad para hacer los papeles. - Ryan hizo una reverencia. _ Señoras.
Isadora lo observó desapareciendo por la puerta. Era el hombre más extraño que jamas había conocido , a veces rudo como un estibador, incluso mientras ayudaba a liberar a una esclava. Caprichoso, eso era ese hombre. Era probable que ya se hubiese olvidado del beso de la noche anterior. A juzgar por el mal humor con que se había despertado , ciertamente no lo había considerado "mágico" tampoco. Dios, cuántas veces la vida tenía que enseñarle esa lección?, se preguntó ella disgustada.
Hasta que la aprendas, se respondió . Solamente había sido un beso, se dijo a si misma. Ya había pasado la edad de la debutante social como para quedarse fantaseando por un simple beso y era demasiado orgullosa como para admitir que debía tener significado mucho más profundo para ella que para Ryan Calhoun.
Sabía que lo que pasaba en su corazón debía estar transluciéndose en sus ojos, pues se dio cuenta que Lily la observaba con curiosidad, pero no pudo contener sus pensamientos. La noche anterior no había significado nada para Ryan. Era probable que ni se acordase de la conversación que habían tenido, del baile, del beso en la terraza .
No podía culparlo, no realmente. Qué hombre en la faz da tierra admitiría haber besado a la solterona de Beacon Hill?

Ryan esperaba que su demostración de indiferencia hubiese sido convincente. Había despertado esa mañana después del baile de máscaras de Año Nuevo con dolor de cabeza y un profundo deseo.
Pensamientos sobre Isadora Peabody lo torturaron durante su ida al puerto y lo acompañaron mientras debería estar concentrado solamente en sobornar a una autoridad para conseguir pronto la carta de liberación para Fayette. Cuando la obtuvo , se la entregó a Edison Carnero, quien se lo agradeció con lágrimas en los ojos.
Pero, una vez que volvió a sus negocios, los pensamientos retornaron a Isadora nuevamente, Cuando, en verdad, debería estar calculando el peso adecuado para el lastre del barco. Fue áspero con los hombres, cometió errores en sus cálculos y rompió unas dos o tres plumas de escribir.
Journey lo llevó a su cabina, donde Ryan tomó el gato del barco en su regazo, frunció el ceño en dirección a las escotillas y pensó en Isadora.
No tenía duda de que podría despertar su ardor, ella ciertamente había sido muy receptiva a su seducción. Pero había sido una emoción falsa, basada en necesidad fïsica. No tenía derecho a robarle el corazón.
Suponía que podría hacerla olvidar a Chad Easterbrook, si dispusiese del tiempo y la determinación de seducir a una mujer reprimida. Pero Ryan tenía una gran preocupación en mente, equilibrándose entre el éxito imaginado y la posibilidad siempre existente de un terrible fracaso. Había escogido el peor momento de todos para cortejar a hija de una de las familias más prominentes de Boston.
Debía continuar fingiendo que ese beso jamás había sucedido .
Pero , Dios... Ella besaba como un ángel.
Era la pura verdad, y , a sus veinticinco años de edad, ya poseía la experiencia para evaluar un beso . El beso de Isadora había despertado de vuelta todo el encantamiento, la ansiedad, la inocencia y la esperanza de su juventud . Lo había hecho acordarse de por qué el beso había sido inventado.
Pero ya había aprendido a vivir sin amor en el pasado .
Su padre le había enseñado eso. Decidió hacer lo que siempre había hecho cuando su corazón amenazaba con conducirlo por el camino del desastre emocional. Hundiría la cabeza en su trabajo, pasaría la semana siguiente en actividad febril junto a la tripulación y la evitaría hasta que volviesen a zarpar.
El viaje de vuelta a casa sería otra historia, ni siquiera quería pensar en eso. No quería pensar en las veces en que la vería relajada en la cubierta principal con un libro en su regazo, o ayudando a alguno de los marineros en sus tareas. No quería pensar en ella acostada en su cama solitaria, una sola vela encendida junto a la cabecera, mientras soñaba con ... quién? Chad? Por Dios, pensó, disgustado. No deberían importarle los sueños de Isadora.

Como lo había planeado, los días que siguieron, él trabajó larga y arduamente, durmiendo en la cabina en el barco y haciendo sus comidas con otros capitanes en sus embarcaciones ancladas en la bahía de Guanabara. Pero en la víspera de la partida, supo que no podría evitar más el camino que llevaba a Tijuca. Subió nuevamente las colinas que conducían a la villa da tía.
_ Hola , mamá _ dijo, encontrando a Lily en el patio, pareciendo serena y relajada mientras pelaba vainas de porotos con su hermana sobre una fuente de madera. Inclinándose para besarle la mejilla , no pudo dejar de admirar cuanto su madre se adaptaba a las situaciones. Alternaba entre los papeles de dueña de plantaciones, viajera y huésped amable con sorprendente facilidad.
_Creí que te encontraría empacando.
Las dos hermanas intercambiaron una mirada, y , luego, Lily respondió:
_ Hijo, decidí quedarme con Rose.
_Por cuánto tiempo?
_Permanentemente.
Ryan soltó un silbido bajo.
_ Pero, y Albion?
_ Ese lugar no ha sido más mi hogar desde que Hunter lo heredó. No frunzas el ceño de ese modo... El fue un ángel, intentando que yo supiese que tengo un hogar allá por el resto de mi vida . _ ella dejó de lado la fuente de porotos . _ Pero Albion ya no es mi hogar, ni mi vida, mis viajes por Europa me han hecho cambiar como persona. El hecho de volver a ver a Rose y perder a Fayette sólo hizo que viese mi futuro mucho más claro . _ Ella le sonrió radiantemente a su hermana. _ Mi hogar es con mi familia y , hoy en día, además de vos, mi familia es Rose.
_ Creo que está perfecto así, mamá _ dijo Ryan, con sinceridad. Había algo reconfortante y adecuado en la imagen de dos hermanas envejeciendo graciosamente juntas en medio de un paraíso.
_ Y me visitarás con frecuencia, por supuesto. _ Lily se inclinó ansiosamente hacia adelante en la silla.
_Claro que si _ le aseguró Ryan con la misma sinceridad.
_Enviaremos una gran caja de madera al muelle _ explicó Rose. _ Lily y yo escogimos algunas cosas bonitas para Isadora. Ella no parece ser del tipo que se compra cosas para si misma y , por eso, nos tomamos la libertad de escoger algunas recuerdos de las vacaciones que pasó con nosotros .
_ Dónde ella está? _ Ryan esperó que su voz sonase indiferente. _ Empacando ?
_Oh, estoy segura que ya debe haber hecho eso. Creo que debe haber salido en más una de sus expediciones.
_Expediciones ?
_ Si , Isadora ha salido sola constantemente - respondió su tía. - Intenta conocer al máximo todos los lugares que pueda. Creo que la aventura de hoy incluye dibujar un poco de la flora y la fauna locales.
El sintió una puntada de irritación.
_ No debería salir sola.
_ No ha habido nadie para acompañarla en los últimos días _ declaró Lily con una mirada significativa.
_ Entonces, a dónde fue exactamente Isadora hoy?
_Al bosque. Quería conocer las nacientes del morro donde se sitúa Nuestra Señora de la Gloria del Otero.
_ Y fue sola.
Rose asintió .
_ La caminata no es ardua. Pero creo que ella no llevó nada para comer o para beber . _ Le dio un palmadita a una cesta cubierta con una servilleta roja bordada. _ Angélica le había preparado todo esto para llevar, pero Isadora se lo olvidó.
Las dos hermanas intercambiaron una mirada que hizo que Ryan pensase inmediatamente en una conspiración.
_Mamá ... _ le advirtió .
_Tal vez puedas llevarle la cesta _ sugirió Lily, inocentemente.
Ryan maldijo entre dientes . Debería dejarla morir de hambre en la selva.
Pero sabía muy bien que sería incapaz de hacerlo.


Isadora se detuvo para dibujar una orquídea que vio colgando de una inmenso árbol . Cruzando las piernas, se sentó en un trecho de tierra del bosque y estudió las flores de un rosa intenso . Las orquídeas la fascinaban , pues parecían nacidas del aire y rocpío en vez de la tierra y el agua, colgando de las ramas de los árboles, como si fuesen mariposas a punto de alzar vuelo en cualquier momento.
Esperaba que sus trazos en el papel pudiesen capturar la exuberancia de los pétalos espesos. Le gustaría tener una tela y tintas que pudiesen hacer justicia a la misteriosa calidad de la luz difusa que brillaba a través del bosque esmeralda.
Si al menos pudiese liberarse ella misma como una mariposa saliendo de su crisálida y dejar que la atmósfera mágica de ese lugar la envolviese y se hiciese parte de ella. .. En Boston, la naturaleza había sido dejada de lado por construcciones de cemento, cercas y arbustos meticulosamente podados. En Brasil, el bosque era una presencia prevalente , desparramandose exuberantemente por encima de los muros, llenando los espacios entre las rocas, avanzando por caminos hechos por el hombre.
Toda esa abundancia le inundaba los sentidos. Flores estallaban como llamas en lugares sombreados o altos y rocosos. Entre la vegetación baja, había un sendero u otra conduciendo al azul del mar. Los pájaros volaban entre las ramas frondosos de los árboles, alegrando el bosque con su canto.
A pesar de estar absorta por el esplendor de ese lugar, Isadora experimentaba un anhelo inquietante de compartir sus descubrimientos. Su tía Button habría adorado todo aquello . No conocía a nadie más que sentiría semejante fascinación con la naturaleza. Y la falta de alguien con quien compartir lo que veía, disminuía de algún modo el goce de estar allí, haciendo todo un tanto menos excitante.
Ryan, ella pensó.
Alejó esa idea imposible antes que pudiese deprimirla. Volviendo a tomar el block de papel, completó el dibujo de la orquídea. Tal vez debiese escribir una crónica sobre sus días en los trópicos y publicarla. De esa manera, otras personas podrían leer sus palabras y compartir al menos de parte de su fascinación.
Pero cómo meras palabras serían capaces de transmitir las sensaciones maravillosas que invadían cuando miraba a su alrededor? Las palabras serían, sin duda, inadecuadas para explicar la emoción sublime que la invadía ante algo tan bello que llegaba a marearla.
Terminando el dibujo, prosiguió con la lenta caminata, intentando encontrar una frase ideal para describir ese tipo de luminosidad que descendía de los cielos infinitamente azules y se filtraba entre el follaje . Al subir una colina, se le ocurrió que debería estar cansada por el esfuerzo, las piernas pesándole de tanto caminar. Pero, extrañamente, no era el caso. Se sentía más dispuesta y vigorosa que nunca.
Angélica, la criada que se había mostrado tan amistosa desde su primer día en la Villa del Cielo , le había dicho que si subiese encontraría una gran catarata donde la naciente brotaba de la tierra. De acuerdo con la sabiduría popular, el agua allí era la más pura y fría de las montañas. La fuente era tan valorizada que el productor del mejor aguardiente de Brasil contrataba cargadores de agua para bajar de allí con barriles a fuerza de hombros. En ese día, el sendero estaba desierto.
No tardó para que el terreno se tornase más escarpado y pedregoso. El murmullo del riacho parecía llamarla. Tomando una curva en el camino estrecho, apartó las hojas de un bananero y supo que no tardaría en llegar. Los sonidos del viento y del agua que ya podía identificar creaban una melodía compleja, agradable, que llenaba cada parte de su ser con increíble serenidad.
La expectativa del inminente descubrimiento la hizo contener la respiración en los últimos instantes de la escalada. Gradualmente, percibió otro sonido , un sonido casi oculto por el burbujeo del agua y el susurro de la vegetación.
Se detuvo y miró hacia atrás , súbitamente aprensiva.
Su mente formó un súbito torbellino de imágenes con animales peligrosos que vivían en el bosque. Murciélagos. Sapos venenosos. Cobras capaces de devorar a una persona en cuestión de segundos. Arañas pollito...
Dejando el block de papel sobre una piedra, tomó una rama seca del suelo . Pequeños insectos y lagartijas salieron del agujero que el pedazo de rama caído dejó en el suelo fecundo.
Saliendo del sendero, se agachó detrás de los arbustos, la mirada atenta a todo a su alrededor , con el corazón a los saltos. Una capa de sudor brotó en la frente y debajo del cuello del vestido. Deseó haber escuchado a Angélica y haber traído ropa mas liviana para el paseo . Pero las ropas livianas siempre el recordaban a la excursión al mercado con Ryan, a quien se estaba empeñando al máximo en olvidar.
Identificó el sonido que había oído como de pasos. parecían cada vez más cercanos. Se acordó de las advertencias que Angélica le había dado cuando había empezado las excursiones. Indios vivían en el bosque, algunos pudiendo ser agresivos. También la había alertado respecto a los quilombos, con sus bandas de esclavos fugitivos que ciertamente podrían atacar primero y hacer preguntas después.

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