domingo, 9 de mayo de 2010

ESCUELA DE ENCANTOS - CAPITULO 2 - SUSAN WIGGS

CAPITULO 2


Con pasos largas y elegantes, Chad Easterbrook siguió al grupo de Quentin hasta el salón de baile, pasando por la amplia entrada en arco y adelantándose hasta una de las mesas para servirse ponche. Inmediatamente, varias damas en vestidos de tonos pasteles consiguieron aproximarse a él con toda a naturalidad. Rezando para que su más reciente torpeza no hubiese sido notada por Chad, Isadora volvió al salón de baile.
Chad Easterbrook. El nombre era como música haciendo eco en su mente. La imagen de él vivía en su corazón. La sonrisa irresistible poblaba sus sueños. Chad se movía con elegancia nata, los cabellos negros brillando, sus ropas hecha a medida irradiando estilo y buen gusto. Cuando lo observaba, Isadora veía todo lo que quería personificado en un extraordinario conjunto de encanto, inteligencia y sofisticación. ?l no era solamente guapo para ser mirado , su carisma iba más allá . Las personas querían estar cerca de Chad. Era como si sus vidas se tornasen más alegres, interesantes y coloridas por el simples privilegio de conocerlo. Su belleza masculina era ideal, del tipo que pintores y escultores ansiaban captar en sus obras. Dueño de un encanto irresistible, era capaz de cautivar a sus oyentes con comentarios inteligentes, en una voz masculina y aterciopelada, y con su risa agradable.
Isadora acomodó los anteojos y lo observó , queriéndolo con tanto fervor que su corazón llegaba a quedar apretado. Si al menos.., ella pensó. Si al menos Chad pudiese mirar dentro de su alma y ver todo lo que tenía para ofrecerle...
Pero era difícil para un hombre mirar adentro del alma de una mujer cuando primero se encontraba con una fachada tan poco atractiva. En las pocas veces en que él le había hablado , le había pedido que le transmitiese un mensaje a Arabella, cuya mano en casamiento había perdido por poco con Robert Hallowell III.
Aún así , ella deseaba que las cosas pudiesen ser diferentes, que al menos una vez pudiese ser bonita y popular... para saber como era esa sensación. Quería bailar una vez con Chad Easterbrook, sentir los brazos de él alrededor de su cuerpo , conocer la intimidad de una sonrisa privada.
El y sus amigos alternaban entre accesos divertidos de risa y susurros dramáticos de complicidad. Entonces , uno por uno , cada muchacho formó pareja con una joven para el baile siguiente. Era una música nueva, de ritmo lo bastante irresistible como para despertar el interés hasta del más indiferente miembro de la sociedad.
Increíblemente, Chad Easterbrook emergió del grupo sin ninguna compañera de baile. Dejó de lado la copa de cristal con ponche y comenzó a caminar en dirección de Isadora. En una especie de transe, ella lo observó atravesando el salón. Se olvidó hasta de respirar mientras lo veía parando delante suyo y haciéndole una galante reverencia.
_Dígame, señorita Peabody _comenzó con su voz aterciopelada -, sería mucho pedirle que considerase hacerme un enorme favor?
Ella miró por sobre el hombro y no vio nada excepto la cabeza de alce que su padre había traído como trofeo de caza de Maine. Con el rostro acalorado, volvió a mirar a Chad.
_ Yo ? _ ella preguntó, casi balbuceando.
Con una sonrisa paciente, él sacudió la cabeza en confirmación.
La sorpresa era tanta que Isadora sentía las piernas aflojándose.
_ Estás hablando conmigo?
_ A no ser que ese alce en la pared responda al nombre de señorita Peabody, creo que si . _ El usó un tono irónico que caracterizaba a los hombres del Club de Harvard. _Vamos, señorita Isadora. No me dejes en suspenso por más tiempo. No me hagas implorar.
Sería posible que él quisiese bailar con ella? Tenía que ser eso. Chad Easterbrook quería sacarla a bailar!
_Yo ... estaría muy contenta _ ella logró decir. Extrañamente, era como si presenciase esa conversación como una observadora que estuviese fuera de su cuerpo. La solterona sin gracia y el deslumbrante Chad. Si el milagro no estuviese sucediendo justo delante de sus ojos, jamás lo habría creído.
Haciendo una reverencia, él le ofreció la mano. Isadora la aceptó , contenta porque los guantes de seda que su madre había insistido para que usase, pues de aquella manera Chad no podría saber que su mano estaba helada
y húmeda.
Como él era unos pocos centímetros más bajo, Isadora
encogió los hombros levemente, un tanto jadeante con la sorpresa y el deleite. Entonces , esa era la sensación que deseaba , ella pensó, dejando que la melodía entrase en su sangre como un vino refinado. Esa era la sensación de tener un sueño haciéndose realidad !
La atención de Chad la hacía sentirse más leve que el aire, más grácil que un cisne en un lago plácido. Finalmente, había logrado vencer la indiferencia y él iba conducirla en un baile.
Pero , en vez de conducirla hasta el centro del salón, donde las varias parejas bailaban, Chad la llevó hasta la ventana en arco que le había servido de refugio al inicio del baile. Dios , él quería hablarle en privado? Que estaría queriendo? Deleitada, Isadora casi se rió en voz alta.
Una cortina de franjas doradas casi los ocultaba. Una oleada de calor recorriéndola, ella apenas podía contener ña expectativa mientras acomodaba los anteojos para observarlo.
_ Si, Chad? Qué deseas hablar ?
El comenzó a buscar algo en el bolsillo del saco.
_ Esto va a llevar solamente un minuto de tu tiempo. Déjame ver, yo lo guardé aquí en algún lugar...

Un reloj en una cadena de oro salió del bolsillo de él. Además del
reloj, sujetaba un pequeño anillo con una piedra de topacio. Dios , iba a pedirla en casamiento? por primera vez en la vida, Isolde entendió la necesidad que una dama tenía de un abanico, pues el calor que la recorría aumentaba a cada instante.
_ Me gustaría que tomases esto. _ El le colocó el anillo en la palma de la mano.
_ Oh, Chad. _ El corazón de Isadora desbordaba de felicidad. _ No sé qué decir.
_Di que lo harás . _ La sonrisa de Chad parecía vaga, los ojos inquietos mientras apartaba la cortina y observaba la gente .
El dedo de ella era demasiado grueso para el anillo tan delicado.
_Claro que lo haré , pero ...
_ Ella está allí, la de vestido lila. _Tocándole el hombro, Chad se inclinó hacia adelante y señaló.

_ Lydia Haven. Ella está bailando con Foster Candy. La saqué el anillo para hacer un cambio y está tan enojada conmigo que ni siquiera me deja acercarme para devolvérselo. Por favor, dile que siento mucho...
Isadora no escuchó el resto de las palabras debido al súbito zumbido en sus oídos. A través de un velo de humillación, vio a Lydia Haven, bella en su vestido lila , arrojando la cabeza hacia atrás graciosamente mientras se reía de algún comentario picante de su elegante compañero de baile.
_ Quieres que le devuelva este anillo a la señorita Haven? _ Isolde
logró decir.
_Exactamente. _Posándole la mano en la espalda , él la hizo dejar el gran nicho de la ventana.
_ Señor Easterbrook?
_ Si ?
Isadora ansiaba por lanzarle el anillo en la cara excesivamente bello. En vez de eso, hizo algo peor. Algo mucho peor.
Lo miró a los ojos y dijo:
_Como quieras.
_ Yo sabía que podría contar con vos, muchacha. _ Chad hizo un gesto en dirección a la gente . _Oh, ves, apúrate . La música terminó.
Odiándose a sí misma, Isadora avanzó por el salón para atender su pedido. Devolvió el anillo a su legítima dueña. Lydia le dio una de sus sonrisas encantadoras y dijo:
_Oh, Gracias, Dora. Pensé que me ibas a robar a Chad . _Ella y las amigas que ahora la rodeaban se rieron , cada risa divertida pareciendo el golpe de un puñal. _ Pero , por qué estás toda de negro? _ prosiguió la joven, tocándole a la faja en la cintura del vestido. _Cuál es la razón para estar de luto, querida?
Por la muerte de los buenos modales , pensó Isadora, pero estaba demasiado avergonzada para hablar. Irritada con los comentarios femeninas, intentó alejarse rápidamente de allí. Pero al darse vuelta, acabó chocándose con una mujer rubia con una bella falda armada , un abanico de marfil y encaje . La dama le dio una sonrisa vacilante, como si estuviese a punto de saludarla.
Isadora hizo una reverencia educada, esperando que el fuerte rubor en
sus mejillas disminuyese. Solamente el corset la mantenía erecta mientras pasaba por al lado de la mujer. Si fuese por esa rígida prenda interior , se habría encogido en pura vergüenza. Necesitaba salir de allí y rápidamente.
Para su horror, oyó a alguien llamándola:
_Oh, Isadora, querida _ dijo la señora de Robert Hallowell Jr., madre del novio de Arabella, estaba radiante por su triunfo social. _ No estamos encantadoras esta noche?
_ Algunas de nosotras, si _respondió Isadora en un casi murmullo .
_ Debes estar muy feliz de ver que su hermana menor se ha comprometido . Y pronto solamente quedarán vos y sus estimados padres, solos en esta casa. No será lindo ser hija única?
_ Apasionante , sin duda. Muchísimas gracias por hacérmelo notar.
_ Ven _sugirió la señora Hallowell. _Debemos hacer un brindis por este compromiso.
No, pensó Isadora, en una súplica a Dios , no podría enfrentar a todos en ese momento . Nunca había logrado esconder sus sentimientos. Su familia sabría de inmediato que estaba irritada. Después la interrogarían con su insoportables maneras bien intencionadas, y ella desmoronaría emocionalmente delante de todos.
_ Isadora, no me escuchaste ? Tienes que reunirte con el grupo de la familia. Y a dónde fueron sus hermanos? - La señora Hallowell sacudió la mano en el aire en un gesto de impaciencia.

Alguien sujetó el brazo de Isadora. Sobresaltada, soltó un pequeño grito y retrocedió un paso para verse delante de la mujer rubia a
quien prácticamente había atropellado mientras había estado intentando escapar del salón de baile.
Rizos perfectos. Un rostro maduro y bello. Ojos llenos de simpatía.
Le bastó mirarlos por un instante y ella tuvo la confirmación de su sospecha... la mujer había presenciado su humillación.
_ Puedo... ayudarla? _ le preguntó vacilantemente .
_ Oh, en verdad, si. _ La mujer se dio vuelta hacia la señora Hallowell._ Estoy sintiendo una ligera indisposición, Hester. Isadora tuvo la gentileza de ofrecerme el refugio de su cuarto para un pequeño descanso.
La señora Hallowell estrechó la mirada.
_ Pero Lily, íbamos a brindar por el compromiso.
_Estoy segura que el bienestar de nuestros invitados debe venir antes que un brindis _murmuró Isadora. En una mezcla de alivio y gratitud, ella condujo a la mujer por las escaleras hasta su cuarto amplio y aireado y cerró la puerta detrás de ambas. _ Gracias _ dijo, con un suspiro.
La mujer le dispensó el agradecimiento, mientras Isadora encendía las velas de un candelabro.
_Mi nombre es Lily Raines Calhoun _ la mujer se presentó .
Isadora notó el acento sureño en la voz.
_ Cómo está ? Vino a la ciudad para una visita?
_ En verdad, si. Soy da Virginia, aunque haya retornado recientemente después de haber pasado tres años en Europa. Los Hallowell tuvieron la gentileza de invitarme a la fiesta de su familia.
_ Espero que se esté divirtiendo. _ Los acordes de la música y aplausos hicieron eco desde el salón de baile. Arabella y su guapo novio debían estar siendo el centro de las atenciones en ese momento, rodeados por Lucinda, Quentin, Bronson y us padres, apenas cabiendo en si de orgullo. Isadora contuvo las ganas de taparse los oídos.
_ En verdad, no lo estoy. Tenía la esperanza de intercambiar una palabra con el Señor Abel Easterbrook.
_Oh ! Lo lamento, pero él recibió un mensaje y tuvo que dejar la fiesta para resolver un asunto de negocios.
Lily se sacó los guantes y tomó del tocador un frasco de cristal con agua de rosas.
_Puedo?
_Claro.
Ella aplicó una gotas del perfume en las muñecas.
_Supongo que tendré que esperar, entonces. Pero ya estoy acostumbrada. _ Ella bajó la cabeza, la luz de las velas destacando su perfil delicado, el rostro preocupado y con dudas. - En verdad, estoy buscando a Ryan Calhoun. Por lo que parece, él partió en una embarcación de Easterbrook.
El problema de Isadora con Chad pareció insignificante de repente. Allí estaba una mujer que había cruzado el Atlántico para ver a su marido.., y no lo podía encontrar.
_Cielos, señora Calhoun, lo lamento tanto _ dijo Isolde, atravesando el cuarto para tomar las manos de la dama en las suyas. - Yo ... Cómo dijo que era el nombre de él ?
_Ryan. Ryan Michael Calhoun.
_Qué maravillosa coincidencia ! _exclamó Isadora, satisfecha de
poder súbitamente ser útil en algo. _ No debe preocuparse en esperar para hablar con el Señor Easterbrook. Puedo llevarla directamente hasta Ryan Calhoun. Esta misma noche, si lo desea .
_ Qué?
_ Sé exactamente donde él está, señora Calhoun.

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