domingo, 23 de mayo de 2010

ESCUELA DE ENCANTOS - CAPITULO 22 - SUSAN WIGGS

CAPITULO 22


Isadora concluyó que la Navidad en un clima tropical era mucho mejor que en Boston. Los días que precedían a la fiesta eran calurosos y agradables, Las personas alegres mientras cuidaban de sus quehaceres y haciéndose visitas. Boston estaría hirviendo en una temporada de eventos sociales concurridos que antecedían a las celebraciones de fin de año. Pero, excepto por el hecho de que habría visto a Chad en tales eventos, ella no los extrañaba para nada.
Rose comentó que no había mucho alboroto en su casa, donde las celebraciones eran sencillas. Las personas intercambiaban pequeños presentes , como frutas o bolsitas con nueces, hacían visitas a sus vecinos y parientes y había una procesión de barcos .
Isadora sintió una extraña calma invadiéndola mientras disfrutaba de sus días en la Villa del Cielo . Ryan se mantenía ocupado con las cuestiones de comercio, inspeccionando la descarga y venta de sus mercaderías y asegurándose mercadería para llevar de regreso a Boston.
Aunque lo viese rara vez , Isadora se descubría pensando en él con frecuencia.
No sos especialista en hombres, mucho menos en alguien como yo. En otras palabras, Ryan había dicho que estaba muy lejos de conocerlo. Sabía que debía avergonzarse de su curiosidad en relación a ese hombre. Pero aún así , cuando pensaba en él , no era acometida por el sudor frío y nudos en el estomago que los pensamientos sobre Chad le causaban. Lo que sentía era algo ... confortable. Se sentía viva. Y sin miedo al proximo paso que diese, el miedo a que la próxima palabra que profiriese la condujese al desastre.
Lentamente, se daba cuenta de lo que estaba sucediendo entre ella y Ryan.
Amistad.
El pensamiento le alegró el corazón. Nunca había tenido un amigo antes. Nunca, jamás en su vida. Cuando era pequeña, había tenido a la tía Button. La tía adorada había sido un regalo del cielo, pero no específicamente una amiga. Isadora había conocido a varias estudiantes en el internado de Monte Holyoke, pero ninguna se había convertido en su amiga. Cuando, finalmente, había vuelto a su casa en Beacon Hill, su compañía favorita habían sido los libros, tratados de política y panfletos.
Ahora tenía un amigo. Qué bella idea !. Qué descubrimiento maravilloso! Apenas podía creer que algo que le había parecido tan imposible estaba sucediendo.
Una y otra vez , se acordaba de que cuando Ryan la tocaba, cuando la miraba de cierta manera, cuando le susurraba algo al oído, ella sentía algo más profundo que amistad. Pensaba demasiado en el día en que habían paseado por Río. Se acordaba claramente del beso en el jardín oscuro y del momento en la playa cuando él la había abrazado. Se habían abrazado con tanta naturalidad, como si hubiese sido la etapa siguiente y lógica del largo camino que recorrían juntos.
Afortunadamente, la razón había vuelto rápidamente. Ella se había soltado del abrazo, Ryan y ese momento había pasado sin mucha vergüenza. Isadora se había jurado a si misma después que evitaría tales intimidades en el futuro. Ryan era su único y verdadero amigo. No iba a estropear aquello con sueños imposibles sobre algo que jamás podría suceder.
Casi como castigo a sus pensamientos errantes, ella escribía una que otra carta larga y descriptiva a Chad. Se lo Imaginó leyendo sus palabras. Esperaba que su relato sobre las marionetas en el mercado le provocasen una sonrisa , que quedase conmovido con su descripción de un recién nacido dejado en la puerta de la Santa Casa de la Misericordia, que compartiese su fascinación por los fabulosos jardines colgantes a las cartas de la villa de Rose.
Junto con la carta, había enviado un informe formal para Abel sobre el progreso de Ryan con la carga. Se sentía culpable por haber hecho eso, pero había hecho ea promesa al dueño del Cisne de Plata. Al menos no había nada que manchase el honor Ryan, los negocios que conducía eran dignos de elogios. Había mencionado eso en su informe con total sinceridad... y un toque de orgullo.
En la víspera de Año Nuevo, Rose organizaría su baile anual de máscaras. Durante los dos días anteriores, los aromas tentadores de carne y pan asándose inundaron a casa. Una grande carpa fue levantada donde un conjunto musical tocaría y criados extras fueron contratados.
Isadora trabajó en la cocina con Lily, Rose y algunas de las criadas, ayudando en la preparación de comida y en la decoración que sería usada en la mesa principal. Nunca se habían reunido con criados para hacer trabajos domésticos, pero le encantaba las charlas femeninas y las risitas secretas , y crear en un clima amistoso.
_ Les prestaré vestidos de años pasados - le ofreció Rose a su hermana y a Isadora. - Cada año, me hago hacer uno, especialmente hecho para esta fiesta, , por lo tanto, tendrán vestidos de sobra para escoger.
Isadora se mordió el labio inferior, acordándose de los bailes que había enfrentado en Boston. Habían sido muy dolorosos. Esas dos bellas hermanas no tenían idea de lo que era quedarse escondida en las sombras y oír a las personas criticando sus defectos, o su falta de pretendientes. No sabían lo que era mirar al hombre amado, rezando interiormente para ser sacada a bailar por él y , como eso no sucedía, retirarse al cuarto más tarde con lágrimas en los ojos y el corazón partido.
_Confieso que nunca me gustaron las fiestas - se forzó a admitir.
Lily y Rose intercambiaron una mirada.
_ Nunca te gustaron las fiestas de Boston - la corrigió Lily. - Esta será diferente.
Rose asintió vigorosamente.
_Todo en Río es diferente.
No pudiendo contenerse, Isadora sonrió a las amables mujeres que simplemente se negaban a verla como realmente era. Ellas la veían como una compañía agradable, una solidaria compañera de viaje, una ayuda extra para trabajar en la preparación de la fiesta. No como una solterona torpe y sin gracia.
_ Es por eso que adoro Río - ella respondió.


_ Vas a objetar todo , o te vas a quedar quieta y dejarnos trabajar? - preguntó Lily impacientemente .
_ Pero este disfraz es tan... tan... indecente - protestó Isadora, tocando la seda fina de la falda de gitana que las dos hermanas le habían puesto.
Rose soltó una risa divertido.
_ Mi querida, estás en Río de Janeiro, es la víspera de Año Nuevo y estaremos celebrando un baile disfraces. No tienes alternativa.
_ Dónde está la tijera? - preguntó Lily. - Debo acortar esta cinta. - miró en torno al cuarto. - Fayette es tan mejor con las costuras que yo! Dónde diablos está esa muchacha ? Ella ha estado esquivando el trabajo hace días.
_ Tendremos que arreglarnos solas -respondió Rose jovialmente.
Isadora se mordió el labio inferior. Tenía que obligarse a mantener la mirada hacia adelante, cuando quería bajarla y ver que, si, realmente ella estaba usando esa falda de colores vibrantes . Y una falda que dejaba los tobillos a la vista así como los pies calzados en sandalias. Para completar el disfraz , una blusa con volados, que dejaba los hombros afuera y que revelaba el inicio de la curva de sus senos. Los cabellos rebeldes estaban sueltos, sin peinetas o hebillas para mantenerlos en su lugar.
_Seré motivo de burla - ella susurró.
Lily colocó las manos sobre los hombros de ella.
_Querida, las personas se reirán solamente si vos las dejas.
_ No sé qué quieres decir.
_Todo tiene que ver con la manera como te comportas, con el modo en que encaras al mundo. - ella le colocó una pequeño antifaz negro con brillos plateados sobre los ojos, atándolo detrás de su cabeza. - Todo es una gran ilusión. Vos sos una gitana, no Isadora Peabody disfrazada de gitana. Sos misteriosa y seductora. Intenta menear las cadera, así. ..
_ Menear mis cadera? - repitió Isadora, incrédulamente.
Con Rose de un lado y Lily do otro, ella siguió los consejos de ambas, sintiéndose absolutamente tonta y ,finalmente, no se sintiendo para nada como Isadora. La ilusión era fácil. Mucho más fácil que ser ella misma.





_Debo haber sido un gaucho en otra vida -declaró Ryan, mirando, admirado, a su vistosa disfraz . - Las mujeres me van a adorar.
Journey observó las bombachas negras metidas en botas lustrosas de cuero, el pañuelo blanco amarrado en el cuello y la camisa holgada de seda .
_ Impresionante. Especialmente cuando le agregues el sombrero. - lanzó a las manos de Ryan un sombrero negro, de ala corta. El se lo puso y completó el disfraz con un antifaz de seda negra. - Nadie me va a reconocer ahora.
_Oh, claro, debe haber decenas de gauchos pelirrojos por ahí y usando antifazes de seda !
_ Te parece que voy a ser el único ? - preguntó Ryan, acomodando los puños de su camisa .
_ Unico e irrepetible .
_No exageres!
Journey abrió una sonrisa amplia .
_No, no exagero. Y creo que realmente te gusta atraer la atención de todos.
Ryan tomó un pedazo de seda negra y lo enrolló en su cabeza, al estilo de pirata, escondiendo sus cabellos rojizos y , después, volvió a colocarse la máscara y el sombrero.
_ Y cuál será tu disfraz ?
Journey vaciló por algunos segundos antes de responder:
_Iré de fantasma. Seré prácticamente invisible.
Ryan sintió una opresión en el pecho , pero no hizo ningún comentario. Desde el momento en que Journey había sido apartado de los brazos da esposa era como si una parte vital de si estuviese faltando. Incluso mientras trabajaba en los cálculos de navegación o se veía en medio de una fuerte tormenta en el mar, era como si no estuviese del todo allá . Una parte de él. .. la parte que era relajada, emotiva, alegre... había quedado en algún otro lugar. En Virginia. Trabajando en las cocinas infernales de la plantación de un hombre blanco.
Como de costumbre, ese pensamiento puso furioso a Ryan .
_ Muy pronto, mi amigo - prometió
_ Qué?
_ Muy pronto estaremos de vuelta en Virginia.
Journey asintió con la cabeza. Su rostro permaneció impasible, aunque los hombros hubiesen quedado tensos.
_Parece que estaremos listos para levar anclas dentro de una semana. Debes haberle caído simpático a Ferreira . Te vendió una tonelada extra de granos de café a buen precio.
_Fue Isadora que le cayó simpática. Estableceremos un nuevo record con este viaje. Fue el viaje más próspero que haya tenido la ruta a Río de Janeiro.
Journey soltó un suspiro largo y cauteloso.
_ El precio de un esclavo en Virginia llegó al punto más alto, de acuerdo con los periódicos que el capitán de Maine trajo de Savannah.
Las palabras sonaron tensas y forzadas, y por qué no?, se preguntó Ryan. El mismo tenía dificultad en aceptarlas.
_Espero poder negociar un precio que podamos pagar.
Journey pareció adquirir un aire dudoso.
_ Y si no lo logras?
_Hay dinero suficiente en el cofre del Cisne para comprarse un ejército entero. - Ryan se sintió sucio diciendo eso. No se consideraba un buen hombre. Creía que nunca lo había sido, aunque nunca le hubiese robado nada a nadie. Nunca ni siquiera se le había cruzado la idea . Pero por el objetivo de conseguir la libertad de la esposa y de las hijas de Journey traspasaría ese límite si fuese preciso.
_Sería demasiado arriesgado. - Journey le dio otra de esas raras sonrisas al agregar: - Pero cuándo fue que eludimos un riesgo?
La tensión en el interior de Ryan se disipó un poco.
_ Ciertamente no esta noche. Vamos, mi amigo. Vamos a bailar.

No hay comentarios: