jueves, 20 de mayo de 2010

ESCUELA DE ENCANTOS - CAPITULO 17 - SUSAN WIGGS

CAPITULO 17



El desastre sucedió rápida y cabalmente , Ryan admitió . Había sentido el aire amenazador y opresivo cuando él e Isadora habían estado en lo alto del mástil . Aunque hubiese concentrado su atención en ella en un grado alarmante.., y soprendente... Una parte práctica de si mismo había visto el poder de la inminente tormenta.
Un observador inexperto tal vez hubiese notado las nubes cargadas. Un marinero optimista podría haberse quedado más tranquilo con la proximidad de Río de Janeiro y habría creído que tal vez alcanzarían un puerto seguro antes que la violenta tormenta se desencadenase .
Ryan sabía que no sucedería exactamente de esa manera. El aspecto de esas nubes prometía una lluvia torrencial y vientos fuertes . Había ocultado su reacción a Isadora y a su madre, pero en el momento en que se había visto a solas había llamado a sus hombres y les había dado instrucciones para preparar el barco para una gran tormenta.
La furia de la naturaleza se vería en la hora siguiente, ráfagas intensas de viento y aguas turbulentas, con olas inmensas . La primera alcanzó el barco con tanta fuerza que las tablones reverberaron, las vibraciones subiendo prácticamente por las piernas de los que se hallaban en la cubierta principal. El viento azotaba las vergas y velas como necesitase descargar su ira .
Ryan e Izard se encontraban en la sala de navegación. Los ojos del primero inmediato decían lo que no ponía en palabras.., la suerte de principiante del capitán se había acabado . Allí tenían a ala tormenta que pondría a prueba su verdaderas habilidades como navegador.
_ Vamos a levantar el barco y hacerlo más veloz _ dijo él.
Izard no discutió. Solamente sacudió la cabeza en asentimiento. Una escotilla abierta dejó entrar una ráfaga de viento que arrancó los mapas de navegación de la mesa. Sin decir nada, el primero inmediato los recogió y encendió la lampara que pendía de la pared .
Mientras el barco se balanceaba, Ryan vio a Journey entrando en la cabina de navegación.
_Ve a ver como están las mujeres _ le pidió .
_ Diles para permanezcan en sus cabinas.
Aunque un gran temor lo dominaba , no podía negar la excitación que recorría su cuerpo . No debería gustarle aquello, pero Dios lo ayudase , le encantaba . Deseaba la excitación del mar como deseaba el cuerpo de una mujer. El mar era su amante, tenía el poder de curar, de calentar, de amar, de torturar... o destruir el placer. Como una mujer, el mar era imprevisible, misterioso... imposible de descifrar a partir de lo que se veía en la superficie, un hombre tenía que ir a fondo y explorar.

_ Levanten anclas _ ordenó. _ Levanten y después bájenlas.
Los hombres no precisaron oír la orden dos veces. Las pesadas anclas auxiliares no demoraron en ser izadas y , después, bajadas bruscamente.
Olas amenazadoras se elevaban más y más , y el Cisne subía, indefenso, en un pico espumoso , para, en seguida, sumergirse con impresionante rapidez. Ryan se quedó en la cabina de navegación, estaba ahora con su segundo inmediato, ambos enmudecidos por la furia de la tormenta.
_Seremos tragados por las olas _ dijo Click.
_ Instruí a Craven y a Pole de accionar las bombas de desagote .
_Tal vez no sea suficiente. Estaremos perdidos, sin duda! _ respondió Click, alarmado. _ Tal vez hasta tengamos que lanzar carga al mar!
Una opresiva sensación de derrota invadió a Ryan. Mierda, la carga no . La tormenta evolucionaba a un punto terrible, con los mares revueltos y nubes implacables casi confundiéndose en una única masa gris. Respirando profundamente , continuó gritando órdenes para que ña tripulación intentase mantener la embarcación bajo control .
En el fondo , sabía que serían necesarios más hombres de lo que los que tenía para lograr que el barco sobreviviese a esa tormenta. Se negaba a pensar en desastre, o en la vergüenza de un fracaso . Timothy Datty se aproximó corriendo, el viento soplando con violencia las ropas que le cubrían su cuerpo delgado.
_Algunos cabos se soltaron, capitán. Fue mi culpa .Creo que no amarré correcta ... mente las cuerdas.
_ Puedes repararlos?
_ Si, Señor! _ gritó el muchacho.
_Ve entonces. _ Ryan luchaba con el timón y Timothv subió por el mástil , alcanzando las velas más altas, donde hizo la reparación . Luigi las controló , y el barco ganó velocidad con el viento, subiendo y bajando con las olas, en ninguna curso establecido excepto el determinado por la impiadosa tormenta.
Datty estaba a punto de bajar, equilibrándose precariamente en una verga. En ese momento, una ola gigantesca alcanzó el barco, lanzando agua con tan violencia que Ryan sintió que comenzaba a ahogarse mientras el mar los cubría. Instintivamente, se agarró al cabo de la barra del timón, entreabriendo los ojos, pero no viendo nada excepto agua turbias a su alrededor .
Estaba sumergido. Tal vez el barco se hubiese dado vuelta . Sus pulmones estaban sofocados y cuando se vio a punto de sucumbir a las ganas de soltarse, el agua se apartó hacia los costados como el Mar Rojo delante de Moisés.
Inundando los pulmones con aire, se dio cuenta de dos cosas.
Timothy Datty se había resbalado de la verga .
Y desafiando sus órdenes, Isadora Peabody había aparecido en la cubierta.




Relámpagos rasgaban el cielo cerca del barco. Ryan maldijo entre dientes , Corriendo por la cubierta, intentando localizar a Datty. El muchacho pendía del extremo de la verga, agarrado a un cabo. El cuerpo delgado se balanceaba como una bandera con los movimientos bruscos del barco.
Ryan no se detuvo a pensar. Tomó un pedazo de cuerda y comenzó a subir. Mientras trepaba , vio a Isadora interviniendo como un marinero experto, ayudando a Izard a controlar el timón y corriendo riesgos físicos, dejando de lado la cautela. Y mierda, mas que nada desobedeciendo sus órdenes.
No tuvo tiempo de enojarse con ella. La tormenta lo alcanzaba de lleno, haciéndolo sentirse como una presa entre los dientes de un lobo , intentando romperle el cuello. Se agarró con firmeza, su mirada nunca se apartó de Timothy. En cualquier momento el muchacho podría soltarse, podría caer en las olas enfurecidas para nunca más ser encontrado.
No lo dejaré caer. Ryan selló la promesa en su corazón mientras subía. Le lanzó una cuerda al muchacho . Varias veces, el viento la desvió . La punta de la cuerda pasaba demasiado rápidamente. Era imposible atraparla. La cara de Timothy, azotado por el agua de la lluvia y la espuma de las olas , estaba pálida como cera.
Hizo una mueca , los labios moviéndose en plegarias afligidas. Ryan sintió que lo perdía. Le gritó para darle aliento, le dijo que continuase sujetándose, pero el viento robaba las palabras.
Sospechaba que Timothy no lo escuchaba . Podía ver las manos delgadas congelándose en torno al cabo . El muchacho estaba debilitándose. Si soltaba una mano para atrapar la cuerda, se caería, con toda certeza.
_ Aquí! _ dijo una voz cerca de Ryan, prácticamente al lado de su oído.
Incrédulo, miró a través de las velas y cuerdas y vio a Isadora, pasándole la punta de otra cuerda.
_ Pasa la cuerda por la verga, ve balanceándote por ella y agárralo.
Era una idea demencial . Datty estaba colgando demasiado lejos como para que lo alcanzase. Pero si Ryan hacía lo que ella decía , balanceare de la verga cuando el barco estuviese en posición favorable, tal vez lograse sujetar al muchacho.
_ Quieres vernos a los dos muriendo, verdad ? _ él gritó, pero, mientras hablaba, tomó la cuerda y la pasó por la verga de arriba.
En la cubierta inferior , Ralph y Journey sujetaban la otra punta de la cuerda para bajarlos después que hubiese tomado a Timothy. Era todo lo que se permitiría pensar. Cualquier otra cosa acabaría disuadiéndolo de esa idea.
Observó las olas y esperó hasta que el barco se tumbase en dirección a la que Timothy estaba. Entonces , lanzando una última mirada a Isadora, quien tenía la cara empapada , los cabellos aplastados, los ojos llenos de terror, Ryan sacó los pies de la verga que los sostenía.
La sensación de quedar colgando estuvo , por un breve momento, cargada de una euforia que no había esperado .
En el instante siguiente, no sintió nada. El mar se elevó. Había Calculado mal la distancia. No iba a conseguir alcanzar a Timothy. Tal vez hasta acabase empujándolo irremediablemente mas lejos de su alcance...
_ Otra vez! _gritó Isadora. _ Tienes que intentarlo otra vez!
El tomó impulso y se balanceó hacia adelante , sujetándose a la cuerda.
Y , un segundo después, Timothy estaba colgando justo delante suyo.
Ryan vio su propio brazo como si fuese el de un extraño. Lo vio extenderse, doblarse alrededor de la cintura de Timothy, envolviéndolo. Oyó el sonido de los pulmones vaciándose y no supo decir si había sido él o o el muchacho .
Sus piernas y el pecho le ardían mientras Journey y Ralph los bajaban hasta la cubierta. Timothy se tiró en el piso de tablones, flexionando las manos y estremeciéndose.
Agil como cualquier marinero, Isadora bajó del mástil . Ryan la arrastró hacia una escalera y la hizo bajar rápidamente, demasiado furioso como para hablar.
Entonces, se preparó para enfrentar lo que todavía estaba por venir. Hasta ese día, el mar siempre había sido como un viejo amigo. Ahora, él estaba teniendo el precio por su arrogancia y sabía muy bien que lo merecía. Era un hombre irresponsable, a veces hasta cruel por eso. Apenas habiéndose detenido a pensar en las consecuencias, había separado a Journey de su familia, ofreciéndole poco más que la intención de volver a reunirlos. Había mentido descaradamente para ganarse el comando del Cisne de Plata. Y ahora, todos morirían por su culpa .
Imaginaba que la tormenta destruiría todo, barco, carga, tripulación y a él mismo. Pero, en vez de eso , tan abruptamente como había comenzado , la tormenta se alejó hacia el nordeste, dejando olas altas y un cielo oscuro con su paso .

Ryan permaneció con Journey en la cubierta.
_ Se terminó.
_ Sobrevivimos _ dijo su amigo.
_ Mejor do que eso _ Izard señaló el mar, uniéndose a ambos en la baranda. Comenzó a reírse desenfrenadamente . _ Hice las lecturas. Estamos a menos de diez millas de Río de Janeiro.

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