sábado, 1 de agosto de 2009

LA GEMELA GUERRERA - CAPITULO 1

CAPITULO 1


Norte da Escocia, 1558



Prefiero quemarme en el infierno a casarme con Tarr de Hellewyk!
- declaró Fiona, en un tono de voz tan definido como el verde de sus ojos.
-Tengo derecho a escoger con quien casarme, y de decidir si quiero casarme o no .
Leith puede ser el jefe del clan de los MacElder, pero...
Interrumpió el discurso abruptamente, aún sabiendo que sus protestas de nada valdrían.
- Nuestro primo Leith hará lo que quiera - dijo Aliss, su hermana gemela , repitiendo algo que Fiona ya había comprendido.
Fiona dobló sus rodillas y las abrazó , mirando las aguas del riacho, que llegaba casi hasta sus pies calzados con botas. No había esperado esa vuelta del destino. Había oído rumores, por supuesto, sobre un jefe de clan en busca de una esposa, pero eso nada había significado para ella. Planeaba encontrar un marido por su propia cuenta, pero sus planes parecían haberse estropeado.
-Leith cree que esa unión será beneficiosa para nuestro clan y muchos concuerdan con eso - prosiguió Fiona. -Dicen que Tarr de Hellewyk hará cualquier cosa por conquistar más tierras y
poder. Con la muerte reciente de su padre, se convirtió en jefe del clan, a los veintinueve años, y con sus tierras vecinas a las de los MacEIder...
Se encogió de hombros , hallando innecesario terminar la frase.
- Nuestro clan teme que nos ataque, por lo tanto es mejor mantener a Tarr como amigo - concluyó Aliss.
Las gemelas permanecieron sentadas a la vera del riacho en completo silencio. El otoño acababa de llegar, pero el calor del verano proseguía, permitiendo que las flores se abriesen nuevamente en ese año.
Los últimos meses habían pasado como un torbellino. El rumor de que Tarr de Hellewyk buscaba una esposa se había esparcido por todos los clanes, y había muchas mujeres alvorozadas con la idea
de casarse con el valiente guerrero. Por qué él justo había ido a escoger a una que no estaba interesada?

Leith había informado Fiona, una semana antes, como jefe supremo de los MacEIder, que había hecho un acuerdo con Tarr para realizar el enlace de ella con el líder vecino. Fiona se rió al oír la noticia, y el rostro de Leith se enrojeció de rabia. Comenzó a gritar que su prima tendría que cumplir su deber y que haría lo que debía ser hecho.
Fiona citó el nombre de varias jóvenes del clan que concordarían de buen grado a casarse con Tarr, pero Leith permaneció irreductible. Ella era la elegida.
Volviendo al momento presente, Fiona ponderó la idea que iba a casarse con un completo desconocido. La idea de que nunca podría encontrar un amor verdadero le causaba un malestar físico, agudizando su carácter rebelde y guerrero.
Cuando había dejado en claro que no casaría con Tarr de Hellewyk bajo ninguna circunstancia, todo el clan la había acusado de ser egoísta y varios de los miembros prometieron no dirigirle más la palabra hasta que ella recuperase el sentido común . Aliss Interrumpió sus pensamientos.
-Jamás se me pasó por la cabeza que pudiésemos separarnos.
Fiona cerró los puños sobre sus rodillas. Y eso nunca sucederá.
-Tarr de Hellewyk no va a querer el fardo de una cuñada para alimentar y proteger. Le bastará contener una esposa.
- Bien , como no seré esposa de él, es obvio que vos no serás su cuñada.
Sería una tremenda petulancia por parte de Tarr imaginar que podría separar hermanas gemelas!
Fiona lucharía con el demonio en persona ante de separarse de Aliss.
-Para ellos, nuestra opinión simplemente no cuenta -murmuró , arrancando un pasto y partiéndolo en dos con un gesto airado, imaginando que estaba rompiendo el cuello de Tarr de Hellewyk.
Aliss se acurrucó junto a su hermana.
-Tienes alguna idea?

Fiona lanzó lejos los pedazos de pasto y sonrió.
-Tengo un plan que tal vez funcione. No será fácil de realizarlo, pero ciertamente va a atrasar el casamiento, y quizás esa maldita unión nunca vaya a suceder.
-Cuéntame!
Fiona tomó aliento y le explicó a Aliss:
-Leith dejó en claro que Tarr busca a una joven fuerte y saludable, una mujer que le de hijos varones, para perpetuar su apellido y el clan. Cuando yo insistí en decir que existen muchas muchachas que cumplen con esos requisitos, nuestro primo alegó que ninguna se iguala a mí en coraje... Y que nadie lo irrita tanto como yo, aunque no haya admitido eso - Fiona murmuró con una
sonrisa maliciosa. - Por lo tanto , mi enlace con Tarr servirá a dos propósitos. Leith se va a librar de mí , al mismo tiempo que se va a ganar un fuerte aliado.
- él planeó eso todo el tiempo - dedujo Aliss, azorada.
- Si, y guardó silencio hasta el último instante, para agarrame desprevenida y obligarme a someterme.
- Leith siempre te subestimó - dijo Aliss con una leve sonrisa, sacudiendo la cabeza.
- A las dos - corrigió Fiona. - Y quiero que sepas que mi plan te involucra a vos también.
- Vamos , cuéntame.
Fiona miró a Aliss con un brillo malicioso en la mirada .
- Qué sucedería si nadie lograse diferenciarnos?
Después de todo , somos idénticas, desde el color del cabello hasta la forma de los pies. Incluso las personas de nuestro clan tienen dificultad para distinguirnos. La única cosa en que nos diferenciamos es en el carácter.
Aliss asintió con un movimiento de cabeza.
- Yo soy temeraria, determinada, y sin pelos en la lengua -prosiguió Fiona.- Me gusta de montar, cazar y usar armas, mientras que vos...
- Soy de perfil tranquilo , sentimental, hablo en voz baja, y mis intereses son las hierbas medicinales y la cura de los enfermos - finalizó Aliss.
- Pero ambas somos independientes - agregó Fiona - Aunque la gente piense que vos sos más frágil sólo porque eres gentil y suave Desconocen tu naturaleza valiente, y es en eso que debe basarse la estrategia de mi plan.
Fiona miró a su hermana con seriedad.
- Necesitaremos combinar nuestros caracteres opuestos, de modo que sea imposible que alguien pueda distinguir una de la otra.
Vos, mi querida Aliss, deberás ser más parlanchina, más grosera al hablar, extrovertida y audaz ...
- Y vos, mi amada Fiona, tendrás que hablar de modo suave y dominar tus arranques de irritación y terquedad.
- Cierto, y lo mejor de todo el plan es que nadie se va a dar cuenta que estamos actuando! -
Fiona bajó el tono de voz a un susurro. - Eso es fundamental para que haya credibilidad.
- Y con nosotras dos actuando y demostrando caracteres opuestos, todos quedarán confundidos.
-Leith ciertamente va a expresar su desagrado. -Fiona contuvo una carcajada.-
Sentiré mucho placer en verlo perder los estribos y al exigir ser obedecido. Sin duda nos va a amenazar, pero qué podrá hacer contra nosotras ? Separar dos hermanas gemelas? No podrá, porque no sabrá quien es quien. Entonces, estará con las manos atadas.
- Debemos considerar a Tarr de Hellewyk - le recordó Aliss.
Esa vez Fiona se rió.
- Tarr? él todavía ni nos conoce! Será el último en aprender a distinguir a una de la otra!
- Y eso lo pondrá furioso.
- Problema de él, no nuestro - murmuró Fiona, encogiéndose de hombros .
- Merece ser tomado por tonto. Cree que puede exigir que me acueste con él y que le de hijos sin nunca haberme conocido. Quién se cree que soy? Una vaca u oveja reproductora?
- Debemos tener cautela. Tarr de Hellewyk es conocido por siempre conseguir lo que se le antoja - agregó la sensata Aliss.
Fiona sonrió con malicia.
- Entonces él y yo tenemos algo en común.
- Las leyendas dicen que Tarr sólo conoce victorias.
- Entonces es hora que conozca el sabor amargo de la derrota - insistió Fiona, encogiéndose de hombros .
Aliss suspiró.
- Bien , vamos a esperar que él se canse de nuestro juego y decida dejarnos en paz. Una victoria por desgaste.
- No, seremos impiadosas, y Tarr va a darse cuenta que es inútil persistir en su objetivo.
- Espero que tengas razón , porque si eso no sucede, nos convertiremos en el blanco de su ira implacable. Escuché decir que muchos se desmoronan como un castillo de naipes ante su presencia majestuosa. Ni quiero pensar en el desastre que su furia pueda causar.
- Vamos! Ya sabes como son hombres gritan , maldicen, escupen en el piso , alardean sobre el tamaño de sus miembros, huelen a caballo y sudor y se rascan la entrepierna en público, pero siempre , siempre terminan haciendo el papel de tontos - argumentó Fiona.
- Con el concepto que tienes del sexo masculino, no es de extrañar que todavía sigas soltera a los veintiún años, mi querida.
Fiona miró a hermana con expresión sarcástica.
- Debo recordarte, señorita sabelotodo, que vos estás en la misma situación? Tienes la misma edad que y tampoco tienes marido.
Aliss se rió con ganas.
- Vos, mi querida, espantas a todos tus pretendientes.
- Más respeto, por favor - protestó Fiona. - Soy tu hermana mayor.
- Si, diez minutos mayor...
- No importa, soy la primogénita, por lo tanto responsable de vos, y hasta ahora ningún hombre se has mostrado digno de recibirte en matrimonio - replicó Fiona, determinada a proteger a su hermana.
- Admito que estoy muy satisfecha con la vida que tengo. Me encanta trabajar con las hierbas y aprender todo lo que puedo sobre las propiedades de la cura. No sé si tendría tiempo para dedicarle a un marido.
- En cuanto a mí - retrucó Fiona -, de vez en cuando pienso en tener un compañero, un hombre que me ame...
- Me acuerdo del amor y del cariño entre nuestros padres, y me doy cuenta que deseo lo mismo. No me acuerdo de alguna vez haberlos visto pelear o intercambiar palabras duras, aunque, por supuesto, de vez en cuando tenían desentendidos . - Sonrió, enternecida, con la mirada perdida, como si volviese al pasado.
- Pero pronto uno buscaba al otro y todo quedaba resuelto, y volvían a sonreír felices.
Aliss reprimió las lágrimas.
- Los extraño ...
- Yo también . Me acuerdo como mamá siempre insistía para que nunca nos separemos. Decía que debíamos permanecer juntas y protegernos una a la otra, hasta...
- ... hasta que una de nosotras encuentre el verdadero amor - finalizó Aliss.
Fiona apoyó sus codos en sus rodillas, y el mentón en las manos.
- Quiero encontrar mi amor, o que el amor me encuentre.
Sentir el corazón latir descompasadamente cuando miro a mi amado, y ver la pasión reflejada en los ojos de él. Pero eso será imposible si me fuerzan a casarme con un extraño!
Aliss se levantó y ofreció su mano a su hermana.
- Vamos , porque Leith debe estar furioso, porque no nos apresuramos a buscarlo cuando nos llamó, hace ya más de una hora. Fiona aceptó la ayuda de Aliss. Estaban sellando un pacto que podría ponerlas en una situación complicada, pero juntas aceptarían el desafío y harían cualquier cosa para seguir juntas y mantener su felicidad.
Con un impulso decidido, Fiona sonrió.
- Ya te diste cuenta que no vamos a tener que fingir todo el tiempo ?
- Todo lo que necesitamos hacer es actuar de vez en cuando como la otra actuaría, y nadie se dará cuenta de nada.
- Parece fácil - retrucó Aliss - pero tendremos que usar mucha cautela para confundir a las personas.
- Y redoblar a cautela cuando estemos en presencia de Tarr - corroboró Fiona. - Se va a sentir muy contrariado cuando se de cuenta que es inútil intentar descubrir quien es quien.
- Espero que pronto se canse y nos deje en paz - suspiró Aliss.
- Y si eso no sucede? - murmuró Fiona, como se hablase consigo misma, y sabiendo que siempre era mejor entrar en una batalla conociendo todas las posibilidades.
- Y si simplemente agarrar a una de nosotras y exige el casamiento, esperando que la más valiente de las dos de un paso al frente y salve a la otra?
Tal pensamiento hizo que la sonrisa de Aliss se desvaneciese, pero Fiona continuó confiada :
- Si eso sucede, hermanita, las dos comenzaremos a llorar y a implorar, como gallinas indefensas, para que él tenga piedad. Por cierto Tarr se va a enojar, pues no le gustan las mujeres débiles , y lo pensará dos veces antes de pedir la mano de una joven llorona y sin coraje.
- Buena idea! - exclamó Aliss.
- Forma parte de la estrategia de batalla - le explicó Fiona.
- Pero nuestra guerra será diferente de las otras que hemos oído hablar. Será una guerra mental. Usando la inteligencia. Más vale maña que fuerza!
- Y estamos en ventaja, porque dos cerebros piensan mas que uno- comentó Aliss, sacudiendo su falda de lana marrón
para librarse de la suciedad y el pasto, mientras buscaba alcanzar a su hermana.
Fiona no se molestó en sacudir su blusa de lino blanco ni sus cabellos pelirrojos.
- Es mejor que aparezcamos así, desaliñadas, pues será un más para disgustarle a Tarr de Hellewyk.
- Entonces tal vez fuese todavía mejor que nos viese rodar por el barro del chiquero , así pensaría que estamos locas y se iría
Corriendo de acá.
- En breve no va a querer tener nada que ver con nosotras , eso te lo firmo. Pero no te preocupes, Leith nos llamó con mucha prisa, y no tuvimos tiempo de tomar un baño - ponderó Fiona. - Su orden fue muy clara: "Comparezcan a la reunión del clan ahora mismo".
- Si fue así, no vamos a hacerlo esperar - dijo Aliss con una sonrisa maliciosa.
Apresuró tanto el paso que esa vez fue Fiona quien debió correr para alcanzarla.

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