sábado, 22 de agosto de 2009

LA GEMELA GUERRERA - CAPITULO 31 - DONNA FLETCHER

CAPITULO 31


En poco tiempo todos partieron, la tensión era palpable entre los miembros de los dos clanes, que sentían el viento frío penetrar hasta sus huesos.
-Así no va a funcionar - comentó Aliss.
Tarr y Raynor la acompañaban, apostados a cada lado de ella , tensos como estatuas de piedra. Aliss lanzó una mirada a los hombres que acompañaban sus líderes también en un estado de alerta sobre sus monturas.
- Todos están muy nerviosos, inseguros sobre quién es el enemigo. Cada uno está pensando en este instante si el hombre a su lado es el traidor a quien buscan. Esa situación es peligrosa y debe ser resuelta antes que prosigamos o tendremos resultados desastrosos.
- -Piensas como nuestro padre Oleg - murmuró Raynor. -Con sentido común - agregó Aliss, confirmando. - Y ahora hagan algo , ustedes dos.
Tarr asintió, concordando, y los dos líderes ordenaron que la comitiva se detuviese. El jefe de los MacElder fue el primero en hablar:
- Encontraremos a Fiona hoy para que podamos celebrar esta noche.
Sonrisas de los dos clanes respondieron su mensaje.
- Vamos a celebrar la unión de dos clanes fuertes y orgullosos - prosiguió Tarr , contento con la reacción . - Cabalgaremos juntos con nuestros cuerpos y nuestras mente concentrados en descubrir la verdad detrás del misterio de la desgracia que le sucedió a los Blackshaw hace tantos años. Permaneceremos unidos y confiados, para lucharemos juntos contra un mal común a todos nosotros!
Gritos de apoyo se hicieron oír entre los hombres, y Aliss respiró más aliviada.
Raynor aproximó su caballo al de Tarr.
-Tenemos la misión de rescatar a mi hermana y de hacerla volver para que se case con el líder de los Hellewyk. Esa unión va a fortalecer a nuestros clanes. Seremos una alianza y una potencia indestructible en Escocia , y prometo tratar con justicia a quien - o quienes - hayan traicionado a los Blackshaw.
Los bramidos de apoyo volvieron a reverberar en el bosque, y cuando el viaje prosiguió , el aire frío del día continuó, pero la profunda tensión había desaparecido , y los caballeros cabalgaban como una sola fuerza.
-Perdimos el rastro - dijo Tarr frustrado.
Había ido conversar con los rastreadores, que le habían dado la mala noticia.
Aliss sacudió la cabeza con vehemencia .
-Debemos apresurarnos y volver a seguir los rastros dejados mas atrás, pues parece que la primera nevisca caerá hoy.
Tarr concordó. La temperatura había bajado mucho desde que habían partido.
- Mi tío es experto en esconder rastros - comentó Raynor.
- Y te enseñó el método a vos?
El jefe de los Blackshaw asintió . - Si, pero no le llego ni a los talones.
- Lo vamos a poner a prueba pronto - lo incentivó Tarr. - Confío en vos, cuñado. De hecho, parece que va a nevar, y si no volvemos a encontrar el rastro antes que los primeros copos caigan , jamás los encontraremos.
- Haré todo lo que pueda - prometió Raynor.
- No es suficiente - retrucó Aliss con firmeza. - Odo fue tu maestro. Piensa, ponte en su lugar, desconfía como él lo haría, y vas rastrear tan bien como tu profesor.
Raynor la miró con una mirada pensativa y admirada. - Eres astuta y audaz, hermana. Raynor espoleó su caballo y avanzó hacia la línea delantera. Tarr prosiguió en silencio al lado de Aliss, perdido en pensamientos funestos que, esperaba, no se hiciesen realidad. Temía por Fiona, y por el mal que le podían hacer. Cómo proseguir con la vida sin su amada?
Era un guerrero acostumbrado a luchar, pero esa sería una batalla totalmente diferente de las que ya había enfrentado. Si fuese derrotado esta vez , no perdería solamente tierras o poder, perdería su propia alegría de vivir, y el dolor sería insuportable. -No puedo permitir que eso suceda, él pensó, tratando de levantar la cabeza con un gesto altivo. Saldré vencedor cueste lo que cueste. Por el bine de Fiona y el mío.
-Fiona continua viva en manos de Odo.
Interrumpiendo el hilo de sus pensamientos, Tarr se volvió bruscamente hacia su cuñada. -Estás segura ? Cómo puedes saber?
- Piénsalo bien - le explicó Aliss. - Se él desease verla muerta ya la habría matado, se habría librado del cuerpo para que nadie lo encontrase, y no sería implicado en el crimen, continuando aparentar ser un defensor de los intereses del clan. - Tarr tragó en seco, - Odo cuenta con la certeza de que vamos a perseguirlo.
- Sin duda. Espera que yo vaya detrás de mi prometida.
-Ese es la pieza que faltaba del rompecabezas. Cuando los encontremos todo tendrá sentido.
-Así espero - murmuró Tarr un tanto escéptico.
Aliss le lanzó una sonrisa alentadora.
- Conoces la capacidad de Fiona. Ella sabe defenderse muy bien.
- Pero es una sola contra muchos.
Aliss se rió.
- Con una astucia que supera la todos ellos juntos!
Tarr no pudo dejar de reírse ante tanta confianza.
- Tienes razón . Debo sentir pena por quienes se la llevaron?
- En tu lugar yo lo sentiría.
Tarr la miró con cariño y admiración.- Tu fe en Fiona es inapelable.
- Como la que ella siente por mí.
El líder suspiró. - Envidio la unión entre ustedes dos.
- Y fue por eso que al principio no me quisiste cerca de Fiona - concordó Aliss sin animosidad. - Sentías celos de nuestra intimidad. Pero quiero que sepas que tu relación con Fiona es todavía profunda.
- Me llevó tiempo para darme cuenta que... ...
- Que no soy una amenaza para tu amor? - preguntó Aliss con una sonrisa comprensiva.
- Entiendo eso, porque sos un hombre y no comprendes los vínculos que pueden crearse entre dos mujeres.
-Tienes la misma lengua afilada de tu hermana - comentó Tarr con voz burlona, mirándola por un instante. - No. Sos todavía más rápida en el razonamiento que Fiona, quien muchas veces se deja llevar por la emoción o por el entusiasmo.
Aliss volvió a reírse. - Esa es mi ventaja .
La aproximación de Raynor los hizo callarse, a la espera de novedades. -Sé hacia donde Odo se encamina - anunció el líder de los Blackshaw.
Estaba casi sin aliento, y Tarr y Aliss apenas podían contener su ansiedad.
-Está yendo a la tierra de los Lobos - anunció Raynor con firmeza.


Fiona deseaba abofetearse por haber sido tan idiota. Al dirigirse hacia el salón para desayunar con Tarr, Odo había interceptado su camino con urgencia, haciéndola preocuparse respecto a su hermana. Según Odo, Aliss había sufrido un terrible accidente, y clamaba por Fiona desesperadamente. Cuando ella había insistido en avisarle Tarr, su tío pronto le aseguró que mandaría a uno de sus hombres con el recado. Un frío helado se había apoderado de todo su cuerpo, y su corazón se había acelerado, hasta que, demasiado tarde , había descubierto que todo había sido un engaño que la había hecho caer en manos del enemigo.
Fui una estúpida!, Fiona pensaba en ese instante. Por qué no obedecí a Tarr y traté de ser más cautelosa?
Aunque nunca había tenido motivos para desconfiar de Odo, hasta ese instante. El era el tío que había intentado encontrar a las bebés raptadas, un hombre generoso e incansable, pero... con qué propósito? Ahora ya lo sabía.
Mientras debería estar preparándose para el casamiento , cabalgaba por los bosques, temblando de frío. Cuando se había internado en los bosques acompañada por Odo y algunos de sus hombres de confianza, su tío había ordenado que le atasen las muñecas, y Fiona había pasado a seguirlo como prisionera. No tenía la menor idea de a donde iban, pero si imaginaba lo que iba a suceder. De repente la respuesta surgió como un rayo.
Libertad. si, había caído en las garras del enemigo, pero iba a escapar, comenzando con las cuerdas que sujetaban sus muñecas. Odo era bastante fuerte para su edad, pero todo hombre tenía un punto vulnerable. Fiona iba a esperar y a observar, iba a descubrir su debilidad, y entonces atacaría. Sin el liderazgo de Odo, sus hombres se harían indefensos. Además , Tarr y Aliss ya debían estar buscándola.
- Estás planeando una fuga- dijo Odo en tono irónico. - Puedo deducirlo por el rubor de tus mejillas y tus ojos vigilantes. Lo lamento, pero esta vez será imposible. Te busqué mucho , Fiona, y no te perderé .
- Y mi hermana?
- Bien , vos serás suficiente mientras tanto . Por lo menos eso es lo que dice la profecía. Después me ocuparé de Aliss para impedir que ella también se case.
- Estoy comenzando a cansarme de esa tal de Giann y sus vaticinios.
- No son tonterías ! Giann es una sabia, intentó ocultar la verdad de mí, pero un día - por casualidad - descubrí que tendría que ceder al soñado liderazgo del clan a otros.
- Esa profecía tiene algo que ver con el secuestro de las gemelas ?
- En verdad, es todo lo opuesto.
- Querías que nos quedásemos en la familia?
- Si, de modo que lograse hacer que el vaticinio nunca se
cumpliese - admitió Odo. - Shona las raptó, y así arruinó mis planes. De algún modo esa esclava se enteró de la profecía, sospechó que yo podría descubrir la verdad, y como sabía que nadie en el clan creería en sus palabras, las raptó a ustedes para ponerlas a salvo. No tuve alternativa mas que buscarlas y rezar para que no sobreviviesen.
- Entonces planeabas encontrarnos para eliminarnos.
- Pensé que bastaría con matar a una sola, pero no tenía certeza de a cual.
- Entonces hiciste una tentativa de asesinato contra mí y contra Aliss. Dime, fuiste vos quien lanzó la flecha que alcanzó a mi hermana y cortó las tiras de mi montura?
- No personalmente, porque estaba en la comitiva acompañando a Anya, pero mis hombres son leales y cumplen mis órdenes .
Fiona sacudió la cabeza , estupefacta.
- Por eso no encontramos rastros, pues vos mismo los borraste
cuando fingiste salir a buscar al atacante. Los Lobos nada tuvieron que ver con el atentado.
- Hago lo que es necesario para proteger a mi clan y mi liderazgo . Un día gobernaré a todos como siempre deseé.
- Cuéntame sobre esa profecía que prevee tu caída.
- Nadie jamás la oyó más allá de mí. - Odo miró a los costados, asegurándose de que no era oído. - Giann se la susurró a su madre cuando dormía. Yo estaba escondido en las sombras, y Giann no me vio.

- Y qué decía la profecía?
- Decía que, una noche de luna llena, dos niñas nacerían, las trompetas sonarían anunciando ese acontecimiento, y ambas tendrían ojos verdes y cabellos color fuego; mi caída sucedería cuando la primera de ellas se casase. - Odo sonrió con un brillo demoníaco en la mirada .
- - Ahora comprendo todo, pues Tarr de Hellewyk se va a aliar a Raynor y ambos gobernarán y me dejarán de lado.
- Mi enlace va a unir dos poderosos clanes, no a destruir.
- Pero yo perderé mi posición de liderazgo junto a los Blackshaw, pues Raynor será el único líder junto con Tarr por parte de los Hellewyk.
- Y cree esa tontería ? Tarr y Raynor no te dejarían de lado después tantos años de buenos servicios.
- Creo en la realidad - dijo Odo con dureza. - Vos y Aliss nacieron con luna llena, la trompeta sonó, y ambas tienen ojos verdes y cabellos pelirrojos, por lo tanto deben desaparecer para mi propia salvación. No hay alternativa.
- Y crees que escapará de esto ? Eres un traidor, serás perseguido y castigado por sus actos.
Odo se rió.
- No soy idiota. Fuiste vista dejando el castillo de libre por propia voluntad . No gritabas ni protestabas por estar saliendo conmigo. Si un accidente sucede en el camino será culpa del destino. Tengo gran credibilidad, y Oleg creerá en mí.
Los ojos de Fiona brillaron de odio. -Serás vos quien traiga destrucción al clan, Odo.
Pero su tío pareció no escucharla , mostrando en la cara una expresión de fervor fanático. - Haré que el clan de los Blackshaw se una al de los Hellewyk para luchar contra los Lobos - prosiguió Odo . - Por supuesto que si Tarr muere en la batalla, su gente quedará sin liderazgo ; mi sobrino Raynor escuchará mis consejos y asumirá la jefatura de los dos clanes. A esa altura las gemelas ya estarán fuera de mi camino, y yo permaneceré controlando todo a través de Raynor, quien me respeta y hará todo lo que le aconseje.
- Eso nunca sucederá. Tarr no es tonto.
- Oleg, su esposa y mi sobrino jamás dudarán de mí. Pues saben
que siempre serví al clan con devoción.
- Y Tarr sabe que yo no saldría con vos sin avisarle.
Odo sonrió cruelmente.
- Ay querida ya hiciste eso antes. Qué te lleva a creer que tu prometido se va a preocupar esta vez , sabiendo cómo eres de impulsiva y que no te gusta obedecer ? De cualquier modo, sé que va a vengarte si mueres, y cuento con eso. Los hombres son unos idiotas cuando se trata de amor, y tu prometido creerá que la culpa fue de los Lobos.
- Raynor sabrá que traicionaste a tu gente, si matas a Tarr.
- No le tocaré ni un solo pelo a Tarr.
Fiona abrió enormemente los ojos con pánico, dándose cuenta de la extensión de las intenciones de su tío.
- Planeas hacer que el clan de los Lobos sea responsable de la muerte de él. Entonces siempre fuiste vos y tus hombres de confianza quienes nos atacaron ! Nos buscaban a nosotras dos para nos eliminarnos y culpar a los Lobos, disfrazados con las pieles y las máscaras.
- Si, mi querida. Y no habrá hombre, mujer de los Hellewyk
que se rehuse a luchar contra los Lobos. Los Blackshaw van a apoyarlos, y la victoria estará asegurada con el fin de vengar la muerte de las gemelas y de Tarr.

Fiona quería gritar de rabia, pero se controló al hablar: - Te olvidas de un detalle.
- No me olvido de nada - dijo Odo, hinchando su pecho con
orgullo.
- NO ? Te olvidas de la profecía que puede cumplirse, independientemente de tu voluntad .



- Por qué Odo llevaría a Fiona a la tierra de los Lobos? -preguntó Aliss, colocándose la capucha de la capa para protegerse del viento cortante.
- Tal vez tenga haya conocimiento de algo que...Tarr
Interrumpió el razonamiento de Raynor.
- Te rehusas a creer que tu tío sea un traidor?
- él puede estar protegiendo a Fiona.
- Y por qué no buscó nuestra ayuda?
Raynor permaneció firme en la defensa de su pariente. - Estoy seguro que él tendrá una buena respuesta cuando lo encontremos.
- Puedes decir a qué distancia está de nosotros? - quiso saber Aliss. - Si avanzamos rápidamente , vamos a encontrarlos al mediodía.
- Estarán esperándonos - murmuró Tarr.
- Entonces ahí está su respuesta! -exclamó Raynor. - Odo no se está escondiendo de nosotros, pues dejó rastros para que lo encontrásemos.
- Para que vos, su sobrino, puedas encontrarlo con facilidad.
Raynor refrenó su caballo. - Me estás acusando de participar de un complot?
- Rehusándote a admitir la culpa de tu tío, estás poniendo en riesgo la vida de tu hermana.
-Tarr tiene razón - dijo Aliss. - Debemos prepararnos para lo peor, y si estuviésemos equivocados nadie saldrá lastimado, pero si tuviésemos razón...
- Recuperaremos a Fiona y terminaremos con esta locura
de tantos años - completó Raynor.
- Necesito saber si estás de nuestro lado o contra nosotros - dijo Tarr.
- Moriría para salvar a mi hermana.
-Tal vez tengas esa oportunidad - retrucó Tarr. - Presiento que Odo tiene un plan que involucra a los Lobos.
-Debemos apresurarnos - incitó Aliss. - El clima no está de nuestro lado, y necesitamos evitar la tormenta.
Los ojos de Tarr estaban más oscuros.
- Va a desencadenarse una tormenta mucho peor si Odo lastima a Fiona. Vamos! Es hora de avanzar.


Fiona había logrado aflojar las tiras de cuero que sujetaban sus muñecas sin que nadie lo notase. Podría actuar cuando fuese conveniente. Analizó la situación, viendo que solamente dos hombres siempre acompañaban a Odo, y un tercero prestaba atención a los alrededores. Trató de hacer que la capa se deslizase sobre sus manos cuando vio a su tío aproximarse .
- Siempre estás observando, esperando y planeando - murmuró Odo. - Admiro ese espíritu guerrero en una mujer, y creo que es hora de hacer una prueba. Muéstrame tus manos.
Fiona obedeció, haciéndolo reír al darse cuenta que las tiras estaban flojas.
-Acabas de soltarte.
Más humillada que atemorizada por haber sido descubierta con tanta facilidad por ese astuto enemigo, Fiona se desprendió , dejando que las tiras cayesen al suelo .
-Desmonta - ordenó Odo.
Ágilmente Fiona bajó de la yegua , dándole una palmada en el flanco para hacer que el animal entendiese que debería quedarse cerca. En seguida esperó el próximo movimiento de Odo.
- Tarr no debe estar lejos, y quiero que encuentre tu cuerpo en sus tierras. Quedará indignado cuando sepa que los Lobos
invadieron sus propiedades y mataron a su novia en el día de su casamiento .
- Tu plan va a fallar. Aunque consigas matarme a mía y a Tarr , todavía tendrás que lidiar con mi hermana quien va a exigir explicaciones. ..
- Tengo planes para Aliss también.
Entonces estaba decidido, pensó Fiona. Necesitaba acabar con Odo. Intentó ganar tiempo y preguntó. -Por qué crees que pensarán que fueron los Lobos los asesinos?
En silencio, Odo hizo un gesto, y varios hombres salieron de los bosques vistiendo piel de lobo, la cabeza y el hocico de los animales formaban una especie de yelmo que tapaba sus facciones. Fiona contó seis, mientras formaban un círculo a su alrededor .
- Puedo tener derecho a defenderme con un arma? - ella preguntó.
Odo se rió.
- Crees que voy a facilitar las cosas ? Conténtate con que te
dejaré salir corriendo antes de ser atacada por los "Lobos." Quiero que todo parezca real cuando vean el resultado. Y no te preocupes por Tarr, porque él morirá también más tarde o más temprano. Ahora corre por tu vida!
Fiona no perdió ni un segundo, y corrió por el bosque, pensando en poner distancia entre ella y los agresores. No tenía tiempo para reflexionar sobre más nada. Trató de correr con todas sus fuerzas.


Raynor desmontó su caballo, y súbitamente , levantó el rostro del suelo que examinaba.
- Qué pasa ? - quiso saber Tarr. -Alguien está muy cerca de nosotros.
El líder iba a hacer un gesto para atacar, cuando de repente, saliendo de entre los árboles, uno de los hombres de Odo apareció, con sangre manando de su cabeza, y cayó a los pies de Raynor.
Aliss desmontó, pero Tarr la detuvo con un gesto, haciéndola quedarse a su espalda . Con otro gesto, hizo que sus hombres desmontasen y formasen una rueda protectora alrededor de su cuñada.
- Odo necesita ayuda - gimió el hombre caído. - El clan de los Lobos atacó.
- Dónde está Fiona? - inquirió Tarr.
- Odo la puso a salvo en el bosque y me mandó a buscar...
- Qué trajo a mi tío hasta aquí? - preguntó Raynor.
- Sigo órdenes , nada sé sobre sus planes.
- Llévanos hasta donde él está combatiendo - ordenó el líder.
- Los bosques - murmuró el hombre con un gesto de su mano. - los Lobos siempre atacan en los bosques.


Un grito agudo cruzó el aire en ese instante.
-Fiona! - berreó Aliss en seguida.
Salió corriendo, eludiendo el círculo de guerreros, y abriéndose camino antes que se lo impidiesen. Tarr corrió detrás de ella, seguido por varios guerreros, pero Aliss era ligera como una gacela, y pronto desapareció. Ella sabía que no perderían su rastro, y que si pudiese alcanzar a su hermana, antes que los demás, podría ser una grande diferencia. Fue eludiendo árboles y pozos donde podría torcerse el tobillo. Entonces, a la distancia, vislumbró la capa de lana verde de Fiona tirada en el suelo, lo que la hizo darse cuenta que iba en la dirección correcta. Animada, Aliss redobló sus esfuerzos y corrió aún más rápidamente .



Fiona sabía que el hombre estaba muy cerca , y que la agarraría pronto; sólo le quedaba una alternativa. Se dejó caer como una rama seca en el suelo. Su perseguidor no tendría tiempo de detenerse tan rápidamente . Dicho y hecho, el hombre que avanzaba en carrera desbocada, tropezó con su cuerpo caído y cubierto por hojas, perdió el equilibrio, y cayó pesadamente. Sin
pérdida de tiempo, Fiona se levantó como si fuese impulsada por una catapulta, agarró una gran piedra con las dos manos y, con un grito agudo, arremetió la cabeza de su enemigo, dejándolo inconsciente. Esperaba que su grito de dolor convenciese - por lo menos - a uno o dos de los demás perseguidores que ella había sido abatida, haciendo que aguardasen el retomo del vencedor. Eso le daría tiempo para poner una distancia mayor con Odo. Empezó a correr de nuevo, notando de reojo un movimiento. Se dio vuelta , y encontró un hombre con pieles de lobo. En una rápida evaluación, se dio cuenta que él era demasiado grande y fuerte para ser abatido con facilidad. Su única posibilidad contra él sería continuar corriendo para mantener la distancia, aunque la intuición le dijese que podría ser alcanzada con facilidad. Otro movimiento súbito captó su atención por un segundo, y tuvo la impresión que era un murciélago gigante abalanzándose sobre el hombre lobo.
Entonces vio que se trataba de su hermana, la capa flotando al viento como alas enormes, mientras Aliss se lanzaba desde una roca, cayendo encima del agresor quien, tomado de sorpresa, fue derribado, golpeando con la cabeza en la piedra. Fiona ayudó a levantarse a Aliss, quien había quedado atontada por el impacto . Al ver el tamaño del hombre que había abatido , abrió enormemente los ojos.
- Si , Aliss, fuiste vos quien hizo eso, y no vas a perder tiempo verificando si él todavía está vivo. Hay muchos más hombres por aquí y debemos escapar.
Aliss asintió sin conseguir hablar, y trató de recuperar o aliento.
- Estás bien ? - quiso saber Fiona. - Tarr te acompañó ?
Con la respiración entrecortada, su hermana sacudió la cabeza en afirmación , señalando en dirección a donde había dejado a sus compañeros. Fiona sonrió.
-Tarr no pudo ser más rápido que vos? Aliss volvió a asentir.
- Debería haberle avisado que eres veloz como una gacela. Pero ... te acordaste de traer una arma? La expresión de Aliss fue compungida.
- Me imaginé que no - murmuró Fiona. Viendo a su hermana recuperada, le avisó.
-Debemos alcanzar a Tarr lo más rápido posible. Odo planea matarlo también. Vamos a correr de nuevo. Pero no me pases ni te separes; debemos permanecer juntas y alertas. El enemigo nos
rodea.
Aliss asintió y partieron tomada de las manos . Apenas habían iniciado la carrera, cuando Odo surgió por detrás de dos árboles entrelazados, que formaban un sólo tronco frondoso. - Qué suerte la mía! -gritó con una sonrisa diabólica. - Ahora tengo a las dos gemelas.
Rápidamente, Fiona se colocó delante de Aliss para protegerla.
- Jamás pondrás tus manos en nosotras dos !
- Qué conmovedor ! Planeas dar tu vida por tu hermana, pero solamente estás retrasando su muerte. Nada puedes hacer para impedírmelo.

Fiona tomó aliento y soltó un grito agudo. Bajando la cabeza en la posición de un toro feroz, como su padre adoptivo le había enseñado, arremetió contra Odo, alcanzándolo de sorpresa en la boca del estomago. Su arma era la rapidez; su tío, atontado, no tuvo tiempo de reaccionar, y con los puños cerrados comenzó a golpearlo , ayudada por Aliss.
Pero Odo era un hombre muy fuerte, y cuando recuperó el aliento, apartó a Aliss con un empujón violento.
-Corre, Aliss, corre! - gritó Fiona.
Pero ella fue alcanzada por un golpe en el mentón que la hizo caer hacia el otro lado.
Aliss estaba por volver a la carga y agredir a Odo, cuando Tarr surgió de lanada, avanzó en un segundo, y atacó al enemigo con la furia de mil hombres. Los dos hombres se trenzaron en una lucha de vida o muerte, y Aliss se apresuró a ayudar a Fiona a levantarse y salir del medio del combate.
Tarr y Odo luchaban como fieras disputándose un territorio. Se golpeaban mutuamente con los puños cerrados, lacerando piel y rompiendo huesos, y sangre manaba de ambos. Varios hombres de Tarr aparecieron, animando al líder con gritos de aliento.
Fiona se levantó del suelo, rehusándose a dejar que Aliss examinase su mentón hinchado. Quería ver a su prometido luchar, pues él la estaba defendiendo.
Gritos animados festejaban cada vez que Tarr lograba golpear al enemigo quien, sin duda, sería el perdedor.
Raynor surgió a tiempo para ver a su futuro cuñado asestar el golpe final y salir victorioso. Cuando Tarr se volvió, le salía sangre de la boca y descendía hacia su camisa. Corrió hacia Fiona y la abrazó con fuerza.

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