sábado, 22 de agosto de 2009

LA GEMELA GUERRERA - CAPITULO 30




CAPITULO 30

- Qué dijo el líder? - Tarr cuestionó a Raynor, entrando en el solar y cerrando a puerta.
- Que Giann nos va a recibir dentro de cinco días.
- Por qué tanto tiempo? No podría ser ya? Estaba ansioso por terminar con esta cuestión, y deseo ver a Fiona y a Aliss tranquilas de una vez por todas.
- El Lobo no explicó sus motivos.
- Y qué desea a cambio ?
- Nada - respondió Raynor con escepticismo. - aunque eso no me deje muy tranquilo.
-Tampoco a mí , excepto que ... Tarr sacudió la cabeza con fuerza. - Puede saber algo que desconocemos. Después de todo Giann está allá para aconsejarlo.
Fiona golpeó la puerta, y en seguida entró.
-- Qué sucedió para tengan esta reunión secreta?
Tarr ya se había acostumbrado a las interferencias de su prometida, y había pasado a considerarlas con naturalidad. Fiona formaba parte de su vida, como le había dicho , y deseaba compartir todo a su lado.
- Recibimos un mensaje del Lobo.
Fiona trató de cerrar la puerta rápidamente , y Raynor le contó lo que habían discutido. Tarr la observó mordiéndose el labio inferior, señal de que estaba pensando con seriedad sobre algo . Ese gesto era también muy sensual, dejando su carne muy rosada, muy apetitosa para un beso, pero trató de desviar su mente a otros temas importantes, y dejar la pasión para más tarde.
Dudaba que Fiona comprendiese plenamente cuanto la deseaba cada nuevo día y noche, pero respondía con ímpetu y ganas cada vez que la tocaba. Nunca se negaba a hacer el amor, y varias veces había sido ella quien había tomado la iniciativa, lo que le agradaba mucho. La amaba cada vez más por sus cualidades físicas y morales, y sabía que nada ni nadie los separaría. Fiona interrumpió sus divagaciones:
- Giann sin duda sabe algo que desconocemos, y aguarda.
- Aguarda qué ?- interrogó Raynor.
- No sé, pero estoy segura que nos falta una pieza del rompecabezas - respondió su hermana, comenzando a caminar impacientemente, entre los dos hombres.
- Una conexión ... algo que une todos los episodios del pasado.
- Quieres decir que Giann sabía que llegaríamos al punto en que estamos? - volvió a preguntar Raynor. Pero Fiona dejó de caminar con gesto brusco. -Dirías que se preparó para eso?
Un golpe en la puerta los interrumpió , y Tarr dio permiso para que la persona entrase.
Anya apareció, radiante, y habló velozmente :
- Tu padre llegó .


Las gemelas quedaron exhaustas después tantas presentaciones, parecía que todo el clan de los Blackshaw habían venido para asistir celebraciones del casamiento , y Fiona prácticamente ya se sentía casada. Comida y bebida fueron servidas durante todo el día, mientras se hacían preparativos para hospedar a todos los invitados. Glenor, una dama de mediana edad, se aproximó a Aliss para conversar. Ella era muy delicada y tranquila, y era la curandera de los Blackshaw. Estaba ansiosa por intercambiar ideas y recetas con la gemela sanadora , y pronto las dos empezaron a hacerse amigas, entrando en un diálogo muy animado.
Anya estaba muy ocupada, ayudando a las criadas a preparar los cuartos para acomodar a la gente que había llegado, y Raynor no perdía el tiempo, presentándole a Tarr a todos sus amigos de la infancia y juventud.
Eso permitió que Fiona se quedase sola, y no le faltaba compañía para conversar. Pero no se sentía dispuesta a hacer el papel de anfitriona con extraños. Tenía mucho en que pensar .
Estaba segura que corría enorme peligro, así como Aliss, y temía todo lo que pudiese ocurrir en los próximos días, pues no se dejaba distraer , sabía que el enemigo podía atacar en cualquier momento.
Cuando le fue posible, trató de levantarse e ir hacia la puerta de manera discreta, y estaba a punto de deslizarse sin ser notada, cuando su padre surgió de las sombras.
Tomada de sorpresa, se sobresaltó , llevando la mano al pecho.
- Qué susto!
- No te asustarías si no estuvieses escapándote sin ser observada.
- Necesito un poco de aire puro - Fiona respondió.
Oleg se inclinó para susurrarle al oído.
-Sé que deseabas escapar. Qué vergüenza que no invites a u padre para acompañarte.
Fiona sonrió, llevó un dedo a los labios para que hiciese silencio , y ambos dejaron el castillo de manera discreta. Un viento frío los recibió, y Oleg se quitó la capa de piel, colocándolo sobre los hombros de su hija.
- Y vos ? - Fiona preguntó, aunque se sintiese abrigada con la capas. - Vas a tener frío.
- Tengo ropas de lana muy abrigadas, quédate tranquila.
- Gracias.
- Es maravilloso poder ofrecerle abrigo a mi hija, y poder dar un paseo a su lado.
Caminaron por la aldea, pero después ser detenidos varias veces por las personas ansiosas por dar un saludo o establecer una conversación, decidieron ir al lugar preferido de las gemelas, el claro del bosque, donde habrían mayor privacidad.
- Dios bendiga la paz y la tranquilidad! - exclamó Oleg, extendiendo os brazos en un gesto amplio .
- Y un poco de descanso.
- -No esperaba tantos invitados del clan Blackshaw. Algunos
se quedaron allá para vigilar tus tierras?
Oleg se rió. -Posees el humor irónico de tu madre.
Fiona examinó sus manos pensativamente.
- Si , ya noté que me parezco mucho a Anya. - ella levantó los ojos hacia su padre. - Eso quiere decir que Aliss heredó tu carácter?
-Sé que Aliss posee un carácter fuerte pero discreto, sin duda salió a mí.
Fiona miró los ojos castaños y bondadosos de Oleg, dándose cuenta que había mucho más en la personalidad de ese hombre de lo que ya conocía. Decidió que tenía mucho que aprender de él.

- Me gustaría que me contases sobre tu niñez - le pidió Oleg. -Te molestaría de compartir tus recuerdos conmigo?
Como había hecho con Anya, Fiona no se hizo rogar, e hizo reír a su padre con las historias sobre su espíritu indómito, terco y curioso. De repente Fiona interrumpió la narrativa, asustándose con un ruido ahogado que creyó era un trueno. Se levantó de un salto, dándose cuenta que había sido el grito de guerra de Tarr lo que había escuchado.
- Maldición Fiona! - exclamó el líder de los Hellewyk, caminando apresuradamente hasta pararse delante suyo. - Prometiste que siempre me dirías a donde planeabas ir.
Fiona hizo una mueca, dándose cuenta de su error.
-Lo lamento. Me olvidé de nuevo. Quería tomar un poco do aire fresco, y papá me acompañó...
- Nunca debes olvidarte de avisar - insistió Tarr con el ceño
fruncido.
Oleg se apresuró a defender a su hija. -Estoy seguro que la euforia de nuestra llegada ocasionó el olvido.
Tarr se volvió hacia su futuro suegro sin dar el brazo a torcer.
-No hay excusas.
- Fue sólo un olvido...
- -Que podría haberle costado la vida - lo interrumpió Tarr.
- Mi prometido tiene razón , papá. Le di mi palabra de que siempre le informaría sobre mi paradero. Fue imperdonable de mi parte no avisarle que planeaba salir del castillo.
Tarr la miró sonriendo. - Oí bien? Estás admitiendo un error?
Fiona también sonrió, dándose cuenta que él deseaba provocarla y aliviar el ambiente tenso. Entonces ella bromeó también. - Pero es una excepción ... No te acostumbres a mi humildad porque no se va a volver a repetir .
- Pero es un inicio promisorio. Tarr se rió y la tomó en sus brazos apoyando su rostro sobre el suyo.

- Pero nunca me hagas preocupar así.
Fiona sintió miedo en la voz de su amado
- Lo lamento mucho, de corazón. Tendré cuidado de siempre informarte sobre mi paradero. Tarr se apartó y la miró con un brillo burlón en la mirada . - Tal vez sea mejor amarrar una cuerda a tu muñeca y mantenerte a mi lado todo el tiempo .
- Te cansarías de mí en menos de una hora.
- Nunca! - dijo Tarr, pero luego cerró los ojos y fingió ponderar la idea.
- Pero... pensándolo mejor...
- Podrías vivir sin mí? - preguntó Fiona en un desafío, levantando el mentón.
- Créeme, sería imposible - se entrometió Oleg con seriedad en su voz.
- él te extrañaría terrible, y pensaría en vos todos los días, esperando impacientemente tu vuelta.
- Fiona no se va a ningún lugar - respondió Tarr con frialdad . Mañana nos vamos a casar y ella será mía para siempre. Me corrijo, nos perteneceremos mutuamente. Estaremos unidos ante Dios y ante los hombres.
- Es maravilloso oír eso - retrucó Oleg, dándole una palmadita amigable en la espalda.
- - Vamos a entrar y celebrar ese amor con vino!

Tarr silbaba feliz, mientras iba hacia su cuarto. Estaba muy contento. Se rió con ganas, y miró hacia los costados, para constatar que nadie lo había visto borracho de felicidad. No que le importase , en verdad. Todos en el clan estaban felices con su casamiento .Había dejado a sus futuro suegro y a su cuñado en el gran salón , debatiendo sobre ka fusión de sus clanes que sucedería con la unión de las familias. Había visto a Fiona subir la escalera, y había decidido seguirla. Esa noche pertenecía a ellos dos.
- Y la siguiente, la siguiente, y todas las noches de nuestras vidas! - gritó Tarr.
Se reía solo cuando llegaba a la puerta de su cuarto. Esperaba que Fiona estuviese allí, esperándolo . Le había dado tiempo, conversando con sus hombres, para que su amada pudiese darle las buenas noches a su hermana, y ansiaba que ya estuviese metida en la cama, cobijada entre las mantas, y tan ansioso como él. Abrió la puerta con una amplia sonrisa, y encontró a Fiona... llorando, sentada en la cama. Sintió su corazón oprimirse y corrió hacia ella.
- Qué sucedió ? Te sientes bien? Cómo está Aliss?
Fiona sacudió la cabeza , intentando responder.
- Estoy. ..
Pero ella no logró continuar por los sollozos , Tarr esperó ansiosamente su respuesta. - Estoy tan feliz, es sólo eso.
El alivio lo invadió como una lluvia de verano, refrescante y deseada. La abrazó, y ambos cayeron sobre el colchón. Secó las lágrimas de Fiona con besos, sintiendola suspirar, acurrucada en sus brazos fuertes.
- Prométeme que siempre será así.
-Entonces quieres que te prometa que siempre te voy a hacer llorar?
Fiona sonrió y lo abrazó con más fuerza todavía, pero cuando Tarr fue a besarla, Fiona respondió con un bostezo. Era contagioso, y en segundos ambos bostezaban sin parar.
- Pensé en hacer el amor esta noche, pero parece que ...estamos exhaustos - dijo Fiona, cubriéndose la boca con la mano.
-Mañana...Si . Mañana será nuestro día.
Cerró los ojos, y Tarr quedó satisfecho al ver que ella ya estaba con el camisón puesto. Levantó su cabeza con delicadeza, y la apoyó en la almohada . Después se desvistió y se acostó al lado de ella, abrazándola. En segundos, ambos dormían.
Fiona se despertó con los primeros rayos de sol, besó a Tarr para despertarlo, y le anunció.
-Tengo hambre. Voy a buscar a mi hermana para ir a comer.
- Te encontraré en el salón.
Tarr se desperezó , haciendo que la manta se deslizase hasta la cintura. Fiona lo miró provocativamente , y pasó la lengua por sus labios.
- Estás muy tentador...
- Mantén esa idea en mente, pues no te dejaré dormir un sólo instante esta noche, esposa.
Eso la hizo sonreír satisfecha.
- Esposa. Adoro esa palabra y te adoro a vos.
Con un asentimiento rápido, Fiona dejó la cama y salió del cuarto , oyendo que Tarr le gritaba.
- Pero es la comida lo que mas adoras, glotona!

A solas, Tarr se rió , y colocó las piernas fuera del lecho, estirando su cuerpo con un nuevo bostezo. Hizo una mueca al sentir todavía dolor por la flecha del Lobo, quien había demostrado ser un oponente a su altura. Jamás había conocido otro con semejante puntería. Pero... habría sido él el atacante de Aliss? Sería mejor tener al Lobo como aliado que como enemigo, reflexionó . Esperaba conseguir eso cuando fuese a conversar con Giann.
Se vistió rápidamente , pensando en reunirse con Fiona para el desayuno . Ansiaba casarse pronto y terminar con toda esa expectativa. Nunca había pensado que los preparativos para un casamiento pusiesen tan nerviosos a los novios. Si no se casase por amor, tal vez no estaría tan emocionado. Iba a sentirse más tranquilo cuando Fiona fuese su mujer ante Dios. Estaba por dejar el cuarto, cuando golpearon la puerta, y Anya entró seguida por varias criadas.
- Te hice una camisa nueva para uses en la ceremonia de casamiento , y mandé a preparar un baño para después del desayuno - anunció su futura suegra. - Si tu madre todavía estuviese viva, por cierto se ocuparía de eso, pero me siento mas que feliz de poder ayudarte en esta ocasión.
Tarr oyó con paciencia y atención mientras Anya enumeraba todo lo que él debía hacer ese día, y en seguida ella le dio una palmadita en el brazo.
- Serás un excelente marido para mi hija, me aseguraré de eso.
Y tan rápidamente como había surgido, ella desapareció por la puerta , acompañada por el séquito de criadas, silenciosas pero sonrientes. Todos estaban felices con la boda, y dejaban traslucir eso muy evidentemente.

Tarr sacudió la cabeza y suspiró profusamente, y cuando entró en el gran salón se vio envuelto por el clima de frenéticas preparaciones. Un verdadero banquete estaba dispuesto sobre las mesas, los miembros de los dos clanes socializaban en total armonía, y el olor a pan recién horneado y sidra flotaba en el aire trayendo una sensación de tranquilidad, alegría y calor a los corazones. Cuando Tarr entró , copas y jarras fueron levantadas entre exclamaciones de júbilo y brindis de felicidad para el líder y su prometida, quien todavía no había aparecido .Probablemente Fiona y Aliss estaban conversando, pero pronto llegarían, pensó Tarr. Aceptó la jarra de cerveza desbordante que le fue ofrecida, y con una sonrisa, se unió a los que festejaban.

Aliss había esperado ver a Fiona bien temprano. En general ella despertaba con los primeros rayos del sol, con apetito y animada para vivir un día más. Seguramente estaría esperando a su gemela para desayunar, en especial porque le había dicho que se sentía culposa porque ya no dormían mas juntas como antes. Pensando eso, Aliss sonrió. Era mejor apresurarse pues los novios debían estar esperando. Se puso la falda marrón y la blusa blanca que usaba todos los días, para ir a ayudar las otras mujeres si fuese necesario. Lanzó una mirada al vestido que su madre le había hecho, de lana color de zafiro, y suspiró. Estaba ansiosa por usarlo; jamás había tenido un vestido tan bonito en toda su vida, y deseaba sentir esa tela suave contra su piel. Colocó los cabellos hacia atrás e iba a atarlos con una tira de cuero, cuando golpearon a la puerta. Aliss se apresuró a atender, pensando que era Fiona, pero al mismo tiempo intrigada, porque su hermana no acostumbraba a anunciarse antes de entrar. Fue Anya quien apareció, mirando a su alrededor y sonriente, dándole el buen día y ofreciendo su ayuda a Aliss.
- Pensé que Fiona estaba aquí con vos.
- Ella está con Tarr.
- No . Entonces fue directamente al salón y está comiendo hasta no poder más - dijo Aliss, comenzando sentir un frío en el estomago.
-Tampoco la vi por allá - murmuró Anya, comenzando a empalidecer.
Aliss dejó caer la tira de cuero , y salió corriendo delante de su madre, quien la seguía con el corazón oprimido por un mal presentimiento.



Tarr buscaba a Fiona, recorriendo todos los rincones del castillo. Ya era más que tiempo para que ella hubiese aparecido en el salón para el desayuno , la última comida que harían como solteros, y estaba seguro que su prometida no se perdería eso. Ahora estaba de pie junto a la enorme chimenea al lado de Oleg y Raynor, en estado de alerta. Quedó alarmado al ver a Aliss entrar precipitadamente en la sala y mirar hacia todos lados con una expresión preocupada. Tarr apoyó la jarra sobre la mesa y se dirigió hacia su futura cuñada con pasos largos.
-Qué pasó ?
-Fiona... ella está aquí?
-Dejó el cuarto temprano para ir a encontrarse con vos.
-Nunca fue a mi cuarto - murmuró Aliss con pánico.
Anya oyó sus palabras, pues había llegado detrás de ella , y exclamó con horror. - No, mi Dios! No otra vez!
Oleg y Raynor ya se habían aproximado también, y el padre pasó el brazo sobre los hombros temblorosos de su esposa.
- Fiona puede estar en cualquier lugar del castillo, entretenida con lo que esté haciendo, y se olvidó de nuevo de avisarnos - la tranquilizó Raynor.
Pero Aliss y Tarr negaban con la cabeza .
- Ella ya cometió ese error antes y aseguró que iba a avisarme sobre cada paso que daba para no preocuparme otra vez. Fiona es una mujer de palabra - insistió Tarr. - Me habría contado si planeaba hacer algo.
- Y no se perdería el desayuno por nada de este mundo - aseguró su hermana. - Ella siempre se despierta con un hambre tremendo .
- Aliss tienes razón - concordó Tarr
- Algo sucedió con mi hija - murmuró Anya con desesperación en su voz.
- Entonces algo pasó cuando dejó el cuarto de Tarr y se encaminaba al de Aliss - dijo Oleg, pensativo. - Nadie oyó un ruido sospecho sospechoso?
Tarr hizo un gesto de frustración.
- Cualquier cosa fuera de lo común habría sido reportado a mí de inmediato.
- Pero por cierto alguien debe haber visto o oído algo raro -
insistió Aliss. Abandonando su discreción y timidez, de repente ella se subió a una de las mesas, y gritó.
- Necesitamos de su ayuda!
Todos las charlas cesaron en el gran salón , y muchas cabezas se giraron en su dirección.
- Alguien vio a Fiona esta mañana?
Los ojos se abrieron muy sorprendidos, murmullos nerviosos recorrieron el recinto, y después de algunos segundos que parecieron horas, un hombre se levantó.
- Vi a Fiona dejar el vestíbulo.
- Sola y por propia voluntad ? - preguntó Aliss.
- Acompañada por Odo, su tío, y parecía tranquila.
- Kirk - gritó Tarr por su lado . - Haz que algunos guardias localicen a Odo.
Las conversaciones volvieron a hacerse oír en el gran salón, aunque ya no eran charlas alegres, sino preocupadas.
- Qué quería Odo con Fiona? - preguntó Anya, llevando una mano a su pecho en un gesto de temor. - Creen que él desea hacerle mal a mi hija? Mi Dios! La buscó por años sin descanso! No puede ser!
- Pero con que propósito la buscó ? - agregó Tarr. - Para salvarla o para condenarla?
-Por qué ? Qué motivo tendría para perjudicarla? - bramó Oleg. - Odo es mi hermano. Como nunca se casó, siempre consideró a mi hijo como suyo, le enseñó a Raynor a luchar, cazar, seguir rastros, y se preocupó mucho cuando las gemelas fueron raptadas. Fue el primero en iniciar la búsqueda, y sólo se detuvo cuando le pedimos que se lo tomase con calma.
- Concuerdo con mi esposa; él no puede desearle el mal a Fiona.
- El clan es todo para Odo - recordó Raynor. - él nada haría para traer desgracia a su gente.
Aliss ya había bajado de la mesa y se había parado al lado de su cuñado.
- Y tal vez por ese motivo Giann hizo con que Fiona y yo fuésemos apartadas de la familia.
Todos la miraron sin entender.
- Es posible que ella haya pensado que nadie le creería si dijese que había tenido una visión de Odo haciéndole mal a los bebés. -Entonces, para protegernos, hizo que la esclava Shona nos llevase con personas que velarían por nosotras durante mucho tiempo, en el anonimato.

- Tonterías ! - exclamó Oleg. - Mi hermano nunca desearía perjudicarte a vos o a Fiona.
Aliss lanzó una mirada triste a su padre.
- Ves ? Probaste mi teoría. Giann sabía que jamás iba a convencerte de la traición de Odo.
En ese instante Kirk irrumpió en el salón, gritándole a Tarr.
Odo, Fiona, y varios guerreros han desaparecido !
- Preparen los caballos - ordenó el líder de los Hellewyk.
- Los caballeros de Blackshaw van a unirse a esta búsqueda!- declaró Raynor.
Los hombres de los dos clanes se apresuraron a dejar el salón para prepararse.
- Esta vez yo iré también - insistió Anya. - Quiero ver a mi hija a salvo.
Aliss se aproximó a su madre.
- Iré yo. Encontraré a mi hermana y te la traeré de vuelta ilesa. Lo prometo.
Los ojos de Anya se llenaron de lágrimas.
- En el pasado, personas en quienes confiaba me prometieron lo mismo. En quién debo creer ahora ? No sé.
- Quien te está hablando es tu hija, y te prometo que voy a encontrar a Fiona. Mi hermana cuenta con eso y sabe que haré eso, como ella haría si la situación fuese al revés. Créeme, mamá voy a traerla a casa sana y salva.
Tarr dio un paso detrás de Aliss, y colocó la mano en su hombro. -Nosotros la traeremos, esté segura de eso.
Raynor también se aproximó. - Puedes contar con nosotros , madre. Defenderé a Odo si es inocente y le daré el castigo que merece si es culpable.
Anya levantó el mentón en un gesto de fuerza y desafío.
-No me hagan esperar demasiado.
- Haz lo que sea necesario, hijo - murmuró Oleg.
- Si Raynor no puede, lo haré yo - avisó Tarr, sujetando la mano de Aliss. - Necesito unos minutos a solas con mi futura cuñada. - La condujo a un rincón del salón donde podían tener un poco de privacidad.
Aliss habló primero:
-Estás preocupado porque crees que no poseo las cualidades de guerrera de mi hermana y que seré más un estorbo que una ayuda.
- Leíste mis pensamientos, y no lo niego. Pero sé que harás lo mejor posible por Fiona.
-Pero sólo conseguiré hacer eso si voy con ustedes . Tarr la miró, pensativamente. - Me recuerdas tanto a Fiona...
Desvió o rostro sin poder continuar. Aliss colocó la mano en su hombro, haciendo que la mirase de nuevo.
- Nuestra semejanza puede ser lo que necesitamos para salvarla. Y también sé luchar cuando es necesario.
-No quiero ponerte en apuros...-Si eso significa poder liberar a mi hermana, no vaciles en hacerlo. Estamos perdiendo minutos valiosos, cuñado. Vamos a luchar!

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