miércoles, 19 de agosto de 2009

LA GEMELA GUERRERA - CAPITULO 25

CAPITULO 25



Los gritos frenéticos de los guerreros hicieron que Fiona y Tarr se volviesen en sus monturas al mismo tiempo, buscando sus espadas en un gesto instintivo. Fiona se sintió muy tensa por un momento, la respiración , suspendida y el corazón acelerado.
Aliss yacía inerte en el suelo, con el rostro cubierto por sus cabellos. Fiona trató de actuar, y en de segundos se encontraba al lado de su hermana, vacilando en tocarla, con las manos temblorosas. Ella puede estar muerta. El terrible pensamiento la hizo temblar, y lágrimas afloraron en sus ojos. Rehusándose a flaquear, se forzó a apartar los cabellos del rostro de Aliss.
-Oh mi Dios!
Tarr y Raynor pronto cayeron de rodillas a su lado. - Una flecha raspó su sien - murmuró su hermano. Tarr intercambió una mirada significativa con su futuro cuñado.
- Cuida de ella mientras busco al culpable de esto.
Fiona sacudió la cabeza con fuerza, y comenzó a rasgar el borde de su falda.
- Debo detener la sangre y ver si la herida necesita puntos.
- Sabes hacer eso? La pregunta fue de Raynor quien apartaba con dulzura las mechas de cabellos que ocultaban la herida.-No tan bien como Aliss, pero lo suficiente para hacer un buen trabajo. - Fiona hizo una mueca al ver la herida. -Hay mucha sangre y eso hace que el corte parezca peor de lo que es.
- La flecha apenas raspó la piel, y el hueso no quedó expuesto.
- Eso es bueno?
- Si. El problema es no dejar que se infecte. Aliss siempre pasa mucho tiempo limpiando las heridas. - Y se va a infectar?
- En general a continuación aparece la fiebre. Aliss hace todo lo posible para sacar el veneno de la corte, a veces tienes suerte. - Entonces , qué haremos?

- Vamos a limpiar la herida con paños limpios, hacer una vendaje, y ... - Fiona tragó un sollozo - Rezar para que ella despierte.
- Tarr observó a Fiona la distancia. Deseaba aproximarse , tomarla en sus brazos y mitigar su dolor. Pero a ella no le iba a gustar su interferencia mientras se ocupaba de su hermana. Esperaba, eso si, que su prometido encontrase al culpable de ese crimen.
Y Tarr tenía toda la intención de hacer eso, y sin duda ese facineroso era un imbécil al imaginar que podría entrar en las tierras de Hellewyk y marcharse impune. Tarr domó su ira, pues eso no haría ningún bien. Necesitaba mantener la cabeza fría.
-Shamus - ordenó , haciendo con que el muchacho se aproximase sin pérdida de tiempo. - Ve hasta el castillo e infórmale a Kirk lo que sucedió . Pide una carreta y más hombres. Shamus partió en su caballo, y Tarr volvió a dirigir una mirada en dirección a Fiona, quien se inclinaba sobre su hermana inerte.
Era evidente que temía perder a Aliss, y de repente el líder sintió remordimiento por haber deseado separarlas . Ellas poseían un vínculo especial que había empezado a reconocer y respetar. Jamás se atrevería de nuevo a intentar separarlas, cuidaría de Aliss como si fuese su propia hermana. Haría eso porque respetaba , admiraba, y amaba Fiona. Quería verla feliz y eso no sería posible si ambas no continuasen juntas. Dirigió su caballo hacia su prometida, cuyas manos temblaban. Colocaron un vendaje en la cabeza de Aliss, pero la sangre continuaba filtrándose a través del tejido. Fiona levantó la cabeza con ímpetu y sus ojos imploraron ayuda.
- Mandé que trajesen una carreta y más hombres. Haremos con que llegue al castillo a salvo y vamos a curarla.- Aliss debe despertarse - murmuró Fiona casi sin voz por las lágrimas. Miró a a hermana. - Me estás oyendo, querida? Despierta, Aliss!
Raynor intentó sujetarla, pero Fiona lo apartó. - No! Aliss me va a oír y va a despertar - ella gritó con desesperación . Tarr desmontó y se aproximó lentamente.. - Despertará cuando esté pronta, Fiona.
- Va a ser ahora ! Despierta, hermana! - El miedo hacía su voz chillona, y golpeó una mano en la otra. - Oh! Dios! Haz que se despierte!
Tarr la sujetó , y aunque Fiona lo repeliese en desesperación , acabó cediendo y llorando sobre su hombro.
- Quietos!
La voz de Aliss los tomó de sorpresa.- Me duele la cabeza - continuó Aliss en tono más blando. Fiona se inclinó sobre su hermana así como Raynor. - Una flecha te raspó la frente y
todavía está sangrando -explicó Fiona. - Qué debo hacer?
Puntos - dijo Aliss, haciendo una mueca al tocar la herida con la mano. - Si la hemorragia no para pronto. - Aliss hizo una pausa y ordenó . - Debes darme puntos.
- No soy buena con la aguja - gimió Fiona. - Haz lo que sea necesario - replicó Aliss con un hilo de voz. - Estoy débil y no voy a permanecer consciente por mucho tiempo mas. Sigan mis instrucciones.
Un grito en medio de los guerreros hizo que Tarr lanzase una mirada a Raynor para que se ocupase de las mujeres, y partió.
- Debes reposar - murmuró Raynor. - Aliss ya me cuidó una vez y yo cuidaré de ella ahora .
- Temo no saber mucha sobre curaciones - murmuró Fiona. Ella dio instrucciones y yo presté atención. Voy a ayudarte - Raynor cubrió la mano de Fiona con la suya. - Salvaremos juntos a nuestra hermana.
- Disculpa, Raynor. Todavía no me acostumbré a la idea de que tengo un hermano que nos ama de verdad.
- No te preocupes. No dejaré que ninguna de las dos se olvide de eso.
- Aliss se pondrá bien. - Fiona habló con seguridad, pero miró a Raynor esperando confirmación. - En breve estará de pie - afirmó el guerrero. No vamos a pensar en lo peor
- Pero la hemorragia no cesa ,es necesario dar puntos sin pérdida de tiempo.

- Qué sucedió ? El grito los hizo levantar las cabezas sorprendidos, y se encontraron con Anya corriendo en su dirección. Su capa púrpura flotaba al viento, y sus ojos estaban llenos de pánico y preguntas. Pronto ella cayó de rodillas junto a Aliss.
- Madre, por qué estás aquí? Dónde está papá? Como llegó hasta aquí? -
cuestionó Raynor. Su tío Odo llegó al castillo cuando partieron, recibí la noticia sobre Aliss, y él me trajo. No soportaría estar lejos de mis hijas en ese momento. Qué pasó ? Fiona le explicó velozmente , sintiendo una extraña esperanza y consuelo en la presencia inesperada de Anya.
- Aliss despierta y pierde la consciencia alternativamente, pero me dio instrucciones sobre como proceder, hay que dar puntos a la herida - explicó Raynor. Anya miró a Fiona. - Sé manejar una aguja muy bien .
- Perfecto, porque yo soy pésima con las costuras, y necesitamos dar puntos
Pronto, buscó en la cesta de su hermana y encontró agujas de varios tamaños, paños limpios, hilo y preparados de hierbas. Le pidió a Raynor que mandase a traer un balde con agua limpia. Anya, por su parte preparó a Aliss, colocando una manta debajo su cabeza, Sacando todos los cabellos que se pegaban a la herida. Cuando todo estuvo listo, volvió a arrodillarse al lado de su hija y con manos firmes y habilidosas, comenzó a dar puntos en el corte.

Fiona permaneció al lado, limpiando la herida con cada punto, como Aliss le había enseñado. Trató de trabajar en silencio.
En pocos minutos todo había terminado, y Fiona agradeció el hecho de Aliss estuviese inconsciente y no tuviese que sentir los cinco puntos en su carne. En seguida llegó la carreta, y Tarr y Raynor ayudaron a colocar a Aliss sobre ella. Fiona observó la escena, lista para reclamar sino actuaban con sumo cuidado con Aliss. Su hermana necesitaba cariño y cuidado, y por eso viajaría a su lado, y...sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir que le tocaban el brazo.
-Iré con mi hija en la carreta - murmuró Anya. Fiona sintió un dolor en el corazón. Nadie jamás se había ocupado de cuidara su hermana mas que ella. Dándose lo que pasa por la cabeza de Fiona, Anya insistió - Por favor, déjame cuidar a mi hija.
Tarr se aproximó. -Estamos listos para partir.
-Mamá irá con Aliss en la carreta - dijo Fiona, sintiendo un dolor en el corazón, casi insoportable. Anya la abrazó con cariño.-Gracias, me ocuparé de nuestra querida Aliss.
Tarr tomó la mano de Fiona y entrelazó los dedos.
- Las cosas están cambiando - suspiró Fiona.
- Para mejor.
- Entonces por qué siento un dolor en el corazón?
- Porque el mundo hasta hoy se resumía en vos y tu hermana y ahora todo es diferente. Tienen una madre y un padre, un hermano y en breve vos tendrás un marido. Sus vidas se han ampliado, Fiona.
Las palabras de Tarr permanecieron en la mente de Fiona mientras regresaban callados al castillo de Hellewyk. Cabalgaba al lado de la carreta, observando los cuidados cariñosos de su madre, quien había colocado la cabeza de Aliss sobre sus rodillas, para evitarle la incomodidad de los constantes traqueteos. No dejaba de pensar en la súbita aparición de Anya, pero en ese momento tenía cosas más importantes de que preocuparse. Necesitaría instalar a su hermana en un cuarto, y su madre ciertamente iba a querer estar junto de ella.
Um grito de los guardias avisó que estaban llegando al castillo. al entrar en la aldea, hombres y mujeres corrieron para ofrecer su ayuda. Plegarias y gritos de pronto se hicieron oír mientras transportaban a Aliss hacia el castillo . Cuando Raynor y Tarr la colocaron sobre el lecho, Anya los sacó del cuarto , mandando a Fiona quitarle las botas de su hermana mientras calentaba agua en la chimenea.
- Después ayúdame a sacarle la falda de Aliss, pero le dejaremos la blusa. No podemos arriesgarnos a tocar la herida con la tela sucia, vamos a bañarla lo mejor posible y a limpiar la sangre de la piel. Después de preparar la poción , vas a ocuparte de vos misma, vas a comer y a descansar.
Fiona encaró a su madre, perpleja. - Sos tan mandona como yo. Anya sonrió.
- Eres mi hija. -le lanzó una mirada a Aliss. - Las amo a las dos demás y quiero recuperar el tiempo perdido. Vos sos la que más se parece a mía, pero en este momento es Aliss quien necesita mis cuidados.
Fiona asintió y trató de obedecer a su madre en todo.

Tarr conversaba con Raynor en el solar cuando Fiona entró sin anunciarse. Su prometido la aguardaba, pero el aire perdido de Fiona y su apariencia desprolija lo hicieron darse cuenta /cuan perpleja estaba ella . Fiona temía que su hermana muriese y jamás aceptaría eso. Ella entregaría su vida por la de Aliss sin pestañear, y eso aterraba a Tarr. Llenó una copa con vino y la invitó :
- Únete a nosotros. Fiona sujetó la copa con las dos manos y tomó un gran trago de la bebida.
-Aliss estará bien - dijo Tarr. No era una pregunta sino una afirmación, pues Fiona no estaría allí si su hermana no estuviese reposando y estuviese fuera de peligro. Fiona asintió con la cabeza. - Está descansando tranquila y mamá se quedó a su lado. - Y vos? - quiso saber Raynor con expresión preocupada.
- Quiero la cabeza del bastardo que le hizo esto a Aliss.
Tarr sonrió ante su frase dicha con absoluta calma y frialdad .
Admiraba la tenacidad y el coraje de Fiona y, aproximándose , colocó la mano en su hombro. - Vamos a encontrarlo.
- Me das tu palabra de honor?
- Si.
- Tienes mi palabra también - agregó Raynor.
- Perfecto, pues deben saber que si yo lo encuentro primero...
No necesitó terminar, pues los dos hombres sabían que no vacilaría en matar al culpable. Fiona terminó el vino y extendió la copa para que volviese a llenarla.
- Ya comiste? - preguntó Tarr.
- - Creo que si , hoy a la mañana.
Parecía incierta, y Tarr entendió o motivo. Las últimas horas habían sido una verdadera pesadilla.
- Haré que te traigan algo .
- No tengo hambre.
- Pero vas a comer - ordenó Tarr como si hablase con una criatura -
Terca, Fiona tomó un trago más . - No vas a comenzar a darme órdenes .
- Tengo todo el derecho, pues pronto seré tu marido.
- - No quiero un marido mandón.
- Cuando sea por tu bien, obedecerás. -
Fiona lo miró con los ojos brillantes.
- Me equivoco o usaste la palabra "obedecer"?
- Grave error - murmuró Raynor al oído de Tarr y salió del solar discretamente.

El ruido ensordecedor de un trueno quebró el silencio, y pronto a lluvia torrencial cayó. El cielo se había oscurecido, y parecía que la noche había llegado, a pesar de estaban al final de la tarde. La pareja permaneció callada, hasta que Fiona rompió el pesado silencio.
-Esperas obediencia da mi parte?
- Yo espero que seas vos misma.
Fiona dejó sus hombros caer, y parecía próxima al desmayo, cuando Tarr la sujetó con firmeza.
- Necesitas tomar un baño y descansar - murmuró al su oído, abrazándola con cariño.
- Eso significa que huelo como un cerdo?
- Fiona...
Ella lo miró.
- Necesito respuestas. Alguien amenazó a Aliss
- - Déjame ese asunto a mí .
- - Pero ...

- Conversaremos más tarde cuando estés descansada y puedas razonar con claridad. Sin darle tiempo para replicar, la tomó en los brazos, dejó el solar, y la llevó a su propio cuarto, avisándole a una criada que pasaba por ahí que preparase un baño y trajese comida. Cuando la depositó en una silla junto al fuego, fue llamado al gran salón .
-Ve - le pidió Fiona con una cierta reticencia. - No necesitas quedarte aquí conmigo.
- Siempre necesitarás de mí -murmuró Tarr. La besó apresuradamente , prometiendo volver pronto. En ese tiempo, Fiona trató de recomponerse. Las criadas deseaban ayudarla. Pero ella no necesitaba que nadie le diese un baño. Se había ocupado de sí misma desde los once años .
Se envolvió en una toalla después bañarse, y se acostó en la cama, exhausta por el día que parecía no tener fin. No le parecía adecuado dormir cuando todavía no era de noche, a pesar de que el cielo estaba tan oscuro. Muchos asuntos estaban pendientes y debían ser resueltos, en especial el atentado que Aliss había sufrido. Pero estaba cansada, y los párpados se le caían pesados. Bostezó, se acomodó debajo de la manta , y pronto se durmió .

Tarr conversó rápidamente con Kirk en el gran salón , dando órdenes confidenciales a su amigo, y después corrió a saludar a
Odo y sus hombres. Se habían reunido brevemente cuando había llegado con Anya, pero con todo el barullo causado por el atentado, no había tenido tiempo de conversar con el recién llegado. Odo, quien había enviado algunos de sus hombres para acompañar a Anya en el viaje, le contó que cuando había tomado conocimiento de lo ocurrido, había comenzado a rastrillar el área en busca del culpable, por eso había demorado en llegar a Hellewyk. Tarr vio Raynor abrazaba a su tío, y observó al guerrero.
Odo era muy alto y fuerte, con una gran barba gris que parecía tragarse su boca. Los ojos también eran grises y profundos. La piel arrugada y curtida por el sol hacía que aparentase unos cincuenta años.

Se vestía como los hombres del norte, con pieles de animales y cueros, y hablaba con Raynor en idioma vikingo, y después pasó al escocés al ver a Tarr aproximarse .
-Sus hombres son eficientes y nos encontraron pronto - dijo con el propósito de felicitarlo. Tarr le extendió la mano. -Obedecen órdenes .

Odo sonrió y tomó la mano do líder con un asimiento fuerte que parecía no querer ceder. - No encontraron nada? - quiso saber Tarr. Condujo a Odo hasta una mesa con bebidas y platos calientes.
- Nada - respondió el visitante. - Sus hombres se dispersaron por las otras mesas, quitándose las capas . Tarr ocupó la cabecera de la mesa sobre el estrado, ladeado por Odo y Raynor. Cuando se sirvieron, preguntó al recién llegado.
- Cuénteme sobre el secuestro de las gemelas. -No hay mucho que contar. Un día estaban sanas y salvas en sus cunas, al siguiente, habían desaparecido. - Y cómo esa esclava se las llevó ? Odo se encogió de hombros .
- Poco sé al respeto, apenas que era una muchacha muy leal a Anya.
- Se ocupaba de cuidar a las bebés? - Si.
- Y quién podría desearle mal a las gemelas? Odo sacudió la cabeza en un gesto de desanimo. Hicimos las mismas preguntas durante años, pero no obtuvimos respuesta. No encontramos motivos para el rapto, pues nadie se beneficiaría con eso.
- Pero debía haber un motivo - insistió Tarr. - Y pretendo descubrirlo.
Tarr dejó a Odo charlando con sus hombres, y fue a buscar a Kirk al solar.
- Alguna noticia? - le preguntó a su mano derecha.
- Quien hirió Aliss no dejó rastros. - Tarr frunció el ceño . - Cómo es posible? Siempre hay pistas que seguir.
- No en ese caso. Los hombres rastrillaron toda el área y no encontraron nada. Están comentando entre sí que fue un fantasma que acecha a las gemelas.
Tarr golpeó con el puño cerrado la mesa. - No se trata de fantasmas, sino de un hombre de carne y hueso! Y él acecha a las muchachas.
- Pero cómo vamos a encontrarlo si no deja rastros?
- - Todo cazador deja alguna señal a su paso y voy a descubrirla.

Tarr entró en su cuarto en punta de pies, después de dar más instrucciones a Kirk. Fiona estaba dormida en la cama, y Tarr no quiso despertarla. Sólo había entrado allí para ver si estaba bien. Se aproximó al lecho y se sacó la camisa para cambiarse para la cena . En seguida se quitó la cintura y amarró alrededor de su cintura el plaid que traía sobre el hombro.
Fiona estaba desvestida, la manta cubriendo apenas parte de su cuerpo. Una pierna larga y bien torneada surgía, blanca como el mármol y suave como seda. Los cabellos brillantes parecían llamas alrededor de su rostro, y sus mejillas estaban más rosadas, después del baño caliente .
- Bella - murmuró Tarr, dejando caer el plaid y lanzando las botas al piso, deseaba abrazarla y sentir el calor de su cuerpo, entonces pasó un brazo por sus hombros. Adoraba tocarla porque Fiona respondía con tanta pasión y abandono a sus caricias. Era una mujer que había demostrado que le gustaba el sexo, y no perdía tiempo con pudores cuando se trataba de verlo sin ropa o de quedar desnuda .
Ella se desperezó , y Tarr murmuró a su oído. -Estás despierta? En respuesta Fiona sonrió y ronroneó como una gata.
- Fiona - Tarr murmuró - sólo puedes culparte a vos misma por lo que va a suceder ahora . Inclinó su rostro, haciéndola estirar cuerpo. Sin poder moverse, Fiona se dejó recostar sobre el pecho fuerte masculino . Sin la menor prisa, Tarr rozó sus labios sobre los ojos y la boca de Fiona, y cuando ella sintió el calor de su caricia sobre sus pechos tapados por la manta, Fiona protestó. Con la otra mano Tarr le recorrió la espalda, y apretó sus muslos contra al propio cuerpo.
- Estoy durmiendo - protestó ella en broma. Pero Tarr la calló,
besándola. Una emoción intensa recorrió el cuerpo de Fiona. Deseaba nuncatener que separarse de Tarr. Con la punta de la lengua, él la obligó a entreabrir los labios, en un estremecimiento de anticipación. Fiona se sentía derretir contra el tórax musculoso de Tarr, quien entonces levantó la cabeza y la miró. Con la respiración entrecortada, él gimió, volviendo a besarla. Fiona se sentía aplastada contra al cuerpo masculino, en un abrazo salvaje y exigente. Las manos fuertes se deslizaron otra vez por la espalda , haciéndola sentir la urgencia de su erección . En el momento siguiente, Tarr le acarició los pechos por debajo de la manta, para luego pasar a buscar su sexo húmedo . Fiona volvió a gemir, pero Tarr comenzó a susurrarle al oído palabras que ella apenas oyó . Podía sentir el falo rígido contra sus muslos, y la fuerza de un deseo que la transportaba a un mundo distante y mágico .Excitada, Fiona deslizó su mano sobre el pecho de Tarr, intentando retribuir sus caricias.
- Mi querida - murmuró Tarr - déjame amarte...
Un golpe en la puerta los hizo sobresaltar, interrumpiendo el clima de pasión.
- Quién demonios está ahí? - gritó Tarr, mirando en dirección a la puerta. -Shamus. Necesitan su presencia en el salón.
-Iré pronto - Tarr respondió, volviendo a mirar Fiona. - Me gustaría quedarme más tiempo con vos, pero el deber me llama.
- Si , pero antes de partir termina lo que comenzaste . ..
Sin más preámbulos, Tarr la acostó en la cama y la penetró con fuerza, y ambos iniciaron movimientos cadenciosos y rápidos, entre jadeos, alcanzaron el climax con gemidos ahogados. Tarr rodó a un costado, respirando con dificultad
- Fue maravilloso - dijo Fiona. - ya no me siento cansada ni con sueño. Voy a vestirme y ver como está Aliss . Después iré a encontrarte al salón. Tarr se sentó en el borde de la cama, comenzando a vestirse.
- Es mejor que nos casemos pronto, pues quedarás embarazada si continuasemos actuando así. Fiona colocó sus manos sobre su vientre de manera instintiva. Era excitante pensar que ya podía estar esperando un hijo . Lo abrazó con ímpetu, y ambos cayeron de nuevo sobre la cama.
- Me sentiré orgullosa de llevar fruto de nuestro amor antes o después del casamiento - enfatizó Fiona.
- Me alegra oír eso, pero me preocupa.
- Fiona se sentó abruptamente. - Por qué ? Soy fuerte y saludable y tendré hijos con facilidad.
- Estoy seguro que si, pero...
- - De qué tienes miedo, querido? Tarr la miró con seriedad.
- Temor perderte.
Fiona se rió.
- No iré a ningún lugar sin vos.
- Lo prometes?
- Si, tonto! Te prometo, Tarr de Hellewyk, que viviré muchos años a su lado, y cuando llegue mi momento de partir, espero que me sigas.
- O yo partiré primero y vos me seguirás.
Fiona volvió a reír, abrazándolo. - Me gustaría que no debiésemos dejar este cuarto ahora . - Tarr cerró los ojos con fuerza, y evitando la tentación le ordenó. - Vístete.
Fiona soltó una carcajada y obedeció, pero no sin antes provocarlo con nuevas caricias. Tarr mantuvo los ojos cerrados, murmurando. -Avísame cuando tengas la ropa puesta .
-Cobarde - lo provocó Fiona, atando los lazos de la blusa y rumbeando hacia la puerta. - Ya terminé.
Sólo entonces Tarr abrió los ojos, lanzando una agradable amenaza. - No demores mucho y tendrás un segundo premio.

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