sábado, 15 de agosto de 2009

LA GEMELA GUERRERA - DONNA FLETCHER - CAPITULO 20

CAPITULO 20



- Dónde te duele ? - preguntó Aliss.
- El hombro.
Su hermana asintió , y deslizó una mano para bajar la manga de la camisa masculina. Al ver el hombro hinchado, Tarr frunció el ceño . - He visto a muchos de mis hombres con ese problema. Tiene el hombro dislocado.
- Y qué sueles hacer? - quiso saber Aliss.
- Mi madre me enseñó a colocar el hueso en su lugar.
- - Entonces ya lo has hecho ?
- Si, pero es muy doloroso. El más fuerte de los guerreros puede desmayarse de dolor.
- Bien. Te pido que coloques el hombro de mi hermana en el lugar.
- No! Hazlo vos , Aliss - pidió Fiona.
Aliss le acarició el hombro. El simple y leve gesto que le causó un nuevo gemido de dolor.
-Tarr es más fuerte, será más rápido y te causará menos sufrimiento .
- No me importa, quiero que lo hagas vos, Aliss.
Raynor intervino:
- Díganme cómo proceder y yo haré el trabajo.
- No! Exclamaron Tarr y Aliss al mismo tiempo.
- - Si, dejen que Raynor me ponga el hombro en su lugar - pidió Fiona.
- No - se negó Tarr, aproximándose para cumplir la tarea. - Haré lo posible para no lastimarte.
- No te preocupes. Aguantaré .
Tarr respiró profundamente y colocó sus manos en el hombro de Fiona que lo seguía con la mirada.
- Estás lista?
- Basta de vueltas y acaba pronto con esto.
Sin pérdida de tiempo, él obedeció con un gesto rápido.
Fiona apretó los dientes en agonía y cerró los ojos con fuerza antes de volver a abrirlos y mirarlo con rabia.
- Con la capacidad que demostré para aguantar el dolor, podría parir muchos hijos para vos sin mucha dificultad, sería una excelente reproductora. Pero ahora hazme un favor y sal de mi vista. Te odio, Tarr de Hellewyik!


- Dejaste loco a ese pobre hombre- le dijo Aliss, sirviendo dos potes de sopa de repollo que había sacado de la olla de hierro colgada sobre la chimenea, y sentándose con su hermana a la pequeña mesa de su cuarto. - Ahora estás del lado de Tarr? - la acusó Fiona, tratando de aspirar el olor delicioso que se desprendía de la sopa.


- Ten cuidado que está muy caliente, y tu pregunta no merece respuesta.
Fiona apoyó el pote sobre la mesa, esperando que se enfriase un poco.
- Tarr se "interesa" por mí. Gran cosa! Y el amor? Dónde está el amor en esta historia?
- Tal vez esa sea la única manera que tiene para expresar sus sentimientos...
- Ahí estás defendiéndolo de nuevo. - Sintió que el hombro todavía le dolía.
- Vas a reponerte pronto, pero no puedo decir lo mismo respecto a tu corazón inquieto - murmuró Aliss.
- Sos mi hermana y deberías estar de mi lado.
-No cuando se trata de tonterías - dijo Aliss como si fuese una madre hablando con su hija terca. - Me doy cuenta como Tarr te mira y también veo su frustración y su inseguridad. Tarr ha sacrificado su vida por su clan y ha escogido una esposa pensando en el bien de su gente. Pero vos te apareciste en su camino tan prolijamente trazado. Una mujer que le puso patas para arriba toda su existencia, todos sus valores, sus creencias y sus seguridades.
- Yo no soy loca de esta historia.
La respuesta sonó vacilante.
- Acaba pronto con esa sopa y ve a dormir-ordenó Aliss.
-No quiero ser complicada, pero no logro evitarlo - se quejó Fiona.
-Sé eso - respondió la gemela , haciéndola levantarse de la silla con delicadeza. - Precisas reposar para que tu hombro se sane , y eso también te ayudará a pensar con más claridad.
- Le dije que lo odiaba, Aliss.
Aliss notó el nudo en su garganta, lo que era un preanuncio de que Fiona iba a llorar, aunque eso nunca hubiese sucedido desde que su madre adoptiva había fallecido. Fiona no lloraba nunca, y siempre se tragaba las lágrimas.
- Estabas con mucho dolor y no podías razonar bien - Aliss la consoló con bondad.
- Vi el dolor en sus ojos cuando proferí esas palabras.
-Probablemente era el dolor que tenías en el hombro - bromeó Aliss, intentando aliviar a culpa de su hermana.
La ayudó acostarse y subió las mantas hasta el mentón.
- No - insistió Fiona. - Ese era otro tipo de dolor. Fue como si Tarr me lo transmitiese . Como si él quisiese mantener...
- Qué ?
Fiona se esforzó de nuevo para contener las lágrimas, pero esa vez ellas rodaron por sus mejillas.
- La esperanza - ella susurró finalmente.
Aliss se sentó en el borde de la cama y esperó que su hermana se durmiese entre sollozos . Sin duda que la poción que había puesto en la sopa la había ayudo a sedarse porque sería necesario un reposo prolongado y, conociendo a Fiona muy bien, sabía que sin un somnífero, ella pasaría la noche en vela.
Además, esperaba tener una ocasión para conversar con Tarr. Levantándose y apagando las velas, Aliss dejó el cuarto.

Tarr miró a Aliss ansioso al verla aparecer en el salón.
- Y Fiona?
- Está durmiendo profundamente y continuará haciéndolo hasta el amanecer.
Los hombros anchos del guerrero se bajaron con alivio. Raynor se levantó y corrió una silla para que su hermana se sentase.
- Me gustaría conversar con Tarr a solas , si no te importa - le pidió Aliss. Raynor asintió .
- El solario es un lugar más reservado.
Aliss le agradeció y siguió a Tarr hasta el lugar indicado. Era un pequeño cuarto con un fuego generoso en la chimenea. Una mesa estrecha de madera hacía las veces de escritorio, y varias sillas ocupaban casi todo el espacio. La luz de las velas proporcionaba un clima acogedor .Tarr aproximó dos sillas a la chimenea y aguardó que Aliss se sentase.
Antes que ella hablase, tomó palabra.
-Fiona me odia. Sonaba devastado, como si hubiese perdido todo en la vida, Aliss agradeció por nunca haberse enamorado. No planeaba que eso sucediese, pues le causaría muchos problemas.
- Fiona no te odia - ella aseguró .
Tarr se volvió su mirada a las llamas, sin poder creerlo , Aliss analizó su perfil. Era un hombre atractivo, y le gustaba el modo en que él conservaba sus cabellos castaños limpios y arreglados. A su lado podía sentir el olor a lluvia de verano. Las mangas de la camisa estaban arremangadas y podía se ver la musculatura de sus brazos firmes. Las manos grandes sujetaban los laterales de la silla con rudeza, pero Aliss ya las había visto acariciando a Fiona con dulzura y cariño. Ese hombre no solamente "estaba interesado en" Fiona, , sino que la amaba con todo su corazón.
- No siempre es fácil lidiar con mi hermana.
- He tenido batallas sangrientas con hombres, y fue más fácil -protestó Tarr con sarcasmo.
Aliss se rió.
- Me alegra ver que conservas el buen humor. Vas a necesitarlo, créeme.
Tarr dejó de apretar la silla y se recostó en el asiento.
- Pensé que mi plan era simple. Escoger una mujer y casarme.
Algo claro, directo casi ordinario, qué problema podía haber?
Sabía que tenía mucho que ofrecer, un clan próspero para acogerla, un marido que iba a protegerla y respetarla.
- Tarr Sacudió la cabeza con furia, - Y entonces conocí a tu hermana!
Aliss se inclinó hacia adelante y dio una palmadita amigable en el hombro .
- Y algo sucedió que no estaba en tus planes.
Tarr la miró de manera interrogativa.
- Te enamoraste de Fiona.
El enterró su cara entre las manos, y después pasó los dedos por los cabellos, volviendo a levantar a cabeza para apoyarla en el respaldo de la silla .
- No sé cómo ni cuando eso sucedió , y todavía me lo cuestiono. Será amor , atracción , obsesión , lujuria ? - Tarr hizo una pausa, revelando en la mirada sus dudas. - Pero cuando Fiona se lastimó. .. Jamás sentí un miedo tan grande como cuando la vi caer del caballo en mis brazos, y nunca recé con tanto fervor mientras volvía corriendo al castillo.
- Se parece al amor.
- Si ? -cuestionó el jefe de los Hellewyk, ansioso. Aliss se dio cuenta que Tarr esperaba una respuesta, pero quien era ella para hablar sobre amor?
- Qué dice tu corazón, Tarr?
- La ansiedad viene más fuerte de la boca do estomago que del corazón.
Aliss sonrió, dejándolo proseguir.
-No puedo comer, y cuando Fiona comienza con sus manejos, siento un nudo en el estomago. Vos sos la especialista en curar a las personas Aliss - Tarr comentó como si sólo en ese instante se acordase de eso. - Puedes darme algo para eso?
- Sólo un consejo. Tarr pareció decepcionado, pero se encogió de hombros .
- Qué mas da? - él murmuró .
- Fiona cuida de nosotras dos desde que nuestro padre murió .Nuestra madre adoptiva se enfermó en seguida y quedó postrada Yo cuidaba de ella mientras Fiona se ocupaba de los campos, cazaba para alimento, reparaba cosas de la casa, y proveía la leña de todos los días. Sólo tenía once años!
- Cómo podía hacer tantas cosas y protegerte?
- - Con una valentía y terquedad de hierro y una lengua muy afilada - retrucó Aliss sonriendo. - Y un gran deseo de continuar viva. Su mirada quedó perdida al recordar el pasado.
- Después que mi madre murió , yo lloré mucho; Fiona permaneció firme. Besó a mamá , la preparó para el entierro , y cavó su sepultura durante toda noche, pues tenía que ser suficientemente profunda para que ninguna persona o animal la perturbase. - Aliss suspiró profundamente , Tarr aguardaba con paciencia la continuación de la narración. - Quise ayudar pero Fiona insistió en que me quedase sentada con mi madre para que ella no estuviese sola. Cuando finalmente clavamos la cruz de madera sobre la tierra y rezamos, ella sujetó mis manos en las suyas que estaban ásperas y con ampollas y que así continuaron durante varias semanas. Tarr parpadeó, controlando la emoción.
-Entonces tu tío vino y la situación mejoró ?
- Fiona estaba obsesionada con hacer de todo para que nunca más pasásemos necesidades. Cuando llegamos al clan de los MacElder, se hizo amiga del fabricante de arcos y le pidió al tío Tavish para que la dejase manejar el arma y también a aprender a fabricarla. - Aliss Sonrió. - Descubrió que un viejo guerrero habitaba una choza en los bosques. Muchos creían que eso no era mas que una leyenda, pero Fiona rastrilló el bosque hasta encontrarlo.
- Al principio él la mandó al diablo, gritando que no quería saber nada con niños. Pero con la persistencia de mi hermana, pronto se hicieron amigos. Fiona aprendió a manejar la espada con nuestro padre adoptivo, y el guerrero le enseñó todo para convertirse en una gran arquera .
Ambos miraron las llamas de la chimenea, e después Aliss prosiguió .
- Cómo ves, Fiona siempre hizo de todo por nosotras dos, y la única cosa que siempre soñó fue encontrar un amor sincero y profundo como el de nuestros padres.
Aliss sintió un nudo en la garganta y sus ojos se llenaron de lágrimas.
- Fiona te ama. Puedo sentir eso en su voz cuando habla de vos, y en el brillo de su mirada después que se encuentran y conversan. - Hizo una pausa deliberada y sujetó el brazo de Tarr. - Y creo que sientes lo mismo por ella. Ambos deberían estar felices por haber encontrado un amor tan grande. NO permitan que el orgullo o la vanidad se interponga en su camino.
- Me estás diciendo que luche por Fiona?
Aliss asintió , esforzándose por no llorar.
- Pero... Tendré que luchar contra Fiona para conquistarla!
Aliss sonrió con los ojos llenos de lagrimas.
- Si. Mi hermana es muy terca, y temo que te pierda para después arrepentirse por el resto de su vida.
Tarr acarició la mano de Aliss y sonrió.
- Gracias por contarme todo esto. Y no temas, pues Fiona es mía y siempre lo será.
- Me alegra oírte decir eso, pues me deja mas tranquila, serás bueno con mi hermana y le tendrás paciencia.
- Bien - gruñó Tarr - De vez en cuando tendrás que recordarme que debo ser paciente. - Tarr Soltó una carcajada y se levantó.
- De repente siento hambre. Quieres hacerme compañía?
- - Será un honor.
-No - dijo Tarr con seriedad. - El honor es todo mío y del clan de los Hellewyk, y estoy orgulloso de poder llamarte hermana.
Emocionados ambos dejaron el solar. Todo saldría bien pensó Aliss, su hermana sería feliz y ella también. La vida era buena y se estaba ordenando.

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