CAPITULO 17
Era muy temprano y el sol todavía no había salido, cuando Fiona deambulaba por el castillo y fue a parar al gran salón , a donde una sierva colocaba leña en la chimenea.
La madera seca pronto prendió fuego, y las llamas danzaban, altas, dando calor a todo el aposento. Fiona se acomodó en un banco, apoyando los codos en la mesa más cerca de la chimenea. Se acomodó el chal sobre los hombros e le hizo un nudo a la altura de los pechos, para calentarse más. Después levantó las piernas y escondió los pies debajo de la falda. La criada se retiró, prometiendo volver con sidra caliente, y le avisó que una garúa comenzaba a caer, aconsejándole permanecer junto al fuego. A Fiona le habían gustado las pocas personas que había conocido en el castillo de Raynor.
Parecían hospitalarias y amigables, aunque los guerreros la mirasen con una cierta desconfianza. No podía culparlos, pues haría lo mismo en su lugar, Fiona reflexionó . Agradeció mucho a la criada cuando le trajo la jarra con sidra humeante y una fuente repleta con pan recién horneado. Por último la mujer colocó un pote de miel delante suyo . Cuando se quedó sola, miró la fuente, pero se dio cuenta que no tenía hambre.
Pensamientos caóticos habían dominado su mente durante toda la noche, había dormido poco y el descanso había estado poblado por sueños. Temiendo despertar a Aliss con las vueltas que daba en la cama, había tratado de vestirse, pensando que la comida aliviaría su ansiedad.
Pero por primera vez en su vida su estomago parecía no estar dispuesto a aceptar todas esas exquisiteces. Por el contrario, se sentía inapetente, y se dio cuenta que era inútil intentar comer.
No solamente era la situación con Tarr lo que la preocupaba. En verdad lo que más la ponía ansiosa en ese momento era conocer a sus verdaderos padres .
Cómo serían? Cómo reaccionarían ante la exigencia de Tarr? Ellos tendrían sus propias exigencias?
- Preocupada?
Asustada, Fiona dio un salto, casi derribando el banco. Tarr la sujetó con firmeza, impidiendo que cayese. Se quedaron allí parados, mirándose a los ojos , millones de pensamientos y preguntas se plantearon en ese breve instante. Pero el deseo fue más fuerte, y acabaron besándose, olvidándose de todo lo demás a su alrededor .Un beso espontáneo, delicioso, profundo, que decía todo. Después se apartaron con reticencia. Fiona tosió bajito.
- Quieres aprovecharte de mí? - preguntó ella, dandose cuenta pronto del doble sentido involuntario que había dado a su invitación, y la rectificó.
- Vamos a tomar el desayuno?
Tarr sacudió la cabeza .
- Me encantaría aceptar la primera invitación, cuando y donde quieras.
- Bromeaba .
Después dio la vuelta a la mesa y se sentó en frente.
La misma criada surgió como por un pase de magia, sorprendiéndolos a los dos, mientras , colocó otra jarra de sidra delante de Tarr, y desapareció en seguida del mismo modo súbito en que había llegado.
-Dime qué te preocupa- pidió Tarr con sinceridad.
En seguida se sirvió pan con miel, ofreciéndole a Fiona , quien lo aceptó con gesto delicado.
- Gracias.
Tarr aguardó, pareciendo preocupado con su falta de apetito.
Tarr verdaderamente se preocupa por mí , reflexionó Fiona. Pero trató de no entusiasmarse mucho con ese descubrimiento.
- Estoy pensando en mis padres.
- Tenes ganas de conocerlos?
- Bastante - ella habló con tristeza.
- Amabas a tus padres adoptivos.
- Si, mucho. - Ella sonrió. - Fueron tan buenos y cariñosos conmigo y con Aliss! Y nos enseñaron los valores de una familia.
- Siento envidia. Fiona lo miró perpleja.
- Por qué ?
- No viene al caso.
- Ayer me pediste que compartiese mis pensamientos con vos, pero vos debes hacer lo mismo si queremos construir un puente para encontrarnos en el medio.
- Tienes razón . No puedo esperar que hagas eso si actúo con egoísmo - Tarr sacudió la cabeza con decisión.
- Había una gran distancia que separaba a mis padres y pensé que eso era común en todas las parejas. Aprendí a creer que el matrimonio era un deber compartido entre dos personas.
Fue el turno de Fiona de asentir con la cabeza, mordiendo un pedazo de pan y percibiendo que su apetito había vuelto.
- El matrimonio se hace más fuerte si existe amor.
- Comienzo a darme cuenta de eso - murmuró Tarr.
Fiona tomó un trago de sidra, pues el pan se le había quedado atascado en la garganta, pero en verdad sentía un nudo provocado por las palabras de Tarr. Eso quería decir que él había cambiado de opinión?
-Creo - él continuó -, aunque con reticencia. - Fiona le sonrió, alentándolo. - El amor puede ser un arma poderosa.
Fiona masticó con energía y asintió con un movimiento vigoroso de su cabeza.
- Y también creo que puede ser forjado con paciencia, consideración, bondad y, principalmente, con ausencia de egoísmo.
Fiona deseó suspirar ante esas palabras tan bonitas y sabias, y permaneció con los ojos muy abiertos, como si temiese despertar de ese sueño. Por otro lado, qué más Tarr podía estar diciéndole sino que la amaba? Había descubierto un tesoro que podían compartir? Que sus almas y sus corazones podían ser uno solo? O estaría intentando ablandarla para conseguir lo que quería?
- Reconozco que hay muchas cosas que no conozco, pero quiero aprenderlas - Tarr prosiguió , tomándole la mano pegoteada con miel. - Pero cuéntame primero qué estás pensando sobre tus padres .
De nuevo actuaba sin egoísmo, pensó Fiona, sintiendo su corazón latir más fuerte.
- No pienso en ellos como mis padres.
- Comprendo.
- En serio?
- Claro. De repente te enteraste que fuiste raptada cuando eras bebé. Que tus padres te amaban, pero fuiste criada por personas que también te adoraban. Cómo - de un momento para el otro - o podrías amar a un padre y a una madre que nunca conociste?
- Pensé en eso toda la noche . Raynor esperará que desborde de cariño y afecto por extraños? Que sienta por ellos lo que siento por mis padres adoptivos? Pero no fue culpa de Oleg y de Anya, pues fuimos robadas de sus brazos, Aliss y yo . Ellos deben haber sufrido mucho.
- El tiempo pondrá las cosas en orden.
Pero, hay tiempo?, pensó Fiona. Era probable que Tarr la llevase a su casa en breve, como su esposa. Cómo diantres haría para conocer mejor a sus verdaderos padres?
- El tiempo parece ser mi enemigo en este momento - ella murmuró con tristeza
- Tus enemigos serán mis enemigos , vamos a combatirlos juntos. - Tarr lamió la miel de los dedos delicados de ella.
- Estoy hablando con la "dulce" Fiona? - Tarr la provocó con una sonrisa malicioso.
-Vos lo dirás, pues acabas de lamerme la mano. Un calor intenso recorría su brazo mientras hablaba.
-Necesito probar de nuevo - murmuró Tarr con voz ronca. El sentido común la alertó a no permitir eso, pero ella no le hizo caso . Pasó sus dedos por el rostro de Tarr, quien volvió a prenderlos entre sus labios.
-Si continuo probándote tendré que pasar mi lengua por otras partes de tu cuerpo.
Las palabras habían parecido asustarla, pues Fiona retiró la mano rápidamente. Tarr se levantó, y le sonrió.
-Vamos a compartir... todo. Vos decides cuando y donde .
Porr primera vez en su vida sin saber qué responder, Fiona lo vio apartarse y salir del salón. Sus últimas palabras hacían eco en su cerebro. Tarr había cambiado la táctica. No sería él quien tomase una decisión. Había dejado todo en sus manos, ella pensó. Igualmente sigue siendo un idiota de campeonato. Qué se cree que soy ... que soy tan tonta como sucumbir y entregarme tan fácilmente?
- Te sientes bien ? - preguntó Aliss. Había entrado sin que Fiona la notase, y se había sentado en el mismo lugar de Tarr.
Fiona asintió , después sacudió la cabeza negando . Para volver a asentir , un segundo después.
-Tarr pasó por al lado mío estado de estupor - dijo Aliss.
- Cuando le pregunté si todo estaba bien, se quedó sacudiendo la cabeza negando y a los segundos empezó a asentir. Igual que vos -
- Verdad? - Fiona murmuró con la mirada perdido a lo lejos.
- Pero Tarr movía la cabeza con más fuerza.
- Todo es culpa de él.
- Disculpa, pero tengo mis dudas.
Fiona encaró a su hermana.
- Estás tomando partido por Tarr.
- No creo que hayan partidos en esa historia. Los dos son tercos y se rehusan a ver la verdad.
- Y cuál sería esa verdad ?
- Están enamorados uno del otro.
Fiona abrió la boca para responder, pero cambió de idea y se quedó callada.
- Es obvio - insistió Aliss.
- En serio?
- Raynor me habló sobre el modo en que Tarr te mira.
- - Cómo es eso?
- Como un cachorro pidiendo cariño. Fueron las palabras de Raynor
- Si - dijo su hermano quien se aproximaba sin hacer ruido. - Si no hubiese una pelea de por medio , sentiría pena del pobre Tarr.
- No pueden continuar siendo enemigos - replicó Fiona. - Sino voy a ser tu enemiga también, Raynor.
- Colocas Tarr por encima de una hermano? - inquirió Raynor con asombro.
- Tal vez algún día si.
- Entonces eso debe ser amor - retrucó Raynor con una carcajada.
Fiona se inclinó sobre la mesa.
-Si nosotros hubiésemos crecido juntos, creo que ya me habría agarrado a puñetazos con vos una centena de veces.
- Y saldrías perdiendo, hermanita.
- Puede ser.
- Y yo siempre estaría separándolos e intentando que hiciesen las paces - comentó Aliss.
- Y Fiona y yo protegeríamos a nuestra querida hermanita. -Raynor suspiró. - Dios! Qué bueno es estar sentado aquí y conversando con ustedes .
- Es bueno saber que tenemos un hermano mayor - comentó Fiona.
- Les llevará tiempo hasta que se acostumbren a mía, pero quiero que sepan que esperé mucho tiempo para vivir esta situación, nosotros tres sentados y conversando. Deseé eso desde el día en que nacieron, y ni el tiempo ni la distancia hicieron que las olvidase. La determinación de encontrarlas crecía cada día. Cuando supe de las gemelas que Tarr de Helewyk había llevado a su clan recé por un milagro. - Raynor sonrió paseando su mirada por las dos. - Y mis ruegos fueron atendidos.
- Pudiste enterarte de nuestra existencias gracias a Tarr -comentó Fiona.
- Si. Jamás me enteré que habían gemelas en el clan MacElder. Pasé por las tierras de Tavish hace muchos años, pero no supe que vivían allá.
- Quizás todavía vivíamos con nuestros padres adoptivos.
Viendo la tristeza en las caras de las dos, Raynor trató de sonreír y alegrar la conversación.
- Pero ahora estamos juntos de nuevo, y tenemos que recuperar el tiempo perdido.
- Tienes razón , pero primero es necesario pensar en el problema de Fiona - dijo Aliss.
- Necesitamos aguardar hasta que nuestros padres lleguen.
- Yo haré mi propia elección. - aclaró la hermana terca, preparándose para una pelea.
- Estoy seguro que si - contemporizó Raynor. - sólo te pido que aguardes a la llegada de Oleg y Anya.
- eso no hará ninguna diferencia respecto a mi decisión - alertó la gemela con los ojos brillantes y desafiantes.
- Nunca se sabe - murmuró Raynor.
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