CAPITULO 18
Cuatro tenebrosas horas más tarde, Cameron cubrió a Claire con una manta y se sentó en una silla, con la cabeza en sus manos.
Las brujas habían hecho todo lo que podían para transportarlo de vuelta al pasado, y allí continuaba él , en el presente. Sandra Power era una persona formidable. No había tenido prisa en dejarlo, sino que se había quedado para darle consuelo después que las otras se fueron. Había llegado a pedirle perdón por haber alimentado sus esperanzas inútilmente. El se había despedido de ella afirmando que estaba dispuesto a reconciliarse con el destino y le había agradecido sus buenas intenciones. Pero antes de subir y hablar con Claire, se había refugiado en los fondos de la tienda para pensar en su familia y sus amigos perdidos. Pretendía, esa noche, cerrar esa etapa de su existencia y abrirse a una nueva vida.
Al menos esa era su intención.
Pero los fantasmas del miedo insistían en atormentarlo. El sólo conocía el arte de la guerra. Había pensado hacerse soldado, pero los soldados modernos dependían de vehículos, barcos y aviones. Qué haría él para sobrevivir en ese medio ? No soportaría continuar trabajando como guardaespaldas de la disco.
Perturbado, Cameron se levantó y fue hasta a cocina. Necesitaba beber algo.
Volviendo a la sala con una botella de vino, Cameron abrió los brazos instintivamente al oír el grito de júbilo de Claire, quien se lanzó sobre él.
- Cam! Cam! Pensé que... - ella lo abrazó por el cuello y lo envolvió sus caderas con las piernas. Lo besó antes que él tuviese tiempo de reaccionar. - Oh, mi Dios, todavía estás aquí!
Cameron retrocedió y dejó la botella. Sin pensar, la besó profundamente, sorbiendo el néctar de esos labios como si fuese un bálsamo para su alma sufrida.
Sin interrumpir el beso, la cargó al cuarto y se acostó en la cama suave, llevándola consigo. Encima de él, Claire se colocó sentada sobre sus muslos. El hizo , entonces , lo que venía deseando por largos días. Deslizó las manos por la cintura de Claire, subiendo por los flancos hasta alcanzar los pechos que se moldearon perfectamente a sus palmas. Claire gimió ante el contacto, y él, para probar que estaba tan excitado como ella, retribuyó el gesto. Un nuevo beso fue intercambiado, todavía más intenso.
Claire protestó ante la sensación de frío que se apoderó de sus labios ante el súbito movimiento de Cameron. El no esperaba que ella lo reclamase de vuelta. Se aproximó y se apoyó sobre la piel aterciopelada que cubría el mentón y el cuello. Volvió a detectar un murmullo de protesta. Ah, Claire, era necesario tener paciencia. No podría besarla en dos lugares al mismo tiempo. y su meta, ahora, era alcanzar los pechos, apoderarse de los pezones, deslumbrándose durante el trayecto por las curvas femeninas y generosas.
Pequeños botones de nácar se entrometieron en el camino de Cameron. Sus dedos, no habituados a tareas delicadas, retardaron el momento. Claire vino a salvarlo, apartando rápidamente el obstáculo y exponiendo la tela fina que moldeaba la perfección de sus formas.
Ninguna prenda de las que él había visto en las vidrieras de las tiendas se comparaba a la imagen que estaba siendo contemplado. Los senos rosados y calientes envueltos en seda blanca era lo más bonito que había visto desde su llegada.
Extasiado Cameron se movió entre as piernas de Claire de modo que ella le permitiese invertir la posición, colocándose por encima de modo de poder alcanzar los lindos pechos con la boca. En ese momento, él sintió que ella le masajeaba la nuca bajo los cabellos y lamentó que los hubiese cortado. Sus cabellos deberían estar envolviendo esos pechos como una nube y dándole placer a Claire con su roce.
El aliento caliente pareció penetrar la piel de Claire a medida que Cameron bajaba los breteles del sostén. Esa vez ella no se movió para no acelerar el proceso. Pero Cameron jadeaba desesperado por sentir piel contra piel.
Presionó un pequeño broche con la punta de los dedos. La respiración quedó suspendida al descubrir que la tentativa había tenido éxito. Pero fue necesario respirar profundamente ante la súbita imagen de los pezones color caramelo. Ellos eran todavía más hermosos de lo que se había atrevido a imaginar. La sangre comenzó a latir en su entrepierna. Porque cuanto más obtenía, más necesitaba. Ahora quería entrar, forma parte de ese cuerpo.
Cameron comenzó a quitarse el pantalón, exhibiendo la exuberancia de su miembro excitado .
Claire hizo lo mismo. O intentó hacerlo . Cameron dejó que se quitase la blusa y el sostén. Le impidió de continuar al verla desabotonar el pantalón, reclamando para sí ese privilegio.
Arrodillados entre las piernas de Claire, Cameron tocó el ombligo y después bajó el cierre. Con una mirada significativa, preguntó finalmente.
- Eres mía?
El corazón de Claire latía tan fuerte que ella apenas podía respirar.
- Si, soy toda tuya.
La fuerza del deseo se evidenció en un sonido gutural. Claire se sintió excitar con el gemido ronco y profundo. Cameron se había quedado . Cameron la quería.
Y ella lo quería. Estaba entregándose a él. Y él la tomaría.
Con movimientos rápidos y la respiración acelerada, Cameron bajó el cierre y la tela cedió, deslizándose fácilmente por las caderas y por los muslos. Pretendía apoderarse de inmediato de lo que ya le pertenecía, pero se detuvo para admirar a Claire a la luz pálida de la luna que se filtraba por la ventana.
- Eres tan linda.
Los pechos subían y bajaban con el esfuerzo de controlarse. Claire estaba lista para recibirlo, y él para penetrarla. Pero antes tocó el triángulo aterciopelado entre las piernas y acarició los pequeños pliegues de su sexo . Deleitándose con un movimiento las caderas se levantaron en un invitación silencioso. Pero él quería prolongar el placer y continuó acariciándola, contemplándola. Hasta que Claire soltó las sabanas que apretaba y extendió las manos hacia él.
Había llegado el momento.
Cameron se posicionó, sus caderas alineándose con las de Claire, y capturó su boca una vez más . A medida que sus lenguas se encontraban, ella lo sujetó por los hombros y lo abrazó con sus piernas. Con el corazón acelerado y la respiración contenida, él se deslizó dentro de la suavidad caliente y húmeda de su sexo . Se habría detenido para que Claire pudiese acomodarse a su presencia, pero ella lo reclamó, y el modo en que presionó su cuerpo al de él lo hizo perder los últimos resquicios de control .
Cameron la penetró profundamente. Una vez y otra más . Las embestidas se sucedieron por largos minutos hasta que Cameron sintió las piernas de Claire apretarse en sus caderas, su cuerpo arquearse y una serie de contracciones en torno a su miembro.
Claire estaba fascinada. Jamás había imaginado que el sexo pudiese ser tan increíble, tan maravilloso. Todo su cuerpo todavía vibraba con la explosión de sensaciones. Cameron, con los ojos cerrados, con los brazos alrededor de su cuerpo, todavía jadeaba. Aprovechó ese momento para admirar su belleza, su masculinidad. El todavía estaba con ella. Qué habría sucedido?
- Cam? - Ella pasó la punta del dedo por los labios de él y oyó un rezongo. Riendo, insistió. El giró a un lado y la empujó contra su pecho.
- Quédate quieta y calladas.
- Sólo después que me digas por qué continuas aquí.
Ele abrió un solo ojo.
- Porque no tengo fuerzas para moverme. Me sacaste toda mi energía.
- Me siento halagada por eso, pero lo que quiero saber es qué sucedió allá abajo.
- Nada importante. - Cameron se acomodó - Mis disculpas por la rapidez del acto. Normalmente procuro prolongar los juegos amorosos, pero sabes que estaba muy carente. Podemos hacerlo de nuevo?
Claire no pudo responder. No con el escalofrío inesperado que subió por su espalda cuando Cameron se puso a mordisquear el lóbulo de su oreja.
- Tu piel es suave como el terciopelo y es de color más fino que el marfil.
Era maravilloso oír aquellas palabras seductoras, pero Cameron todavía le debía una respuesta.
- Vi a Sandra Power y a las otras en la tienda. Qué pasó ?
- Nada con que deba preocuparte .
El deseo estaba de vuelta, tan intenso como antes, tan intenso como Claire estaba segura que siempre estaría. Pero por más que estaba tentada a ceder a las sensaciones, sabía que algo muy serio había sucedido . Había oído la conversación y los murmullos y las invocaciones del ritual. Había vistos las luces parpadear hasta apagarse por completo.
Claire se apoyó sobre el codo de modo de poder mirarlo profundamente a los ojos .
- Ellas intentaron revertir el hechizo, cierto?
Cameron dio un suspiro, rodó aun lado y colocó el brazo sobre los ojos.
- No desistes cuando tienes algo en mente , verdad ? Si , ellas lo intentaron, pero desistieron. Parece que la trampa en la que caí me retendrá para siempre.
Mientras mitad del corazón de Claire se regocijaba con la noticia, la otra mitad se partió por el modo en que Cameron se expresaba.
- Lo siento mucho . Puedo comprender tu desaliento.
- Mis últimas esperanzas se desaparecieron.
- Y ahora? Qué planeas hacer?
- Comer algo . - Cameron se levantó abruptamente. - No estoy con disposición para hablar sobre eso ahora.
Claire parpadeó. Igualmente extendió la mano para intentar retenerlo en la cama, pero él continuó caminando en dirección a la puerta.
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