CAPITULO 4
Las antorchas encendidas en el salón principal ayudaron a Mereck a ver a Netta siguiendo a Elise con la espalda y los hombros erectos en una demostración inconsciente de dignidad. Las manos rascaban los brazos discretamente y largas pestañas enmarcaban los ojos escrutadores . Deseó que lo mirase y fue eso lo que ella hizo. Los ojos eran de un azul violáceo y su mirada fija la desconcertó, pues pronto giró la cara , revelando la mejilla rojiza. No había notado la mancha bajo la luz débil del establo. Sintió mucha pena. Sería ese el motivo por el cual el padre no había logrado encontrar un marido apropiado para ella? Probablemente sólo los más feos y ancianos habían deseado su mano.
Mientras la observaba, vio que Elise codeaba en las costillas y Netta curvó los hombros, bajó la vista y fue hacia una de las mesas de los criados. El único lugar disponible era al lado de un pastor de ovejas sudado, con una verruga enorme entre los ojos. Mereck podía imaginar su mal olor.
Netta alzó levemente su falda al sentarse y un temblor visible recorrió su cuerpo. A continuación , el hombre no se hizo rogar y usó una de las mangas de su túnica para limpiar su nariz. Con la mano sobre la boca, ella se levantó de la mesa apresuradamente y la falda levantada dejó entrever piernas bien formadas cubiertas por sencillas medias blancas. Los que se estaban cerca se rieron de su abrupta partida.
Netta tomó una jarra con vino de un criado que pasaba por allí y se aproximó a la mesa principal.
_ Tus tratos con el barón Wycliffe fueron fructíferos, lord Mereck? - Simon Ridley preguntó y después tomó un trago de vino esperando la respuesta.
_ Muy . - Mereck mantuvo una expresión impasible al ser observado por Elise.
_ Mientras estaba en el castillo Wycliffe - Elise carraspeó -, Viste si todo estaba bien con el barón y su familia? Había alguna búsqueda en la propiedad o guerreros con armas?
_ Grupos de búsqueda? Por qué habría de existir una cosa así , lady Elise? El barón ha perdido alguna de sus hijas? - Mereck levantó la ceja.
_ No. Pero muchos hombres han llegado solicitando la mano de mi amiga Lynette y suelen perder a los criados en la propiedad.
_ Ahora que lo mencionas, realmente ocurrió algo extraño. Muchos campesinos y pastores exigían entrar a la propiedad . - Mereck se rascó el mentón y pareció pensativo. - Cada uno de ellos afirmaba haber sido el primero, hasta llegaron a pelearse en la fila , exigiendo una audiencia con el barón. Todos se ofrecían para el sacrificio en el altar.
_ Altar de sacrificio ? Por qué, mi lord? - Lady Maud fingió no saber nada respecto a lo ocurrido.
Mereck contó sobre la decisión del barón mientras Netta se aproximaba para llenar las copas.
- él no puede estar hablando en serio - lady Maud protestó.
Los labios de Mereck se apretaron al acordarse del odio desnaturalizado que el barón alimentaba por su hija. Posó la mano sobre la espada, lamentando el hecho de no haber podido ponerla en uso.
- Pues es verdad. Vi el contrato nupcial mientras estaba allá. Ni siquiera le pidieron la firma de la muchacha. El casamiento es un hecho. Ella, ahora, está bajo el control de otro hombre.
Al pensar a quien Netta pertenecía, oleadas de satisfacción lo desbordaron y sintió calor . Ella era suya.
l él hizo .... qué? - Elise preguntó perpleja. Cuando Netta se inclinó para llenar su copa, Mereck sintió el perfume de rosas . Un joven sentado cerca de él le pellizcó la nalga , haciéndola sobresaltar . El vino se volcó de la jarra cayendo en su regazo. Irritado, Mereck lanzó una mirada gélida al muchacho.
Netta abrió enormemente los ojos al ver a mancha la túnica manchada de Mereck y su mentón tembló . Elise rápidamente se puso entre ellos y balbuceó :
_ El le prometió a Lynette a ese bárbaro , mi lord ? Lo viste al bárbaro? Lamento que mi criada haya manchado tus ropas. Quítatelas que ella las limpiará inmediatamente.
_ Mi lady, no creo que almorzar desnudo sea apropiado. - Los labios se curvaron ante la mirada avergonzado de Netta. - El bárbaro? No vi al hombre a quien el padre la dio en matrimonio, pero oí hablar de la promesa de tomar la responsabilidad de ella de la mejor forma posible . - Eso era verdad, pues se había jurado a sí mismo que cuidaría de ella. La miró .
Venía pensando mucho en la leyenda. Bleddyn era místico y curandero, y Mereck había conversado con él antes de dejar Blackthorn. Bleddyn creía que solamente era una historia tonta que culpaba el amor de los maridos por las muertes y locuras de sus esposas. él consideraba que las esposas de los Sin Alma habían fallecido a consecuencia de partos complicados, lo que era común en esa época.
Lynette era el medio por el cual conquistaría todo lo que deseaba en la vida. Las tierras y las propiedades de su madre volverían a ser suyas. Como su esposa, ella le daría hijos que nunca tendrían que enfrentar la ofensa de ser llamados bastardos. Las niños tendrían un padre para protegerlos y asegurar su legado. Tendría una familia propia.
Protegería a su esposa, pero nunca la amaría.
Netta se recostó en el marco de la ventana del cuarto de Elise rascándose los brazos. La hija de la cocinera le había prestado pulgas junto con las ropas. Con los hombros caídos, sintió sus ojos llenarse de lágrimas. Sólo Dios sabía los motivos que tenía para sentirse triste : un padre que la odiaba, un contrato matrimonial con un salvaje, un viaje a las barbáricas Highlands ,y ahora, pulgas molestas.
Si no estuviese tan furiosa, podría llorar.
Elise entró, seguida por su madre. Netta se apresuró , bajó la mirada e hizo una reverencia a la baronesa. Una pulga especialmente nerviosa la hizo pegar un salto.
_ Qué está sucediendo, muchacha? - Lady Maud levantó las cejas. - Estás tan atacada que no puedes estar quieta?
_ Si , mi lady. Creo que dormí demasiado cerca de un perro en la cocina y algunos de sus amigas se pasaron a mi cuerpo . - Netta la miraba de reojo, temiendo ser reconocida.
- Elise, esta es la joven que deseas que te acompañe?
_ Si , mamá . Ella será mi guardiana , pues no le teme ni a los hombres ni a las fieras.
_ Cuál es tu nombre, muchacha? - lady Maud le preguntó a Netta.
_ Netta, mamá - Elise respondió en su lugar. - No puedo ir a ese lugar sin ella.
_ No debes preocuparte , mi amor. Ven, Netta. Tengo una loción que va a ayudarte y un jabón que matará esa peste . - Lady Maud le hizo señas para que la acompañase, pero se detuvo en seguida. - Elise, manda una criada a que busque en mi baúl de vestidos viejo . Debe haber algo que le sirva a ella.
Netta apenas pudo creer en lo que escuchaba. Se aproximó a la baronesa, que la sorprendió al hacerle un guiño de ojo y darle una palmada en el hombro . Al dejar el cuarto, la mujer se enderezó y ella la siguió con la esperanza que nadie se interpusiese entre ella y su libertad.
Después del desayuno, el grupo de Mereck estaba listo para partir. El patio hervía febrilmente con caballos y caballeros y siervos que estaban allí para ayudarlos en la partida. Una leve brisa levantaba polvo, y los animales resoplaban impacientes mientras los caballeros intentaban controlarlos.
Mereck se encontraba por ahí mientras Netta evaluaba el caballo que habían designado para ella. Sería posible que le hubiesen comprado ese animal espantoso a algún siervo?
Con la espalda derecha y los puños apretados, ella miró a Merick . Qué Dios la ayudase . El había crecido de un día al otro ? Parecía todavía más alto y más fuerte que el día anterior. Vestía pantalones negros cruzados con tiras de cuero que desaparecían debajo de las botas. Sobre la camisa negra, usaba una cota de malla que lo cubría desde el cuello hasta las rodillas. Una pesada capa roja , sujeta en el hombro izquierdo, escondía todo, menos el cabo da espada imponente. El cabello largo estaba apartado de su rostro. El escudero a su lado sostenía el yelmo cónico con el protector de nariz de estilo normando.
Netta gritó por encima del barullo de los hombres y los caballos:
l Esta bestia es lo mejor que pudiste conseguir , muchacho ?
l Mereck levantó la ceja ante la manera desdeñosa con que ella se dirigió a él. Cruzando los brazos sobre el pecho , la miró desde arriba. No pasó mucho tiempo para que ella bajase la mirada , recordando cómo debería comportarse.
- Esperabas cabalgar una yegua pura sangre? Dudo que el barón le de el mismo tipo de caballo a la familia y a los criados. Relámpago no es lo que llamaríamos una belleza, pero es suficientemente fuerte como para cargarte con las pertenencias de tu ama.
- Relámpago? - Netta sacudió la cabeza . - Solamente una mente infradotada le daría ese nombre a un animal como este.
El muchacho de la caballeriza se rió, pero Mereck frunció el ceño .
En Blackthorn, Bleddyn había encomendado dos monturas especiales, con respaldo alto, estribo del lado izquierdo y un soporte para la pierna derecha, para que las mujeres pudiesen cabalgar dignamente. Antes que Netta protestase, él la sujetó por la cintura y la levantó a la montura, ajustó la pierna en el estribo y , todavía con la cabeza baja, guió el
tobillo derecho a la posición correcta. En ese momento, un viento travieso corrió por el patio levantando el borde de la túnica que ella usaba, revelando pantorrillas bien torneadas. Mereck se excitó al imaginar que un día esas piernas lo envolverían mientras ella imploraría ser poseída.
Netta bajó lo tela inmediatamente, volviendo a cubrirse.
Fingiendo no haber sido afectado por la visión, Mereck estudió sus facciones y se dio cuenta que ella intentaba ocultar la belleza con una mancha falsa. Notó la cara perfecta, con piel suave y cejas negras sobre los bellos ojos azules . En el iris del ojo derecho había una pinta dorada. La nariz estaba bien delineada y los labios llenos pedían ser besados.
Ah, los labios! Cuál sería o sabor? Miel? El corazón se aceleró con ese pensamiento.
Volvió , entonces, su atención a Elise. Si hubiese sabido cuan difícil sería hacerla partir, le habría pedido a Marcus que la venga a buscar. Elise fue y vino entre el caballo y sus familiares tantas veces que Mereck ya había perdido la cuenta. Cada vez que él estaba listo para ayudarla a montar, ella levantaba la mano pidiendo que la aguardase y volvía junto a sus padres para una nueva despedida.
Con la paciencia a punto de estallar , él una vez más , fue hasta ella y la tomó de la mano. La llevó junto a su yegua favorita y la ayudó a subir, diciéndole frases de aliento.
De reojo, notó que Netta lo miraba con una mirada gélida y ella murmuraba algo sobre hombres arrogantes. Fingiendo no escucharla, colocó el yelmo e hizo señas para que su escudero se apostase cerca de Netta. En seguida pidió al escudero de Marcus que hiciese lo mismo con Elise en caso que necesitase ayuda.
Levantaron las manos en despedida y avanzaron hacia los portones del castillo.
Netta rezaba para no encontrarse con el odioso Sin Alma, y, cuando el sol ya había subido bastante, pudo comenzar a relajarse. Ya se había acostumbrado a cabalgar a Relámpago, pero no podía mantenerse callada:
_ Por Dios , Elise. Ese Mereck es maleducado, arrogante y detestable. Cómo puedes estimarlo ? Sería mejor que él hubiese guardado esta bola de huesos para alimentar a los lobos en vez obligarme a montarlo.
_ Lobos? Papá me dijo que si no hacemos mucho ruido y si no dejamos restos de comida, ellos no vendrán detrás de nosotros. - Elise lanzaba miradas temerosas a los árboles su alrededor.
_ Basta con eso. No hay lobos por aquí. Pero si hubiésemos, podríamos servirles este animal mientras huimos - Netta protestó , pero acarició al caballo como para disculparse.
- Relámpago? Viejo o Feo serían nombres más adecuado.
_ Mira, otro hombre está yendo a los árboles. Qué crees que hacen allá? No demoran mucho y vuelven pronto - dijo Elise, moviéndose en la montura. - Crees que Mereck pronto va a parar en algún prado?
- Yo no veo señal de ningún prado. Creo que él se olvidó que no está yendo a una batalla. Dudo que se acuerde que estamos con él, es un hombre insensible , no considera nuestras necesidades.
Netta vio cuando un hombre más se apartaba del grupo y en poco tiempo volvía a unirse al final de ka fila. Comprendió entonces, cuál era el motivo por el cual ellos iban a los árboles.
- No me sorprende que ese maldito no ordene un descanso. Los hombres van a los matorrales cuando se les antoja mientras nosotras debemos continuar atadas a estas monturas. Grosero y desconsiderado - Netta murmuró, a pesar de que también estaba contenta porque Mereck avanzaba rápidamente a Escocia. Todavía miraba hacia atrás , temerosa de estar siendo perseguida.
Detrás de sí , Dafydd, el escudero de Mereck, se rió en silencio al escucharla protestar. Salió de la fila y fue unirse a su comandante. En pocos segundos, Mereck se dio vuelta para observarlas. Poco después , el grupo dejó la senda en busca de sombra.
Elise, intentando desmontar, no se dio cuenta que Fergus, el escudero de Marcus, se aproximaba para ayudarla. Perdió el equilibrio y cayó en encima del muchacho, quien amortiguó su caída.
_ No pienses en intentar el mismo truco, Netta. - La voz de Mereck sonó arrogante, pero los bordes de su boca se curvaron .
_ No necesito ayuda . - Lo miró , altivamente , y retrajo las manos para que él no la tocase. Los ojos verdes ahora lanzaban chispas. Los labios, antes suaves, ahora estaban tensos.
_ Haz lo que quieras, muchacha, pero no esperes que yo ataje tu caída.
l No espero nada caballeresco de tu parte .
l Ignorando los ojos estrechados, soltó la pierna derecha del estribo, pero la izquierda no quería colaborar y dejarla deslizar al suelo.
l Luego de algunas tentativas nada exitosas, murmuró entre dientes con disgusto. Fingió , entonces, no tener intención de bajar.
Por Dios, ese Mereck estaba pegado al suelo? Por qué diablos no corría de allí para que ella pudiese pedirle ayuda a Dafydd? Ah, cómo extrañaba la ayuda que seguramente tendría en Wycliffe en una situación como esa. Seguramente , ese Mereck estaba dispuesto a ayudarla , pero no quería sus manos enormes sobre su cuerpo nuevamente, pues, cada vez que Mereck la tocaba, ella sentía un calambre extraño en el vientre que se extendía a su entrepierna . Eso nunca le había sucedido antes. Irritada, Netta suspiró.
Miró en dirección al guerrero y lo observó, reconociendo que él hasta era presentable . Qué pensamientos hacían con que sus ojos brillasen como esmeraldas?
Apoyándose en un árbol, Mereck arrojó el yelmo a Dafydd y cruzó las manos sobre el pecho . El viento volaba su cabello mientras esperaba que ella desmontase, como si tuviese todo el tiempo del mundo.
Muy cerca, Elise, impaciente, se movía inquietamente , pues necesitaba la compañía de Netta para ir al bosque. Estaba orinándose encima. Aunque reticentemente , Netta se dio cuenta que no podría postergar más el momento de bajar. También tenía necesidades fisiológicas que atender .
l Puedes ayudarme - ella murmuró finalmente. Esperó que él la ayudase. Pero no hubo ninguna reacción . Ese hombre era o se hacía el sordo?
l - Quiero bajar.
El no se movió, pero sus párpados se cerraron aún más. Fue entonces que Netta reformuló su pedido.
- Por favor. Necesito tu ayuda para desmontar, caballero.
El se apartó del árbol y se aproximó para ayudarla. Netta entonces sintió su olor , nada rancio como el de su padre, ni olor a sudor, como el de sus pretendientes. El exhalaba un olor mucho más perturbador, haciendo que su corazón se acelerase y una sensación de calor invadiese su cuerpo.
En instantes, Mereck la colocó en el suelo , las manos anchas haciéndola estremecer donde la tocaban. Necesitaba ese atrevido descarado sujetarla tan cerca de su cuerpo ?
Netta inhaló profundamente. Cuero y lavanda. Masculinidad. Parpadeó , sorprendía, por sentirse tan acalorada .
Sonriendo, Mereck la soltó y l hizo señas para que Dafydd las llevase a una área reservada.
En poco tiempo, Netta y Elise estaban a solas.
_ Netta, y si hay animales salvajes al acecho ? - Elise murmuró mientras sus ojos escudriñaban su alrededor.
_ Después de todo el barullo que los hombres y los caballos hicieron? Dudo que haya un conejo cerca de este lugar .
Elise intentó serenarse, pero a continuación la rama de un árbol crujió cerca de ellas.
- Virgen Santa ! - ella dijo sobresaltándose . - Estás equivocada. Hay un jabalí detrás de nosotras.
Netta oyó risas ahogadas detrás de los matorrales.
- No es un animal, tonta, sino un guerrero imbécil que intenta asustarnos . Debemos fingir que no vimos ni escuchamos nada. - Netta la sujetó por el brazo en el camino de vuelta al claro del bosque.
Mereck miró enojado a los hombres que todavía se reían y pronto ellos volvieron a sus tareas, comiendo tiras de carne seca y galletas de cebada.
Angus, el cocinero, abrió grandes bolsas atadas a los caballos de carga. Bajo la sombra, los escuderos extendieron una manta sobre las hojas secas.
- Después que servirnos , Netta, puede unirse a nosotros - Mereck ordenó.
Esas palabras la sorprendieron , pues se había olvidado completamente de que, como supuesta criada de Elise, tenía tareas que cumplir. Elise ya iba a unirse a ella cuando Mereck la tomó por el brazo, conduciéndola hacia la manta.
Netta pensó haber visto una sonrisa en los labios de él. Estaba insegura sobre como debería actuar. Encogiéndose de hombros, desdobló una tela colocó un pedazo grande de queso, algunas muslos de gallina asada y un pote de miel. Había bastante comida para los hombres, pero sobraría algo para ella? Ante la duda, acabó tomando un muslo de gallina y pan y fue unirse a los otros.
- El bosque está húmedo en esta época del año. Veo que lady Elise pisó en una charco - Mereck comentó cuando Netta se aproximó. - Cuando acampemos esta noche , ocúpate de las ropas de ella. No querrás que tu ama esté incómoda .
Netta asintió con la cabeza. Vio cuando Mereck sirvió a Elise, se sirvió y luego le ofreció comida a Marcus, antes de colocar el resto cerca de ella. Buscó mantener la cara baja mientras comía, pues cada vez que la levantaba se encontraba con la mirada escrutiñadora del guerrero. intentó tragar un pedazo de carne seca. Habían acabado con la miel, que ella tanto adoraba, y sin ella , el pan no tenía ningún gusto.
él era tan estúpido que no entendía que si no se alimentase correctamente, acabaría desmayándose antes del anochecer?
Los labios de Mereck se apretaron una vez más . Estaría enojado ? Perdida en sus pensamientos, ni se dio cuenta que habían terminado de comer y que se levantaban. Atentamente , se puso inmediatamente de pie , sacudiendo las migajas de su túnica.
Tomó la manta , la agitó y la dobló . Mereck asintió , satisfecho, antes de apartarse para hablar con Marcus. Pronto los dos se distanciaron conversando.
El era más alto que Marcus, debía medir por lo menos un metro noventa. Evaluó el peso, que tal vez llegase a los cien kilos. también tenía hombros más anchos que su compañero. La extensión de las piernas llamó su atención. Aprensivamente , notó que la estructura fuerte de Mereck la hacía acordar a alguien. Revisó su memoria, preguntándose quién sería.
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