CAPITULO 28
- Fue mi padre, verdad? Qué clase de soborno te ofreció para que vos me rechazases?
- No se trata de ningún soborno . La elección es mía.
Brandon se levantó . Las sombras provocadas por la tenue iluminación lo hacían parecer aún más alto. El único ruido oído en los aposentos era el suave crepitar de las brasas en la chimenea.
Aunque tuviese la sensación de haber recibido una golpe en la cabeza, las palabras le vinieron a los labios con extraña calma:
- Muy bien , lady Katherine. Te agradezco inmensamente por tu ... hospitalidad y te deseo un buen sueño cuando vuelvas a dormir. Pero, antes que parta de Bodian, podrías decirme, por favor, qué hay en mí que te disgusta tanto?
Kat contuvo la respiración. Podía sentir que Brandon apenas se controlaba. Quiso tocarlo, pero Brandon se apartó del alcance da su mano. Sabía que bastaba una palabra, una sola palabra, y lo perdería para siempre. Era eso lo que realmente deseaba?
- No puedo casarme con un hombre que no me ama.
- Qué?!
- Es exactamente lo que escuchaste.
El se sintió desmoronarse internamente . Pero cuando recuperó las fuerzas, estalló :
- Es mas que obvio que te amo , gran ... gran tonta! Qué te hace pensar que no? No te demostré mi amor varias veces? Qué me dices de la limpieza del foso?
- La... limpieza del... de; foso?
Brandon la sacó de la cama y la sacudió por los hombros, antes de continuar:
- Si, ese maldito foso lleno de mierda! Crees que me tomaría el trabajo de limpiarlo si no te amase?
- Me amas? De verdad ? Solamente por lo que soy?
- Pos supuesto que si !
- Y no por mis tierras? Por mi patrimonio? Por el hecho que no puedo darte hijos? Por lo que tu padre dice? Me amas a pesar de todo y por todo eso ?
Brandon la abrazó, apretándola contra su pecho. Debajo de sus ropas , Kat podía sentir el corazón de él latir descompasadamente. Entonces Brandon la soltó lentamente, para después hincarse en una de sus rodillas delante suyo .
- Delante de Dios, delante de estos testigos nada serios, yo , Brandon Thomas Cavendish, juro sobre mi espada que te amo , lady Katherine Fitzhugh, desde el fondo de mi corazón y de mi alma, te amaré hasta el momento de mi último suspiro. Además, quiero cuidar de vos, protegerte y serte fiel por el resto de mi vida. Aceptas casarte conmigo ahora, antes que el sacerdote se caiga no sueño en la capilla?
- Oh, si, Brandon! Acepto!
Se oyeron suspiros de alivio y satisfacción . Katherine intentó disimular las lágrimas mientras buscaba la bata, pero no la encontró entre las mantas arrugadas. Temblorosa, dijo bajito:
- Les pido unos instantes, si ? Miranda y yo precisamos vestirnos.
Perdiendo el poco control que le quedaba, Brandon la agarró y arrojó sobre su hombro, diciendo con su habitual naturalidad :
- A quién le importa eso ? Serán solamente algunos minutos, después podrás volver a la cama y continuar durmiendo .
- Genial ! - exclamó Guy, abriéndole a puerta. - Me alegra ver que las viejos costumbres todavía funcionan.
Kat golpeaba levemente la espalda de Brandon mientras él la cargaba por los corredores. Detrás de ellos, vislumbró a John cargando a Miranda, envuelta en una manta de lana, . Su prima no parecía ni un poco asustada con ese inusitado rapto de medianoche.
En menos de cinco minutos, Katherine se vio de pie, descalza y en camisón, delante del viejo padre Robert. Los únicos adornos que traía eran las cintas azules que le apretaban el escote y los puños de las mangas de la liviana prenda de dormir. A su lado, Brandon resplandecía en una túnica de seda azul con bordados de hilos de oro, camisa de mangas largas inmaculadamente blanca y pantalón negro . Kat bajó la mirada, avergonzada; ni siquiera tenía un simple velo para cubrir la cabeza en la casa de Dios en señal de respeto. Y pensar que Sondra se había tomado tanto trabajo para confeccionar los vestidos de boda de ella y de su prima!
Notando su incomodidad, Brandon le levantó el mentón y, haciéndole un guiño de ojo , dijo bajito:
- Te amo tanto, mi adorada, que te desposaría bajo cualquier circunstancias.
Entonces el padre Robert dio inicio a la celebración de las bodas. Brandon tomó la mano de ella, apretándola con fuerza. Kat se apoyó en el cuerpo masculino y , en cuestión de instantes, estaba mucho más calmada. En el momento de proferir la promesa de amor y fidelidad, las palabras le nacieron del fondo del corazón. Poco después, sentía las manos de su ahora esposo temblorosas, mientras él colocaba el anillo de compromiso en su dedo. El beso que intercambiaron fue dulce, feliz y apasionado.
Después de la breve ceremonia, Brandon la envolvió en su capa de terciopelo azul y la levantó en sus brazos con inmensa ternura. Los tres testigos firmaron el registro de matrimonio, Guy le regaló al sacerdote un ángel en oro y todos volvieron a los aposentos del piso superior del castillo. Todo había sucedido en poco más de diez minutos.
En vez de llevar a Katherine de vuelta a su dormitorio, Brandon fue a una pequeña habitación al final del corredor. Era allí que Kat le había dicho que planeaba hacer la habitación de ellos. Una vela ardía en la pequeña mesa al lado de la cama, sobre la cual había también había un jarro con vino y dos copas. Las sabanas perfumadas con lavanda exhalaban una fragancia suave e invitante.
Brandon murmuró :
- Parece que John cumplió con lo prometido . Él es muy romántico.
- Ya lo veo...
El la besó , esa vez con una pasión mucho más intensa y provocativa. En seguida, sin perder tiempo, se quitó las ropas usadas en la ceremonia y la ayudó a librarse del camisón.
- Mi amor, mi gran amor, sos un banquete para mis ojos y para a mi alma!
Con esa exclamación, enlazó a Katherine por la cintura y los dos se dejaron caer sobre la cama.
- Ay!
Un puñado de espinas se le clavaron en la espalda .
Vociferando una interminable lista de insultos, Brandon saltó de la cama y arrancó las mantas. Entonces que, sobre la sabana de abajo había un ramillete de rosas recogidas del jardín del castillo; una pequeña nota estaba sujeta a las flores.
Llevó el pedazo de papel cerca de la llama de la vela y lo leyó en voz alta:
"Felicidades en tu noche de bodas . Para Papá y Kat! De su hija que los ama, LaBelle María Cavendish."
Sentada en el borde de la cama, Katherine se quedó riéndose mientras Brandon se disponía a colocar las mantas y sabanas en su lugar.
Mucho más tarde, acostada entre los brazos de su adorado marido, ella preguntó :
- Cómo Belle sabía lo que habías planeado?
El se rió y depositó un beso en el cuello, antes de responder:
- No quiero preocuparte, lady Cavendish, pero a veces creo que a nuestra hija es una brujita!
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