PROLOGO
Castillo Blackthorn, Escocia, 1050
El joven Mereck de Blackthorn espiaba a la mujer que se arrastraba con los pies deformes y las piernas chuecas. Ella había exigido entrada en los portones del castillo con voz sorprendentemente fuerte, que se había sobrepuesto a la charla de la gente y a los ruidos de las carruajes y de los cascos de los caballos.
- Mi nombre es Beyahita y vine a contar la historia de los Baresark más conocidos como los Sin Alma.
La voz da mujer causaba escalofríos, pero aún así Mereck se aproximó
. Beyahita, más astuta de lo que su apariencia llevaba a creer, había hecho un acuerdo con lady Neilson, quien con frecuencia intentaba animar
las largas noches de invierno con juglares contadores de historias. A cambio de comida y albergue, ella le había prometido una nueva narrativa cada noche. Contaría las leyendas del País de Gales sobre el linaje de los Sin Alma, hombres que se transformaban parcialmente en animales cuando se enfurecían .
Aquella noche sin luna, después de que todos hubiesen cenado y los niños hubiesen sido llevados a la cama, Mereck salió en puntas de pie del cuarto que compartía con su medio hermano y sus primos. Los dientes le temblaban, por eso apretó la manta que traía sobre los hombros. Mientras avanzaba entre las paredes oscuras del gran salón , Beyahita daba inicio al primer cuento.
- Un niño robusto de nombre Gruffyd nació a medianoche del último día de junio del año de 943. El bebé dio su primer grito cuando la madre suspiró por última vez. Pronto se descubrió que Gruffyd era un ser único, pues podía escuchar los pensamientos de los demás.
Ella hizo una pausa y buscó a Mereck con la mirada en el rincón más oscuro del salón . Hizo una gesto con la mano en forma de garra y su voz se elevó .
- Cuando estaba poseído por el espíritu de Lucifer, él se ponía tan furioso que no sabía lo que hacía. Lanzaba espuma por la boca y aullaba como un animal. Aquellos que presenciaron sus ataques de furia lo llamaban Gruffyd, o Sin Alma, en memoria de los horrendos guerreros de Odin. Gruffyd creció, haciéndose más fuerte que la mayoría de los hombres, y se casó con una mujer frágil de nombre Elgin. Ella también dio a luz en una noche oscura. Poco después , quedó demente y balbuceaba asegurando que su marido le había robado sus pensamientos. Cierto día, después que Gruffyd le hubiese entregado a ella su hijo Aeneas, Elgin subió como una autómata hasta lo alto del castillo con el bebé en brazos, amenazando con arrojarse. El marido desesperado tomó su mano, intentando evitar el desastre, pero ella, con la fuerza que sólo los locos tienen, se desprendió . Gruffyd logró arrancar el niño de los brazos de su madre, pero no pudo evitar que ella se tirase hacia las rocas.
Mereck se estremeció y se aproximó todavía más a la pared. Todos los presentes se inclinaron hacia adelante cuando la voz de la vieja mujer se hizo más baja.
Pronto se extendió el rumor que, por haber robado los pensamientos de Elgin, Gruffyd le había robado su razón, enloqueciéndola. Los hombres que se atrevieron a contar esa historia desaparecieron. - ella miró a su alrededor , la voz más alta con cada palabra. - cuando esos hombres fueron encontrados, se descubrió que habían sido brutalmente asesinados, las lenguas y partes del cuerpo arrancadas como si hubiesen sido atacados por un animal.
Nadie notó a Mereck, el hijo bastardo de Donald Morgan y Aeneid ap Tewdwr, una galesa capturada, escondido en las sombras. Tampoco vieron la mirada de la mujer fija en el niño. Solamente él lo notó .
Noche tras de noche, ella narró la historia de una generación mas de la familia maldecida. Después de Gruffyd, fue el turno de Aeneas y Fallon, de Gilbride y Lienid. Todas las mujeres dieron a luz en noches sin luna . Todas se volvieron insanas y murieron después del nacimiento de los hijos. Mereck, aterrorizado, absorbía la leyenda.
Una noche Beyahita comenzó la última historia.
- Susurra el viento que otro heredero directo de Gruffyd, un siglo después de su nacimiento, vino al mundo en la medianoche oscura del último día de junio del año de 1043. Ese niño fue condenado a matar a su propia madre en el parto y está destinado a destruir a cualquier mujer que llegue a amar. - Ella se rió histéricamente y señaló con su dedo esquelético en dirección a Mereck.
Esa era la fecha de nacimiento de él y Beyahita acababa de hablar de su madre. El chico escondió la cara en un tapiz colgada. No quería ser un Sin Alma. Sólo quería ser un niño amado por sus padres, como su medio hermano Damron.
Jamás entregaría su corazón a una mujer. Nunca amaría. pues había descubierto cómo su madre había muerto. El la había matado.
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