Claire estaba mirando una vidriera cuando notó la falta de Cameron. Miró a los costados, pero él parecía haber desaparecido en el aire. Sonrió al encontrarlo en la tienda vecina, sentado en una sillón vibratoria .
- Quieres probarlo ? - él le hizo un guiño de ojo . - Es divertido.
Claire sintió una oleada de calor subirle al rostro. Antes que pudiese responder, una mujer de cerca de cuarenta años, pero vestida como si tuviese veinte, la abordó.
- Vos sos exactamente el tipo de hombre que estaba necesitando. - Claire sintió todos sus músculos tensarse . - Puedo sacarte una foto , amoroso?
Los hoyuelos que Claire tanto adoraba habían aparecido en las mejillas de Cameron cuando él sonrió y se curvó en una reverencia.
- Sir Cameron MacLeod, a su disposición, mi lady. La mujer extendió la mano para presentarse.
- Soy Maggie Wheaton, de Dynamic Inc.
Antes que la mujer enfocase a Cameron con su cámara digital, Claire resolvió entrar en escena.
- Soy Claire MacGregor. Quién sos, exactamente?
La mujer sacó una tarjeta de su cartera de cuero de cocodrilo auténtico. Era la vice presidente de una agencia de modelos.
Media hora después, Cameron, Maggie Wheaton Y Claire entraron A un salón de té para conversar con algo de privacidad. La mujer parecía determinada a contratar a Cameron. Claire analizó cada foto tirada y no se extrañó de su determinación de tenerlo en su agencia. Cameron podría ganar una pequeña fortuna con ese trabajo. Pero cuando la mujer se despidió; diciéndole a él que la contactase cuando tuviese su documentación en orden, Claire pudo respirar con alivio.
- Un empleo como ese no sirve para un hombre como yo.
Dios! Sus plegarias eran oídas de vez en cuando.
Después de mucha reticencia, Claire decidió buscar a la única persona que se le ocurría para poder ayudar a Cameron a conseguir lo que tanto quería. El tío de Victor.
Tony Delucci la llevó a una mesa en un rincón de su cantina y se empeñó en que almorzase con él. Al término de la comida, como un favor no a ella, ni a Victor, sino a la madre de Claire que él había conocido cuando era joven, aceptó conseguir un pasaporte para Cameron por la bella suma de diez mil dólares. Un valor absurdo que ella no poseía, pero que estaba determinada a conseguir a cualquier costo!
Cameron acabó cerrando la compra en treinta dólares. Una exorbitancia para un árbol de Navidad, aunque el valor inicial fuese cien dólares. Después de todo un árbol era un árbol . Pero hacía diez años que Claire no celebraba la Navidad, según la señora Grouse le había dicho , y él quería proporcionarle una bella fiesta antes de marcharse.
El sargento Evans lo había aceptado a través de una carta de referencia de Mike, el dueño de la disco donde trabajaba. Cameron había tenido que inventar una mentira sobre que sus documentos habían sido destruidos en un incendio. De cualquier modo, fuese por su físico aventajado, o porque él había respondido satisfactoriamente las preguntas que el sargento le había hecho sobre estrategias militares, estaba inscripto en un programa de entrenamiento básico del Ejército.
Una horneada de galletas estaba lista. La receta era de la señora Grouse, en forma de campanas. Faltaba cocinar las galletas de chocolate de Claire en forma de renos.
- A propósito, el tema de los renos que fueron robados, pero que ya están de vuelta al Jardín Zoológico, todavía está rendiendo audiencia para los programas de TV - observó a señora Grouse.
-La prensa no podía perderse esa oportunidad. Estamos en vísperas de Navidad.
- Hablando de Navidad, querida, tengo algo que decirte. - La señora Grouse le pidió que Claire se sentase.
- De qué se trata?
- Sabes que mi hija está llegando.
- Si, por supuesto.
- Ella quiere que me vuelva con ella a California después de las fiestas.
- Es una linda noticia. Usted está precisando vacaciones.
- Para siempre.
La noticia le dolió, pero tenía sentido. Si fuese la hija de la señora Grouse, Claire también desearía tenerla a su lado.
-La voy a extrañar mucho , pero la verdad es que estará mejor en un lugar de clima cálido.
- Yo también te voy a extrañar. - La señora Grouse tomó la mano de Claire - Odio dejarte sola
- No me quedaré sola. Tengo a Cam. - No por mucho tiempo, pero la señora Grouse no tenía que preocuparte con eso.
- Cam me contó sobre esa mujer que quería convertirlo en modelo. Me dijo que nunca se había sentido tan insultado en su vida.
Claire no pudo dejar de reír con el recuerdo.
- Ella no tuvo la culpa. El es guapo y fotografía espléndidamente. La señora Grouse apretó la mano de Claire y se puso seria.
- Cam ya te dijo que te ama? Claire bajó los ojos.
- El gusta de mí, pero no me ama. - Si Cameron la amase, no haría lo que estaba haciendo.
- No te importa?
De todas las preguntas, esa dejó Claire especialmente avergonzada. Aparentemente la señora Grouse sabía que ellos estaban durmiendo juntos.
- Si, me importa, pero no se puede obligar a nadie a que nos ame. - Claire sabía eso por experiencia propia. No era fruto de una familia feliz.
- Hablando de nuestro amigo, donde se metió? Hace horas que salió de la casa.
- No tengo la menor idea.
- Me extraña tanta calma. Haces una semana, vos hubieses estado arrancándote los cabellos por su demora en volver.
Una semana antes ella todavía no sabía que tendría que acostumbrarse al hecho que Cameron se marcharía , posiblemente para nunca más volver.
Cam llegó en ese momento. Claire estaba verificando si las galletas estaban listas cuando la campanilla sonó en la tienda.
- Cam, que árbol magnífico ! - ella exclamó admirada.
Cameron, con la ropa sucia de tierra, exhibía un abeto canadiense de dos metros y medio de altura, que apoyó en seguida en su hombro u cargó escaleras arriba con gran facilidad.
La señora Grouse llevó la mano derecha al pecho al verlo colocar el árbol cerca de la ventana de la sala. Con una sonrisa, como la de un niño, Cameron abrazó a Claire por detrás y la besó en el cuello.
- Feliz Navidad, amor.
Amor... Si fuese verdad. ..
- Es perfecto , Cam - Claire agradeció con los ojos húmedos. - Gracias.
Seis horas más tarde, después que ellos cenaron y decoraron el árbol, Claire y Cameron estaban conversando en el sofá entre tragos de licor de huevo , la bebida tradicional de la Navidad norteamericana.
- La decoración quedó linda - Cameron elogió. - Yo prefiero tus luces de colores a la iluminación blanca que vi por toda la ciudad.
- Son lámparas antiguas - Claire confesó. - Ellas me hacen recordar a mi infancia. Pero cuéntame sobre vos. Cómo celebraban ustedes la Navidad?
- La Navidad no era un día de fiesta, sino de penitencia. Trabajábamos todavía más duro que otros días. Cuando anochecía, quemaban un gran leño. Nadie podía salir de casa mientras la madera no se redujese a cenizas, o tendríamos mala suerte. Pero el Hogmanay, el año Nuevo, era alegre. Ese día intercambiábamos regalos, bailábamos, comíamos y bebíamos hasta desmayarnos .
- Qué harías ahora, si estuvieses en Escocia?
- Buscaría a mis seres queridos. Aunque tuviese que visitarlos en sus tumbas, como mi madre y mi esposa. Extraño mucho a mi padre, a mis hermanos, a mis amigos, todos a los que conocí. Desde lo alto de una montaña, contemplaría las colinas y los valles cubiertos de nieve, los riachos serpenteando y las olas del mar rompiéndose en el promontorio.
- Amaste a tu esposa?
- Nuestra unión no fue por amor , sino para la conveniencia de ambos . Fue una alianza para el fortalecimiento de los clanes. Me gustaba Margie y la respetaba, pero nunca la amé.
Y en cuanto a ella, Claire? Qué sentía realmente Cameron por ella?
Claire había estado bien hasta algunos minutos antes. La mención del pasado y de Margie le quitó el buen humor. Ella quiso apartarse y Cameron hizo la única cosa que se le ocurrió . La sujetó con el peso de sus piernas que colocó sobre las de ella. Lo que pasó a continuación sucedió por impulso. Cameron la sujetó por detrás y hundió su boca en la nuca de ella . No había obstáculos entre ellos. Poco después que la señora Grouse se había ido a su apartamento, ellos habían hecho el amor y no volvieron a vestirse. Una vez más Cameron se perdió dentro de Claire, inflado de pasión, llevándola al éxtasis nuevamente .
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