CAPITULO 30
El rey Henry oyó el zumbido de la primer flecha y perdió el equilibrio. Horrorizado, vio uno de los caballeros caer a pocos metros de él. Dándose cuenta que había un traidor entre a multitud, decidió que lo mejor que podía hacer sería huir de allí. Intentó controlar su caballo, que se había empinado cuando las personas avanzaron en su dirección . Una segunda flecha silbó en el aire y, por un largo y terrible momento, Henry se quedó viéndola encaminarse a un punto entre los sus ojos. Como un conejo acorralado por un zorro, el rey de Inglaterra sintió que no podía moverse, ni siquiera gritar. Milagrosamente , la flecha le pasó por encima de la frente, llevándose el sombrero de terciopelo verde en su vuelo ciego.
Recuperándose del susto mortal , el monarca gritó a todo pulmón:
- Atrapen a ese hombre! Es el bicho más perverso, cobarde y traicionero que haya pisado esta tierra! La multitud se dividió en dos, abriendo espacio para que uno de los caballeros, que arrastraba a un hombre medio inconsciente, presentase al autor del atentado contra el soberano. Arrojando a Fenton Scantling como si fuese un saco de papas delante de Henry, el caballero levantó la visera de su yelmo y saludó al monarca. Una oleada de alivio recorrió el cuerpo de Henry cuando reconoció a Brandon Cavendish.
- El es el traidor, su alteza - dijo Brandon, aplastando a Fenton debajo un pie recubierto en metal.
- Por Dios , es lord Scantling! - se asombró el soberano, para después acusarlo: - Sos una vergüenza para nuestro pueblo, no mereces tener su nombre pronunciado por los labios de nadie !
Aún medio inconsciente, Fenton se esforzó para ponerse de rodillas. Sangre manaba de un corte de su cabeza, y en su rostro había marcas de varios golpes. Él todavía intentó presentarse como inocente:
- Perdón, su alteza ... Alguien empujó mi brazo. Yo no quería alcanzarlo...
- Crápula ! - bramó el rey, volviéndose para hablarle a sus hombres:
- -Llevensen a este gusano de aquí, pues él ofende mi vista!
- Se le imploro, su Majestad... - balbuceó Fenton.
- Nos veremos otra vez, Scantling... - dijo Henry. - En la torre de Londres, donde serás juzgado!
El infame traidor cayó hacia adelante al oír las últimas palabras del monarca. Los guardias lo llevaron a la rastra, haciendo con que su cuerpo dejase una senda marcada en el pasto. Henry todavía tuvo tiempo para ordenar:
- Enciérrenlo en la celda mas inmunda que puedan encontrar!
Con una reverencia, Brandon se apartó antes que lady Ana, en su caballo, alcanzase al rey.
- Su alteza ? Estás bien ? - preguntó ella, sus ojos oscuros todavía más grandes debido al susto.
- Si, mi amor, estoy bien. - Henry sonrió. - Dios me protegió de ese final trágico.
- Inglaterra perdería su timón - dijo lady Ana, tomándole la mano entre las de ella. - Y yo también.
- Es verdad -- concordó el monarca, sin una gota de modestia.
Katherine se abrió camino entre la multitud hasta alcanzar el caballero caído en el suelo . La punta emplumada de la flecha sobresalía entre el pectoral y el protector del hombro de él. Los dos escuderos se habían quitado los velos e intentaban arrastrarse junto al herido, pero las largas faldas de los trajes de boda les trababan los movimientos. El otro caballero había desaparecido en medio de la agitación de los presentes, en busca del autor de los disparos.
Kat se dejó caer de rodillas al lado del herido.
- Mi lord , mi amor! Oh, Brandon adorado, te duele mucho?
Una breve risa sonó en el interior del yelmo del caballero antes que él dijese:
- Gracias por tus dulces palabras, Kat, pero estás hablando con el hombre equivocado. Y yo . .. bien, sólo fue un arañazo . Dónde está el canalla de mi escudero? Necesito su ayuda, pues no puedo levantarme con esta maldita armadura!
Kat no sabía si reír o llorar con las declaraciones de John. Miró a los escuderos y vio que eran ellos quienes necesitaban de ayuda para librarse del amontonamiento de faldas .
- Miranda, John precisa tu ayuda - le avisó ella a su prima . - él prefiere tus cuidados a los míos. Voy a ayudar Mark y a Christopher, antes que ellos revienten las costuras de Sondra.
Miranda se lanzó sobre John como una mariposa desesperada.
Reprimiendo la risa, Kat desató los lazos de las ropas de Mark y fue a ocuparse de Christopher.
- Creo que deberías dejarlos en esos trajes, bella Kate Los dos son dos bellas muchachas!
Kat se levantó , se dio vuelta y se encontró delante de un robusto caballero en su resplandeciente armadura. Resistiendo el impulso de lanzarse a los brazos de él, esperó que Mark se retirase el yelmo para decir:
- Estás perfectamente bien , gracias a Dios. Brandon apartó una mecha de cabellos de los ojos y respiró profundamente .
- Es una perfecta mañana para un gran casamiento, mi lady. Tenemos una buena cantidad de amigos y familiares que vinieron para asistir a nuestra boda ... incluyendo a Robin Hood y su comitiva. Te molestaría casarte conmigo nuevamente?
- Sería un placer, mi lord , considerando que Robin Hood parece un tanto impaciente.
- Después del susto que se llevó, apuesto a que nuestro lord real está ansioso por alimentarse. Él no saca los ojos del banquete servido en las mesas, te diste cuenta ?
Katherine se tentó de risa , y Brandon murmuró :
- Me parece que los tus labios están deseando un beso, mi amor.
- Es cierto.
Kat sintió los labios de él rozar los suyos con la delicadeza de una pluma y se estremeció.
- Por Santa Ana, Papá ! Acaba pronto con eso! - Belle estaba a unos pasos de la feliz pareja, sus ojos azules brillando alegremente. - Vamos a casar todos los que quieran casarse de una vez por todas y dar inicio a los festejos y a los juegos!
Brandon suspiró contra los labios de Kat antes de separarse. con una expresión seria, le dijo a su hija:
- Vamos, señorita Intrometida. Pero primero tenemos que conversar respecto a una cama cubierta de rosas con las espinas más largas de toda Inglaterra.
- Philippe preparó tarta de durazno con salsa de menta - la niña cambió rápidamente de tema, aunque continuaba mirándolo. - Y Francis dijo que se va a comer todo!
- Bien, entonces vamos a correr a la capilla antes que vos te quedes sin tu parte! - exclamó Brandon, dándose por vencido.
- Perfecto! - Belle levantó las faldas de su vestido azul y corrió por el pasto, gritando; - Francis Bardolph, deja inmediatamente de comer la tarta! Papá me dijo que es toda para mí! Me escuchaste, Francis?
Sonriendo, Brandon tomó la mano de Kat en la suya.
- Bienvenida a la familia Cavendish, amada esposa. A pesar da armadura, Katherine lo abrazó con fuerza.
-Ni te imaginas cuan soy feliz por formar parte de ella, amado marido!
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