domingo, 22 de noviembre de 2009

LOBO DE MAR - CAPITULO 8 - KINLEY MACGREGOR

CAPITULO 8


Jake y Morgan estaban en plena acción intentando evitar que el barco fuese derrotado por la tormenta. Era una lucha dura pero el Triton's Revenge estaba logrando resistir.
- Por qué no vas allá abajo y descansas un poco? - Jake sugirió. - La tormenta está más débil ahora y yo me quedo aquí vigilando.
- Está bien. Pero vuelvo en una hora.
- Y trae una petaca de rum.
Morgan bajó las escaleras rumbo a su cabina. Con el cuerpo dolorido, él abrió la puerta.
Serenity miró y vio a Morgan en la puerta, empapado. Sus cabellos y sus ropas estaban completamente mojados. seguramente se enfermaría si no se cambiase inmediatamente.
Actuando sin pensar, ella sacó la colcha del a cama y corrió hacia Morgan, colocándola alrededor de sus hombros.
- Cuida del capitán, jovencita - Barney dijo. - Voy a aprovechar e darle de comer mi papagayo.
- Mi Dios, capitán - Serenity exclamó. - Parecería que has enfrentado al mismo dios de los mares.
Morgan no dijo nada y se sentó pesadamente en la silla donde Barney había estado .
- No intentes hablar - Serenity le recomendó. - Vamos a sacarte esa ropa.
Sin vacilar, ella corrió hasta el baúl de donde tomó un pantalón , una camisa y una chaqueta. Volvió con Morgan y lo encontró intentando secarse el cabello con la colcha.
- Tenemos que sacarte esas ropas antes que te enfermes . - Serenity ayudó a Morgan a sacarse la chaqueta, y estaba por sacarle la camisa cuando se le ocurrió que estaba desnudando a un hombre.
Un hombre magnífico, a decir verdad, cuyos músculos la dejaban hipnotizada.
Sintió su boca secarse y no consiguió hacer más nada que mirar ese pecho bronceado.
Morgan tomó la camisa seca que estaba en las manos temblorosas y cometió el error de mirar el rostro de la joven. Los ojos azules revelaban la atracción que sentía por él.
Instantáneamente, Morgan se acordó del sabor de esos labios tentadores y sin pensarlo se inclinó sobre ella.
- Traje comida. - La voz de Barney quebró el hechizo del momento.
Serenity se sintió ruborizarse . Mi Dios, qué había sucedido? O qué no había sucedido?
Casi había permitido que un hombre medio desnudo la besase. Un instante más y se habría dejado llevar por el placer y ...
- Voy a esperar afuera mientras te vistes - ella dijo, entregándole a Morgan las ropas secas.
El se enderezó, mordiéndose los labios y casi insultando.
- Sabes, Barney, a veces pienso que debería haber dejado en el Jiminy My.
- Y qué hice ahora ? - Barney preguntó ingenuamente.
- No hiciste nada, amigo. En realidad debería estarte agradecido.
- Por la comida?
- Por evitar que cometiese el mayor error de mi vida. Y gracias por la comida. Estoy hambriento.
Tan pronto se vistió, Morgan abrió la puerta. Serenity, bastante pálida, estaba sujetándose a la pasamanos de la escalerilla.
- Todo está bien ahora, Serenity. Lo peor de la tormenta ya pasó.
- Estás seguro ?
? Después de veinte años en el mar, se aprende a saber esas cosas.
? - Si no me precisa , capitán, voy a alimentar al pájaro insaciable - Barney fue diciendo al salir de la cabina.
- Quiero frijoles, quiero frijoles - gritó Pesty. Morgan se apartó de la puerta para dejar pasar a Barney .
Serenity podía sentir el calor del cuerpo de Morgan y su respiración muy cerca de su rostro. Tuvo que esforzarse para no tocar sus cabellos mojados que olían a agua de mar.
Fue sólo entonces que se dio cuenta que se había agarrado a Morgan.
?- Discúlpame - ella consiguió murmurar. - No quise...
?- Bésame, Lobo de Mar. Bésame de nuevo, era el único pensamiento de Serenity en ese momento.
Morgan se dio cuenta que la atracción física que la joven sentía por él, pero no era hombre de aprovecharse de una mujer inocente. Sería fácil tomarla en sus brazos y cargarla hasta la cama. Pero su sentido común le impedía de hacer aquello. No le quitaría la inocencia a una joven que estaba viviendo momentos tan especiales de su vida y que por eso se dejaba arrastrar por las emociones. Nunca se atrevería a robarle la inocencia como otros hombres se la habían robado a Penélope. O como los britânicos habían hecho con él.
Había sido usado y no usaría a nadie de la misma forma.
Podía... controlarse. Y estaba acostumbrado a quedar decepcionado. Ya había pasado por momentos demasiado amargos en su vida y no haría eso con otra persona. Principalmente con Serenity.
- Discúlpame . Debo volver a la cubierta.
- Pero no comiste nada. Y te acabas de cambiar de ropa...
? Pues necesito tomar otro baño frío.




Serenity estaba sola en la cabina. Morgan tenía razón , lo peor de la tormenta había pasado , pero el barco continuaba sacudiéndose y gimiendo en medio olas agitadas. ella no estaba segura hacia cuanto tiempo Morgan había subido a la cubierta, pero , por el ojo de buey , podía ver que el cielo continuaba negro y amenazador.
Estaba ansiosa y le gustaría mucho de poder conversar con alguien cuando oyó que golpeaban la puerta.
- Puede entrar.
Morgan entró seguido de Court, el hijo del cocinero. El muchacho colocó un plato en cima de la mesita y salió rápidamente.
- El cocinero no se atrevió a encender el fuego con esa tormenta y esta noche sólo tendremos comida fría - Morgan protestó .
Con el hambre que tenía, Serenity comería cualquier cosa.
Morgan fue hasta el baúl, sacó nuevas ropas secas, salió por un momento de la cabina y cuando retornó traía la ropa mojada goteando el piso .
- Colgué una soga en ese rincón . - Serenity apuntó al lugar . - Puedes colgar la ropa allí para que se seque.
Morgan sonrió al ver que clase de ropa estaba extendida en el improvisado tendal. Acarició levemente una de las prendas, pero pronto la soltó.
Colgó rápidamente su ropa e se volvió hacia Serenity, quien se había sentado a la mesa como si estuviese delante de un banquete. En ese instante, Morgan se sorprendió con los sentimientos que parecían dominarlo cada vez que miraba a su bella prisionera. De una cosa estaba seguro , jamás se había sentido así delante de ninguna otra mujer.
Era un sentimiento diferente.
Serenity llenó un jarro con leche, se detuvo por un momento y se dio vuelta hacia Morgan.
- Algo mal , capitán?
- No que yo sepa.
- Estás seguro ? Pareces...
- Ya te dije que no pasa nada - él retrucó con aspereza.
- Discúlpame. El día fue largo y debes estar cansado. Estuve pensando que no es justo que yo esté cómoda en tu cabina mientras vos tienes que dormir por ahí.
- Y qué propones, señorita James?
- Pensé en colgar una red .
- Y ya dormiste en una red antes?
- Bien, nunca, pero tengo certeza que no debe ser muy incómodo .
- Una Red no es un lugar para una mujer.
Serenity se irritó.
- Por qué una red es un lugar buen para un hombre y no para una mujer?
- Simplemente red y mujer no combinan .
- Quién dijo eso?
- Qué importa? No voy a dormir en una cama, mientras una mujer pasa la noche en una red incómoda . Y basta de intentar discutir conmigo.
- No crees que deberías respetar mis ideas? Son mis ideas, de más nadie.
- Afortunadamente. Imagínate lo que sería el mundo si todas las mujeres tuviesen esas ideas modernas en la cabeza.
- Pues créeme , capitán Drake, cuando te digo que llegará el tiempo en que las mujeres ocuparán lugares de poder claves en nuestra sociedad. No solamente van a bordar y cocinar.
La carcajada de Morgan sonó alto y él aplaudió a Serenity.
- Divino , señorita James. Hace cuánto tiempo vienes ensayando ese discurso?
Serenity vio todo rojo delante suyo . Ignorando la rabia que la joven sentía, Morgan deseó saber más de sus pensamientos.
- Puede decirme quién te metió esas ideas en la cabeza?
- Por qué preguntas eso ? Crees que no puedo tener mis propios pensamientos?
- No es eso lo que quise decir. Pero vamos encarar los hechos de frente, esas no son ideas comunes.

Serenity se acercó a Morgan y su mirada era desafiante .
- Pues quiero que recuerdes, capitán, que Dios no creó a Eva del talón de Adán para que él sintiese que tuviese el derecho de pisarla. Ella fue creada, de su costilla, para vivir al lado de él como su compañera.
Morgan cruzó los brazos y encaró a Serenity.
- Entonces dime por qué las mujeres por naturaleza representan el sexo más débil ? Las mujeres suelen desmayarse al menor susto o emoción.
Oh, cómo le gustaría borrar de una bofetada la expresión de superioridad en la cara de Morgan Drake, Serenity pensó. El se sentí tan orgulloso de su argumento, pero ella tenía uno mucho mejor .
- Pues te olvidas de una cosita, capitán. Cuando una mujer da a luz otro ser humano - cosa que los hombres no hacen- no suelen desmayarse durante el parto. Y ahora dime qué hombre soporta semejante dolor por tantas horas? Quieres saber la razón por la cual las mujeres resisten más el dolor, capitán Drake? Yo voy a decirte cual es. Porque las mujeres son superiores a los hombres.
Morgan se rió .
Cielos, la audacia y grosería de ese hombre no conocía limites. Simplemente había arrojado su cabeza hacia atrás y se le reía en la cara de sus argumentos.
- No le veo ninguna gracia a lo que estamos hablando, capitán.
- Estoy seguro de eso . - él se esforzaba por parar de reírse, pero no estaba lográndolo . Esa joven era muy especial. Nunca había conocido a alguien que tuviese la audacia de discutir con él sus puntos de vista. - Está bien, señorita James. Tu argumento es convincente, pero no cambia nada. - El se aproximó a Serenity y le acarició el rostro.
- No quiero pelear con vos, mi querida - él murmuró.
- Entonces qué quieres ?
Hacer el amor con vos, era lo que Morgan le gustaría poder decir. - Quiero que dejes de lado ese artículo que está escribiendo. Que no distraigas a mis hombres de su trabajo.
Los ojos de Serenity brillaron con rabia.
- Por qué?
- Porque cada persona en este barco tiene un trabajo que hacer, y yo los comando, Barney mantiene la paz y el bienestar general, y tu papel, señorita James, es permanecer fuera de nuestro camino.
- No me parece que haya obstaculizado algún trabajo .
- Esto no es un juego. Debes ...
- Coser, leer algún libro, tal vez poesía, y lavar mi ropa.
- Exactamente.
- Muy bien - ella dijo, y su voz sonó helada como el viento allá afuera. - Como mi trabajo es permanecer aquí sentada y fuera de tu camino y vos sos quien comandar este barco, sugiero que te vaya a trabajar inmediatamente.
- Pero yo...
- Pero nada, capitán. No seré yo quien te aleje del timón por un minuto más . Podría suceder una tragedia. Dios podría mandar un rayo que prendería fuego el barco . Un monstruo marino podría salir das profundidades del océano y tragarnos.
Antes que Morgan pudiese decir algo , Serenity lo empujó fuera de la cabina y cerró la puerta, dejándolo boquiabierto en el corredor.
Serenity miró a su alrededor , absorbiendo ese ambiente claramente masculino.
- Oh, capitán Morgan Drake, quieres ver a una mujer hogareña , pues yo te voy a mostrar como una mujer arregla su casa.
Sin vacilar, comenzó a revolver los baúles . En uno de ellos encontró un corte de tela de algodón con muchos, muchos metros de largo. Oh, qué emoción! Haría cortinajes y los colocaría en las paredes de la cabina. Y les iba a poner volados y cintas . Morgan no la quería como periodista, entonces hospedaría en ese cuarto una mujer a la antigua, una ama de casa bien hogareña.

Morgan caminaba impacientemente en la cubierta.
- Tienes el diablo en el cuerpo, Drake - Jake dijo, acercándose . - Pensé que te había retirado para descansar un poco.
- Ni me hagas acordar de eso.
Jake se rió , rascándose la cabeza. Ah, las mujeres...
- Qué dijo nuestra huésped para ponerte de ese modo?
- Ella piensa que las mujeres deben ser consideradas iguales a los hombres.
- Ya me imaginaba . Pues sólo hay un modo de sacarle esas ideas estúpidas de la cabeza . Llévala a la cama.
Morgan sacudió a cabeza, descartando a idea.
- Me gustaría que fuese tan fácil.
- Discúlpame, Drake, pero creo que te han cambiado . No sos el mismo Drake que yo conocía . No sos ni la sombra del hombre que es capaz de conquistar todos los corazones de las mujeres por cada puerto que pasamos.
- No es lo mismo , Jake.
- Es exactamente lo mismo . Se trata de mujeres.
- Si piensas así , por qué no te he visto perseguir a una mujer en estos últimos tres años? - Morgan preguntó , desafiando a su amigo. - Vos, que siempre fuiste tan mujeriego, nunca más fuiste a un burdel .
- No puedo hacer eso.
- Por qué no? He visto mujeres correrte .
- Lorelei me arrancaría la cabeza. Morgan se rió con ganas.
- Ah, entonces le tienes miedo a Lorelei? Le tienes miedo a una mujer?
- Yo no tengo miedo de nada. El hecho es que no quiero estar con ninguna otra mujer.
- Entonces hay una diferencia. Vos amas a Lorelei y las otras mujeres no te interesan.
- Siempre tienes que tener la última palabra, verdad ?
Morgan apretó los dientes . No había vencido en ninguna de las discusiones con Serenity.
- No sé por qué estás tan involucrado con esa mujer. Ella no es diferente de ninguna otra - Jake murmuró pensativamente.
- Ella es diferente. Todo en ella es diferente. Ahora vete a dormir, Jake. Jake se apartó del timón , entregándoselo a Morgan.
- Creo que corregí un poco nuestro curso. Pero hay un problema.
- Y cuál es ?
- A pesar de que el barco no haya sufrido grandes daños, vi que dos de las velas se rasgaron con el viento. Podemos seguir esta noche con ellas, pero necesitaremos cambiarlas después del amanecer .
- Ah, voy a mandar a Kit a hacer eso, eso si Serenity me deja entrar en mi cabina y agarrar la tela de algodón que dejé allá.
- Buenas noches , Drake.


Morgan se quedó solo mirando para la oscuridad de la noche. Observó las velas. El destino había sido bondadoso con él, destruyendo apenas dos velas. El número exacto que podría ser hecho con la tela que había dejado en la cabina. Planeaba comprar más lona en Savannah, ya que las reservas había sido usadas en la tormenta anterior. Pero cuando Jake había traído a Serenity al barco, ellos habían partido muy precipitadamente, antes que pudiese hacer compras.
Suspirando, decidió verificar si los compartimentos inferiores del barco estaban intactos.
En el camino, el recuerdo de Serenity volvió a su mente.

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