CAPITULO 24
Netta se paró delante de la chimenea encendida para calentarse . Había un baúl enorme del lado derecho de la puerta y una espada colgada en la pared sobre él. De la otra pared, pendía un tapiz gigantesco con la figura de un castillo, debajo del cual estaba su baúl. Una hilera de velas iluminaba la cama enorme rodeada por cortinajes verdes.
Netta sintió frío y se dio cuenta que las mujeres habían comenzado a desvestirla. Brianna le pidió que levantase los brazos y después de quitar la camisa, colocó una camisón blanco. Netta se sentó y Elise peinó sus cabellos. Una algarabía se hizo oír en el corredor.
-Bella Netta, su marido está ansioso por tu compañía - Connor gritó antes que la puerta fuese abierta . El y Damron entraron con Mereck. Eric y Marcus venían más atrás, con sonrisas maliciosas en sus rostros.
Mereck vio a su bella esposa en frente de la chimenea y lanzó una mirada de advertencia a los hombres. Luego de colocar el jarro de hidromiel en la mesa, al lado de las copas de plata, Mereck vio que Eric le guiñó el ojo a Netta y se irritó.
_ Vengan, estamos molestando a los novios. No te olvides de lo que tienes que hacer - dijo Damron, señalando el cuchillo en la cintura de Mereck.
_ Vamos, se está haciendo tarde. - Brianna besó a Netta y susurró : - Relájate, mi querida. Mereck te mostrará que tienes que hacer. - se aseguró de que todos habían salido y cerró la puerta detrás de si.
Mereck miró fijamente a Netta. El calor de sus ojos la calentaba de la misma forma que el fuego de la chimenea.
Ella tragó en seco, sin saber que hacer con las manos. Sería mejor cubrir el pecho, pues las costureras sólo podían haberse equivocado al cortar el escote tan bajo, dejando parte de sus senos a la vista . Se sentía indecente.
Dios del cielo! Cómo la deseaba. La débil luz de la chimenea iluminaba su delicado contorno. Aunque ella creyese estar cubriendo sus senos, ellos eran visibles debajo de la tela fino del camisón, los pezones rosados llamándolo. Cedió a sus impulsos, permitiéndose admirarla.
se arrepintió en seguida, pues al bajar la vista por el cuerpo se encontró con la sombra del vello oscuro entre los muslos, una visión que atizó su deseo y la ansiedad que sentía de tocarla.
El corazón se le aceleró e hizo que la sangre corriese más rápido en las venas. Mereck intentó controlarse, pues se estaría equivocando si pensase que algo sucedería esa noche. Netta bajó las manos . Cuando hiciesen amor, Mereck querría que ella demostrase deseo y no miedo.
- Mi querida, está más adorable do que los rayos do sol calentando el rocío de las hojas.
En vez de sentirse feliz con el elogio, Netta se mostró avergonzada y Mereck apreció que ella no valorizase tanto la belleza. Se dio vuelta , caminó hasta el baúl , sacó la espada y la colocó sobre la tapa, junto con el cinto. Cuando volvió a mirarla, vio que ella respiraba profundamente y los ojos se mostraban inquietos.
-Sabías que abuelo comparó tu coraje con el de Brianna cuando Damron la trajo acá? Yo mismo no presencié eso, pues estaba acompañando la reconstrucción del castillo Stonecrest, herencia de ella. - Mereck comenzó a abrirse la camisa, revelando el vello del pecho . - Ustedes dos tienen mucho en común... Ella vivía en el convento Santa Ana con la hermana y , cuando supo que Damron llegaría a buscarla, huyó a Ridley. - él encogió los hombros y sonrió . - Nosotros, los Morgan, tenemos como destino casarnos antes de poder cortejar. - Se sentó en el borde de la cama y se quitó los zapatos.
Netta notó que Mereck ya no parecía estar somnoliento. Parecía hambriento. Tal vez fuese mejor alimentarlo y servir más vino. Si pudiese hacer eso y sujetar el escote al mismo tiempo. Tampoco podía parar de bostezar y parpadear.
Mereck se quitó las medias. Qué bellas pantorrillas! Fuertes y musculosas, con una capa de vello castaño . Parecía suave . Netta comenzó a caminar , aunque quisiese rozarlo para sentir la textura. Se detuvo a tiempo, pues, si actuase así, él podría creer que ella quería consumar el matrimonio.
Mereck se levantó y soltó el broche que sujetaba el plaid de los Morgan. mientras lo pasaba por la cabeza, Netta aprovechó para correr hasta la mesa y tomar un pedazo de queso. Si él comiese y bebiese, tal vez se durmiese antes de terminar de desvestirse .
-Pareces tener hambre. - Netta fue hasta él, pero calculó mal la distancia y dio de cara contra su pecho. Miró boquiabierta a la mancha y notó que los músculos se contraían.
Mereck sujetó su mano, interrumpiendo el examen . Tomó el queso y lo mordió . Netta vio que él sonreía. volvió a mirar su pecho y vio que él continuaba moviéndose.
-Cómo un hombre puede reírse teniendo un pecho así de defectuoso ? - ella murmuró bajo, pensando si las heridas le habrían provocado eso.
Se dio vuelta en busca de vino, pero ya no había , sólo la hidromiel. tendría que ser ese mismo. Llenó la mitad de la copa, después pensó que tal vez no fuese suficiente para embriagarlo, entonces colocó líquido hasta casi desbordarlo . Con las dos manos, sujetó la copa y se dio vuelta . Mereck había desaparecido.
-Estoy aquí, Netta. - él estaba sentado en una de las sillas en frente la chimenea.
El tono de barítono le provocó escalofríos . Netta respiró profundamente y , con cuidado, pues la copa estaba llena y el piso parecía moverse , fue caminando hasta él.
Al ver que Netta se aproximaba muy lentamente, Mereck se apiadó de su esposa y se levantó para tomar la copa. La colocó en el piso cerca de la silla y , antes que Netta protestase, la tomó en sus brazos y volvió a sentarse con ella en el regazo .
- Creo que será más placentero si lo tomáramos así. - él sujetó sus piernas con el brazo derecho, mientras con la mano izquierda le acariciaba la espalda.
Después de un tiempo, ella comenzó a relajarse. Mereck tomó la copa y fingió tomar un buen trago, después la llevó a los labios de Netta , quien tomó un traguito mirándolo, desconfiada.
-No temas, mi querida esposa. Antes de irnos a la cama, tomaremos la nuestra bebida y nos calentaremos delante del fuego.
Netta volvió a ponerse tensa con la mención de la palabra "cama", y con el ceño fruncido señaló la copa.
-No sería mejor que dejásemos un poco para más tarde? - él preguntó, inclinando la cabeza.
Ella casi saltó del regazo de él.
- Ahora - ella dijo. - Vamos a tomar todo ahora. - Y , para enfatizar las palabras, tomó su muñeca y lo incitó a beber más. Acabó volcando y el líquido se escurrió por el mentón de Mereck.
El enderezó la mano antes que quedase empapado y Netta observó, fascinada, la bebida mojar su pecho.
-Qué lío. - Netta tomó la punta del plaid todavía sujeto a la cintura de Mereck e intentó limpiarlo, teniendo cuidado con las heridas.
Mereck intentó mantener la cara impasible. Ella tomó un trago de hidromiel y , alentada, continuó pasando la tela por el pecho de ella. apartándose un poco, estudió el resultado. Un poco decepcionada al ver que los vellos habían quedado pegados en la piel , comenzó a peinarlos con los dedos.
-No deberías ser tan ávido con la bebida, marido. -Netta dijo y lo miró con un aire de reprobación, como si el sonido hubiese volcado el líquido .
Mereck apenas podía contener una sonrisa.
-Gracias por educarme, querida. Estamos casados hace menos de un día y ya está intentando mejorar mis modales.- Colocó al copa en el piso y la apretó en sus brazos. Netta pareció contenta con el comentario.
Mereck inclinó la cabeza de Netta para poder acariciarle el cuello. El perfume de ella lo atormentaba. Quería saborearla. Con la punta de la lengua trazó una senda desde el cuello al mentón, mientras acariciaba sus brazos. Antes que Netta se apartase, tocó sus labios. La besó hasta que ella comenzase a corresponder. Con cuidado, se apartó un poco. Se deleitó al ver que los labios de ella lo acompañaban. Levantó la cabeza y sonrió .
- Crees que podemos ir a la cama ahora, querida? Estoy muy cansado y somnoliento, pero no quería decepcionarte.
Mereck arrojó a cabeza hacia atrás e dio un sonoro bostezo.
- Yo también estoy muy cansada, pero nunca me decepciono cuando estoy con sueño. - Netta sonrió dando un bostezo tan sonoro como el de él y ni se dio cuenta cuando Mereck la cargó.
El la sujetó con un brazo, mientras con el otro abría las mantas. Con facilidad, sacó el camisón, lo colocó sobre el colchón y la cubrió con una sabana, sin darle tiempo a que protestase.
Apagó las velas y , de espaldas a ella, se desvistió . Se unió a Netta en la cama, pero se quedó quieto un instante. Finalmente, se dio vuelta hacia ella, viendo el brillo en los ojos de su esposa.
-Descansa, mi querida. - Acarició sus cabellos y la besó en la frente .
Netta comenzó a temblar de frío y él disimuló o sonrisa. Sabía que debería avergonzarse por haber empujado las mantas al piso . Pero no se sentía arrepentido.
-Ven y caliéntate conmigo - él murmuró. Se aproximó y , cuando la giró de espalda a él, pensó que Netta saltaría de la cama . Apretando los dientes, intentó calmarse.
Netta intentó apartarse, pero Mereck la empujó de vuelta, apenas conteniendo un gemido por el dulce tormento a que se sometía.
_ Estamos acoplándonos , Mereck? - El susurro era casi inaudible.
-Si, Netta . - Mereck sólo podía imaginar la expresión en la cara de ella cuando sintió su miembro. El movió sus cadera al encuentro de las nalgas suaves de su esposa hasta comenzar a gemir. Tenía que ser muy estúpido para someterse a semejante tortura. Finalmente, dio un último gemido y se quedó quieto. Ella lo recompensó por sus esfuerzos con un suspiro de compasión.
_ Lamento tu incomodidad . Meghan me dijo que, con el tiempo, todo se haría más fácil - ella susurró. Cuando él sofocó un gemido, ella lo consoló.
La dulce e ingenua, y algo borracha, esposa se durmió en segundos. Mereck apoyó la espalda de ella en una almohada y se levantó. Tanteó hasta el baúl donde tomó el cuchillo e hizo lo que era necesario. Satisfecho con el resultado fue hasta la fuente y la jarra de agua en la mesa del rincón . Cuando volvió a la cama , tomó las mantas del piso y anidó a Netta contra el pecho .
Ella soltó un suspiro profundo, tomó su mano y la colocó contra sus senos. Mereck volvió a gemir, pero trató de dormir.
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