Netta pasó las dos semanas siguientes cerca del solar de Brianna. Incluso Meghan evitaba la presencia de Roger en el salón , donde él pasaba el día con la pierna levantada , exigiendo atención. Brianna mantenía a Guardián siempre cerca, pues el lobo gruñía y mostraba los dientes cuando se cruzaba con el hombre.
El tiempo pasaba tan rápidamente que Netta apenas prestó atención a las nauseas que venía sintiendo. Todas las mañanas y la hora de la cena, necesitaba correr para buscar un balde. Pensó que si no comiese tal vez dejaría de sentirse así. Desafortunadamente no fue lo que sucedió .
Todos parecían haber notado que ella había perdido su famoso apetito . Damron y Mereck intercambiaban sonrisas como si supiesen algo. Cómo podían divertirse cuando ella se sentía tan mal?
Una mañana, Mereck se aproximó y le preguntó si le gustaría llevar a Tuan a cazar junto con Meghan y Simple .
Feliz de poder salir y llevar a Tuan en su primera verdadera caza , hasta logró ignorar la nausea matinal.
Pasaron las horas entrenando a las aves. Mereck se divirtió con las atrapadas de Simple . Cuando fue el turno de Tuan, Netta observó con orgullo materno cuando el halcón alzó vuelo y buscó una presa. Preciso, invirtió la dirección y agarró un ratón en un solo movimiento. En seguida, voló de vuelta hacia Netta y depositó la presa a sus pies .
Netta se agachó y pretendía felicitarlo por el excelente trabajo, pero al ver el roedor muerto, tuvo que correr detrás del árbol más próximo . Mereck la siguió y la amparó, murmurándole palabras de consuelo mientras ella vomitaba.
La delicadeza de él hizo que Netta darse cuenta que necesitaba avisarle que la maldición de los Sin Alma estaba a punto de llevarse una esposa más .
La lluvia castigaba las ventanas, y los rayos cruzaban el cielo mientras Mereck hacía el amor apasionadamente con su esposa. Netta esperó hasta que las respiraciones volviesen a la normalidad antes de prepararlo para su muerte.
-Mereck, tengo una enfermedad terrible. - ante la mirada sorprendida de él , ella continuó : - No puedo comer. Sólo mirar la comida, me descompone . Pronto partiré - ella susurró.
-Hay algún otro síntoma?
Qué le pasaba ? Ella estaba intentando prepararlo para que pronto buscase otra esposa y el hombre parecía estar divirtiéndose y buscando detalles ? Ningún inglés recibiría la noticia de la muerte inminente de una esposa con tanta tranquilidad.
-Si, me canso fácilmente , pero probablemente es porque no me he estado alimentado bien. Vengo ocultándotelo .
El no reaccionó, solamente pareció reflexionar sobre el problema. Netta comenzó a hervir . Mientras esperaba que él diese una respuesta satisfactoria, acabó durmiéndose, oyendo los latidas rítmicos de su corazón.
Mereck le ofreció las palabras de consuelo que precisaba, pero ella respiraba demasiado alto como para oírlo. La abrazó y frotó el mentón en sus cabellos. Susurró en su oído cuan orgulloso y feliz estaba .
Si fuese un varón , él tendría un padre que lo reconocería, jamás sería llamado bastardo. Sonrió al pensar en una niña. Recibiría el amor paterno que Netta nunca había tenido . No le importaba el sexo del bebé, pues jamás dejaría de amarlo.
Mereck había notado la hinchazón de los senos de Netta y se había dado cuenta que, desde que habían comenzado a tener relaciones sexuales, su ciclo no había venido. Ella no sabía nada sobre los síntomas de la maternidad, visto que Wycliffe mantenía a las mujeres embarazadas lejos del castillo, sabiendo que disgustaría a su esposa con sus diversas amantes e innumerables bastardos.
Mereck decidió que pasearía a solas con Netta al día siguiente. Saldrían al mediodía cuando ella parecía sentirse mejor. Luego que comiesen quesos, pan y frutas, le explicaría a su querida esposa que estaban esperando un bebé.
Con un poco de suerte, Roger ya habría partido cuando retornasen.
_ Qué? - Si no fuese por el ruido de la cascada, todos en el castillo habrían oído el grito de Netta. - Quieres decir que no me estoy muriendo? Por qué no me lo dijiste antes? Estuve muy preocupada estas últimas semanas por nada?
_ Mi querida, si me hubieses confiado tus temores, yo te habría calmado. - Mereck sonrió ampliamente . - Ya te dije cuan feliz estoy? - Era más que la felicidad de saber que pronto sería padre. La amaba. Su esposa se había hecho muy importante para él.
Lo que había dejado claro que era amor lo que sentía por ella había sido el primer pensamiento que le había venido a la cabeza cuando se enteró que estaba embarazada: la leyenda de los Sin Alma. Como podría vivir si la perdiese?
Ese pensamiento le causaba escalofríos en todo el cuerpo. La abrazó con fuerza y pensó que necesitaría hablar con Bleddyn para asegurarse que nada le sucediese a su Netta. Confiaba en el galés, pues sólo él había sido capaz de salvar a Brianna cuando ella había estado al borde de la muerte.
Mereck estaba a punto de declarar su amor por ella cuando sintió pensamientos malignos. Como no había oído nada, más allá del ruido de la cascada, no estaba preparado y sintió su cabeza estallar en una fuerte luz.
Netta gritó. con fuerza , él luchó contra la oscuridad que lo amenazaba. Forzando los ojos, vio al maldito golpear la cara de su mujer, derribándola. Rugió, furioso, ahogando el grito de Netta. Tambaleándose, se levantó y desenvainó la espada.
Roger se dio vuelta y se lanzó sobre él.
-Escosés bastardo de mierda . Por qué no estás muerto? - La voz chillona se hizo oír por encima del ruido del agua. - Caer Cadwell será mío. Voy a arrancarte el corazón del pecho y llevaré a Lynette con su padre. Y lo forzaré a entregármela a mí. - Los ojos brillaban con triunfo.
Mereck esquivó los golpes de Roger con dificultad. Para su sorpresa, el barón era bueno con la espada. Con la velocidad de un relámpago, envistió contra la frente de Mereck. La sangre manó de la herida, cegándolo. Se quedó atontado con el golpe.
_ Debo decirte cómo ella me dará placer? - él babeaba por los costados de los labios. - Voy a cortar un dedo de tu mano cada vez que ella no me permita besarla. - Los labios se curvaron y los ojos brillaba con maldad . - Qué te parece mi idea, Bastardo? - La locura que siempre había escondido estaba claramente a la vista.
_ Qué me parece ? Voy a cortarte la lengua solamente por haber pensado eso, Maricón . - Si pudiese enfurecerlo, él se descuidaría . Su espada cruzó el espacio entre ellos, dejando un rastro de sangre en el pecho del barón.
_ Maricón ? - Asustados con su grito, los pájaros de los árboles volaron. - Quién más que yo podría haber castigado a ese degenerado de la manera que se merecía? Tengo más pelotas que mucho hombres.
- Hombre? Vos ? No me hagas reír. Hasta el más idiota se da cuenta que sos afeminado . - Mereck hizo un corte en la pierna de Roger.
-Reír? Escucharás mi risa mientras la veas darme placer con la boca. Ella lo hará, si no te cortaré los testículos.
Cómo ese hijo de puta se atrevía a decir tales cosas sobre su Netta? Mereck dejó su ira liberarse. La furia surgió. Los ojos se estrecharon, las fosas nasales se dilataron, los labios se afinaron.
Lo golpeó en la cara . Abriría el pecho de Roger y le entregaría su corazón a Guardián. Se sintió agigantar ante la rabia que surgió. Lucharon con violencia. Los dos sangraban en los cortes causados.
De reojo , vio a Netta levantarse . Se estremeció al acordarse de la promesa que había hecho de nunca más convertirse en un Sin Alma delante de ella.
- Puto - él provocó Roger -, no creo que tengas lo que es necesario para satisfacer a una mujer. Tu pequeño miembro sería incapaz de saciar a una viuda cuyas necesidades hace mucho no han sido atendidas. Escuché los rumores que tienes un pene de un niño y que no se te para.
El rostro de Roger se enrojeció . Mereck hizo una mueca y casi dejó la espada caer porque la mente enloquecida del otro le provocaba un terrible dolor de cabeza. Afirmando el asimiento del cabo de la espada, lo provocó nuevamente.
- Tienes un cuerpo que da lástima . Mi escudero es más hombre que vos.
Los pensamientos dementes de Roger lo invadieron , cegandolo de dolor. No lograba ver nada más allá de luces parpadeando delante de su vista .
-Escudero? - Roger gritó y lo atacó.
Mereck giró de costado atontado. Las rodillas flaquearon. La hoja lo cortó profundamente en el hombro.
Gruñó . Abrió la mano y dejó la espada caer. Gimió de dolor y furia, mientras la sangre se esparcía por la túnica. Tanteó en busca de la daga que siempre traía sujeta al cinto. Ella no estaba allí . Sacudió la cabeza intentando sacarse de la frente la sangre que lo cegaba.
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