CAPITULO 27
Cuando Mereck sugirió que se retirasen , Netta pidió dar un paseo. Bien largo y lento. Quería cansarlo antes de ir al cuarto y él comenzase a perseguirla. Que los santos la ayudasen, pues ella no era una buena corredora. Sus piernas eran muy cortas. Se estremeció al acordarse del día en que precisó correr y no pudo . Cuando ella había cumplido dieciocho años su padre le había dado un regalo : un pretendiente.
Roger era alto e delgado, con claros ojos azules. casi no tenía labios, de tan finos que eran, pero lo poco que se veía demostraba frialdad y crueldad.
Se frotó los brazos en el lugar donde él le había dejado hematomas por haberse rehusado a besarlo. Ese día había mentido diciendole que ya no era virgen y que era estéril. Al encolerizarse la había acorralado no jardín del castillo. Sujetándola con una de sus manos, le había levantado la falda con la otra. Los dedos fríos apretaron sus muslos mientras sus labios aplastaban su boca. Fue entonces que lo había mordido .
Roger aflojó el asimiento y ella había aprovechado para correr por el jardín. Cuando la alcanzó, ya levantaba un rama tomada en el camino para azotarla y sólo no lo hizo porque los guardias intervinieron y lo expulsaron.
Netta había creído que su padre lo había rechazado por esa conducta , pero Priscilla le explicó que sólo había sido expulsado por su pésima situación financiera.
Ese día Netta había descubierto que su padre exigía una fortuna para entregarla como prometida.
-Netta?
Ella comenzó a canturrear. Esperaba que no fuese demasiado tarde y que él no hubiese oído sus últimos pensamientos. Otra idea se le ocurrió e y dejó de cantar.
- Cuánto le pagaste para mi padre para tenerme como esposa?
-Tu padre no me pidió nada, pero , si lo hubiese hecho , le habría entregado todo mi dinero para tener una esposa tan valiosa como vos.
Netta sintió un hormigueo al oír esas palabras. Observó sus facciones para ver si él bromeaba, pero , como sólo encontró admiración, decidió aceptar el elogio. Los pensamientos la mantuvieron tan ocupada que apenas se dio cuenta que se encontraban delante de la puerta del cuarto. El la sujetó por los hombros y la acompañó adentro.
Mereck desapareció detrás del biombo y , al volver, ella vestía una bata suave amarrado a la cintura. Bran la ayudaba a cambiarse y ya terminaba su trabajo cuando ella pensó que sería una buena idea retardar su salida, Tal vez preguntándole sobre su familia.
Pero Mereck no le dio esa oportunidad.
-Gracias, Bran, tu ama no precisa más de vos. Netta comenzó a cantar mentalmente cuando la criada se retiró. Mereck se acercó , haciéndole suaves masajes circulares en los músculos tensos de su espalda . Bajó la cabeza para besarla, provocándola con la punta de la lengua, aumentando la presión.
-Ábrete para mí , mi amor. - La voz enronquecida la sorprendió, pero ella no cedió. El redobló los esfuerzos hasta que ella cedió, dando paso a la lengua para comenzar una exploración sensual.
El corazón de Mereck latía fuerte junto sus pechos , lo que la hizo suspirar. Ella se decepcionó cuando él se apartó, pues nunca se cansaba de sus besos. El tocó sus hombros con la boca.
_ Cuéntame qué sabes sobre la relación de un hombre y una mujer.
_ Cada vez que yo le preguntaba a mi madrastra ella me decía que mi marido me enseñaría todo lo que necesitaría saber. - avergonzada, Netta se aproximó más a él. - Ella dijo que era doloroso y que eu no debía gritar para no arruinar el placer de mi marido. Ella no se confundió , Mereck?
_ No te daré motivos para que grites, Netta. La primera vez puede ser difícil para la mujer, pero el dolor es substituido por el placer.
_ Bien, ahora me parece que sos vos quien está confundido. - Ella se estiró para susurrar en su oído. - Es el hombre quien sufre.
No deseaba recordarle los gemidos que él había emitido . Netta cerró los labios y se acordó de Marcus y de la muchacha en los establos, pero se olvidó de cantar.
_ Lo que hicimos antes fue placentero. - él le acarició los cabellos. - Pero no planté mi semilla en tu cuerpo.
_ Hay otras maneras? - Los ojos muy abiertos demostraban sorpresa.
Mereck tomó su mano y la llevó hasta la cama. Se sentaron y él pasó el brazo por la cintura de ella.
Netta observó los dedos elegantes que parecían tener voluntad propia. Las cicatrices mostraban que ellos tenían mucha historia para contar. Vaciló un instante, después pasó un dedo por las marcas. Curiosa, giró la mano para analizar la palma. Callos formados por la empuñadura de la espada habían endurecido la piel . Una larga cicatriz se extendía desde el puño hasta la base de los dedos.
Aquellas manos tenían tanta fuerza que era admirable que pudiesen ser tan gentiles al tocarla. Sin embargo se estremeció al pensar en el modo en que él planeaba plantar su semilla . Mereck había mencionado otras maneras posibles de hacer eso, que, con un poco de suerte, no incluirían mordidas en el cuello.
-Netta, en las últimas noches notaste las diferencias entre nuestros cuerpos.
Ella tragó en seco y asintió .
- Tu cuerpo es diferente al mío en la misma parte. Cuando ella se retrajo , él acarició sus cabellos y murmuro palabras de consuelo antes de continuar: - Tu cuerpo tiene una abertura en la cual mi miembro entrará para depositar el simiente para hacer un hijo.
Mereck tomó la mano de Netta y la colocó sobre su sexo rígido . Si ella no estuviese presa en su abrazo, habría saltado.
- Creo que es mejor que esperemos - ella susurró. - Decidí que no estoy lista para tener hijos. Quizás en dos semanas o un poco más vos no estarás tan hinchado? Creo que te lastimaste en la pelea.
_ Eso no está lastimado, querida, está hinchado por mi deseo por vos.
Las palabras no la calmaron. Mereck se acostó en la cama y la empujó sobre si. No hizo nada más amenazador que acariciar su espalda y brazos. Cuando la besó en la cabeza Netta no pudo contenerse y se estiró para que él alcanzase la boca.
Adoraba los besos de Mereck.
El pasó los labios por todo la cara , depositando suaves besos en el camino. El calor de la boca de él en su piel la deleitaba. Cuando él finalmente llegó a su boca, Netta suspiró. Mereck susurraba palabras dulces y cariñosas y la besó hasta dejarla excitada.
S i Mereck no la hubiese dejado tan perturbada, ella habría notado que él se libraba de su bata. Acostada de espalda, los cabellos se esparcieron por el almohada y Mereck, sobre ella, sostenía el peso en sus brazos.
Netta inspiró profundamente, con el pulso acelerado. La necesidad de saborearlo era tanta que precisaba actuar. Sin embargo disimuló sus intenciones besándolo en el cuello. Lo lamió , explorando su piel .
Mereck la escuchó gemir y más todavía cuando comenzó a frotar la abertura de su sexo.
Cuando el miembro erecto se colocó en la conjunción entre sus muslos, Netta levantó la cadera para recibirlo. Mereck tuvo que redoblar el control para que su deseo desenfrenado no la asustase.
Con besos y caricias fue quitando del camino el fino camisón . Netta jadeó cuando Mereck rozó sus pechos. Los pezones se ponían rígidos .
Netta lo agarró por la nuca para aproximarlo. La lengua de él entró entre sus labios.
Antes que Netta entendiese la intención de él, Mereck insertó un dedo en su sexo, imitando los movimientos de la lengua. Después del primer susto, Netta se vio envuelta en una ola de placer. Pero cuando él colocó una vez más intentar penetrarla, ella se puso rígida y comenzó a protestar. - Calma, mi corazón.
Lentamente, los músculos se relajaron su alrededor de su dedo y Mereck se volvió más exigente, aumentando la intensidad de los movimientos, haciéndola estremecer con la pasión descubierta. El lamía sus pechos, aumentando la tensión. Jadeando, ella el arañó la espalda.
_ Es mejor detenerse ahora, querido. - Netta lo empujó por el cabello.
El tumulto de sensaciones y emociones que él provocaba la había asustado.
- Mi amor, no temas a los placeres que puedo proporcionarte.
Volvió a besar y mordiquear sus pezones mientras apartaba los muslos con la rodilla, aproximando su miembro. Gimió al sentirla húmeda y lista. Respirando con dificultad, él escondió la cara en los cabellos de ella.
Para refrenar su lujuria, Mereck intentó desviar su pensamiento a otras cosas, pero nada funcionó. Se colocó sobre ella.
- Ya terminamos? - La voz de Netta sonaba esperanzada. Con el miembro apoyado en la entrada de su sexo , Mereck intentaba recuperar la voz cuando ella se movió, haciendo que ellos se aproximasen.
-Sólo un poco más , mi amor, y, entonces, plantaremos mi semilla - él murmuró.
La tocó de nuevo con los dedos, aliviado al sentirla húmeda, y la acarició un poco más antes de penetrarla .
_ Suelta tu semilla ahora, Mereck - Netta exigió. Ella clavó los talones en el colchón e intentó apartarse .
_ Abrazame, querida, y sujetate firmemente . Va a dolerte un poco al comienzo, pero pronto va a pasar.
La besó apasionadamente y lamió un pezón hasta que ella volvió a estremecerse. Entonces arqueó la cadera, y la penetró.
La barrera de la virginidad cedió sin mucho reclamos. Ella , sin embargo, se mordió labio.
- El dolor va a pasar pronto, dulzura. - él gimió cuando ella se movió, llevándolo más adentro. - No te muevas, por favor. - Mereck apretó los dientes y buscó controlarse al máximo para no entregarse a la lujuria que lo consumía. El corazón le latía aceleradamente. - Lo siento mucho, mi querida. Nunca más nuestro amor va a lastimarte - él murmuró.
Los labios volvieron a estimularla hasta que ella se relajó. Mereck recomenzó a moverse y ella no protestó. Pronto Netta comenzó a suspirar.
Aunque considerase improbable que ella lograse satisfacción la primera vez, Mereck continuó acariciándola y a moverse, pues sabía que así la prepararía para las próximas noches.
Netta gimió y arqueó la cadera encontrando el cuerpo de Mereck, que intensificó el ritmo. La cara de ella mostró sorpresa, se puso rígida y comenzó a jadear. Se mordió el labio inferior y lo apretó .
Mereck sintió los espasmos del primero orgasmo de su esposa su alrededor de su miembro y se permitió acompañarla.
Netta gritó y lo agarró con las piernas cuando él se derramó dentro de su cuerpo. Escondiendo la cara en el cuello de ella, él gimió orgulloso de su posesión .
-Mi querida, me has dado tanto placer...
Netta se esforzó por recobrar los sentidos y le acarició el pecho .
-Hicimos un hijo, entonces ? - ella preguntó.
-Si Dios lo permite, es posible que si . A veces un hijo es hecho en la primera vez. Pero también puede llevar un tiempo. - Cuando la vio fruncir el ceño, él continuó : - Fue así que Dios nos hizo , Netta. No quieres discutir con él, verdad?
Ela reflexionó y sacudió la cabeza . No quería aborrecer a Dios. Además, todo había sido bastante placentero. Menos la parte en que había creído que sería partida al medio.
Mereck la besó en la frente , se levantó de la cama y tomó la fuente con agua tibia. La Convenció de dejarlo lavarla, diciendole que era lo que los maridos acostumbraban a hacer.
La toalla caliente alivió las partes sensibles y , cerrando los ojos, ella apretó los muslos. Al notar que haciendo eso también atrapaba la mano de su marido, se ruborizó y relajó los músculos. Mientras él se ocupaba de esa tarea , Netta miró el cuerpo de él y exclamó sorprendía:
-Oh, mi Dios! La aplasté . La poronga , me refiero.
Mereck se rió .
-No la aplastaste , mi querida. Lo que ves el miembro masculino en reposo. El sólo se pone rígido cuando estoy excitado.
Netta no sabía si debía creerle . Para demostrárselo , Mereck colocó su mano sobre su miembro, la hizo masajearlo y pronto comenzó a reaccionar. Ella retiró la mano y Mereck se acostó en la cama, llevándola consigo. Le besó la punta de la nariz y anidó la cabeza de ella en su hombro.
-Descanse ahora, pequeña esposa.
Netta tocó su pecho, sintiendo los latidos de su corazón en su oído. Suspiró. Tenía muchas cosas en que pensar para luego trasmitirle a Elise , pero sus párpados comenzaron a pesarle . Antes que Mereck hubiese terminado de contar hasta diez, Netta ya estaba durmiendo.
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