martes, 30 de junio de 2009

EL ACUERDO - VERONICA SATTLER - CAPITULO 34

CAPÍTULO 34


Ashleigh arrojó sobre el brazo la capa de terciopelo azul. Después , con una expresión soñadora, se aproximó al gran espejo . Se quedó allí, pensando en Brett.
Acababa de dejarlo en la sala de juego, conversando con los niños mayores, que tenían muchas preguntas para hacerle a ese duque inglés que había aparecido en escena dos días antes. Un duque que era, para asombro de ellos, el capitán de su propio barco!
En ese momento, le alegraba la idea de ir encontrarlo en el vestíbulo y juntos ir a pasear a la luz de la luna, como él había sugerido. Más que eso. Sentía una especie de deslumbramiento antela idea de estar bajo sus cuidados atentos y estar en una situación de intimidad . Durante el paseo del día anterior , él se había mostrado amable como nunca. No parecía el mismo hombre que había confrontado con ella, con tanta dureza , violencia y agresividad .
A no ser por esas bruscas palabras iniciales sobre un divorcio que no se había consumado, todo había estado bien. Un casi compromiso, con besos a la sombra de los árboles del parque. Era como si la pesadilla que había seguido al casamiento nunca hubiese sucedido.
Pero, desgraciadamente, había sucedido. Y era eso que la preocupaba. Todavía estaban separados por incidentes dramáticos que, más tarde o más temprano , tendrían que analizar. Era eso lo que él tenía en mente, cuando la había invitado a dar un paseo a la luz de la luna ?
Quizás él esperaba que ella abordase el tema primero. Pero, cómo hacerlo, sin arriesgarse a perturbar la recién conquistada tranquilidad? - Ah, ahí estás!
Ashleigh se volvió y se encontró con él en la puerta del corredor.
- Disculpa - ella murmuró. - No me di cuenta que había demorado tanto...
Brett entró y se detuvo delante del espejo.
- Me permites?
Retirándole del brazo la capa forrada de armiño, él la puso sobre los hombros, tocándolos levemente . Después , dijo en voz baja :
- Estás tan linda!
Feliz por el elogio, ella respondió:
- Vos también !
- No es lo mismo.
- Por qué no?
El sonrió y la tomó por la mano.
- Ven, querida. Hay una bella noche esperándonos.


Afuera, el aire cálido les acarició el rostro. Se pusieron a caminar lentamente por las sendas del jardín, respirando el aire perfumado por las flores y por la tierra húmeda. Los ramas de los árboles oscilaban con la leve brisa que venía de; mar, dejando entrever el cielo profundamente estrellado.
Brett la miró y sintió que ella estaba a la expectativa, aguardando que le dijese algo .
- Los niños te adoran. Está escrito en su rostro de ellos cuando te miran.
- Y a vos también - dijo Ashleigh con entusiasmo. - hace solamente dos días que te conocen y ya se muestran encantados.
- Tengo la impresión que ellos me ven como a un tío rico y exótico que aparece de vez en cuando con regalos de sus viajes en el exterior. - Brett sonrió . - Pero la adoración por vos y María es muy obvia. Nunca vi tanta manifestación de amor!
- María es la única responsable de eso. Ella es una mujer extraordinaria!
- Notable - concordó Brett. - Y me quedo pensando por qué una persona como ella, que podía llevar una vida despreocupada, prefirió dedicarse a una misión tan ardua. Qué le habrá sucedido en la vida que la llevó a escoger ese camino? La respuesta de Ashleigh fue cautelosa:
- Crees que debe haber un motivo para que alguien se dedique a una obra de caridad?
- No , pero en el caso de María, estoy segura que lo hay. Ella carga una cruz.
El se detuvo pensativamente.
- Cuando intento interrogarla respecto a eso, ella cambia de tema. De la más encantadora de las maneras, pero lo hace!
Ashleigh deseó de repente tener la misma habilidad de la condesa de eludir los temas delicados . La conversación estaba tomando un rumbo peligroso.
- Tal vez no haya ningún misterio.
- Pues yo tengo la clara impresión que ella no es lo que aparenta ser.
- No?
Brett la miró .
- Vos deberías saber algo . María me dijo que es una vieja amiga de tu familia.
Ashleigh giró el rostro para que él no viese su rubor.
- Mis recuerdos son escasos. Yo era muy pequeña en esa época.
- Tal vez tu hermano pueda satisfacer mi curiosidad sobre la Condesa.
Caminaron por un momento en silencio . Entonces , Brett volvió a hablar:
- Es extraño, pero tengo a sensación...
- Qué sensación?
- De haberla visto antes. De conocerla de algún otro lugar. - él sacudió la cabeza . - Pero eso es imposible.
Determinada a acabar con esa conversación a cualquier costo, Ashleigh simuló perder el equilibrio.
- Oh, Brett...
El la amparó con un brazo firme y se detuvo , permitiendo que ella recobrase el aliento.
- Lentamente , pequeña. Estás cargando un peso muy valioso.
Aunque de forma casual, ese aviso le recordó que traía en su vientre el heredero de él. Las palabras de Elizabeth volvieron claras y ácidas a su mente, causándole un dolor tan grande que le cortó la respiración.
- Brett... - susurró. - por qué te casaste conmigo?
El la miró y vio angustia en sus ojos. Qué decirle?
Su pregunta lo tomaba de sorpresa.
- Sabes el motivo mejor que yo, Ashleigh - Brett comenzó a decir cuidadosamente.
- Esa fue la única razón ? - preguntó ella desconsoladamente.
Brett vaciló.
- No. Hay otra cosa. Algo más profundo que...
- Qué?
El la sujetó gentilmente por los hombros.
- Para mí, no hay otra mujer como vos. Sólo llegué a darme cuenta cuánto te quería en los meses en que estuvimos separados. Ashleigh, me sentí tremendamente solo.
Acariciándole la cara con ternura, él continuó :
- Hay tantas cosas que están mal... Y no sabría por donde comenzar a corregirlas.
Ashleigh encontró fuerzas para decir:
- Sería mucho más simples si fuésemos sinceros el uno con el otro.
- Entonces dime: por qué te escapaste de mí esa mañana?
Inesperadamente los ojos de ella se llenaron de lágrimas.
- Ella... Ella me dijo que no me ilusionase. Que una vez que te diese el tan deseado heredero sería dejada de lado como las otras.
Brett frunció el ceño.
- Quién te dijo eso, Ashleigh?
- Elizabeth. Ella llegó en bote después que vos te fuiste.
- Qué mujer diabólica! Fui un idiota al juzgar que ella iba a aceptar lo inevitable!
- Yo tenía una buena razón para creerle a ella - se defendió Ashleigh. - Yo vi como te comportaste con Pamela Marlowe!
- Una idiotez !
Ella dejó que todo su resentimiento saliese a la luz.
- No puedes negarme que, durante los tres días que permanecí en Londres, vos salías de noche para estar con otras mujeres!
Los labios de Brett se apretaron por un momento. Después , él suspiró.
- Ellas no significaron nada para mí. Eran un mero pasatiempo...
En ese momento, una confusión de gritos y llantos rompió el silencio de la noche. Ambos se volvieron y vieron a Giovanni llegar corriendo.
- Signor duque.... duquesa... vengan rápido ! I Un incendio en la casa! Los niños...
Ashleigh pudo ver gruesas columnas de humo desprenderse de algunas de las ventanas del piso superior y gritó :
- Oh, mi Dios!
-
Corrieron tan rápidamente como pudieron.
- Brett! - gritó Patrick, al verlos. -El ala de los niños está en llamas!
Diciendo eso , él corrió hacia el interior de la casa, de donde emergió momentos después , trayendo a Megan, quien cargaba en sus brazos a dos pequeños.
Brett corrió hacia ellos.
- Hay alguien más allá arriba?
Megan sacudió la cabeza , como una sonámbula.
- No sé...
Mientras Ashleigh atravesaba el jardín e iba al encuentro de los niños reunidos en el patio, la criada se precipitó hacia Brett sollozando:
- La Condesa... la Condesa!
- María está allá dentro?
- Si, si!
Brett se arrancó el saco y se dio vuelta hacia Patrick.
- Voy a buscarla!
- Enrico acaba de contar los niños - le dijo su amigo, mientras lo veía sumergir el saco en el agua de la fuente . - Además de María, faltan las gemelas. Parece que la Condesa volvió para buscarlas, después de sacar al primer grupo de niños afuera.


De lejos, Ashleigh lo vio entrar en la casa mientras lenguas de fuego empezaban a irrumpir en las ventanas más bajas.
"Mi Dios!", pensó. "El piso inferior ..."
Los criados ya habían notado que el incendio se extendía y comenzaron a correr hacia ese nuevo foco de llamas con los baldes llenos, al mismo tiempo que los muchachos de la caballeriza llegaban de los establos trayendo una carro conteniendo enormes barriles con agua.
Mientras veía, horrorizada, el fuego devorar la nueva ala y amenazar las otras dependencias de la casa, a visión de otro incendio se formó delante de sus ojos. Por un instante, Ashleigh se vio siendo niña nuevamente. Mary Westmont la envolvía en una manta y la llevaba a un lugar seguro...
María estaba allá dentro! María, que le había salvado la vida. Y las gemelas, dónde estaban ellas? Dónde estaba Finn? De repente, Ashleigh no pudo contenerse más . Tenía que actuar! Avanzando rápidamente por entre los barriles y los baldes, se dirigió hacia la puerta de entrada. al aproximarse, oyó un ladrido. Poco después , Finn emergía entre la cortina de humo trayendo a Allegra, una de las gemelas sobre su lomo.
- Oh, Finn! Gracias a Dios! - Ashleigh gritó, tomando la criatura en sus brazos.
- Mi querida - dijo Megan detrás de ella. - Deja que yo haga eso. Allegra es demasiado pesada para vos. Procura descansar un poco.
"Descansar? Cómo puedo descansar, cuando María y Brett todavía están en ese infierno?", pensó Ashleigh. Entonces , sin vacilar, sacó un pañuelo de su bolsillo, lo sumergió en el balde de agua y lo amarró sobre su rostro a modo de máscara . Después se metió subrepticiamente en el vestíbulo, donde el fuego ya subía por las paredes.


En el piso superior , Brett iba abriendo una puerta tras otra sin encontrar el menor vestigio de María o de las gemelas. Desesperado, Sintiéndose sofocar por el humo que se hacía mas denso a su alrededor, se puso a gritar: - María, María! Dónde estás? Faltaba solamente un cuarto. Derribó la puerta con un puntapié y volvió a gritar:
- María!
Un débil llanto de una criatura llegó a sus oídos. Respiró nuevamente el aire viciado y avanzó . A través del humo, una escena se definió delante de sus ojos: había una criatura agachada debajo de la ventana. Al lado de ella, en el piso , yacía el cuerpo inmóvil de María.
Cubriéndose la boca y la nariz con el saco, Brett corrió en dirección a ellas. Se agachó y colocó a la niña sobre la espalda , pasándole los bracitos alrededor de su cuello.
-Agárrate bien!
Sorprendentemente, la niña comprendió y dejó de llorar. Entonces , reuniendo todas sus fuerzas, levantó el cuerpo inerte de María en sus brazos, Pasó por la puerta y después se dirigió a las escaleras del fondo, tan rápidamente como le permitía la doble carga.

En el jardín, Patrick se preparaba para ir al encuentro de él, cuando Megan gritó despavorida.
- Patrick... parece que alguien vio a Ashleigh entrar en la casa!
- Oh! no...
Súbitamente, uno de los muchachos de la caballeriza gritó y señaló la puerta de entrada. Un hombre, iluminado por el luz de las llamas, acababa de emerger del interior de la casa.
- Brett! - dijo Patrick. - con María y Alissa!
- Qué Dios te bendiga ! - sollozó Megan.
Los dos se precipitaron hacia él al mismo tiempo. Patrick descargó ao de María, que estaba comenzando a volver en sí, mientras Megan agarraba a Alissa y la apretaba contra su pecho.
Brett suspiró profundamente, antes de preguntar:
- Cómo está María?
- Debe haber respirado mucho humo, pero creo que va a estar bien - dijo Patrick, . - Debemos buscar a Ashleigh . Ella fue detrás de vos!
Todo la sangre huyó del rostro de Brett. En un instante se dio vuelta y se puso a correr.
- Brett, espera! - gritó Patrick detrás de él. - Déjame ir tu lugar!
- Quédate ahí atendiendo a María!
- Brett...
- Yo voy a encontrarla, no te preocupes!
Apenas Brett había acabado de decir esas palabras, un débil ladrido llegó desde el interior de la casa.
- Finn! - gritó él, mientras entraba en el vestíbulo lleno de humo. - Dónde estás?
Otro ladrido llegó a sus oídos. Venía de la escalera! Protegiéndose con el saco , Brett comenzó a subir los escalones. Al alcanzar la curva de la escalera, vio la forma peluda del perro parada en el descanso.
- Finn! Dónde?...
Entonces él la vio . Ella estaba desmayada, pero completamente protegida por el cuerpo de su fiel compañero.
- Ashleigh! Oh, Ashleigh!
Levantándola cuidadosamente, la acurrucó contra su pecho y voló escaleras abajo con Finn en sus talones.
- Megan! - gritó Patrick, al verlo. - La encontró !
Brett pasó por al lado ellos y fue a colocar a su esposa sobre el pasto. Se inclinó sobre ella y escrutó su rostro.
- Ashleigh... - murmuró con suavidad . - Ashleigh...
Patrick se arrodilló al lado de él y tomó el pulso de su hermana.
- Su pulso es irregular. Está en estado de shock. Voy a buscar algo para cubrirla.
Mientras él se apartaba, Ashleigh abrió los ojos y preguntó débilmente:
- Brett... dónde está... María?
- Ella está bien, amor. Pero todavía es muy pronto para hablar.
- Yo... yo quería ayudarla.
- Pequeña atrevida... podrías haber muerto!
Ella murmuró, con voz casi inaudible :
- Tenía que hacer eso. .. ella. .. Ella es tu madre - Ashleigh reveló antes que sus ojos se cerrasen pesadamente.

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