jueves, 24 de diciembre de 2009

VECINOS - CAPITULO 35 - LYNSAY SANDS

CAPITULO 35


Hethe cabalgó por un rato largo antes que su rabia se disipase lo suficiente como para él comenzar a pensar coherentemente. La discusión que había tenido con su esposa se reprodujo dentro de su cabeza. La parte que mas lo molestaba y más le dolía era, "Te estás escapando nuevamente?"
Hethe frunció el ceño. . No estaba escapando. Escapar era una
cobardía, y él no era cobarde. El hecho que hubiese participado en tantas batallas debía probar que no era un cobarde. Hethe frunció el ceño mientras consideraba sus propias palabras. El hecho que hubiese participado en tantas batallas? Eso no sonaba muy bien . Seguramente no estaba escapando a otras batalla , verdad ?
Bien , obviamente tampoco te estás quedando, una parte de su mente señaló con lógica .
Hethe hizo una mueca . Si, pero había una diferencia entre irse y escaparse, él argumentó . No podía engañarse a sí mismo.
Dios querido, estaba escapando. Había estado escapándose por mucho tiempo. Esa realidad lo irritó. Hethe siempre se había enorgullecido de su coraje. El coraje en las batallas era todo lo que tenía para enorgullecerse . había sido exactamente un hijo ejemplar, ni un marido ni un lord ejemplar . Y ni siquiera había notado sus deficiencias como lord hasta muy recientemente. Ahora, sabiendo que el coraje en las batalla era el resultado
de su escape, tenía que preguntarse . De qué diablos estaba huyendo? De la falta de placer ?
No, no podía ser solamente eso, él decidió. Las batallas no eran placenteras . Era miedo, entonces ? Hethe consideró eso seriamente, mas no le pareció la respuesta correcta. No había escapado de Tiernay porque le temiese a su esposa, o porque le
Temiese a quien estaba intentando matarlo . Estaba consciente de la amenaza y confiaba en que podía cuidarse … ahora que estaba seguro que se trataba de un ataque contra él.
"Entonces , por qué carajo no vuelves allá y resuelves todo esto?" murmuró para si mismo con frustración. Con un suspiro, se forzó a calmarse y pensar claramente . La respuesta probablemente estaba en la primera batalla que había peleado . Consideró
esa situación , permitiendo los recuerdos lo inundasen . Había tenido una discusión con su padre. Bien, suponía que llamarla una discusión era algo engañoso.
Básicamente había sido su padre gritando, rugiendo y criticándolo .
Con ese único recuerdo una vieja furia creció dentro de Hethe, y él repente supo la respuesta. Se había escapado de su propia rabia. Ese día había soportado todo el enojo de su padre , poniéndose cada vez más furioso mientras su padre lo azotaba verbalmente . Había apretado los puños , un zumbido había sonado en sus oídos , y su sangre había parecido hervir. Había querido atacarlo . Había querido arrancarle miembro por miembro a su padre . Había
Sentido una ira letal. Y eso lo había aterrorizado. Había dejado Holden ese día y se había dirigido a una batalla, un lugar donde pudiese descargar ese impulso asesino . Y había hecho cada vez que esa ira reaparecía - que era cada vez que volvía a Holden mientras su padre todavía estaba vivo.
Y luego había sido Nerissa. Pero ella no le había causado ira . Ella había sido una muchacha dulce, inocente y serena. Había sido su muerte que lo que lo había afectado mal. Había volcado la ira que sentía por su padre hacia sí mismo. Pues en realidad él le había fallado a Nerissa . Su muerte había sido el resultado de su fracaso para postergar la consumación. Claramente podía recordar su propia frustración y su furia el día de su muerte. Había deseado lastimar a alguien. Y había vuelto a las batallas.
Hethe supuso que estaba haciendo lo mismo ahora . La rabia y la frustración lo estaban corroyendo , así como la culpa por lo que había sucedido en Holden en esos últimos años. Nuevamente había tenido muchas vidas en sus manos, y nuevamente había fallado en protegerlas . Hethe había dejado Tiernay planeando cabalgar hasta donde estaba el rey y sus
hombres, a un lugar a donde participar de una batalla y donde poder romper algunas cabezas.
La verdad era que no hallaba ninguna paz huyendo, porque no podía escapar de si mismo ni de la ira alimentada por su padre, . Era el momento de dejar que esa ira se expresase .
Debo volver a mi casa y mi esposa, él pensó , y una imagen de ella sonriendo apareció en su mente. Su boca se curvó en una sonrisa ,y realmente se sintió serenado con solamente pensar en ella. Entonces se acordó del dolor y la rabia de los últimos minutos antes de partir, y sintió dolor en su corazón. No había querido lastimarla . Tampoco esperaba que haberla lastimando le
Doliese tanto . Pero - extrañamente - le dolía , y eso también lo ponía feliz , muy feliz.
Disminuyó la velocidad de su caballo mientras esos pensamientos se cruzaban por su mente, e inmediatamente supo exactamente lo que ellos significaban.
La amaba.

El pensamiento no lo sorprendió. Ella le había gustado desde la primera vez que se habían conocido. De ahí al amor no era un salto tan grande, y Helen definitivamente era una mujer merecedora de esa devoción. Pero él era un hombre merecedor de su amor? La pregunta le causó un pequeña dolor en el corazón. Entonces recordó el sexo , las risas , el ingenio , la belleza y la amabilidad de ella . Helen era una mujer especial.
Ellos habían conversado bastante el día que habían consumado el matrimonio. Después de la primera vez, se habían sentado en las sillas cerca del fuego , habían comido y bebido . Helen había estado envuelta en una toalla , y él había estado desnudo. Habían comido en un silencio extrañamente incómodo al principio . Pero luego el vino les había soltado la lengua.
El se había enterado de cosas sobre su infancia, de la pérdida de su madre, de como su tía había tomado la responsabilidad de criar a Helen. Luego le había contado de la muerte de su padre y de
Todas las responsabilidades que había asumido desde su muerte. Helen se había tomado esas responsabilidades muy seriamente .Y Hethe había sentido vergüenza mientras la escuchaba. Ella
Sentí gran afecto y responsabilidad por su gente . Ella conocía sus nombres, sus trabajos, sus penas y alegrías , sus puntos fuertes y sus debilidades. Lady Helen de Tiernay verdaderamente era una mujer noble.
Hethe pensó con su mente dividida en dos . Una parte enfocada en las semejanzas entre él y su esposa. Si bien ella nunca se lo había dicho, él había oído historias sobre cuan poca
atención su padre le prestaba , y cuan fría e indiferente la relación entre ellos había sido. No muy diferente de su propio padre, quien, cuando se molestaba en hablar con Hethe ,
sólo era para criticarlo. Las madres de ambos habían muerto mientras ellos eran niños , y mientras Helen había tenido a su tía para oucpar ese lugar, Hethe sólo había tenido a William y a Stephen .
También, ambos - él y Helen - habían sido decepcionantes para sus padres - Hethe por su problema con la escritura y la lectura, y ella porque no era el hijo varón que su padre esperaba .
Si , había muchas cosas en común . Pero también habían
diferencias. Las historias que ella le había contado mostraban como siempre que había habido un problema o conflicto, Helen se había arremangado las mangas y lo había enfrentado. Como había hecho cuando Templetun había llegado con la orden del rey para casarse . A pesar de pensar que Hethe era un bastardo cruel, que podría haberla matado, Helen no había escapado a la seguridad de un convento ni se había escondido detrás de votos religioso . Ella había decidido permanecer y luchar , inventar un plan y llevarlo a cabo. Lo que era lo opuesto a los que
Hethe siempre hacía. El siempre se marchaba , dejando toda la
responsabilidad en los hombros de Stephen y se refugiaba en la seguridad de emocionalmente distante de la guerra. Podía comprender eso ahora, aunque no lo había hecho en su momento.
No iba a huir nuevamente, Hethe decidió. Era el momento de dejar de reaccionar como un niño y comenzó a actuar como unadulto . Tiempo de hacer frente a sus
responsabilidades, sin importar cuan inadecuado se sintiese para lidiar con ellas. No podía hacerlo peor intentando que huyendo. Si. Volvería a Tiernay y resolvería los asuntos . También, Hethe decidió, iba a hacer su mejor esfuerzo para hacer que su esposa correspondiese a su amor. Extrañamente , esa determinación para enfrentar las cosas, para confrontar sus miedos, le dio una sensación de objetivo en la vida. Y también parecía apagar
las últimas brasas de la ira que había estado ardiendo en su pecho.

Hethe detuvo su caballo y lo hizo girar cuando un dolor lo paralizó. Lanzando un jadeo , miró hacia abajo y su pecho vio una flecha clavada . Entonces comenzó a deslizar fuera de su caballo. Tenía el cuerpo dormido, se dio cuenta que sus manos y su cuerpo se rehusaban a obedecer sus comandos. Sintió que golpeaba el suelo . Oyó el ruido de su caída y el bufido asustado de su caballo antes que saliera corriendo , dejándolo acostado
solo en el camino.
Estaba caído de costado, su mejilla apretada contra el suelo y eso le permitió ver su propia sangre manando del pecho. Ahora nunca llegaría a decirle a Helen que la amaba.

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