viernes, 11 de junio de 2010

LOLLIE - CAPITULO 14 - JILL BARNETT

CAPITULO 14


"Crees que podría hacer algo que yo te encomiende ? Sam preguntó, recurriendo a una vieja treta.
Sus ojos se iluminaron y levantó la vista . Lollie asintió con la cabeza. Sam casi sintió lástima por ella
Casi.
"Está bien," él dijo, inclinándose hacia abajo como para contarle un secreto de Estado. " Quiero que te quedes aquí mientras yo reviso el río ".
Ella se volvió para mirar la densa y oscura selva que los rodeaba , su cara era de duda. "No sería mejor si me quedase con vos?"
"No". Sam disimuló su sonrisa y se puso serio. " Es mucho mejor si te quedas aquí. Necesito que protejas el flanco. Es un trabajo importante ".
Lentamente ella inclinó la cabeza concordando , pero todavía mirando preocupadamente la densa selva. Él empezó a alejarse,
sabiendo por experiencia que ese era el lugar más seguro para ella. Necesitaba ver si el barco o cualquiera de los soldados, españoles o guerrilleros rebeldes, todavía estaban en el río.
"No debería tener un cuchillo o un arma o algo para defenderme?"
No si quiero llegar vivo al final de este día, Sam pensó, pero respondió, " Alguna vez has disparado un arma ?"
Ella asintió con la cabeza. "Una vez". El tono de su voz le dijo todo lo que necesitaba saber.
"Uh , Resultó tan mal?
" Le disparé al vidrio de la ventana del estudio de Jeffrey".
" Ah, tu hermano mayor . El que le contaste sobre su nombre ".
"Oh, te acuerdas". Su cara se iluminó.
Cómo podría olvidarme cuando estuviste hablando sobre durante diez minutos seguidos? Sam no dijo eso,
Pero se inclina la cabeza en vez de eso.
Su sonrisa desapareció. "Pero Jeffrey no estaba allí ".
"Suerte para él".
Ella hizo una mueca, luego admitió, "Pero mi hermano Jedidiah si estaba".
Su expresión era tan seria que Sam no se quiso permitir sonreír. Pero hizo, sintiendo una empatía extraña y repentina con ese hermano de ella.
" Después de romper el vidrio de la ventana la bala pegó en la lampara de gas sobre el escritorio. Jed estaba trabajando en ese momento ".
Sam esperó por el resto.
Ella lo contempló. "Diez puntos y él no recuperó la consciencia hasta la hora de cenar. "
" Yo me quedaré con el arma. Vos no lo necesitarás ". Sam se dio media vuelta y empezó a ir hacia el río. Necesitaba escapar antes que ella comprendiese lo que había hecho.
"Por cuánto tiempo te irás?
Él se detuvo y se dio vuelta . Ella estaba asustada, sentada allí abrazando sus rodillas y mirándolo con los ojos muy grandes. Entonces Lollie intentó sonreír. Pero falló y miró sus rodillas en vez de eso.
" No mucho tiempo".
Ella inclinó la cabeza y continuó mirando la densa selva como si temiese que fuese a tragarla . Lollie suspiró resignadamente. Nada de discusiones, nada de lágrimas, nada de gritos o súplicas , sólo una pequeña chispa des esperanza. Él casi aflojó y la dejó venir con él. Pero el sentido común lo detuvo.
Ella estaría más segura aquí. " Solamente recuerda, no dejes este lugar. Es muy fácil perderse. Quédate aquí ".
Él estaba a ocho metros de distancia cuando él se oyó su balbuceo, " Cómo podré proteger el flanco sin un arma ?"

Sam ya había estado contando. Se había requerido diez segundos para que ella se diese cuenta de eso, pero para entonces él
Ya estaba a una distancia segura . Fue hacia el río, bastante seguro que si alguien todavía estaba allí sólo sería una persona para proteger el bote. Los rebeldes solían dispersarse
Si eran atacados en la selva, pero en ese bote Luna y sus hombres habían sido patos apresados.
Los españoles muy probablemente habían sido los vencedores en esa escaramuza. Sam había resuelto que seis de los
ocho hombre habían estado rastreando a Lollie y a él. Probablemente a esa altura se habían metido mas profundamente en la selva, y todavía estaban buscándolos .
Cuando se acercó al río, Sam caminó lentamente hacia la orilla, asegurándose de permanecer detrás de alguna cobertura. Escudriñó el área. El barco todavía estaba allí, amarrado a un árbol de la orilla opuesta. Buscó al guardia. No había ninguno. Eso no podía ser verdad.
Desconfiando, él esperó un poco más , buscando algún signo de movimiento en la cubierta.
No tenía sentido dejar el bote sin guardia. Los españoles así como también los rebeldes apreciarían el valor de un barco. Enterró el rifle debajo de una pila de hojas, gateando entre los arbustos, y reptando hacia el agua. Después de tomar varias respiraciones profundas se sumergió y luego nadó por debajo del agua hacia el lado babor del bote. Lentamente y cuidadosamente salió a la superficie, avanzando silenciosamente para dar una mirada del otro lado.
Ningún guardia.
No podía ser tan afortunado. El barco sin guardias era un regalo del cielo . Sam podría traer a Lolliepop y arrancar el motor del bote. Estarían en el punto del intercambio de la rehén en Bahía Colorido
antes del anochecer. Pero primero necesitaba revisar el barco. Lentamente nadó hacia la orilla más cercana.

Si Lollie había aprendido una lección en esos últimos y largos minutos, era que la selva nunca estaba en silencio. Las aves graznaban y chillaban, sonando como un ser humano gritando a la distancia. La humedad penetraba el aire, formando un rocío grueso que se depositaba sobre las hojas y las ramas y cayendo como llovizna intermitente .
Poca luz lograba llegar al suelo de la selva, haciendo que todo alrededor de ella pareciera húmedo y oscuro. Atisbó el primer pedazo de cielo que apareció a la vista por encima de las altas copas de los árboles. Se sintió pequeña y atrapada, como si la selva pudiese tragarla como una gota de rocío.
Un solo rayo de luz se filtraba a través de las copas de los árboles, cayendo sobre su mano guste una bendición. Lollie se fue moviendo para que el baño de luz solar la cubriese completamente. Ese haz de luz en la oscuridad de la selva la reconfortaba. Pero esa tranquilidad fue de breve duración una vez que los insectos comenzaron a zumbar más fuerte. Sabía que esos bichos



Estaban en todas partes. Observó una mosca verde brillante con patas de saltamontes y un bicho rojo de fuego revoloteando
de planta en planta
Sus manos comenzaron a temblar. Ella tragó en seco , buscando mantener el control sobre ella en ese ambiente extraño y opresivo. Más que nada , quería desahogarse de ese miedo gritando hasta que su voz quedas ronca. Pero no lo hizo , porque no quería ser amordazada nuevamente, y una parte de ella necesitaba desesperadamente probarle a Sam Forrester, y a sí misma, que ella no era la típica mujer dada a la histeria.
Una ramita se partió detrás de ella. Lollie se paralizó, sin respirar, solamente escuchando.
Captó el olor de algo. Un paso silencioso sonó ... muy cerca.
El olor se hizo mas fuerte . Era olor a sudor humano. Lollie cerró sus ojos. Otra vez una ramita rota. Sus ojos se abrieron repentinamente ; su mano se cerró sobre un pedazo de tierra húmedo, y la humedad se filtraba a través de sus dedos, entorpeciendo sus manos. Tomó un respiración poco profunda y lenta.
De reojo vio una sombra titilar. Un áspera y delgada cuerda se cerró alrededor de su cuello ... Luego se tensó, estrangulándola. Ella soltó la tierra y agarró la cuerda, y jalándola bruscamente fuera de su garganta.
Algo paso zumbando cerca de ella. Parecía como un viento. Un ruido seco sonó. La cuerda instantáneamente redujo su tensión . Un soldado español yacía a su lado , un cuchillo clavado en su pecho. Un grito de terror perforó el aire. Era de Lollie .
Sam salió de entre los arbustos delante de ella, su cara era una máscara salvaje. Caminó con grandes pasos hacia el soldado y lo pateó para ponerlo de espalda.
"Dios " Lollie cubrió su cara.
"Vamos , salgamos de aquí". Él agarró su brazo y la empujó bruscamente para ponerla de pie, luego metiendo su cuchillo de vuelta en su vaina.
Lollie no se atrevió a mirar atrás, tomó tres respiraciones profundas para aquietar los golpes de su corazón. Luego lo miró. Su cara era dura, apenas humana. Su boca, apenas una grieta en su cara delgada e inquebrantable, al igual que su mirada . Sam la miró con frialdad. Luego observó al hombre muerto con una expresión despiadada. Sam Forrester no necesitaba dos ojos para fulminar con la mirada. Uno era suficiente para su mirada mortal.

Pareció como si hubiesen caminado por siglos, o al menos sus pies se sentían así. Sam no hablaba . Sólo maldecía cuando ella
Se Caía , lo cual acababa de suceder.
"Vamos ". Él agarró su mano y la arrastró con él.
"Nos siguen ?
"No parece ".
"Pero el hombre que mataste ..."
" Él nos podría haber estado siguiendo, pero también podría haber sido dejado en el río para sacar a todos los rebeldes del barco. Ahora Él está muerto. No tiene importancia ".
Por su tono Lollie podía deducir que el tema estaba cerrado.
Varios centenares de metros más y emergieron en la ribera a donde Sam la había llevado después que la había rescatado del agua. El barco estaba anclado en la orilla contraria, y Lollie se detuvo, asumiendo que ellos ahora tendrían que cruzar el río, y ella no quería volver a pisar ese barco.
Pero estaba equivocada. Sam empezó a caminar río abajo.
" A dónde vamos ? El barco está allí ".
" No podemos tomarlo" . Él continuó, sin nunca dejar de caminar . " El motor está lleno de agujeros de los balazos. Ese barco está muerto , lo cual es lo que te va a suceder si no aceleras el paso ".
Lollie se apresuró detrás de él, sonriendo porque no tendría que subir al barco.
"Oh, eso es bueno".
Sam se detuvo, mirándola con el ceño fruncido . " Me estoy dando cuenta que vos y yo no vemos cosas con la misma lógica
, pero aun así no puedo entender por qué te da tango gusto estar varada aquí ".
Lollie se rió. " Oh, no quise decir eso. Me alegro por el barco ".
Sam la observó por un momento silencioso, luego se rascó el mentón pensativamente mientras sacudía su cabeza como si la comprendiese perfectamente. Todos sus movimientos eran exagerados.
" Es perfectamente lógico. En vez de un cómodo viaje por agua de dos horas, te alegras porque tendremos que caminar muchas millas de selva y barro ".
La expresión cargada desdén en su cara hirió el orgullo de Lollie. El hombre la trataba como si ella no tuviese cerebro y como si fuese una snob débil e histérica. Decidió evitar el asunto de sus mareos en los barcos . " No me gustan los barcos".
Él murmuró algo indistinguible. " Bien, Señorita Lah-Roo, espero que te guste caminar tanto como te gusta hablar, porque la bahía queda a medio de día de caminata de un soldado entrenado para moverse en la selva ".
Él la recorrió con una larga mirada de evaluación , luego sacudió la cabeza, y cuando él la volvió a mirar otra vez Lollie supo que Sam la consideraba carente. Sus palabras siempre contenían una falta de respeto, y eso realmente le dolía.
Ella no podía negar había nacido en medio de privilegios y que él había nacido en un ambiente pobreza. Y le parecía injusto que él la despreciase por algo que ella no podía controlar. Era tan injusto como odiar a las personas por la forma de sus narices o por el color de sus ojos o de sus cabellos.
Cada vez que ella intentaba ser solidaria , ofrecerle su comida o intentar ayudarlo, él groseramente rechazaba su oferta , y
ella no sabía cómo lidiar con ese tipo de reacción. Le dolía tanto que en todo lo que podía pensar era en correr herida a su rincón oscuro y solitario, porque cuando ella estaba resguarda en su rincón él no era tan cruel.
Lollie no lo comprendía, ni a él ni el mundo confuso, veloz y violento en el que él se movía. La atemorizaba . Ninguno de sus hermanos estaba aquí, y en ese momento ella le habría dado la bienvenida incluso a la cara Jed . Aunque él era muy duro con ella, Lollie sabía que él se interesaba en el bienestar de ella.
Ahora todo lo que tenía era a Sam, y para Sam Forrester ella no era nada. Él no entendía que ella no sabía cómo hacer cosas en ese mundo salvaje . Todo aquí era diferente. Necesitaba desesperadamente tener algo familiar, algo de normalidad,
Algo de ella. La única cosa cercana y familiar era Sam. Él era un hombre, como sus hermanos, y era americano, como ella .
Él la tocó con el rifle. " Muévete! Si quieres ver a tu papito ".
Un americano excesivamente masculino y excesivamente rudo, ella se corrigió. Desalentada por su actitud, ella desenterró una buena cantidad de orgullo sureño, levantando su mentón y empezó a caminar dignamente en sus zapatitos inestables. A menos de cinco metros de caminata orgullosa ella se cayó boca abajo sobre un arbusto mojado y hediondo . Se esforzó para ponerse de rodillas y se preparó para que él la ayudase a ponerse de pie .
Pero Sam no lo hizo. El rey de los barrios bajos de Chicago pasó de largo al lado ella ... Maldito yanqui arrogante.

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