lunes, 14 de junio de 2010

LOLLIE - CAPITULO 19 - JILL BARNETT

Capítulo 19


Sam no lo podía creer. La señorita Lollipop se mantenía firme. Ninguna queja, ni llanto , y lo más sorprendente: ningún tropezón. Por supuesto él había bajado la velocidad de la marcha,
Tranquilo por saber que el campamento ahora estaba a un día de caminata , y no había habido señales de los españoles . Otra sorpresa.
Él miró hacia atrás, por sobre su hombro. Ella venía un poco mas atrás, prestando atención a donde pisaba , la razón por la cual no se caía cada cinco minutos .
En lugar de caminar distraídamente , mirando a cualquier lado, como hacía antes, ahora caminaba observando el suelo , además con la falda más corta ya no se enganchaba en los arbustos.

Mirando hacia adelante , Sam comprobó el ángulo de la costa. En los último pocos minutos habían estado subiendo una pequeña cuesta, y varios metros mas delante la colina se hacía mas abrupta y rocosa.
Observó a Lollie trepar la cuesta , más lentamente , por el peso adicional de los cocos. Si descansasen aquí, podrían comer uno de los frutos , haciéndole mas liviana la carga. Una parte de él quería sacarle ese peso , pero algo en la actitud de ella lo detuvo. Ella pareció contenta de tener algo que hacer, algo de lo que era responsable. No quería quitarle eso , en parte porque parecía tan importante para ella y en parte porque la mantenía dócil,
Y - Gracia a Dios - en silencio .
" Descansaremos aquí". Él apoyó el rifle contra un árbol, desenganchó un cuchillo, y se agachó , esperándola dejar caer la carga de cocos. Ella lo hizo, luego se inclinó contra un árbol, se sentó l y abrazó sus rodillas contra su pecho. Sam cortó un coco y
lo partió al medio . Bebieron la leche, y luego él excavó la carne y le dio un gran trozo .

" Tenemos que atravesar esa colina ," él dijo cortando mas coco . "Es una subida bastante abrupta . No quieres aliviar tu carga? ".
"Quieres decir dejar mis cocos aquí?" Ella lo observó como si él le hubiese sugerido cortarle las manos.
"La última vez que te miré, esa era la única carga que llevabas". El comentario irónico fue automático, pero Sam logró refrenar el resto de su pensamiento - que cortarle la cabeza no aliviaría la carga en nada. No le pareció necesario en ese momento . Las últimas pocas horas habían sido bastante tolerables, incluso había sido tan buenas como si hubiese hecho el trayecto a solas.
Ella miró los cinco cocos restantes como si fuesen sus mascotas favoritas. " Pueden ser un poco pesados, pero solamente comimos uno, eso significa que en el futuro la carga será mas liviana ". Lollie sonrió y él casi podía ver su cerebro funcionando lentamente. " No supondrás que yo ... "
"No". Él se puso de pie , dispuesto a moverse antes que ella fuese lo suficientemente tonta como para pedirle que cargase esos malditos cocos.
" No pensé eso" . Ella suspiró profundamente , luego se levantó y nuevamente cargó los cocos sobre sus hombros.
" No estamos muy lejos del campamento. No necesitas todos esos cocos. Si es demasiado para vos , déjalos aquí ".
Su cara adoptó una expresión determinada. " Ese no es el punto. Cargar estos cocos es mi trabajo, y voy a hacerlo ".
"Como quieras , entonces". Sam se dio vuelta y cerró la distancia de cien metros entre ellos y la senda de la ladera. Ella iba detrás de él, y por la siguiente hora escalaron un camino abrupto y trepando paredes de roca que a menudo bloqueaba el progreso.
Ella seguía de él , y Sam se dio vuelta a tiempo para verla a abofetear Su cabello. Ella le dio una mirada desconcertada a su mano, luego sacudió la cabeza y esperó.
Aparentemente nada serio había ocurrido , porque Lollie se encogió de hombros y encontró su mirada .
" Creí haber sentido algo. Ella se dio vuelta . "Ves usted algo ?"
Él inspeccionó su espalda . " No hay nada. Ni un mosquito ". Él se dio vuelta y escaló una saliente rocosa.
Sam bajó el bolso y le tendió una mano. " Vamos , necesitaré ayudarte en esta sección ". Él la levantó encima del estante estrecho de roca.
Agachándose al lado del bolso , Sam extrajo una cuerda y ató un extremo alrededor de su cintura. Se dirigió a Lollie.
" Necesito atar el otro extremo de la cuerda en tu cuerpo . hay una caída de ochenta metros hasta el suelo ". Él ató la cuerda mientras
ella miraba por sobre su hombro. "Listo ".
Él se puso de pie ; ella todavía contemplaba el acantilado.
" No mires hacia abajo".
Ella acomodó la mochila improvisada de los cocos y le dio una mirada aprensiva.
"Deja los cocos, señorita Lollie ".
Ella negó con la cabeza, pero no dejó de observar el vacío.
" Si miras hacia abajo, te marearás, y eso nos meterá ambos en problemas. Comprendes ?"
"Bien ". Ella levantó las vista hacia la de él y le agarró la mano con fuerza.
Les llevó casi cinco minutos eternos lograr recorrer tres cuartas partes del borde del acantilado . Todo el tiempo, Sam continuó hablándole como si estuviese serenando a un caballo encabritado.
"Quédate contra la pared, Lollie," él dijo, moviéndose más delante en la sección más estrecha . " Es muy estrecho aquí -"
Lollie jadeó .
Sam se reprochó haberle dicho que era estrecho y por - probablemente - haberla asustado sin sentido .
" Está bien. Sam se dio vuelta para tranquilizarla ... y se paralizó.
"No te muevas," le pidió , esperando por el amor de Dios que ella no lo hiciera.
Una enorme tarántula negra avanzaba desde los cocos hacia su hombro izquierdo.
Sam pudo ver los ojos cautelosos de Lollie moviéndose lentamente hacia la izquierda.
"No te muevas!"
Su boca de ella se abrió .
La había visto.
Sus ojos se ensancharon con espanto.
Él podía ver el grito originándose. "No lo hagas ..."
"Aaaaaaaak!"
Él se movió hacia ella.



Ella saltaba en el borde del acantilado, y agitaba violentamente los brazos sobre su cabeza y su cabello, gritando. Dios! Eso si que era gritar.
La araña voló por el aire en una pelota negra y peluda, así como los malditos cocos.
Él extendió la mano para agarrar un brazo que se sacudía frenéticamente .
El borde del acantilado se agrietó, pero ella continuó rotando sus brazos mas rápidamente que una veleta en un vendaval en Chicago.
Sam sujetó la cuerda en un asimiento fiero. En cualquier segundo sentiría el peso de Lollie arrastrándolo fuera del borde del acantilado.
La cuerda se sacudía tironeando su cintura . Un instante más tarde la cuerda se resbaló en sus manos quemándole las palmas. Sam la apretó con más fuerza, ignorando la quemadura, asiendo firmemente la cuerda hasta que finalmente dejó de moverse.
Pero los gritos no se detuvieron.
Sam respiró profundamente y comenzó a enrollar la cuerda alrededor de sus puños, pero de repente comenzó a desliarse con pequeños movimientos.
" Deja de gritar! Y quédate quieta!" Él gritó, luego agregó entre dientes, "Mocosa malcriada".
Él izó la cuerda que le quemaba la mano. Pudo sentir cuando ella se aquietó, y continuó izándola hacia arriba. Sus sollozos disminuyeron cuando llegó a la orilla y cuando finalmente la subió al borde rocoso.
"Oh, Dios , oh, mi Dios ," Lollie gimió, agarrando sus manos. " Sácame de aquí! ".
Él la colocó contra la pared de roca.
" Viste ... eso ... esa ... cosa ... horrible?" Ella apenas podía pronunciar las palabras de tanto que temblaba.

Él se hincó de rodillas, la cuerda todavía sujetada en sus manos. No sabía si pegarle o abrazarla. Ella tomó la decisión al acercarse a él, luego gateando para ponerse entre sus brazos mientras enlazaba su su cuello . Sam podía sentir los latidos acelerados de su corazón.
" Era horrible, negra, y peluda," Ella murmuró contra su pecho, sus brazos todavía enlazados alrededor de su cuello. Ella todavía temblaba. Muy lentamente Sam empezó a poner sus manos su pequeña espalda . Se detuvo en la mitad del movimiento. No debería tocarla. No quería tocarla. No podía tocarla. No la tocaría. Sus manos se cerraron en puños , luego se abrieron y empezaron a cerrarse en su espalda , más y más abajo
Ella se alejó , secándose las lágrimas y tragando en seco .
Su boca estaba un poco seca. Él la miró , usó algo del sentido comón que le quedaba , y preguntó, "Estás bien ? "
Ella suspiró y asintió.
" Bien . Ahora puedo estrangularte ".
Ella lo observó por un momento largo, luego estalló en lágrimas, llorando a todo pulmón.
Sam hizo una mueca, completamente convencido que se había muerto y ese era el infierno, lleno de llantos y gritos, .
" Perdí los cocos!" Lollie dijo con un gemido.

Por la forma triste en que ella lloraba , Sam no se atrevió a causarle
más problemas. Había vergüenza y derrota en la voz de la señorita sureña, como si ella tuviese la culpa de la caída del Imperio Romano y de la plaga negra de Europa por haber dejado caer unos malditos cocos infestados de arañas.
Casi sonrió con sus pensamientos, pero la observó por un momento , decidiendo que más conveniente para ella que llorase , aunque eso no fuese muy agradable para sus propios oídos .

La señorita Lollie era un gracioso grano en el culo . Su primera impresión había sido que era una niña rica consentida. Ahora se lo cuestionaba . Además de lo desamparada y problemática que parecía ser Lollie LaRue - Sam sacudió la cabeza, todavía incapaz
De aceptar ese nombre - había algo mas en ella: soledad e inseguridad, cosas que él suponía el dinero debería compensar.
La soledad no era ajena a Sam, recién ahora él había empezado a disfrutar el estar solo. Él controlaba su vida y eso le gustaba . Escogía sus amigos cuidadosamente y los podía contar con los dedos de una mano. Le costaba darle confianza a la gente. Forzaba a la gente a ganarse su confianza, y él era tan duro en esa exigencia que usualmente la gente se rendía.

Los sollozos de Lollie fueron disminuyendo , y él le dio otro minuto. "Estás bien? "
Ella tardó un momento en mirarlo . Sam no la comprendía. Ella
no era una persona lógica. De hecho, su mente trabajaba en base a una ilógica extraña que él nunca antes había conocido . Se preguntó si eso era lo que lo que lo sacaba de quicio.
Bien, fuese lo que fuese , ahora no tenía tiempo para analizarlo. Necesitaba librarse de Lollie de una vez por todas; luego todo volvería a la normalidad.
" No necesitamos esos cocos," él la consoló, esperando que eso la haría terminar con ese espectáculo de lagrimas.
" Yo los necesito. Eran mi responsabilidad ".
Sacudiendo la cabeza con disgusto, Sam se puso de pie
y la levantó. Ella sollozó un poco más, miró a su alrededor , y luego a él. " Odio las arañas ".
" Lolliepop, ven aquí".
Ella dio un paso más cerca , y él puso sus manos sobre sus hombros y la dio vuelta para que ella pudiese el acantilado . Él señaló hacia abajo . "Mira".
Ella estiró su cuello. " Es simplemente otro río".
Ella se secó las lágrimas.
"No," él dijo. " Es un espejo de agua dulce . Ves la cascada ?" Ella asintió con la cabeza.. "Quieres tomar un baño?"
Ella se dio vuelta , sus manos agarrando firmemente la pechera de la camisa sucia. "Un baño?" Ella parecía a punto de desmayarse.
Él sonrió y le quitó las manos de la camisa para agacharse a tomar el bolso y el rifle. "Vamos ". Él agarró su mano y le llevó por el camino rocoso para llevarla al agua. "Vamos por ese baño".

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