domingo, 13 de junio de 2010

LOLLIE - CAPITULO 17 - JILL BARNETT

CAPITULO 17


Lollie se desplomó pesadamente sobre una roca y colocó su cabeza entre sus manos. Le latía de dolor. El cabello caía sobre su cara en una maraña densa, sucia y rubia.
Estaba inmunda. Inmunda. Dolorida y hambrienta. Una parte pequeña parte de ella todavía esperaba despertarse y descubrir que todo esto era una pesadilla. Miró a su alrededor. No era una pesadilla. Era real.
Cerrando los ojos, enterró la cabeza en sus palmas , los ojos le ardían.
Al menos había algo bueno : el Incansable Sam que finalmente le habían dejado descansar , advirtiéndole que no se mueva mientras él iba a buscar sólo Dios sabía qué.
Estúpido ... decirle que no se moviese de allí como si ella podría moverse sola en una selva salvaje , primitiva y horrible . Desearía poder hacerlo . Un poco de vino le vendría bien en ese momento .
Se relamió los labios, deseando sentir el sabor de algo más que agua.
Por centésima vez deseó haber nacido hombre. Un hombre habría sabido qué hacer en esas circunstancias. Habría sido educada con habilidades para la supervivencia en lugar de formarla en modales y etiqueta - algo que era casi tan útil aquí como querer obtener peras del un olmo . Los varones eran criados con una libertad
que las chicas no tenían. Los varones podían cabalgar , gritar e ir a todos lados solos. Aprendía a nadar y a disparar . Pero las chicas tenían que hacer lo que era socialmente apropiado.
Y cuando crecieron las cosas sólo se empeoraron. Los hombres podían comer todo lo que quisieron. Las mujeres tenían que tomar bocados pequeños y dejar en el plato la mayor parte de la comida . Se preguntaba quién diablos había inventado esa regla tan tonta. Probablemente algún hombre angurriento .
Muchas veces había observado a sus hermanos comer el jamón equivalente a tres cerdos mientras ella había tenido que masticar lentamente dos o tres bocados pequeños. Realmente habría querido comer el doble de lo ellos comían.
Se rascó el puente de la nariz.

Sam cruzó los arbustos detrás de ella. Sabía que era Sam. Podía olerlo. Y Él olía peor que ella . Lollie no se molestó en mirar hacia arriba. Le llevaría demasiada energía.
"Qué pasa ahora?" Él le preguntó, acuclillándose delante de ella.
" Solamente estaba pensando".
"Estrenando cerebro, entonces. La primera vez siempre es la peor".
Ella lo ignoró. Estaba demasiado cansada, demasiado débil, y demasiado hambrienta como para hacer cualquier cosa.
"Extiende la mano".
Sin mirarlo, ella extendió la mano , esperando sentir la carne seca
Que Él le daba de comer. Estaba lo suficientemente hambrienta ahora como para comerla, o por lo menos para intentarlo .

Una serie de bayas rojas redondas como perlas llenaron su palma húmeda. Lollie se quedó mirándolas como si fuesen joyas perfectas. Para su estómago eran mucho más valiosas que joyas.

" Oh, Dios santo ! Comida la comida ... verdadera! Oh, gracias. Gracias ".
Ella metió cinco bayas su boca antes de acordarse de lo que Madame Devereaux le había enseñado sobre modales y excesos. De cualquier manera las masticó . Estaba cansada de ser una perfecta dama. Además, Madame Devereaux nunca había estado en una selva tropical con uno tuerto que la arrastraba como una locomotora humana.
La locomotora humana habló. " Cómelas con moderación. No es bueno que comas demasiadas ".
Tenían un sabor taaannnnn rico. Lollie metió algunas más en su boca, y el sabor casi la hizo derramar lágrimas . Comenzó a observar el resto de las bayas en su mano. Eran distinta a cualquier otras bayas que jamás hubiese visto. La piel tan tensa y
el rojo, tan intenso , y la pulpa tenía un sabor tan jugoso y dulce como los suculentos arándanos de primavera de su casa.
Tragó, lentamente, saboreando el gusto , luego abrió los ojos para encontrar la mirada de Sam.
"Mejor ?" Él dijo. Luego su mirada dejó su cara y recorrió
su cuerpo .
Lollie sintió un rubor de vergüenza, dándose cuenta de lo que e debía parecer comiendo esas bayas, luego desvió su mirada.

"Ttiempo de seguir adelante, Lolliepop". Sam se puso de pie , y ella pudo oírlo destapar la cantimplora. "Quieres algo de agua?"
" No, gracias. Las bayas son suficientes ". Ella se lamió los labios húmedos mientras se movía detrás de él. Todavía tenían el sabor de las bayas . Sólo una tonta querría diluir ese sabor dulce con agua . Quería sentir ese sabor por tanto tiempo como pudiese.
Sam no se había movido, y ella todavía podía sentir el calor de su mirada . Se levantó, todavía con suficiente dignidad como para alisar las arrugas de su vestido.
Lollie casi podía sentir su sonrisa cuando pasó por al lado de él para volver a internarse en la selva. Parecía que ella era una fuente de entretenimiento para Sam Forester. Algunos minutos atrás eso la habrían molestado, pero ahora, con esas deliciosas bayas en sus labios y el estómago satisfecho, ella no le puso mucha atención . Déjalo que ría. Una LaRue de Belvedere, dueña de la propiedad Hickory House , de las industrias Calhoun , y de las granjas Beechtree, estaba muy por encima de ese hombre ,especialmente ahora que no tenía hambre.

Ella caminó detrás de él, y algunos minutos más tarde se sentía tan aburrida que se se aventuró a entablar una conversación con Sam Forrester. " De dónde sacaste esas bayas?"
" Crecen en la parte alta de la selva , el lugar donde estamos ahora". Él se detuvo y esperó que ella lo alcanzase. "Ves esas orquídeas púrpuras ?"
Ella siguió su dedo señalando unas orquídeas exuberantes.

" Las ramas del arbusto de las baya se retuercen alrededor de esas plantas. Si miras atentamente verás pequeñas bayas debajo de las flores ".
Lollie fue hacia una de las plantas. Levantó la flor y
Vio pequeños racimos de esas bayas deliciosas. Agarró unas
pocos y las metió en su boca, sonriendo mientras se volvía hacia él.
"No comas muchas ," él advirtió .
Ella asintió con la cabeza, pero se deleitó con el sabor increíblemente dulce de las bayas. Estaba buenísimas!
Sam sacudió la cabeza y siguió avanzando . Lollie empezó a seguirlo pero se detuvo, volviéndose a la planta y agarrando un puñado más de bayas. Eran para el camino .
Luego se apresuró a alcanzarlo, metiéndose unas bayas mas en la boca cuando Él no la estaba mirando.
Con el espíritu renovado Lollie siguió a Sam , observándolo
Abrirse camino en el follaje denso . Cada golpe firme con su machete hacía caer varias cañas de bambú .
Pero realmente ella no estaba mirando el cuchillo. Observaba el cuerpo macizo de Sam Forester
.
Su brazo sólido cortaba el aire con el poder de una guillotina. Sam enarboló su machete nuevamente, y ella observó como su musculoso brazo se tensaba exhibiendo sus venas.
Comió algunas frutitas más - Dios! Eran adictivas - y su mirada se movía del brazo musculoso al machete. El brazo de Sam era tan ancho como su muslo, pero su muslo era blanco y el brazo de él estaba muy bronceado. . Lollie reflexionó y comió otro puñado
de bayas mientras trataba de recordar los brazos de Jeffrey , quien casi tan alto como Sam, pero no tan forzudo. Harlan era muy delgado al igual que Harrison. Leland y Jedidiah eran más bajos que Sam pero fornidos. Lollie no podía recordar haber sentido
interés en observar los traseros de sus hermanos.
Pero el de Sam , realmente era algo digno de ser observado con detenimiento . Repentinamente sintió ganas de extender su mano y tocarlo sólo para ver si los músculos eran tan sólidos como se veían.
Metió la mano en el bolsillo de su vestido y buscó a tientas unas bayas más. Se había comido toda . Consideró la distancia. Sam sólo estaba un poco mas delante que ella ahora, si corría hasta la planta de orquídeas, arrancaba algunas bayas y luego regresaba corriendo podría seguirlo nuevamente.

Aproximadamente diez minutos después Sam se detuvo y le ofreció agua. Lollie bebió brevemente , luego le devolvió la cantimplora. Sam la miró , había una expresión extraña en
Su cara.
"No habrás estado comiendo más bayas, verdad ?
Lollie tenía una filosofía, una que había usado con sus hermanos muchas veces .

Si un hombre comienza una pregunta con " No habrás ..." duda de lo que él en realidad quiere decirte " Sin duda usted no podría
Sea tan estúpido en lo que se refiere a haber hecho tal cosa ".
Una pregunta tramposa merecía otra pregunta tramposa.
"No pensarás que yo haría eso, verdad ?" Ella llevó una mano a su cuello para enfatizar su horror por el hecho que él pudiese sugerir algo semejante . Esa técnica había funcionado muy bien con sus hermanos, salvo con Jed. Pues él nunca hacía preguntas, él simplemente empezaba a gritar.
Sam estudió su cara por un momento largo, intentando determinar la verdad.
Luego sacudió la cabeza, colgó la cantimplora en su cinto , y ordenó seguir caminando.
Ella lo siguió observando su espalda atentamente mientras
Tocaba las bayas en su bolsillo. La culpa le impidió comerlas . Pero sólo en la primera media hora.
"Estás segura que no has estado comiendo más de esas bayas?"
Lollie se metió tres en la boca, luego contestó la pregunta con una pregunta propia. " Por qué?"
"Oh, ninguna razón en especial". Él tenía una mirada perdida; luego él tosió varias veces, dándole la espalda - cosa que por supuesto no la molestó ya que encontraba que esa espalda era
fascinante - y rellenó la cantimplora con agua dulce que bajaba por una ladera rocosa.
"Cuánto falta para llegar al campamento?"
" Otro día mas. Vea esa pequeña montaña?"
Ella asintió , aunque su definición de " pequeña" era obviamente diferente a la suya.
" Una vez que la crucemos estaremos más cerca .Lista ?"
Ella asintió con la cabeza, sonriendo con la boca cerrada para que él no se diese cuenta que se había comido dos más.
Sam la observó por un largo rato. Lo que le causó un poquito de preocupación, hasta que se recordó que no había forma de que él pudiese ver las bayas. Ya estaban en su estómago.
Lollie sonrió abiertamente. También lo hizo él.

En las siguiente horas siguieron atravesando la selva. Cruzaron dos ríos poco hondos. Mientras Sam cortaba follaje para abrir camino, Lollie logró arrancar bastantes bayas.
Se toparon con otra bosque de la palmeras y bambú, y Lollie, sintiéndose mortificada, le preguntó a Sam si podría ayudarlo con el machete.
Él se detuvo abruptamente , se dio vuelta , y le lanzó una de esas miradas masculinas de "vos estás loca?"

"No".
" No veo por qué no," Ella se quejó, su nariz casi sepultada en su pecho, porque él se había detenido tan repentinamente. " No tengo otra cosa que hacer, ms que .... olernos ". Ella arrugó la nariz .
"Bueno, vos no hueles exactamente como una flor de color melocotón ".

" Dije olernos! " Ella plantó sus manos en sus caderas y le lanzó una mirada feroz . " No me dejas hacer nada . No puedo hablar. No puedo cantar. No puedo cantar! Estoy aburrida e inmunda
, y necesito algo en que ocupar mi mente ".
Sam mató un mosquito en su cuello. Él extendió su mano y le tendió el machete . "Aquí tienes, ahora estás ocupada".
Ella estrechó sus ojos, dándole su mejor imitación de una mirada severa de Madame Devereaux.
Él solamente continuó mostrándose complacido consigo mismo.
"Probablemente piensas que no puedo hacerle, no ?"
Él se cruzó de brazos, sin contestarle.
" Pues bien, para tu información, te he estado observando usar este cuchillo por días . Lo levantas y cortas, levantas y cortas. Cualquiera puede hacer eso, incluyéndome amí ". Ella esperó para
Ver si él aceptaba su reto.
Sam le pasó el cuchillo, asumiendo una sonrisa astuta de arrogancia propia de los hombres vanidosos , y él caminó para apoyarse contra un árbol, como si tuviese una larga espera por delante.
Ella le mostraría cuanto tiempo. Le dio golpes cortantes a las palmas gruesas. El machete no cortó . Observando curiosamente el filo por un momento, intentó deducir qué había hecho mal. Lanzó un golpe nuevamente. Las hojas se doblaron pero no se quebraron, y ninguna cayó al suelo como hacía Sam.
"Cualquiera puede hacer esto, huh?"
Lollie se puso rígida ante esa provocación , pero no le dio la satisfacción de darse vuelta . En vez de eso ella agarró el follaje en una mano, agarró el machete firmemente en la otra, y serruchó hasta que finalmente logró separa la hoja del árbol.

Le llevó cinco minutas.
" Buen trabajo, señorita Lollie . A este paso llegaríamos al campamento en ... déjame ver ... a finales de ... agosto ?"
Ella lo miró furiosamente , quitándose una mecha de cabello mojado de sus ojos. Se dio vuelta hacia el follaje , agarrando el machete en la mano derecha, tal como él lo hacía. Luego ella levantó la mano tan alto como pudo. Una respiración profunda
y cerró los ojos y bajó el machete en un semi círculo, igual que Sam hacía, pero acompañó el movimiento con todo el peso de su cuerpo.
Ella se movió con el machete.
El arma se zafó de su mano.
Sus ojos se abrieron repentinamente.
"Demonios!"
El silencio atontado, ella miró boquiabierto a Sam, luego siguió su mirada , arriba, arriba, arriba
Como un águila planeando en las alturas el machete navegaba a través del aire, y luego descendió. Sam casi la atropelló corriendo hacia los arbustos para recobrar el único machete que tenían . Lollie lo siguió tan pronto como pudo.
Para cuando ella irrumpió en un pequeño claro, Sam estaba parado , tan erecto como un nogal en un día de verano. Su cuello estaba rojo escarlata , y sus puños cerrados a los costados. Él levantó la vista . También lo hizo ella.
Allí, clavado en un grupo de cocos verdes, estaba el machete . El árbol tenía aproximadamente treinta metros de altura.

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