jueves, 24 de junio de 2010

LOLLIE - CAPITULO 34 - JILL BARNETT

CAPITULO 34


Con el amanecer anaranjado vino un grupo de nubes oscuras, nubes oscuras de lluvia, tal como Sam le había advertido a Lollie. Él le había estado dando órdenes desde el instante en que había golpeado la puerta y le había dicho que se levantase, bramando que no tenía todo el maldito día. Él le habló otra vez sobre el camino de la montaña, el cuál probablemente no recordaba que había mencionado la noche anterior .
El camino estaba controlado por patrullas españolas. Era más largo, pero mucho más seguro para llegar al pueblo de Santa Cruz, el lugar en que se reuniría con su padre.
Lollie suponía que debería sentirse ansiosa por ese encuentro, pero mucho había ocurrido desde el día en que había salido de su cuarto para esperar a su padre. Ya no tenía el vestido rosado copiado del retrato de su madre . Ya no tenía el cabello rubio perfectamente rizado, ya no tenía los zapatitos con perlas. Ya no existía la chica que había sentido que esa reunión sería el acontecimiento más importante de su vida.
Ella miró sus ropas, la camisa negra de lona, los pantalones, y las botas pesadas. Miró su reflejo en el espejo y a la chica que la miraba desde el vidrio . Todavía tenía el cabello rubio, pero estaba más corto, apenas le llegaba a los hombros. Su cara estaba estropeada por la explosión. Sus labios ya no estaban hinchados, pero los hematomas y un rayón o dos todavía eran visibles. Lollie cojeó con las muletas de bambú .
Esta era Eulalie Grace LaRue. Sus hermanos se morían si la viesen!
Y su padre, qué pensaría ?
Realmente no tenía importancia lo que él pensase. Estaba harta de intentar complacer a un padre que no conocía, estaba cansada de intentar despertar respeto en los hombres que la rodeaban. Sus hermanos la podían proteger, pero la verdad de la cuestión era
que ellos no creían que ella fuese capaz de cuidarse sola. No la
respetaban. Lollie se preguntó si los hombres alguna vez creerían que las mujeres eran capaces para algo . De cierta forma lo
dudaba, y Sam era un buen ejemplo de esa clara falta de respeto Apareciéndose borracho en su cuarto en plena noche... Por Dios!
Lo único que había decidido , yaciendo allí en la oscuridad y observando la puerta que Sam había cerrado con un golpe, era que ya no intentaría ser lo que ella creía que los hombres deseaban.
No había cumplido ni un poquito de esa expectativa hasta ahora. Siempre había intentado tan arduamente conseguir aprobación, pero nadie nunca se la había dado .
Le parecía que cuanto mas lo intentaba, más líos causaba.
Había luchado por la aprobación de sus hermanos y lo único que había obtenido alguna ocasional palmadita en la espalda , y había sido encerradas fuera en una torre de marfil . Había buscado la aprobación de su padre, pero él nunca se había molestado en venir a la casa y permanecer el tiempo suficiente como
Para darle la oportunidad de ganarla. Y ella había pasado todo ese tiempo esperandolo , sólo para recibir decepción tras decepción. Había querido ganarse la aprobación de Sam , pero sólo
había obtenido su desprecio.
Basta de eso . En la oscuridad de la cabaña solitaria Lollie había tomado una decisión. Iba a empezar controlar algunas de las cosas de su vida. Ella estaba harta de tener hombres diciéndole lo que debía ser, hacer y pensar. Sus acciones futuras no podían depender de la aprobación masculina , y de ese modo ella sentiría que tenía algún control sobre su vida. Entonces, tal vez , no haría
Importaría lo que los hombres pensasen.
Ellos ya verían su cambio . Y el primer hombre en verlo sería Sam.

Gómez había venido a buscarla dos veces, afirmando que Sam había exigido que ella debía presentarse en ese mismo instante.
Pero Lollie no lo había hecho . En vez de eso había rengueado al catre, se había sentado con las muletas sobre su regazo, y luego había contado hasta mil. Eso la hizo sentir tan bien que lo había repetido varias veces.
Novecientos noventa y ocho ... Lollie sonrió, imaginando la cara de enojo de Sam . Novecientos noventa y nueve ... se lamió el dedo índice y dibujó una línea imaginaria en el aire. Mil ... y uno para mí!

Se puso de pie , tomó una bolsita pequeña con maní del catre, y la ató a la cintura de sus pantalones. Luego tomó las muletas y se salió de la cabaña, moviéndose lentamente a través del campamento hacia las cabañas de los hombres. Pasó de largo por las entradas de la cabaña, y fue hacia la selva. Todavía
tenía algo más que hacer antes de partir.

Sam le volvió la espalda a Jim y el grupo de soldados que colocaban un techo nuevo en la cocina. Cada vez que un martillo golpeaba un clavo - o sea, cada dos segundos - los dientes de Sam rechinaban. Caminó los cien metros hasta la carreta que los llevaría al camino de la montaña. Fue hacia el buey de repuesto atado a la parte trasera de la carreta, se agachó y comprobó las ruedas por milésima vez deteniéndose cerca del eje trasero. Se inclinó para examinarlo y fue un error monumental.
Un dolor intenso le atravesó como un relámpago la cabeza, era el efecto del exceso de whisky .
Hizo una mueca y se enderezó muy lentamente, justo a tiempo para ver a la mujer responsable de su dolor de cabeza. Lollie LaRue cojeaba con sus muletas,
Sonreía muy orgullosamente . Traía ocho gallos de riña - o al menos lo que solían ser gallos de riña - siguiendola como sus patitos a a la mamá pata.

El ruido de los martillos se detuvo, y todo el campamento cayó en un silencio completo . Entrecerrando los ojos para evitar el sol de la mañana, Sam se dio vuelta hacia los hombres. Lentamente, uno por uno, bajaron del techo, y después lo hizo Jim, quien fue a pararse al lado de Sam.

Lollie se detuvo a unos metros de distancia . Su mentón se elevó, sus ojos azules brillaron con orgullo , y ella dio , " Les traje a los hombres sus gallos. Ves ?" Ella señaló los gallos, que estaban en fila a su lado .
Sam oyó el bufido de risa de Jim, y frunció el ceño, miró hacia abajo por un momento,
Luego frotó su mano sobre la frente de que le latía ferozmente. Estaba contando . En el momento en que levantó la vista nuevamente, el grupo de hombres se había reunido y todos tenían una mirada atónita.
"Bien ?" Lollie dijo con una voz teñida de impaciencia. "Quién le pertenece a quién?"
Sama estuvo a punto de decirle que ella pertenecía en Belleview cuando Gómez dio un paso adelante y señaló el gallo blanco y rojo en la mitad de la fila. " Eso
La mina de uno ".
"Claudette?" Ella se dirigió al gallo.
Sam gimió. Les había puesto nombres.
" Es un animal muy dulce. Aunque al principio era muy agresivo con el pico ".
Jim se rió .
Ella lo miró frunciendo el ceño. No tenía ni idea de que se había reído Jim. Sam sacudió la cabeza.


Lollie habló incansablemente, " Me debe haber mordido la mano tres o cuatro veces. Pero ya no hace eso ahora ". Ella se unió a Gómez, tomó algo que parecía ser un maní de una bolsita colgada en su cintura, y se inclinó abajo. " Aquí tienes, Claudette ... buen chico "
El gallo aleteó una vez, y caminó hacia su mano extendida, tomó
el maní, y lo comió. Lollie metió la mano en el bolsillo de sus pantalones y extendió la mano . " Toma estos. V ama esos frutos secos ".
Los frutos cayeron en la mano extendida de Gómez
"Ahora agáchate ," Lollie lo instruyó.
Gómez se agachó .
"Ahora, extiende el brazo. "
Él lo hizo, y el gallo saltó sobre la mano , luego caminó bamboleándose hasta su hombro, y se sentó allí, como Medusa.
Lollie levantó su mentón y sonrió tan radiantemente Sam tuvo ganas de cerrar los ojos nuevamente.
"Ahora bien, a quién le pertenece Reba?" Ella preguntó, señalando el gallo negro al final de la línea.
Jim se inclinó hacia de Sam y dijo, " Les puso nombres de mujeres ".
" Ya me di cuenta ". Sam la observó hablar con cada uno de los dueños, explicándoles las debilidades de carácter de cada gallo y cómo relató cómo les había enseñado a seguirla dejando un rastro de maníes.
Cada vez que ella decía algo, Jim hacía comentario ácidos entre dientes. Sam ya había tenido suficiente, y se dio vuelta para revisar los provisiones de la carreta.
Para cuando había revisado todo, Lollie había terminado, se había despedido de cada uno de los hombres, y se había acercado para hablar con Jim. Sam subió a la carreta mientras ella le agradecía a Jim por sólo Dios sabía qué.
Luego ella se dirigió a Sam y le sonrió. " Ya arreglé todo con los hombres".
Había arreglado todo . Había logrado domesticara un grupo de gallos de riña. Sam habría apostado que si los gallos pudiesen hablar, ella les habría enseñado a decir "Por favor" y "Gracias," . Nunca había conocido a alguien como Lollie LaRue, y si la suerte estaba de su lado, nunca lo haría nuevamente. No podían haber dos señoritas Lollie en el mundo.



Él la miró, vistiendo ropas del ejército , ni una puntada de rosa Calhoun en su persona, la mitad de su cabello estaba quemado , su piel blanca , amoratada, y su sonrisa, radiante. Era difícil de creer que esa fuese la misma mujer que había llorado en gran parte del trayecto por la selva.
Sam no supo que decirles
Y no le gustó eso.
"Vamos a partir . No puedo perder todo maldito día !" Él dijo esperándola .
Lollie cojeó y se trepó a la carreta, y Sam recordó su tobillo. Corrió hacia ella y la alzó en sus brazos y plantó pesadamente en la carreta, luego lanzó las muletas a la parte trasera. Sin mirar atrás, volvió al buey.
" Estaré de regreso en una semana," le dijo a Jim y luego comenzó subirse.
"Un momento!" Lollie exclamó.
Sam se dio vuelta , preguntándose qué diablos se le había olvidado ahora. Ella acababa de pasar diez minutos despidiéndose de cada ser viviente del campamento.
Jim sonrió, luego silbó . El estúpido mynah aleteó bajando de un árbol y se posó en la cabeza de Lollie . " Awk! Sam ! Caven una tumba para Sam !"
"Bien, estoy lista ahora," Ella le informó, estirando la mano para tomar el pájaro .
Sam se quedó allí sin moverse por un momento .
" Qué estás esperando? Ella le dio al pájaro un maní , quien lo tomó y lo tragó, y luego le dio a Sam algo que pareció ser
una sonrisa astuta. La frente de Sam latió con dolor ; y Él apretó los dientes j. " Ese pájaro no viaja con nosotros ".
" Por supuesto que si. Jim me la dio ".
Sam cerró lo puños. Mataría a Jim, y se dio vuelta para mirar a su mejor amigo.
Los soldados estaban en círculo observando como los gallos realizaban los trucos que Lollie les había enseñado e. Sam buscó entre la gente la cabeza de Jim. Él había desaparecido.
" Creí que tenías prisa," Lollie dijo.
Sam se dio vuelta , su cara caliente por el enojo reprimido . Ella se acomodó en el asiendo situándose sobre las provisiones como la Reina de Java.
Sam miró al pájaro endemoniado. "Una palabra, sólo una palabra del pico de ese pájaro y ... "
" Sam es un cerdo! Ha-ha-ha-ha-hah !" Medusa saltó al hombro de Lollie.
" Shhhh! Medusa. Sam está malhumorado ". Lollie se dirigió al pájaro y levantó su dedo hacia su pico . " Creo que él se siente mal".
Sam se dio vuelta , agarró el rebenque, y espoleó el buey para avanzar por el camino de tierra.
La carreta traqueteó bamboleándose por el camino de tierra.
" Awwwk! Hay que salvar al miserable de Sam !"
Sam lentamente se dio vuelta .
"Shhh!" Lollie le dijo al pájaro, luego miró a Sam y se encogió de hombros.
Él se dio vuelta . Le dolía la cabeza . Encorvó los hombros y guió al buey por el camino . Cuatro días, pensó. Sólo cuatro días más y luego ella desaparecería. Cuatro días con la señorita Lollie LaRue y el maldito pájaro, y luego su vida volvería a la normalidad. Superaría ese obstáculo y todo estarían bien.

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