viernes, 13 de agosto de 2010

CARTAS DE UNA MORIBUNDA - CAPITULO 12 - BARBARA METZGER

Capítulo 12


Pero la ayuda estaba estaba en el camino, en forma indirecta, lenta pero segura.

Los hermanos Heatherstone tomaron un desvío en Woking,
donde se enteraron que habría un combate de boxeo ilegal realizado detrás del establo de una posada. Tim apoyó al ganador; y Thomas apoyó a unas de las muchachas de la taberna en un asiento vacío. Una feria se estaba celebrando en Guildford, entonces se quedaron para ver el ternero de dos cabezas , al tragasables, y a la mujer barbuda. Oportunidades como
esas no se presentaban todos los días. Con el bolsillo lleno de monedas, Thomas ganó un puñado de joyas de fantasía en los juegos de la tómbola . Con el bolsillo ligeramente mas abultado , Tim conquistó los afectos temporales de una mujer tatuada. Una oportunidad como esa no se presentaba todos los días .

Hubo una riña de gallos en Horsham esa noche , entonces los
hermanos se quedaron. La Señorita Lockharte debía estar muerta a esta altura , entonces otro día mas o dos no podría hacer ninguna diferencia . Además ninguno de los gemelos se sentía acechado por el espíritu de ella , entonces por qué apresurarse para tener que oír malas noticias?

A la mañana siguiente , después de despertarse en un pesebre de vacas , con resaca y con los bolsillos considerablemente mas flacos , los gemelos decidieron que las demoras del día anterior habían enojado al espíritu de la Señorita Lockharte. Si esa mujer estaba comenzando a vengarse , entonces era mejor apresurarse.
Entonces partieron a toda velocidad como si el mismo diablo los estuviera persiguiendo , o una mujer afirmando estar embarazada. En Horsham, los carruajes atravesaron un puente estrecho. Las ruedas se trabaron y Tim salió volando del vehículo . Tom
Frenó sus caballos , y luego volvió para desenredar a su hermano de un riacho. Finalmente, sacó a su gemelo del agua. Pero no pudo salvar el sombrero de Tim, el cual flotaba corriente abajo . Uno de los caballos de Tom quedó cojo, y el carruaje de Tim
estaba dañado . Tuvieron que dirigirse lentamente a Cuckfield, donde alguien podría hacer las reparaciones y donde Tim
podría comprarse un sombrero nuevo.

* * *


Lord Haverhill no veía razón para apresurarse. Si su sobrina estaba muerta , bien ... estaba muerta y eso era algo irreversible. Nadie más iba a pagar para enterrarla , entonces la mantendrían hasta él llegase a esa maldita escuela. Y si no estaba muerta, no había nada que él pudiese hacer para cuidar a una mujer enferma.

Además, el barón tenía intención de disfrutar esas pequeñas vacaciones sin su hija histérica y sin su esposa depresiva . Su carruaje estaba bien equipado, bien protegido contra bandoleros , y bien surtido con alimentos de la despensa Haverhill. El cochero sabía evitar los pozos del camino y las altas velocidades , pues el barón odiaba ser traqueteado . El cochero también sabía elegir posadas de buena calidad, pues el barón amaba comer y beber.
Se detuvieron en las afueras de Reigate al anochecer , en un lugar llamado “La mujer serena” . Qué mas podía pedir ? La comida era soberbia , los vinos, obviamente entrados de contrabando. Luego, el Barón Haverhill necesitó un descanso para hacer la digestión. Y luego decidió que podría quedarse en ese lugar tan encantador para la cena. El posadero le prometió que la cena sería
Mas rico que el almuerzo. Y la muchacha que le sirvió a la noche
También era mas sustanciosa que la del mediodía. Con el estomago lleno el tío de Rosellen decidió que se quedaría a pasar la noche en vez de tener que encarar un fastidioso entierro.

* * *


El vizconde Stanford cabalgaba. No le gustaba estar recluido
por horas, sin importar cuan cómodo fuese el carruaje. Pero no le gustaba cabalgar bajo la lluvia , entonces el lujoso
carruaje lo iba siguiendo a un paso más lento en caso que el clima se volviese inclemente.
También, tenía intención de disfrutar esa libertad de las obligaciones que lo agobiaban en la ciudad. Un fino caballo
debajo de él, y cielos límpidos encima de su cabeza , la familia de Wynn y el ministerio Guerra estaban muy lejos. Desafortunadamente, un hombre no podía cabalgar sin su cabeza y sin sus pensamientos.
Realmente era una bestia despiadada? Realmente demostraba frialdad y desdén hacia aquellos que estaban por debajo de él? Wynn hizo un balance . Sus sirvientes eran los mejores pagos de Londres, con un trabajo mínimo. Los inquilinos de sus tierras vivían mejor que muchos nobles. Sus campesinos tenían acceso a escuelas y médicos cada vez que los necesitaban. Incluso sus minas eran las más seguras de Inglaterra, y no utilizaba niños como empleados . Sentía mucho afecto por su hermana, sin importar lo que ella pensase , y tomaba el resto de sus responsabilidades con igual seriedad , desde trabajar en el Parlamento hasta enviar donaciones a los orfanatos.
Pero la Señorita Lockharte se estaba muriendo y no podía recordar haberla conocido . Quizás había mostrado cierta falta de atención al no explicarle su negativa a contratarla, pero Wynn no tenía el hábito de explicar sus acciones a nadie . No se había equivocado en ese caso , él decidió , solamente había seguido su conducta habitual . Los parásitos no merecía su consideración; las desafortunadas y sufrientes maestras de escuela , si .
Según su hermana.
Wynn no podía relacionar la muchacha mansa que era su hermana con la autor de esa diatriba que había recibido.
Según la carta, él era arrogante , engreído, frío, despiadado y superficial , alguien capaz de lastimar a otro ser humano sin notarlo , lo cual era peor que hacerlo a propósito.
Definitivamente, Wynn Alton no quería ser esa persona.

* * *

Rosellen supo que no estaba muerta. Tenía demasiados dolores .
También supo que nunca abandonaría el cuarto del ático viva. Afortunadamente, no pensaba que los Merrihews planeasen matarla inmediatamente, no con Miss Manley jugando a la enfermera sacrificada una vez al día y trayéndole una manzana o una hogaza de pan . De hecho, si prácticamente no se hubiese caído a los pies de Miss Manley -Rosellen sospechaba - los Merrihews simplemente habrían barrido su fragil cuerpo a la puerta como quien barre el polvo después de una fiesta. Pero con las estudiantes curiosas regresando a las escuela, cómo justificar
tantos "accidentes" en un sola maestra?

Y Rosellen sufría muchos dolores. La cabeza le latía con fuerza haciéndola ver doble . El brazo estaba entablillado e hinchada, y cada centímetro de su piel estaba amoratado . Habría tomado láudano gustosamente, pero nadie le trajo el remedio .
Habría cambiado el escritorio de su madre por bañarse y limpiarse , pero nadie quería cargar la tina y los baldes de agua.
Con algo de suerte - Rosellen consideró- los Merrihews podrían decidir ahogarla en una tina para matarla .
Desafortunadamente, todavía apestaba a estiércol de caballo.

Al menos tenía puesto el camisón . Una criada la había ayudado a cambiarse , una chica nueva que se rehusó a hablar con ella siguiendo las órdenes de la directora de la escuela. Ella había traído un jarro con agua, un tazón con gachas de avena, y una rebanada dura de pan . Los esfuerzos culinarios de la cocinera no habían mejorado .

Las perspectivas de Rosellen habían menguado de escasas a
Inexistentes. Con la muñeca derecha rota, no podría
Enseñar caligrafía ni ser contratada como secretaria. Ni siquiera le podría escribir al Tío Townsend, mendigándole una misericordia inexistente. Qué iba a ser de su vida?
Rosellen estaba mas allá de las lágrimas y más allá de cualquier esperanza.

* * *

La lluvia empezó cuando habían pasado Worthing. Wynn se mudó
al carruaje, atando el garañón marrón a la parte trasera del vehículo . Debería haber dejado a Júpiter con el muchacho de la caballería , quien – se suponía – estaba buscando a los gemelos Heatherstone, al Barón Haverhill, y a Tripp Hayes. Ninguno de ellos estaba donde se suponía que deberían estar.


Los gemelos idénticos y pelirrojos habrían causado una conmoción incluso en una ciudad como Brighton, donde su Majestad Real era un figura usual . Nadie había visto a los herederos Heatherstone, ni en los hoteles, ni en las salas de juego , ni en los burdeles . Wynn había inspeccionado las posadas mientras su cochero y el muchacho de los caballos escudriñaban los establos. No había habido rumores de riñas de gallos, ferias, o carreras de caballos ,
Donde esos cabezas de alcornoque usualmente asistían cuando estaba fuera de la ciudad.

Tripp Hayes no estaba en la propiedad de su familia en Bognor Regis.
Su madre no lo había visto, no le esperó, y no podía imaginar por qué su amigo el vizconde Thorence dejaría Londres en plena temporada social . Wynn no podía imaginar una buena razón para que el valet de su viejo amigo de escuela le estuviese mintiendo . Ninguna razón honesta.

Y el Barón Haverhill no había pasado por Worthing en su camino hacia la escuela de señoritas . El lugar era muy pequeño para que los habitantes locales no llevasen la cuenta de cada carruaje y carro que pasaba por allí . La propia llegada de Wynn había sido notada por por lo menos catorce personas .
Carajo , no le quedaba nada que hacer excepto visitar la tumba
De la amiga de Susan. Si había llegado tan lejos podría llevarle un maldito ramo de flores .

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