sábado, 28 de agosto de 2010

CARTAS DE UNA MORIBUNDA - CAPITULO 30 - BARBARA METZGER

CAPITULO 30




Wynn estaba preocupado . Se sentía un extraño en su propia
Sala de estar . Susan y Stubbing estaban juntos en el pianoforte. Su madre y Lord Hume jugaban a los naipes en el otro extremo de la sala. Ninguna de las dos pareja lo invitó a unirse a ellos. La mierda, las dos parejas actuaban como si él no existiese. Pero eso
no era lo que lo tenía caminando inquietamente de un extremo de la sala al otro.
No, tan pronto como todo este lío de asesinos estuviese resuelto, las damas de la casa también normalizarían su situación . Ya era tiempo de que su madre y Lord Hume formalizasen la relación, asegurándose de que ningún escándalo salpicase su pasado. Y si Susan quería a Stubbing, pues bien, no era la mejor de las parejas en términos sociales, pero Wynn estaba comenzando a entender que lo que pensase la sociedad no era tan importante. El teniente era un pésimo secretario pero un hombre honesto, y
Wynn sabía que si pudiera conseguirle un puesto decente en Viena o una banca de diputado en el Parlamento , el muchacho triunfaría.
Pero qué haría Wynn si no podía mantener segura a Rosellen? Había traído a esa joven a Londres para que ella recobrase su salud y para apaciguar su propia conciencia. Ella estaba triste
En esta casa , en constante peligro si estaba fuera de la casa, y su virtud en constante peligro si permanecía dentro de la casa . No podía haberla dejado en Brighton. Y ahora, parecía que no podría dejarla en paz. La pobre muchacha había pasado de tener que lidiar con un reverendo asesino a lidiar con un anfitrión lascivo .

Nunca en su vida el Vizconde Stanford había actuado tan groseramente, casi poseyendo a una mujer inocente en el piso de su estudio. Por el amor de Dios, esa muchacha tenía la extraña habilidad de hacerlo sentir que era una mierda de persona! Y él nunca se había disculpado por el episodio sucedido en su taller . Sólo Dios sabía lo que Rosellen estaba pensando respecto de sus intenciones. Mierda, ni Wynn estaba seguro de cuales eran sus intenciones . Sólo sabía que la rebelde señorita Lockharte se había metido debajo de su piel, yendo directamente a la parte más tierna de un corazón que él no sabía que tenía. Y ahora estaba sufriendo porque ella estaba triste en esa casa .
Wynn sabía que tenía que hablar con ella, para tranquilizarla. También tenía que explicar esos sentimientos tan extraños que lo dominaban . Quizá manifestándolos en voz alta aclararían las emociones intrincadas de su propio corazón.

La noche era joven todavía y él no estaba cansado, entonces Wynn decidió abordar a Rosellen, con la esperanza que
Terminarían teniendo el descanso que se merecían . Visitar a una señorita en su dormitorio era algo completamente inaceptable, pero por el amor de Dios - Wynn razonó - ya la había besado dos veces. Un hombre podía ser enviado a la horca solo una vez. Además, probablemente no serían interrumpidos, no con su madre y su hermana entreteniendo a sus amorcitos .


Si Rosellen estaba dormido, Wynn no deseaba perturbarla,
Entonces golpeó levemente la puerta, luego la empujó para abrirla , llevando una vela en su mano. El cuarto estaba
Vacío . “ Rosellen? Señorita Lockharte ?” Él recorrió el dormitorio. Las mantas estaban abiertas, pero no había nadie
en la cama. Luego vio la nota sobre la almohada y
su corazón se hundió y el estómago se le subió a la garganta. La muy tonta había ido a encontrar a Merrihew ; Wynn lo supo sin tener que leer el mensaje. La Señorita Lockharte había ido a los jardines de Vauxhall, el cual no era un lugar recomendable para una dama sola .

Carajo , nunca debería haber confiado que esa jovencita iba a ser razonable, que iba a esperar que los acontecimientos se desarrollasen naturalmente . Ella nunca se había comportado razonablemente en el pasado . Entonces por qué mierda había supuesto que ella comenzaría a cultivar paciencia y prudencia ahora? La maestrita de caligrafía necesitaba ser manejada con puño de hierro .

Wynn acercó la hoja a la vela . Como esperaba , el mensaje estaba dirigido a él, esa jovencita tenía una extraña relación con las cartas. Como si hubiera sabido sería cual su reacción a su desaparición, Rosellen había escrito:

Su Señoría. En el caso que algo desafortunado ocurra , quiero que usted sepa todavía sigue siendo dominante y arrogante. Pero igualmente te amo.

Algo desafortunado iba a ocurrir . Él encontraría a esa jovencita y luego la mantendría encadenada por el resto de su vida.
Inmediatamente después Wynn secó una lágrima que amenazaba con caer sobre la carta. Finalmente comprendió por qué Lord Hume estaba tan apegado a una carta de amor y por qué la llevaba en el sombrero a todas partes. Wynn nunca se separaría voluntariamente partiría de esa muesta de afecto de Rosellen cu. Podría encontrar el modo de recortar la primer frase y salvar el resto . Wynn dobló la nota y la colocó en su bolsillo sobre su corazón, luego corrió a despertar a toda la casa con sus órdenes sobre hombres, caballos, y pistolas.
Lord Hume tendría que quedarse para reconfortar a Lady Standford , pero un sombrío Stubbing estaba al lado de Wynn en un instante, empuñando su espada. Sí, él sería una buena compañía. En segundos ellos partieron , atravesando las calles de Londres como si los perros del Infierno los estuviesen persiguiendo . Esos perros diabólicos se parecían mucho a Buck .

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