sábado, 18 de septiembre de 2010

CUESTE LO QUE CUESTE - CAPITULO 4 - DONNA MACQUIGG

CAPITULO 4



William condujo Elise al tan esperado momento — la noche de bodas. Al principio, ella pensó en resistirse, pero luego decidió que era mejor retirarse mientras los hombres todavía estaban un poco sobrios. Cuando se dio cuenta, estaba en el cuarto con su nuevo marido, esperando que él terminase de trancar la puerta, preguntándose si era para impedir que los soldados invadiesen el cuarto o si para impedirle escapar .
— Me tomé la libertad de pedirle a Henri que pusiese nuestro contrato sobre la mesa, mi lord . — ella precisaba decir algo , Estaba desesperada de miedo a que su marido no cumpliese con su palabra y se negase a afirmar el acuerdo.
— Después que firmes esto serás un hombre muy rico.
— Lo Seré ? — el escocés indagó con toda calma.
El estaba parado, mirando a Elise. Y ella no sabía si estaba bromeando, o si la sonrisa que tenía en los labios era de felicidad.
En silencio , William se aproximó a su esposa y así permaneció mientras ella firmaba los papeles . Después que terminó de escribir cada una de las letras de su nombre con todo cuidado, Elise extendió la pluma a su marido.
— Te gustaría leer primero antes de firmar? Para verificar que está todo de acuerdo con lo combinado.
— No es preciso. No sé leer. Además, soy un hombre de palabra, y desde la primera vez que te vi, solamente por la manera en que te plantaste delante mío y de mis soldados me di cuentas que también sos una persona de palabra. Sin embargo , creo que tu matrimonio con el lord inglés te transformó en una persona descreída y desconfiada. Los papeles son para vos, no para mí. Yo confío en tu palabra, a pesar que me doy cuenta que no confiás en la mía. — William dibujó una marca debajo de la firma de Elise.
Ella lo observaba, azorada y al mismo tiempo aliviada.
— Esto no tiene nada que ver con confianza , mi lord .
Si . Tiene todo que ver con la confianza. —
Elise se encogió cuando él se aproximó. — Por qué está tan temblorosa. Yo no muerdo, muchacha.
Eludiéndolo , ella respiró profundamente , y ya no pudo controlar el torbellino de sentimientos que la invadía.
— Mi lord ... — ella cerró los ojos al sentir un cierto pudor . — Respecto a la noche de bodas...
— Esa es una tradición inglesa, muchacha. Personalmente, me resulta ofensiva. Lo que sucede entre un hombre y una mujer no es incumbencia de nadie y debe quedar estrictamente entre ellos. — William tomó la jarra de vino, llenó dos cálices y extendió uno a Elise. — Bebe. Te va a ayudar a relajarte un poco.
— Relajarme? Para qué?
William contorneó la mesa y susurró al oído de la dama.
— Para más tarde. — Y se rió al ver que la mujer se ruborizó . Ah, muchacha, nunca nadie te dijo lo bonita que te pones cuando tus mejillas se sonrojan como dos manzanas maduras?
Elise estaba enmudecida, por eso él prosiguió :
— Por lo visto no. Creo que Ranulf estaba dominado por esa bruja vieja. Ya Vi las ropas que querías que yo usase en nuestro casamiento. Había visto ropas de ese estilo antes, pero solamente en funerales. — William levantó el cálice de vino e iba llevándolo a la boca, cuando se detuvo a medio camino al notar que Elise no había tomado ningún trago. Levantó una ceja, desconfiadamente . — Hay algo en el vino que yo debería saber?
Por primera vez, desde que había entrado en el cuarto, Elise se rió.
— No, mi lord . Ves. — Tomó un trago de vino e intercambió el cálice con él.
William sonrió y brindó satisfecho.
— El viejo Henri tiene buen gusto para los vinos. Voy a decirle eso . Un brindis. Por nosotros y por una larga vida juntos — él dijo . Pero la sonrisa de Elise desapareció así como el color rosado de su cara . — Cuál es el problema? No vas a brindar por nuestra unión? — Elise tomó un trago solamente, pero sus ojos mostraban tristeza. — Tienes miedo de quedar viuda antes de convertirte en esposa?
El estruendo de un trueno retumbó a la distancia. Elise tuvo un sobresalto, pero continuó callada. William sintió el cambio de comportamiento, captando una sombra de miedo en el fondo de los ojos de la valiente dama.
— Creo que va a llover — él dijo algo por decir. Ya hacía mucho tiempo desde la última vez que había estado con una mujer, pero él era un hombre paciente, sabía esperar al momento adecuado . Además, no estaba delante de una virgen inocente, por eso no entendía el motivo de tanto inhibición . — Te gusta la lluvia, o no ?
— Si . A veces — Elise respondió con voz temblorosa.
— Cuando se tiene que dormir a cielo abierto la lluvia es algo muy complicado. — él sonrió. — Creo que de hoy en adelante no tendré que preocuparme más por eso, no ?
William tomó la mano de Elise y la condujo a la cama, donde ellos se sentaron lado a lado callados durante un buen tiempo. Cuando su esposa continuó con la cabeza gacha, él levantó su rostro delicado con las puntas de los dedos y la besó . Elise simplemente no reaccionó, permaneció rígida, sin responder al beso.
Determinado a seguir con la conquista, William intentó una estrategia más agresiva, queriendo meter la lengua dentro de la boca de la mujer y lamiendo sus labios. Fue entonces que, finalmente, ella reaccionó empujándolo con las dos manos contra el pecho.
— Qué estás haciendo? — ella preguntó, en un tono de voz brusco, cubriendo los labios con los dedos como se estuviese protegiéndose de un ataque.
William sonrió. La noche prometía ser interesante, eso si no acababa en una gran frustración.
— Pensé que estaba besándote . — él frunció el ceño. — Qué pensaste vos que estaba haciendo?
— Sé que estabas besándome — Elise respondió a la defensiva. — No fue eso lo que quise decir. — Ella intentó levantarse, pero William la sujetó por la muñeca, haciéndola sentar de vuelta. Y cuando él inclinó la cabeza para besarla nuevamente, ella lo empujó y salió corriendo.
William respiró profundamente , y sólo entonces se levantó y caminó en dirección a su obstinada esposa. Ella se movió hacia el otro lado de la mesa. Y cuando él mostró que iba hacia la izquierda, ella salió por la derecha, siempre manteniendo la mesa entre ellos.
— Ranulf nunca te besó ?
— Tenemos que hablar sobre mi fallecido marido? — Elise respondió, llenando con vino su cáliz, ahora que se sentía más segura del otro lado de la mesa.
Conseguir acostarse con esa mujer será casi lo mismo que participar de una guerra, William concluyó en silencio. Si quería consumar la unión, debía trazar un plan . Se dio cuenta que si él iba hacia un lado de la mesa, ella corría para el lado opuesto, la mejor estrategia sería tomarla de sorpresa. Entonces, le dio la espalda y caminó hacia la chimenea, donde permaneció estático, fingiendo observar el fuego. Tal como esperaba, Elise bajó la guardia y saboreaba el vino con tranquilidad hasta que sintió unas manos fuertes abrazándola por detrás. Asustada, acabó atragantándose con la bebida.
— Calma, muchacha, calma. No bebas con tanta voracidad. Ese jarro está lleno de vino y podemos pedir más vino — él dijo en un tono de provocación.
Cuando Elise lo miró por encima del hombro, con una mueca, él sonrió divertido, y en ese instante sus ojos se encontraron por un segundo antes que ella desviase la vista . William levantó el velo de novia para besarle la nuca, causando una oleada de escalofríos en Elise.
En poco tiempo , él fue quitando cada pendra que adornaba a su bella esposa, comenzando por el collar de rubíes. Y con cada pieza quitada, ella era recompensada con besos y caricias. El próximo paso fue sacar la tiara de oro que daba sostenía el peinado y lentamente deshizo las trenzas, una cada vez, deslizando los dedos entre los sedosos cabellos dorados.
Mientras tanto la tormenta se aproximaba, iluminando el cuarto, una y otra vez , con relámpagos cada vez más intensos.
Excitado, William la hizo girar de frente e invadió la boca de Elise, ávido por satisfacer sus instintos más primitivos. Pero ella no retribuyó el beso robado. El intentó nuevamente, y esa vez , cuando ella iba a eludirlo , él la sujetó por el mentón y le cubrió los labios con un beso largo e intenso , mientras la mano libre acariciaba la espalda , deslizándose lentamente hasta posarse sobre las nalgas firmes .
— Eres maravillosa — él susurró, cuando las primeras gotas de lluvia comenzaron a golpear contra las ventanas.
El guerrero escocés retrocedió unos dos pasos y lentamente deshizo el lazo de la túnica que cubría el vestido de Elise, y con mucho cuidado, tiró la prenda para en seguida quitar el vestido con a misma delicadeza, dejando que el traje cayese al piso . Elise quedó pálida, y a pesar del calor de la chimenea ella estaba temblando . Pero su expresión era suave, y sus ojos miraban fijamente el piso , mientras William examinaba cada centímetro del bello cuerpo femenino que estaba completamente desnudo.
Elise una vez más se sorprendió con la reacción del bárbaro, que en vez de atacar y tomar posesión de lo que era suyo de derecho, se aproximó lentamente y la llevó a la cama, donde la sentó para que pudiese sacarle los zapatos.
— Tienes frío? — él indagó suavemente, lo que sirvió para disminuir la ansiedad de Elise.
Ella negó con la cabeza . Estaba haciéndose cada vez más difícil para William conseguir contener el intenso deseo de tomarla en sus brazos. Cada fibra de su cuerpo pedía más, pero los ojos asustados de la lady impedían el avance. La valiente mujer que le había escupido la cara no era la que estaba sentada en la cama . En su lugar había una muchacha tímida y con una mirada asustada .
William sacó el pesado tartán de lana y lo colocó sobre los hombros temblorosos de su esposa. A continuación , la ayudó a acostarse , y Elise obedeció como si fuese una niña indefensa.
— Qué pasa ? Estás más rígida que un cadáver . — La sonrisa en la cara del escocés duró solamente una fracción de segundos, pues cuando ella levantó la vista para encararlo, él supo. Los ojos de Elise estaban vítreos y ella no mostraba ninguna señal de resistencia. Una oleada de odio invadió al guerrero. — Yo no soy Ranulf! — él dijo con aspereza, intentando mantener la voz lo más calma posible. — No tienes por qué tener miedo de mí, muchacha.
William se levantó y comenzó a desvestirse , teniendo la precaución de darle la espalda , sintiendo la mirada fijo de su esposa, observando cada movimiento suyo . Totalmente desnudo , él apagó las velas y desparramó la leña en la chimenea para que el fuego disminuyese. Lentamente el cuarto fue oscureciéndose. Teniendo cuidado de no asustarla, él se metió debajo de las mantas, y suspiró cuando estiró las piernas, cruzó las manos debajo de la nuca y miró el dosel de terciopelo.
— No duermo en una cama como esta hace meses — él comentó sin pretensiones. Su esposa continuó quieta, inmóvil como una rata acechada por un predador. — Es una buena cama , mullida y espaciosa. Quizás un tanto blanda, pero creo que acabaré acostumbrándome.
Una vez más el silencio fue sólo fue interrumpido por las gotas de lluvia y el estallido de la leña ardiendo en el fuego.
— En las Highlands , marido y mujer suelen dormir más cerca , por el frío . — él se puso de lado y apoyó la cabeza en una de las manos. — Creo que es porque hace mucho más frío allá.
La bella y joven esposa se dio vuelta y por primera vez lo miró de frente, Su expresión mostraba sumisión. William sintió un deseo enorme de golpear la pared y fingir que estaba golpeando la cabeza de Ranulf. En vez de eso, guardó sus pensamientos sombríos en las profundidades de su mente y lanzó una sonrisa de compasión.
— No tienes frío? — William no quería esperar la respuesta. Sabía muy bien que no vendría. Por eso la giró de costado y la abrazó por detrás. Enroscó sus rodillas junto a las de ella, empujando la espalda contra su propio pecho . — Sé tienes miedo, pero juro que no hay nada que temer. — Entonces , le besó la sien .
Otro relámpago iluminó el cuarto , seguido de un trueno más . William sintió los latidos cardíacos de Elise acelerarse al tocar de manera seductora los pechos de si esposa.
— Sos muy bonita, muchacha — él murmuró. Cuando ella no emitió ningún tipo de ruido en respuesta, él respiró profundamente y resolvió poner en acción su estratagema. — Ey , date vuelta y mírame . — Se quedó sorprendido cuando ella obedeció. — Viste ? Sólo soy un hombre, Elise. No soy un monstruo. — William sonrió nuevamente y tocó la cara de su esposa. — Soy William, soy su marido, y hoy juré delante de Dios que voy a honrarte y protegerte. Vos sos mi esposa y también tienes tus obligaciones, , pero no es eso lo que quiero de vos esta noche . — William hizo una pausa. — No , muchacha, hoy quiero que seamos amantes. — Inclinó la cabeza y la besó , moviendo los labios lentamente sobre los de ella.
— Viste ? No fue tan malo, no ?
Elise sacudió la cabeza asintiendo, pero por el brillo das lágrimas contenidas en la mirada , él supo que ella todavía estaba asustada . William casi gritó de rabia. Qué cosas terribles Ranulf le habría hecho a esa pobre mujer?
— Yo tuve tanto miedo como vos — él dijo con paciencia, sacudiendo la cabeza cuando ella levantó la mirada . — Si, sé que puede parecer difícil de creer que un bruto montañés como yo haya quedado paralizado de miedo, pero eso me ha sucedido . Cuando era niño, mi padre vino y me arrancó de los brazos de mi madre. En esa época yo no sabía que él había hecho eso porque no tenía otra alternativa. Sólo sabía que estaba yendo a un lugar extraño, muy lejos de la única familia que yo conocía. Viví con él hasta los siete años más o menos, y entonces él me despachó .
William acarició la cara de Elise, en seguida le besó la frente.
— Entonces allí estaba yo . Un chico escocés adoptado por un lord inglés , en una casa inglesa. Lord Simons fue bueno conmigo , pero los chicos ingleses me odiaban, y yo a ellos. Aprendí rápidamente a cuidarme . Un día estaba distraído, y antes que me diese cuenta había cinco peleando contra mí. Ellos querían que yo me arrodillase e implorase para soltarme pero no pude. — él respiró profundamente y soltó el aire lentamente.
— Eras muy orgulloso? — Elise preguntó, su voz no pasaba de un susurro.
William sonrió y simuló un escalofrió.
— No. Estaba muy asustado. No lograba moverme . — Elise sonrió. La estrategia estaba funcionando.
— Qué sucedió entonces?
Antes de responder, él le robó un besito.
— Ellos me dieron una zurra y no pude caminar durante dos días. — Los dos se rieron juntos, entonces Elise se puso seria.
— Por que lord Simons no lo impidió?
— En aquella época, me hice la misma pregunta, pero creo que él pensó que esa era la única manera de que yo me hiciese un hombre de verdad. Supongo que fue por eso que él nunca me enseñó a leer y escribir. El solía decir que eso era pérdida de tiempo y que todo lo que yo tenía que saber era como luchar bien para defenderme de mis enemigos.
La sonrisa de Elise se diluyó al mismo tiempo que arqueó las cejas. La primera señal de emoción que había demostrado desde que se habían metido en la cama.
— Me parece que él era un hombre muy cruel. Estoy segura que existen otros medios para alcanzar los mismos objetivos.
— Si . Existe. Pero la próxima vez que esos chicos me rodearon, les dí unos buenos puñetazos. Después de eso nunca más permití que ellos ejerciesen ningún tipo de presión sobre mí.
— Y funcionó ?
— Si . Acabé con mis temores cuando los confronté . Elise dejó escapar una sonrisa tan triste que William no resistió y la besó una vez más . Para su deleite, ella retribuyó el beso, aceptando la dulce invasión e incluso apoyando la mano sobre el pecho desnudo de su marido. El contacto suave despertó un deseo lujurioso en William. Conteniendo el aliento, él sujetó la cara de Elise entre las dos manos y miró profundamente sus grandes ojos verdes.
— Existen varias maneras de hacer las cosas. El hecho es que algunas son mejores que otras. Esta noche quiero que olvides el pasado. Quiero que cierres los ojos y solamente escuches el ruido de la lluvia.
Los ojos de Elise se llenaron de lágrimas, pero ninguna corrió por su rostro cuando ella tocó la mejilla de su marido. William le tomó la mano y le dio un beso en la palma.
— Sos una mujer valiente, y no voy a decepcionarte . — él le quitó la camisa de dormir. Sin prestar atención a la fuerte tormenta, arrojó la delicada prenda femenina a un lado cuando un relámpago brilló , iluminando las formas perfectas que tanto quería ver. La visión de los pechos firmes lo excitó todavía más. Elise abrió enormemente los ojos y miró en dirección a la ventana como si el demonio en persona quisiese entrar en el cuarto y no la lluvia. William la calmó con palabras dulces, acariciando las mejillas, protegiéndola de pensamientos sombríos. A continuación rozó los labios de su esposa solamente. con las puntas de los dedos Apoyó el mentón , sentido el pulso acelerado debajo de la piel marmórea de su cuello, y finalmente se demoró tocando los globos de los senos. Cuando se inclinó para besar los pezones rígidos, Elise contuvo el aliento.
Con mucha habilidad, la lengua de William corría en círculos, al principio estimulando un pezón rosado y después el otro. Elise soltó un gemido leve, pero no intentó moverse. Alentada, la mano de William bajó por el vientre plano, acariciando el vello púbico entre las piernas de Elise. Lentamente, bajó un poco más , hasta que ella se arqueó contra sus dedos exploradores, pidiendo por más.
Se anidó en el cuello de Elise, y a continuación la besó en el mentón , hasta finalmente capturar la boca en un asalto voraz, provocando y saboreando hasta que ella cedió y lo besó .
— Dime lo que quieres — William susurró mientras tocaba el lóbulo de la oreja de Elise. — Estás caliente y húmeda mi querida. Deja que las cosas sucedan . Permite que te ame como mereces ser amada. — Y él rodó encima de su esposa , sustentando el peso de su propio cuerpo sobre los codos.
— Quiero... — Elise murmuró sin énfasis .
Algo murió dentro de William al oír el tono de sumisión de su voz.
— Yo también quiero, querida, pero sólo si estás dispuesta. — a pesar de la tortura que eso representaba, él esperó, besando el rostro delicado, moviendo los labios lentamente. Con cada beso, retrocedía, para observar las diversas emociones que surgían en la cara de Elise.
Elise cerró los ojos. Como en nombre de Dios podría decirle "no" a ese hombre cuando él de una manera tan gentil y cariñosa le había despertado tantas sensaciones maravillosas? En el fondo sabía que decía ceder, para poder convencerlo de que la criatura que crecía en su vientre era resultado de esa noche de amor. Pero al mismo tiempo no podía negar que lo deseaba de otra manera . De una manera que nunca había deseado nadie . Su cuerpo estaba caliente y tembloroso y apenas podía contener las ganas de tenerlo dentro de si.
Convencida de que podría hacer lo que él le estaba pidiendo y aún así continuar inmune, colocó los brazos en torno al cuello de William, empujándolo hacia abajo. El la abrazó con fuerza y la penetró al mismo tiempo que murmuraba su nombre. Los cuerpos encajaron a la perfección, como si hubiesen sido hechos el uno para el otro. Ella lo abrazó con fuerza, mientras su corazón latía al mismo ritmo que el de él. Lentamente William retrocedió un poco y luego la penetró mas profundamente, una y otra vez hasta que ella gritó su nombre .
— Déjalo suceder — él murmuró, entrando en el mismo ritmo de embestidas crecientes en intensidad. Elise se arqueó , presionando su cuerpo contra el de él, en su anhelo de sentirlo más adentro suyo . Excitado por la posibilidad de enterrarse todavía más profundamente , él avanzó un poco más, y hábilmente acarició el sexo femenino para llevarla al orgasmo .
— Eso es , querida — William murmuró una vez más al oído de Elise. Ella levantó la cara y él casi se ahogó en la pasión desatada que esos ojos verdes emanaban. — Vamos. — Gotas de sudor brotaban de su cuerpo, mientras él se la penetraba una y otra vez , sumergiendo profundamente en su propia necesidad de satisfacción. Cuando Elise finalmente clavó las uñas en su espalda, alcanzando el clímax, él se derramó dentro de ella .
Los latidos acelerados de sus corazones lentamente fueron calmándose mientras los cuerpos se enfriaban con el aire frío de la noche . Con cuidado de no estropear la magia de ese momento, William rodó a un lado, envolviéndola en sus brazos fuertes, protegiéndola de la tormenta.
William sonrió, agradecido por la oscuridad de la noche , pues la última cosa que deseaba era que Elise viese su sonrisa como una manifestación de presunción. Miró la cabeza que reposaba sobre su hombro, la cara de su esposa estaba cubierta por la masa de cabellos rubios.
— Está más caliente ?
Elise todavía estaba descendiendo de su orgasmo . Nunca había experimentado eso en todos los años de casada con Ranulf . Su cabeza giraba con pensamientos confusos. Se había acostado con William con un único propósito, o no ? Entonces por qué , ahora, ya no estaba tan segura de eso?
— Si .Estoy bien — respondió casi sin aliento, la voz todavía temblorosa. — Pero , no sé qué sucedió... Eso., eso que sentí ...
— Enfrentaste y venciste tus propios temores, querida. En cuanto a lo que sentiste ... bien, era esperable que eso sucediese. No lo cuestiones. Descansa y disfruta esa sensación agradable .
Elise levantó la cabeza.
— Todas as mujeres... — ella vaciló , y no puedo terminar la pregunta .
— Todas las mujeres deberían sentir eso , si todos los maridos tuviesen un poco de sentido común . — William se levantó para colocar más leña en la chimenea, sin demostrar ningún tipo de pudor por su desnudez. Sopló lo que había quedado de brasas hasta que se encendieron nuevamente. Cuando las llamas comenzaron a danzar sobre la madera, él volvió a la cama. Bajo la luz tenue de la chimenea, Elise se veía simplemente maravillosa. Los labios estaban hinchados por los besos . Una sensación de pérdida ardió en el pecho de William cuando la abrazó. Y así ambos descansaron en paz, durante un tiempo, oyendo los chasquidos del fuego.
En un rapto de pasión Elise se había rendido y él estaba feliz por eso, pues la deseaba, y haberla poseído de común acuerdo había sido placentero para ambas partes. Pero ahora, acostado sobre una cama muy blanda, él sentía que quería algo más. Quería que ella lo desease.
— Eso que sentí es malo o perjudicial para la salud ? — Elise preguntó, desviándolo de sus pensamientos.
William sonrió una vez más .
— No. Sobrevivirás para experimentarlo nuevamente, lo prometo.
— Entonces puedo esperar que me suceda la próxima vez? — La voz de Elise tenía un tono de esperanza que despertó una nueva oleada de excitación en William . Miró a su esposa, encantado cuando ella le regaló c una sonrisa tímido.
— Lo Prometo. — tomó el kilt. — Vamos, cúbrete con esto. Está haciendo frío aquí.
— No hay necesidad. — Elise comenzó a levantarse. — Yo me voy ahora. — él a sujetó por la mano, empujándola de vuelta.
— A dónde? — él preguntó, asombrado.
— A mi cuarto, por supuesto. — Elise intentó levantarse, y una vez más su marido la detuvo .
— Pero este es nuestro cuarto. Tuyo y mío.
— No — ella respondió con toda inocencia. — Yo tengo mi propio cuarto.
— Ya no. Mandaremos a traer tus pertenencias acá. Elise miraba a su marido como si él hubiese enloquecido.
— No sé si puedo.
— Si, puedes y lo harás . — él la acomodó en sus brazos nuevamente y bostezó.
— Pero ...
— No mas peros . El hecho es que ahora sos mi esposa, y donde yo duerma, vos dormirás. — Trenzó las piernas sobre ella, empujándola más cerca, y rozó la nuca de Elise. Le gustaba el olor seductor que ella exhalaba y como se encajaba perfectamente a su cuerpo. — La noche sólo acaba de comenzar; podríamos conversar un poco, si estás dispuesta.
La sugerencia de William la tomó de sorpresa. De repente, ella ya no quería irse. Había tenido un día largo y cansador , Además, todavía había tantas cosas que deseaba saber sobre ese hombre tan raro . Estaban destinados ante los ojos de Dios a vivir juntos por el resto de la vida. Había habido un tiempo en que, es a idea le causaba estremecimientos ; ahora hacía que se sintiese... Segura. Sobre qué podrían hablar? No quería hablar sobre Ranulf o Morgana. No. No quería estropear el momento ni invocar demonios.
— Robert me contó que ustedes son medio hermanos.
— Si . Somos hijos del mismo padre.
William respondió con tanta facilidad que Elise se sintió ganas de avanzar un poco más.
— También me contó que tu madre era inglesa. El es mas joven que vos, no ?
— Si . Casi ocho años.
— Entonces tu padre se casó nuevamente?
— No. El siempre estuvo casado con la madre de Robert. Tuvo más de siete hijos con ella. Robbie es el mayor . Cuando nuestro padre muera, Robbie será el nuevo líder del clan . Fue por eso que Donald me lo envió . Supongo que es para transformar al muchacho en un hombre.
Elise se recordó de cuando Ranulf se vestía para la guerra, él lo había llamado bastardo escocés con mucha vehemencia, diciendo que ni siquiera el propio padre del hombre lo reconocía. Elise se sentó en la cama, cubriendo avergonzada su propia desnudez con el kilt. Cuando miró a su marido, una sombra parecía cubrir su rostro, pero aún así él no parecía enojado.
— Disculpame — ella dijo con cautela. — No era mi intención...
— No hay nada a temer. — La voz grave de William atravesó el cuerpo de Elise como una brisa caliente, espantando los recuerdos de Ranulf. — Todos saben que mi padre tuvo solamente una relación pasajera con mi madre. MacDiarmid ya se acostaba en la cama de mi madre incluso cuando ella todavía vivía bajo el mismo techo de su padre. Tuviste razón cuando me llamaste bastardo. — Ella lo miró con precaución, y se sintió aliviada cuando él sonrió. — Pero llamarme de bárbaro, eso no voy a aceptártelo .
Elise retribuyó la sonrisa cálida de su marido Por qué era tan fácil sonreírle?
— MacDiarmid? — Elise preguntó. — Pensé que el apellido de tu padre era MacDarrin.
— No uso el apellido Donald, a pesar que dicen que el viejo no puede negar la paternidad, pues somos muy parecidos. — William sacudió la cabeza . — No. Si él no puedes desde el fondo de su corazón reconocerme como hijo por propia voluntad , yo no soy quien para forzarlo. Adopté el apellido de una vieja viuda que fue buena conmigo Después que mi entrenamiento terminó y yo no tenía a donde ir. Ella tenía nueve hijos y precisaba de ayuda para cuidarlos . Durante años ella me trató como si fuese un hijo, luego cuando resolví que iba a adoptar un nuevo apellido, ella dijo que sería un honor para su familia que yo usase su apellido.
— Te gustan los niños? — Elise preguntó, y en el mismo instante se arrepintió . El rubor invadió su rostro. — Quiero decir, te gustó vivir con una familia numerosa?
— Me gustó . En Escocia un hombre vive junto a su clan , por eso se acostumbra a estar con personas de todas las edades a su alrededor. Con el tiempo, aprendí que un hombre no es nada sin una esposa e hijos. Sus descendientes continuarán vivos después que él muera . Antes de eso, la esposa es la compañera para toda la vida. El amor de la mujer lo ayuda a soportar las batallas y eso lo hacer volver vivo a su casa.
Compañera para toda la vida. A pesar de nunca haber pensado en un marido como compañero, pensar de esa manera ahora era alentador. Podría atreverse a pensar que un hombre con la reputación de William realmente podría amarla? No, se dijo a si misma. William era como cualquier otro hombre. Le gustaba copular, no la persona con quien copulaba.
— Tu madre está viva?
— Creo que si . No la veo desde que era niño. Me contaron que ella se había casado con un noble inglés unos años después que yo nací . Y vos, cuántos hermanos tienes ? Cómo es tu familia?
Elise se acordó de su padre, con nostalgia.
— No tengo hermanas ni hermanos — ella dijo espontáneamente al ver que no tendría ningún problema en compartir un poco de si con su nuevo marido. — Mi madre nació en D?Auvergne, donde fue criada. Ella esperaba terminar sus días aquí. Pero no pudo ser. Ella murió cuando yo tenía once años. Mi padre la amaba más que a su propia vida. El matrimonio de ellos dos era incomparable. Después que ella falleció , él nunca más fue el mismo. Creo que es por eso que él ama tanto D?Auvergne. De mi parte sé que es por eso que nunca lograría dejar ese lugar.
— Si . Puedo imaginar ese tipo de amor .

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