miércoles, 29 de septiembre de 2010

NO SOY SANTA - PROLOGO - PAULA REED

Prólogo





1670

_ Vamos subir un poco más , Mary Kate! — alentó Seamus Tylling mirando sobre los hombros anchos , los cabellos cobrizos volados por la brisa irlandesa, gélida y húmeda.
La misma brisa soplaba por los cabellos sueltos y oscuros de Mary Katherine 0'Reilly, alborotándolos. Apartándolos de la cara con las manos, ella
se volvió hacia Seamus con una sonrisa maliciosa en los labios .
— Quieres ir al otro lado de la colina, para que estemos lejos de la casa de tus padres?
Seamus miró abajo, donde estaba su madre colgando en una cuerda la ropa lavada, y respondió :
— Vamos al río a pescar.
— Pescar? Sin carnada? — cuestionó Mary Kate, pero continuó siguiendo a Seamus hasta lo alto de la colina.
Ella no dudaba que el muchacho solamente estaba pensando en una cosa y , para eso, él tenía la única carnada que precisaba. En ese caso, él volvería a su casa frustrado, aunque ella podría permitir que él la abrazase. Ah, esos magníficos hombros de Seamus...
— Mary Kate! Mary Kate! — Los gritos, traídos por el viento, interrumpieron la divagación de Mary Kate.
Ella suspiró, irritada. Solamente su hermana era capaz de gritar de ese modo. Mirando hacia atrás, vio a Bridget, pasando corriendo delante de la casa de los Tylling, sus cabellos negros bailando con el viento. Nada ganaría con fingir no haber oído a su hermana, porque, de cualquier forma, Bridget vendría detrás de ella y de Seamus. Aún así , Mary Kate ordenó :
— Vuelve a casa, Bridget!
Bridget continuó corriendo colina arriba. La adolescente iba a cumplir dieciséis años, era un año y medio más chica que Mary Kate y tenía edad suficiente para saber cuando tres eran multitud . Las dos eran muy parecidas, tenían cabellos oscuros y límpidos ojos azules. Cada una también tenía una colección de muchachos ansiosos por llevarlas a un dar un paseo.
Cautelosamente , Bridget se detuvo, jadeante, a buena distancia de su hermana.
— Mira, Mary Kate, antes que pienses que vine aquí solamente para estropear tu romance con Seamus...
— Quién sos vos para hablar de mí de esa manera ? — Mary Kate interrumpió a su hermana. — La mitad de la aldea sabe que vos y Michael se besaron en el huerto la semana pasada.
Bridget sonrió afectadamente.
— Seamus ya sabe sobre vos y Liam?
— Qué ? — Seamus preguntó.
Mary Kate miro a Seamus, en seguida levantó el brazo para darle un golpe a Bridget, pero la chica se agachó y dio unos pasos atrás.
— Vuelve aquí, cobarde!
— No tenemos tiempo, Mary Kate — dijo Bridget. — Vine aquí sólo para avisarte que papá te está llamando. Él quiere hablar con vos y conmigo. Ahora.
— Papá puede esperar — respondió Mary Kate sacudiendo la cabeza . — En una hora él estará tan borracho que no se acordará de nada.
— Estuviste con Liam? — preguntó Seamus en un tono hostil.
Mary Kate se dio vuelta hacia el chico , con las cejas erguidas.
— Antes de responder quiero saber sobre vos y Maggie Fitzpatrick.
Bridget insistió :
— Mary Kate, tenemos que volver! Papá no se va olvidar . Él está en casa con el abuelo.
— No es posible que él haya bebido tanto como para estar alucinando con su padre . Ni siquiera son las tres .
— No entendiste, Mary Kate. No me refiero a nuestro abuelo paterno, pues él murió hace tres años. Papá no está borracho y quien está en casa es el otro abuelo. El papá de mamá.
Mary Kate tuvo un shock.
— Santa María, madre de Dios.
— Fue lo que pensé al verlo.
La pelea fue olvidada y también el pobre Seamus quien se quedó en lo alto de la colina decepcionado por haber perdido la oportunidad de llevar a Mary Kate a un lugar oscuro entre unos árboles. Allí planeaba convencerla darle unos besos apasionados.
En el camino a la casa, las dos especulaban lo que podría haber traído al abuelo materno a Ulster, que quedaba tan lejos de Inglaterra . Sir Calder Larcombe había venido a Irlanda dieciocho años atrás para tomar posesión de la enorme propiedad que Oliver Cromwell le había dado , así como el título de baronete, en agradecimiento por haber sofocado la rebelión irlandesa. Con él habían venido su esposa, una hija y dos hijos. Ellos se quedaron poco tiempo en Irlanda. El único miembro de la familia de sir Calder Larcombe que había querido permanecer en Irlanda había sido su hija, Bess. Y tenía razón para eso.
Se había enamorado de Dylan 0'Reilly, un bello irlandés y se había quedado embarazada . Sir Calder solamente esperó a que su hija e Dylan se casasen para luego retornar a Inglaterra con su esposa y sus dos hijos. No había vuelto a Irlanda ni siquiera para el entierro de Bess quien había fallecido poco después del nacimiento de Bridget.
Las extensas tierras de sir Calder, que estaban arrendadas, eran muy bien cuidadas y productivas. Pero el solar donde Mary Kate e Bridget vivían con su padre, daba pena. La construcción estaba al borde de la ruina, ovejas andaban sueltas por el jardín invadido por mata y hierba mala , varias partes del muro bajo que rodeaba la casa se habían desmoronado.
El interior del solar estaba limpio, pero los muebles estaban viejos y desgastados. Mary Kate llegó al vestíbulo y se detuvo delante de
la puerta cerrada de la biblioteca. Consideró mejor oír algo para enterarse de lo que estaba sucediendo, antes de entrar en el cuarto que Bridget llamaba de "sala de beber", puesto que allí no había ni un solo libro. Solamente un escritorio, algunas sillas y el retrato de la madre de ellas,
— Dónde están mis nietas? — preguntó una voz extraña con acento inglés.
— Mary Kate puede estar en cualquier lugar. Esa chica hace lo que se le antoja — Fue la respuesta de su padre.
Sus palabras sonaron arrastradas. Ni hostiles ni conciliadoras. Indiferentes. Eso quería decir que Dylan 0'Reilly no estaba dispuesto a discutir. Era el momento de entrar en la biblioteca, Mary Kate decidió. Apenas dio dos golpes firmes en la puerta, esta fue abierta por un hombre delgado muy bien vestido.
Los cabellos canosos amarrados a la altura de la nuca, acentuaban sus facciones severas, y los ojos penetrantes bajo las gruesas cejas, también canosas, se fijaron en su nieta.
— Buen Dios, vos sos la mayor ? — sir Calder preguntó sorprendido, mirando con disgusto a su nieta mal vestida y con los cabellos despeinados. — Mi nieta! Sos un desastre!
— Buen Dios, vos sos mi abuelo? — Mary Kate preguntó , imitando perfectamente el acento inglés y pedante de sir Cal­der. — Tienes unos modales horribles.
Las espesas cejas canosas se arquearon .
— Bien, por lo menos ella parece razonablemente civilizada. Con buenas ropas y una criada personal bien entrenada... A ver , date vuelta .
— Quién piensas que... — a voz de Mary Kate volvió a su ritmo natural irlandés.
— Haz lo que tu abuelo está pidiendo, Mary Kate — Dylan ordenó.
— No! — ella protestó. — Por qué debo obedecerlo? Este hombre nos ignoró durante años, sólo nos escribió para reclamar cuando la remesa del dinero de los arrendatarios se atrasase, y ahora se aparece aquí para insultarme.
Sir Calder miro a su yerno, después a sus nietas.
— Imaginé que ustedes dos habían heredado por lo menos un poquito de los Larcombe, pero veo que ambas salieron a los 0'Reilly.
— Tenemos mucho orgullo por eso — respondió Bridget y Mary Kate asintió con un movimiento de cabeza. — Ahora no gustaría saber cual es el motivo de tu visita.
— Vos puedes salir de aquí . — Sir Calder sacudió la mano indicando que Bridget debía dejar la biblioteca.
Bridget estaba en la puerta y Mary Kate la sujetó por la mano, acercándose ambas a su padre.
— Lo que esta familia tenga que enfrentar, lo enfrentaremos juntos, no es así , papá?
Dylan se inclinó sobre el escritorio y Mary Kate vio que la botella de whisky estaba vacía.
— Papá?
Dylan levantó la cabeza y miró a su hija. Tenía los ojos inyectados, pero logró hablar:
— Has crecido con mucha libertad y sin refinamiento, Mary Katherine.
Mary Kate miró a su padre confundida.
— Me estoy poniendo viejo — dijo sir Calder. — Arriesgué mi vida para tener una gran propiedad y un título de nobleza. No hice eso para ver mi título perderse y mis tierras volver a la Corona.
Bridget apretó la mano de su hermana que tragó con dificultad Ellas, su padre y todos que dependían de las tierras vivían con temor que llegase
el día en que el hijo mayor de sir Calder, como su heredero, decidiese tomar posesión del solar y de las granjas vecinas. Era allí donde ellos vivían . Las tierras se habían hecho productivas gracias a la administración de la familia 0'Reilly. Los 0'Reilly y los arrendatarios eran buenos católicos irlandeses. Si la administración pasase a manos ingleses protestantes, habría peleas y enfrentamientos.
— Entiendan que, como yo no tengo herederos mas que ustedes dos... — Sir Calder hizo un gesto negligente señalando a sus nietas.
— Cómo? — cuestionó Mary Kate.
— Qué ? — preguntó Bridget.
El rostro delgado de sir Calder se puso más fruncido.
— Mi esposa y mis dos hijos murieron en Londres. En un incendio.
Oyendo eso, Mary Kate sintió pena por su abuelo. Soltó la mano de Bridget y se aproximó a él .
— Debe haber sido muy triste para vos . Lo siento mucho. La mirada fría de su abuelo le impidió continuar.
— Es importante que tenga un heredero. Un nieto. Y vos me darás ese nieto.
Mary Kate sonrió.
— Eso no será difícil. Sin falsa modestia, en la aldea hay varios muchachos interesados en mí . No estoy pensando en casarme por el momento , pero ...
— No planeo dejar mi título al hijo de un de esos irlandeses borrachos! — Sir Calder inclinó la cabeza en dirección a Dylan quien miraba amargamente la botella de whisky vacía.
— Voy a llevarte a Inglaterra.
A pesar de ser menor que su hermana, Bridget se puso delante de ella.
— No vas a llevarla . Vete al infierno!
— Basta , Bridget. Yo sé defenderme . En cuanto a usted , sir Calder Larcombe, márchese de aquí y no vuelva más. Prefiero entrar a la vida religiosa a casarme con un cerdo inglés!
— Usted no se va a llevar a mi hermana a ningún lugar — completó Bridget.
— Fuera! — Dylan ordenó, levantándose finalmente de la silla.
— Fuera de aquí, Bridget!
— Apoya a Mary Kate, papá! Diga a este snob que se vuelva a su casa. No lo necesitamos !
Dylan dio un paso en dirección a hija menor .
— Cuida la manera de hablar . Muérdete esa lengua ... Mary Kate se puso entre los dos.
— Obedece, Bridget. Vete .
— Y usted también — Dylan gritó, apuntando a sir Calder. — Ustedes dos, desaparezcan de mi vista ! Quiero conversar a solas con mi hija.
Bridget dirigió a su hermana una mirada afligida, pero Mary Kate solamente señaló la puerta.
— Está bien . — Bridget se volvió hacia su abuelo. — Vamos. Oíste lo que mi padre dijo.
Acabando de hablar ella salió de la biblioteca, y sir Calder la siguió, aunque reticentemente . Dylan se arrastró hasta la puerta, la cerró y se apoyó en el marco .
— Hija, puedes gritar, enfurecerte y presentar tus argumentos; no vas a ganar nada con eso . Te vas con tu abuelo.
— Por supuesto que no me voy . Te conozco muy bien , papá, y veo vendo que has bebió de más, por eso no sabes lo que estás diciendo.
— Si , es cierto , bebí , Mary Kate, pero estoy lo suficientemente sobrio como para reconocer que no tenemos otra salida. Debemos hacer lo que tu abuelo está pidiendo.
— Me precisas aquí. Si me marcho , este lugar quedará en ruinas . Quién se va a ocupar de la contabilidad ? Quién va a preparar las comidas y quién supervisará las granjas? No harás eso sentado y bebiendo en el bar de Jack Roche? Bridget? Ella no sabe sumar dos más dos y quema todo lo que pone sobre el fuego.
Dylan hizo una mueca .
Te sientes mal y tienes algo de razón. Pero Bridget es mucho más astuta de lo que imaginas.
— Sea como fuere , me quedaré aquí.
— En ese caso, tendremos que dejar este solar. Larcombe trajo consigo un administrador inglés que se mudará a acá si vos no viajas a Inglaterra. Y nosotros quedaremos en la calle .
— Él no haría eso!
— Por qué no? Crees que tu abuelo le importa un bledo lo que pueda suceder con nosotros ?
Era Mary Kate quien se ocupaba de la correspondencia de la familia con sir Larcombe. Y Él jamás había preguntado por la salud de su yerno o de sus nietas. Jamás se había interesado en saber si estaban bien . Tampoco se había tomado el trabajo de contarles que su esposa e hijos habían muerto en el gran incendio ocurrido en Londres cuatro años atrás. El tema de sus cartas solamente sobre el rendimiento de las granjas.
Irritada, Mary Kate llegó a levantar la mano para tomar la botella de whisky y lanzarla contra la pared . Pero , cambió de idea . Se volvió y encaró a su padre.
— Sal de mi vista.
— Trata de no empeorar las cosas — él le advirtió , pero ante la mirada determinado de su hija, se alejó de la puerta y habló humildemente: — Dios perdoname . Me gustaría que esto no estuviese sucediendo, Mary Kate.
— Lo sé , papá.
Te amo , hija — Dylan la tomó en sus brazos. Mary Kate también lo abrazó y sintió el olor fuerte a whisky. Olor que ella asociaba tanto al amor de su padre como a sus raptos de rabia. — Qué Dios me ayude. Perdí a Bess y ahora voy a perderte a vos.
La voz de él quedó embargada y Mary Kate sintió intenso dolor en el corazón. Se soltó de los brazos de su padre y respiró profundamente para controlar su emociones. Sólo entonces abrió la puerta da biblioteca y vio en la sala de estar a sir Calder y a Bridget sentados uno delante del
otro intercambiando miradas cargados de animosidad.
Soy una persona racional — comenzó Mary Kate dirigiéndose a su abuelo. — Necesitamos esta propiedad y vos me necesitas a mí. Como dijiste , te estás poniendo viejo y quieres tener un nieto para heredar tu título y tu fortuna. Pero debemos conversar antes que yo decida si te acompaño o no a Inglaterra. Qué sucederá si no puedes encontrar un inglés arrogante que acepte casarse con una irlandesa común y corriente como yo ? Por qué no acepta que me case con un irlandés? No crees que todo sería resuelto más fácilmente si no fueses tan obstinado?
— Oh, conseguiré un marido inglés para vos. Puedes confiar en mí.
— Bien, viendo que estás tan seguro de eso, me gustaría fijar una fecha limite para el casamiento. Qué te parece un año?
— Absurdo!
— Dos años.
— No estás en situación de establecer condiciones, jovencita !
— En ese caso, vos deberías establecerla . Cuánto tiempo será necesario para que encuentres a alguien que aspire a la elevada posición de baronete?
— Basta sarcasmo e ironía ! Creo que estarás casada antes de alcanzar la mayoría de edad.
— Cuatro años? No planeo pasar todo ese tiempo lejos de mi familia y de Irlanda!
— Si te casases antes de ese términos , volverás más pronto a tu casa . Mary Kate consideró el planteo de su abuelo.
— Antes de alcanzar la mayoría de edad? Y si no consigues un marido para mí antes que cumpla veinte y un años, qué sucederá? Prometes que las tierras pasarán a Bridget o a mis hijos irlandeses?
— No soy idiota . Si te hiciese esa promesa, vos serías muy capaz de rechazar todos los candidatos ingleses que te presente.
Mary Kate sonrió dulcemente. Bridget y Dylan conocían el poder de de esa sonrisa viniendo de esa irlandesa tan especial.
— Te doy mi palabra, aceptaré al primer inglés que me pida en matrimonio, siempre y cuando sea antes que yo cumpla veintiún años.
Sir Calder miró a su nieta con una expresión burlona.
— Cuando alcances la mayoría de edad, ya serás madre, Mary Katherine.
Estaban trazadas las líneas de una guerra que recién comenzaba.

1 comentario:

Viky dijo...

Me gusto mucho el prologo.