miércoles, 29 de julio de 2009

EL BARBARO - LOIS GREIMAN - CAPITULO 31

CAPITULO 31


Fleur sintió la sangre huir de su rostro.
- Killian?
- Lo siento mucho , de verdad. - Stanford aclaró su garganta. - Lamento, pero... bien, estoy casi seguro que el señor Kendrick lo contrató para intentar descubrir la verdad en relación a la muerte de Thomas.
- No... No es posible.
- Vos nunca te preguntaste de dónde salió ese escocés ? O cómo fue que de repente apareció por aquí?
- Killian me dijo que le gustaría de se establecer en la región. Encontrar un lugar apacible donde vivir. él. ..
- Establecerse en una propiedad adyacente a Briarburn, justamente cuando Kendrick aparece para amenazarte? - Stanford hizo otra mueca. - Sos una mujer inteligente, Fleur. No hallas todo eso muy extraño? Es mera coincidencia? Hace años que nadie demuestra el menor interés por esa pedrera abandonada, y de repente él no mide esfuerzos para comprarla. Por un precio exorbitante.
Una nueva aflicción vino a apoderarse de ella. Entonces había sido traicionada... Traicionada. Otra vez. Pero por más que se sintiese amargada, no lograba mantenerse indiferente al recuerdo de la voz grave de Killian, la idea de que él parecía siempre listo para protegerla de los problemas do mundo.
- Le gustó este lugar.
- Tal vez tengas razón, querida. Quién sabe? - El barón no parecía capaz de disimular la amargura que su semblante insinuaba. - Pero si se él descubre la verdad y sale a esparcirla por ahí? Thomas siempre fue muy querido por todos.
- Entonces Killian... - Por más que le doliese, Fleurette sabía que tenía que enterarse de la verdad. - El fue pagado para venir a investigar mis secretos?
- Si - Stanford fue categórico. - Lo siento mucho , y me atrevo a decir que él planea acusarte por la muerte de tu marido.
- Yo no quería matarlo. Nunca fue mi intención quitarle la vida a nadie, mucho menos a Thomas. Yo sólo quería ser amada, ser respetada, ser... - La voz le faltó.
- Lo sé . Lo sé , querida, pero las personas pueden ver la situación desde otro ángulo.
- Oh, Dios... - Sintiéndose otra vez una niña asustada y carente, ella preguntó : - Pero vos crees en mí, verdad ?
- Claro que si. Porque te amo . Porque quiero mantenerte lejos de las garras de Kendrick y de cualquier otro miserable que piense en hacerte mal. Porque nunca conseguí sacar mis ojos de vos. Ni aún cuando vos estabas casada con otro hombre. - Trayendo su caballo más cerca de Filie, Stanford tomó la mano de ella. - Cásate conmigo, Fleurette. Déjame ayudarte. Déjame cuidar de vos.
- Pero... - Los pensamientos de ella se confundían. - Cuando Kendrick haga saber que yo ...
- Vamos a casarnos esta noche. Poco me importa que haya algún tipo de escándalo, ahora o después. Mi título todavía detenta cierta influencia en la Casa de los Lords. Haré un pronunciamiento diciendo que vi a Thomas vivo después que lo dejaste solo en el río . Diré que él estaba borracho, lo que no es mentira. Y todos sabían de esa debilidad de tu marido. Que Kendrick descubra lo que quiera; yo daré mi palabra de que vos no tuviste ninguna responsabilidad en la muerte de Thomas.
- Stanford... -Después cerrar los ojos por un momento, Fleur lo encaró para decir: - No puedo casarme con vos. No después de lo que hice anoche.
- Ese maldito escocés... - murmuró el barón entre dientes . - Sería una hipocresía decir que será fácil, que no me sentí traicionado. Por el contrario, fue como si un puñal partiese mi corazón al medio. Pero a pesar de todo, sé que soy capaz de perdonarte. Si eso significa tenerte junto de mí, lo haré.
Seguridad . Una unión con un hombre de bien. Fleurette entreabrió los labios para decir que aceptaba, pero entonces un ruido resonó entre los arbustos al costado del camino. Ella y el barón miraron hacia allá en el instante en que un garañón negro dejaba los bosques trayendo sobre su lomo, firme y rígido como una lanza, al caballero melancólico.
- Killian. - Al sustentar la mirada que él le dirigía, Fleurette se dio cuenta que, aún después de todo lo que acababa de descubrir, no lograba dejar de desearlo.
- Qué diablos estás haciendo aquí? - gruñó el barón.
- Y por qué no debería estar aquí? - devolvió Killian en el misma tono, fijando en él una mirada airada.
- Vamos , vos. .. - Stanford se enderezó sobre la silla. -Has deshonrado mi lady, sir.
Inalterable, el caballero escocés volvió los ojos a Fleur como si de nada se arrepintiese, como si nada tuviese para ocultar. Parecía haber decidido que, fuesen cuales fuesen las consecuencias de lo que habían hecho, él las asumiría solo.
- Pienso que la baronesa tiene derecho a saber la verdad. - Killian había vuelto a enfrentar la mirada indignada de Stanford.
- Ya le revelé toda la verdad a mi prometida. Ella ya sabe que no eres mas que un mercenario, un mentiroso, un...
- Entonces le contaste que fuiste quien contrató a Kendrick?
- Eso no es verdad - retrucó Stanford en un silbido colérico.
- Qué!? - Fleurette jadeó. - No. él. ..
- Estuve con ese bastardo esta mañana - dijo Killian.
- Claro que estuviste. - La voz de barón subía de tono. - Vos trabajas para él.
- No, no trabajo. Pero aún así , Kendrick tuvo la amabilidad de pasar por mi casa. Tuvimos una conversación, y él no demoró en admitir que un cierto lord Lessenton lo había mandado buscarme. fue muy gentil de tu parte mandarlo hasta allá, muchacho, pero habría sido todavía más gentil si le hubieses dicho que apareciese con la luz del día. Y desarmado. - Los ojos de Killian brillaron con una emoción inefable y, cerrando la mano, él flexionó el brazo como si hubiese realizado alguna actividad que había requerido su fuerza.
Sólo entonces fue que Fleurette reparó que la manga de la camisa blanca de él estaba manchada con sangre.
- Te heriste - dijo ella en un susurro.
- Fue sólo un arañazo, muchacha. - Aunque hablase con Fleur, él tenía los ojos fijos en Stanford. - De cualquier modo, debo admitir que esas pistolas son un dispositivo bastante inteligente. O mejor dicho , siempre y cuando estén en manos capaces. Por azar, el mercenario a tu servicio, muchacho, no estaba capacitado para la tarea que le habías encomendado.
- No sé de que estás hablando - rezongó el barón. - no mandé a nadie a ningún lugar .
- No fue eso lo que Kendrick dijo. Además, también aseguró que no era la primera vez que te hacía un trabajito ya que, semanas atrás, lo contrataste para intimidar a la baronesa aquí presente.
- Eso es un absurdo
-Por supuesto, no es lo que se espera del comportamiento de un verdadero caballero - comentó Killian con ironía -, pero me parece que vos te aprovechaste de una bajeza para convencer a una dama a desposarte.
Dándose vuelta sobre la montura, Stanford intentó capturar la mirada de Fleurette.
- No escuches a este hombre, querida. Es un insano.
- Tal vez . - Killian aproximó el garañón al caballo del barón. - Lo que no soy es un asesino cobarde que vos probaste ser al quitarle la vida a un hombre que no tenía como defenderse.
- Qué? - exclamó Fleur un instante antes de ver a Stanford sacar una pistola de dentro de su saco.
Ella se encogió . Killian no movió ni un músculo .
- Para ser un bárbaro, sos bastante astuto - observó el barón.
Todavía impasible y sujetando las riendas de su caballo de batalla en una de sus manos, Killian no llegó a mirar a Fleurette mientras le sugería:
- Por qué no le preguntas cómo fue que tu marido murió?
- Qué quieres decir con eso? - ella se extrañó. - De qué estás...
- Idiota ... - gruñó Stanford, él también con los ojos fijos en su rival. - Fui yo quien mató a Thomas, si. Y vos deberías estarme agradecida por eso.
- Vos? - Fleurette estaba sin aire. - No. él se ahogó.
- Y cómo mierda podría haberse ahogado, si vos lo dejaste inconsciente con el golpe que le diste, tarada? Thomas se hallaba caído en el bote, el río estaba calmo... Cómo carajo esa embarcación iba a darse vuelta? Hasta vos, una mujer de poco cerebro , debería haber pensado en eso.
-Pero yo pensé. .. Presumí que... - ella sacudió la cabeza , como si no creyese en lo que oía. - Vos lo mataste? Por qué ?
- Por qué ? - Stanford se rió. - Y por qué no? Era eso lo que él se merecía, o no ? El fabuloso lord de Glendowne, tan guapo, tan agradable, con su elegante y malcriada esposa, igualmente bella y encantadora... La pareja ideal. Era eso lo que todos pensaban, cierto ? Pero ellos no lo veían matarte a golpes cuando se le daba las ganas, verdad?
- Vos. .. sabías ?
- Claro que lo sabía. - Stanford volvió a reírse. - Y a veces llegaba a divertirme un poco.
- Pero cómo...
- Cómo? Simple, una vez que ya no le interesaba llevarte a la cama, Thomas se dedicaba a cubrirte de puñetazos y puntapiés. Y vos vivías evitándolo. O mejor dicho, intentando evitarlo, lo que, la verdad sea dicha, no era muy fácil. Hasta esa tarde en el río ... Ah, fue una escena inolvidable. La dócil y asustada baronesa se despertó de su sueño . Me gustó. Me gustó tanto que, cuando lo vi caer, llegué a pensar que vos , Fleur, eras la respuesta a mis plegarias.
- Plegarias? - Fleurette hacía fuerza por entender no sólo lo que estaba sucediendo sino también lo que realmente había sucedido esa tarde. Sin embargo , todo parecía un absurdo de proporciones y consecuencias inimaginables. - Pero ...
- Hacía tiempo que él planeaba librarse de tu marido - dijo Killian. - Y apoderarse de vos y de Briarburn.
- No puede ser!
- Sé que es difícil de creer que un caballero del reino tuviese tales, por así decir, ambiciones. - Stanford suspiró. - Pero, como debes recordar, los recursos de mi familia estaban menguando, de modo que el hecho de vos te revelases contra la violencia de tu marido me vino como una bendición. A decir verdad, llegué a pensar que vos habías hecho el trabajo sucio por mí y, cuando te vi volver a la casa tambaleante y sollozando hecha un perrito mojado, por poco no fui hasta allá para agradecerte. Pero entonces oí a Thomas gemir. Qué más podía hacer mas que terminar el trabajo ?
- Vos lo mataste?
- Tienes cierta dificultad para entender lo que las personas dicen, verdad? - El barón chasqueó la lengua. - Por supuesto que lo maté, su estúpida. Y con eso te cambié la vida para bien.
-Pero querías hacerme creer que yo había sido la responsable de la muerte de él. ..
- Oh, pobrecita la baronesa! Ya no tienes de que preocuparte , verdad ? Deberías agradecerme, ya que me ocupé de librarme del cuerpo de él para que nadie pudiese a pensar que habías sido vos quien le había reventado la cabeza a golpes ... yo fui bueno con vos, Fleur - Stanford encogió los hombros. - No, no podía dejar que vos cargases con la culpa. No después de haber pasado tanto tiempo esforzándome para ganarme tu confianza, hasta tuve que librarme de Clarice, para asegurarme un lugar a tu lado...
- Mi Dios!
- Eras una viudita adorable, recuerdas? Y precisabas tanto de un amigo. Quién mejor que el fiel Stanford? - él disimuló una risotada satisfecha. - Poco después compraste la fábrica de carruajes e hiciste de un negocio en bancarrota una compañía bastante lucrativa. Y yo estaba a tu lado, consolándote, apoyándote, incentivándote. - El rostro de él se transformó en una máscara colérica. - Hace siete años que estoy esperando, Fleurette. Siete años.
Aunque la insanidad en la mirada del barón la aterrorizase, Fleur intentaba mantener un mínimo de coherencia:
- Entonces no era Thomas... En mis aposentos. En mi jardín.
Mientras Stanford se reía , Killian trató de esclarecer:
- No, muchacha, tu marido está muerto y enterrado en los bosques, cerca de la pedrera. - La voz de él, baja y contenida, era un contrapunto con las risas histéricas del barón. - Encontré la sepultura de él hace pocos días.
Volviendo a asumir un aire de seriedad, Stanford señaló :
-- Era el modo más simples de ocultar un cadáver, no? Y yo fui algunas veces allá a visitarlo. hasta llegué a amarrar el pañuelo de que a él gustaba en una árbol cerca de allí . fue muy triste tener que hacer eso para un amigo tan querido... sea como fuere, me ocupé de la viuda de él y fui muy paciente.
Fleur quiso decir algo. Stanford, sin embargo, ya proseguía:
- Vos harías un segundo matrimonio, Fleur, y ya te tenía en la palma de la mano. Pero entonces apareció este bárbaro ... - él volvió a mirar a Killian. - Vos destruiste todos los planes que ideé por años y años . Vas a arrepentirte amargamente de haberlo hecho.
A pesar de la aflicción y de la decepción, Fleurette se obligó a llamar a la razón al hombre que un día había considerado su amigo:
- No hagas eso, Stanford. Voy a ayudarte. Los dos vamos a ir a conversar con el juez, le explicaremos todo lo que sucedió. puedo decir que tu intención era defenderme, ya que sufría agresiones y violencias que...
La carcajada que él la hizo callarse.
- Ah, mi Fleurette! Siempre solícita, siempre bondadosa, siempre tan idiota. - Los labios del barón se curvaron en una imitación de una sonrisa . - Te agradezco mucho, pero, perdóname, no estoy interesado en acabar colgado en la horca por haber acabado con la vida de un impresentable. No. Prefiero arriesgar la suerte. Seguramente que voy a plantear que vos habrías sido asesinada por este bárbaro escocés . Entonces tuve que actuar. Pero seré fuerte. Y no terminaré solo, hay otras mujeres en el mundo , no te parece una idea mejor?
- Vas a matarme?
- No - fue Killian quien respondió.
- El no va a hacerte ningún mal.
- Tan noble, tan dramático... hasta pareces el protagonista de un romance medieval : el caballero galante y gentil rescatando a la hermosa dama. Ustedes dos me hacen reír - Arrojando la cabeza hacia atrás , Stanford lanzó otra carcajada, pero a continuación , con una expresión amenazadora, volvió a enderezarse.
- Lamento informarte que estás completamente equivocado, caballero escocés. Voy a matar a Fleurette, si. Sólo que antes, siento decirlo, voy a matarte vos. En este caso es primero los caballeros, luego las damas - Y entonces levantó a pistola.

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