lunes, 12 de abril de 2010

ESCANDALOSOS - CAPITULO 1 - BARBARA METZGER

CAPITULO 1



Quien haya dicho que es mejor haber amado y perder que nunca haber amado no había consultado la opinión de Galen Woodrow, Lord Woodbridge. Cómo demonios podía ser mejor - se preguntó el vizconde - tener su corazón arrancado de su pecho, partido en pedacitos, y luego pisoteados bajo los tacos de los delicados zapatos de Lady Floria Cleary, frente a la vista de toda la alta sociedad ? Y no una vez. Dos veces. Esa perra inescrupulosa lo había dejado plantada.
No una vez.
Otra vez.
Delante de todos. En un altar.

La primera vez - dos años atrás - no había sido tan malo . Él había sólo tenía veinticuatro años , y se había sentido aliviado de poder extender su estado de soltería por algunos años mas mientras Florrie maduraba.
Son nervios nupciales, el padre de ella había dicho. Quiere gozar algunas temporadas más como soltera, Galen había supuesto, sin estar atada a un marido que le criticase su flirteo constante , los escotes bajo , y los rizos vaporosos. A los dieciocho años, Florrie no había estado lista ni para el matrimonio ni para la maternidad, y Galen gustosamente había aceptado la nota que ella le había enviado una semana antes de la ceremonia. El vizconde también pacientemente había aceptado las burlas y los chismes de la
Alta Sociedad (que él secretamente llamaba Alta Suciedad) - por dos semanas. Entonces, como no libre de compromisos inmediatos (y quizás de todo compromiso) , Galen se unió a las Fuerzas Armadas contra Napoleón. Había servido la Península hasta que una lesión menor lo había enviado de vuelta a casa, con lo cual su padre insistió en avanzar con el plan del matrimonio y producción de herederos , para asegurar la descendencia. Un mera insinuación de Primo Harold- como Duque de Woburton- había bastado para que el rey ordenase publicar las proclamas nupciales. Galen podía ser vizconde por derecho propio , por haber heredado el titulo de un tío difunto, pero igualmente tenía que responder a las ordenes del duque.

Pero esta vez, esta misma mañana Lady Florie, no había actuado como un pollito muerto de miedo . Había actuado como un cóndor de corazón frío. Deliberadamente ella lo había herido peor que una artillería francesa . Peor que un sablazo. Peor que ser derribado de un caballo, ser pisoteado, y ser abandonado por muerto , que era exactamente lo que Galen deseaba en ese instante. Estar muerto.
Esa vez Florrie lo había dejado plantado en el altar, y no en cualquier altar, sino en el altar de St. George. Había al menos trescientos pares de ojos risueños y maliciosos fijados en él, y sólo Dios sabía cuantos gente de la chusma estaría curioseando fuera de la iglesia. Esos espectadores no invitados, al menos, habían podido ver brevemente a su novia, lo que era más que mas de lo que Galen había podido hacer. Ella había llegado en el carruaje de su padre, todo emperifollada con cintas y rosas, y había descendido entre gritos de vivas y deseos de felicidad. Ella había saludado con ambas manos - y según le habían dicho- después se había trepado al carruaje de Sir Henry Lytell. Luego la muy perra había lanzado el ramillete a una aprendiz de costurera reunida con la chusma.

¡Mejor que nunca haber amado , ja! La zorra se había escapado con un sátiro de primer orden , un cazafortunas, un jugador empedernido , un gusano "roba esposas".

El padre de Florrie había entrado precipitadamente a la iglesia, pálido como una sabana y temblando hasta el culo . " Tienes que ir tras de ella !" le gritó mientras corría por el pasillo alfombrado de blanca. Y el viejo imbécil lo dijo suficientemente alto como para que todas las personas lo escuchasen. .
"Ir tras ella?!!!! " Galen había respondido a los gritos. " Para qué? Para poder estrangularla con mis propias manos ? Dejemos que Lytell lo haga cuando se canse de sus ataques de histerias y sus caprichos. No me casaría con su hija, Su Señoría, aunque ella fuera la última mujer sobre esta Tierra ""
Lord Cleary había ido tras la novia fugitiva, pero no sin que antes el padre de Galen lo hubiese hecho declarar bajo juramento que el acuerdo matrimonial sería desecho , no habría devolución de la dote, a menos que él desease encontrarse en tribunales para zanjar la disputa . Qué encantador tener un padre que se preocupa por unas pocas libras y peniques cuando el orgullo de su hijo estaba siendo incinerado públicamente.

La hermana de Galen , Harriet, entretanto, armó un escándalo porque ahora no tendría a nadie para presentarla en sociedad en la siguiente temporada. Una de las damas de honor no tuve mejor idea que desmayarse en los brazos de Galen, en un intento de ser escogida para tomar el lugar de Lady Floria.
Galen la dejó caer al piso . El duque salió abruptamente de la iglesia, arrastrando a Harriet con él, declarando que Londres no era un lugar decente para una jovencita bien criada. Iba a regresar al campo , Su Gracia declaró , al cultivo de orquídeas y a sus libros. Harriet se puso color púrpura . La dama de honor gemía, el obispo era una mascara de horror , y todos los demás se reían. Todos excepto Galen, por supuesto. El vizconde había reunido la dignidad que le quedaba y se había dirigido a la multitud reunida, O mejor dicho a los que quedaban . O para ser mas claros a aquellos que no habían salido corriendo para dar a conocer la primicia a los periódicos, los clubes sociales, y a los cuatro malditos vientos del reino.

"Mis amigos ... ," Galen había mentido. Despreciaba con toda su alma a todos y cada uno de los que se reían disimuladamente, y murmuraban maliciosamente . "Estoy seguro que Lord Cleary querría que insista en que asistan al desayuno de celebración de la boda. La comida sólo se desperdiciaría si no lo hicieran .
Así es que vayan, y ayúdeme a celebrar porque me he salvado de cometer un gran error ""

No tenía intención seguir entreteniendo a las masas que ahora sonrían abiertamente, y en medio del bullicio de la gente vaciando la iglesia, Galen pudo escaparse por la puerta lateral y subirse a un carruaje de alquiler que pasaba por allí. Se agachó rápidamente en el piso del carruaje hasta que se alejaron de la iglesia.

La servidumbre de la casa Woburton en Grosvenor Esquiare había sido enviada a la casa de Lord Cleary para ayudar con la celebración de la boda , lo cual le vino al vizconde como a pedir de boca. Las risas habían sido crueles, pero la piedad hubiera sido peor. Se encerró en la biblioteca, poniendo llave en la puerta . Ahora estaba solo con tres buenos amigos: Brandy, Borgoña, y whisky . Galen planeaba disfrutar su compañía hasta la última gota. Mejore una botella que una novia perra .

Darse cuenta que sentía más enojo que dolor era una buena señal, Galen decidió después del segundo vaso. Quizá su corazón no estaba roto después de todo. Si corazón no albergaba un amor extraordinario por Florrie; solamente estaba acostumbrado a pensar en ella como algo que le pertenecía . Era suya para protegerla de mocosos impertinente, suya para provocarla, suya para comprarle chucherías , y suya para escoltarla a innumerables fiestas estúpidas. Pero le gustaba la carga de esa novia, él reflexionó . Los besos ocasionales que habían compartido habían sido mas agradables que apasionados , pero también había aceptado eso , pues ningún hombre quería una esposa de sangre caliente de la se que tuviese que preocupar.

Florrie era una dama, no una casquivana, él había pensado. Y ella era bella, con sus rizos castaños rojizos , sus ojos verdes y su hermosa figura. Se había sentido orgulloso de tenerla en sus brazos, una vez que ella había desarrollado curvas femeninas , y había sentido orgulloso de que otros hombres parecieran admirarla. No había tenido que fingir jugar contra al pretendiente muerto de amor, como tantos imbéciles que prácticamente la adoraban como a una diosa griega. O eso había pensado.

Se habían conocido desde la infancia , y habían estado comprometidos por muchisimo tiempo.
Sus padres habían acordado esa pareja : el hijo de un duque, la hija de un conde, fortuna se casa con fortuna. Qué podría haber sido más apropiado ? Galen se había criado sabiendo cual era su deber, y sabiendo que Florrie era su destino. Había asumido que ella estaba igualmente resignada.
Obviamente, se había equivocado . Otra vez. Pues bien, qué te vaya bien ramera despiadada.
Ella habría sido a una pésima madre para sus hijos de , con su necesidad compulsiva de saber los últimos chismes , los últimos gritos de la moda ... y protagonizar los últimos flirteos . Quedarse en casa al lado del calor de la chimenea era tortura para Florrie . Galen trató de recordar si alguna vez la había visto leyendo algo que no fuese una revista femenina . Contempló a su alrededor el cuarto lleno de libros, pensando en todas las horas que había pasado allí, perdido en su fascinación por las letras.

Brindó - el cuarto o quinto brindis - con el retrato de la elegante dama colgado sobre la chimenea. Su Gracia había muerto hacia diez años, y Galen todavía la extrañaba . Su madre había sido una institutriz antes de convertirse en duquesa, entonces ella sabía mucho de jovencitas y habría visto que Florrie era una zorrita desde hacia mucho tiempo, y lo habría salvado de hacer el papelón de esa mañana . Mierda, ahora estaba llorando por su mamá. Su madre no podría podido ayudarlo en esa circunstancia . Nadie podría. Iba a ser material de chismes por mucho tiempo .

Pero su corazón estaba intacto. Y entonces, qué importa el resto ? Nunca confiaría en otra mujer. Su primo Harold tendría que proveer los herederos, si el estúpido podía descubrir como se hacía eso . Y Galen … qué haría ? No se atrevería a mostrar la cara fuera de esa puerta. No podría ir a White* (*Nota de traducción: club social mas famoso de Londres en esa época) o otros lugares que usualmente frecuentaba, y no podía irse al extranjero, no con una guerra por adelante. La familia tenía propiedad en Jamaica, pero Galen se mareaba en los barcos . Podría reincorporarse al ejercito , pero probablemente eso le causaría a su padre un ataque de apoplejía.
Además, la noticia del bochornoso plantón de Florrie llegaría España con los siguientes despachos. Preferiría pegarse un balazo que ser víctima de las bromas despiadadas de sus oficiales . No, no le daría a Florrie la satisfacción de saber él estaba tan perturbado como para suicidarse . Además, Galen Woodrow no era un cobarde. Unas cuantas botellas más y podrían ser suficientemente valiente como para enfrentar a los sirvientes, incluidos su valet.

Nadie muere de amor , y nadie muere de vergüenza, el vizconde se dijo a sí mismo. En pocos días, algunos otro escándalo se originaría, y el bochorno del día de la boda quedaría relegado para un nuevo escándalo . Escándalo tapa escándalo , era una fórmula matemática. "Oh, sí," ya podía oír las lenguas de damas de la nobleza murmurando , "ese fue el año en que Lady Floria dejó al joven Woodbridge plantado en iglesia, eso fue antes que Lady Witherspoon se casase con su mayordomo y que Lord Hammermill perdiese en una mesa de juego la dote de su esposa" Además, como la temporada estaba por finalizar , la Alta Suciedad dejaría Londres para retirarse sus propiedades rurales o sus casas en la costa. Tendrían mejores cosas en las que pensar que en el escándalo de Galen.

Escándalo! - Esa era la clave ! Le asombraba las ideas brillantes que el alcohol engendraba . Causaría un escándalo. Esa era la solución - Generar un escándalo de proporciones , uno que hiciese que el abandono de Florrie pareciese la travesura de una alumna. Nadie lo compadecería, y nadie se preguntaría de qué carecía él para que su novia eligiese escaparse con un canalla a tener un matrimonio respetable.

Su idea funcionaría, Galen solamente intuía que funcionaría, lo que necesitaba ahora era que Mademoiselle Margot Montclaire cooperarse . La señorita Montclaire era la estrella del mundo del teatro en ese momento , la cantante de entreactos en Drury Lane* (Nota de traducción: el teatro mas famoso de Londres en esa época) . Era la hija de Simone Montclaire, un famoso cantante francés que se había escapado a Italia con su amante. A Galen no le importaba quién había criado a la jovencita o quien la había formado para cantar como un ruiseñor. Él solamente quería que Señorita Montclaire, lo ayudase a armar un buen escándalo .


Una página entera del libro de apuestas del club White - no, un capítulo entero - estaba dedicado a Mademoiselle Margot. Se apostaba quién ganaría sus favores y qué sería necesario para lograrlo . Siendo probablemente la mujer mas bella de todo Londres, la esbelta cantante ciertamente era la más elusiva. Nadie todavía había podido arrogarse el título de ser "su protector", aunque muchísimos admiradores se habían ofrecido pata serlo y habían sido rechazados. Le enviaban notas y regalos a su camerino, le lanzaban ramilletes de flores y joyas cuando ella saludada en el escenario, y la esperaban afuera del teatro para poder ver a esa belleza rubia. Ella siempre sonreía, saludaba levantando las manos, y volvía su casa sola , creando rumores que hablaban de un marido secreto en Francia, un amante casado en el interior de Inglaterra , y todo eso causaba un juego de intrigar que la hacían cotizar más y más alto. Pero Galen tenía mucho dinero, y pagaría lo que fuere necesario . Incluso tenía la dote de Florrie para gastar en el escándalo . Y bien usada que iba a estar ese dinero

El vizconde no estaba entre la multitud de adoradores de la Señorita Montclaire. Él la admiraba , por supuesto , pero sólo desde su palco en el teatro. Quién no codiciaría a esa belleza de cabello dorado, con su figura delgada pero con curvas graciosas y una voz increíble ? Un hombre muerto. Y Lord Woodbridge estaba muy vivo, pero había sido un hombre comprometido, un caballero que no engañaría su futura esposa. Había tenido su buena porción de mujeres en España, por supuesto , y ocasionalmente una que otra amante paga , pero tan cerca de la boda jamás deshonraría a Florrie . Imbécil. Podría haberse acostado con todo un harén de mujeres por lo que a ella le importaba. Mientras él tomaba un baño de agua fría, Lady Florrie probablemente estaba en la cama con Lytell . Galen vació otra botella, luego apartó el vaso. No, necesitó tener la cabeza clara para lo que estaba por venir . Encendió un puro en lugar de beber y lanzó anillos de humo al aire. Pensó en los anillos de boda, los tenía en el bolsillo. El precio de la Señorita de Montclaire podría ser tan alto como las deudas de Prinny, pero Galen Woodrow, Vizconde Woodbridge, tenía algo mucho más generoso para ofrecer.

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